domingo, 16 de octubre de 2016

Día de la Mujer Escritora: Asientos y Asientas


José Mª Iribarren, escritor navarro, recogía la anécdota de que en el Teatro Municipal de mi pueblo (Cascante) había hace casi un siglo una inscripción que reglaba donde debería sentarse la ciudadanía en el gallinero. Cada uno debía hacerlo según su sexo: "Asientos y asientas”, asientos a la izquierda para los hombres y asientas en la derecha para las mujeres (lo que demuestra que eso de la manipulación del lenguaje viene de lejos y lo mismo responde a incapacidades que a excesos)

Se me ocurre pensarlo hoy, día flamante de las escritoras. Y vuelvo a preguntarme de si eso de primar la diferencia sexual no sea, pienso, una treta de los que utilizan la maledicencia y el placaje, la mala conciencia de los que te raen en la fotico, te quitan hasta el nombre o te echan de la localidad. Porque no acabo de asumir que algunos pícaros del tapar luego intenten hacernos visibles. Pero bueno, tampoco quiero ser negativa, ya que la iniciativa cuenta con muchas mujeres bienintencionadas como la Asociación Clásicas y Modernas. Entiendo que el acceso de la mujer a la universidad, a la cultura (y al trabajo, osea tener también dinero para gastar) es lo que ha hecho que hoy día la creación literaria de la mujer florezca y triunfe, se la visibilice. Porque la creación literaria necesita de códigos y de conocimiento de la tradición, o mejor dicho de las tradiciones. Y aunque el conocimiento y la cultura no sean sinónimo de buena creación, creo que sí que ayudan. Y ayuda que una mujer tenga dinero para comprar libros. La prueba es que hoy la sociedad está llena de buenas escritoras, buenas ensayistas, novelistas, periodistas, dramaturgas, poetas. Y compradoras. Y es que hoy la mujer tiene acceso a todo, si quiere-

Creo yo que, en la actualidad, no necesitaríamos protección, ya que parece que somos las mujeres las que compramos más libros y leemos, otra cosa es si las editoriales apuestan o no por las mujeres.
Quizá, en momento magnífico de inclusión total de la mujer, escueza. Ayer, por ejemplo , le han concedido el premio Planeta a Dolores Redondo- Es el triunfo de una mujer que, nacida en la democracia, ni se le ocurrirá plantearse que es eso de “asientos y asientas”. Y yo me alegro. Por cierto, que vive en la misma ciudad casi donde nació Iribarren.

Así que me acomodo. Hoy me siento en “asientas”. Paso y escribo:

Te llenaré de versos los bolsillos,
las cajas de zapatos, los gabanes,
los cuadernos de cálculo.
Arroparé el poema
con encajes y rizos
tropos entrelazados,
semas y virgulillas,
para que tú rebusques en mi mágica ropa
y desates la enagua a mi palabra.

Desnudaré mis ritmos y mi imagen
hasta que me deses
con el alma y el trigo.

Y dormiré en tus eras
toda una fértil noche de silencios

Uvas Torrenciales, Madrid, Torremozas, 1986, pág 19


REALIDAD
Cada vez que te escribo
te voy desdibujando.
sabes los guiños huecos, las dobleces
de mis signos gráficos.
De las máscara sabes
con que me acerco a ti
porque no te soporto, desnuda, desconchada
vacía de temblor,
esa palpitación que te traslado.

Y sabes que te arropo
porque yo estoy yacida por el frío.

Este `procaz deseo de apresarte
y clavarte en mi pluma
crueldad celeste de taxidermista.
Pera las dos sabemos que nombrarte
acelera la huida
POLVO DE DESBANDADA MIS PALABRAS.

 Con un Papagayo Verde, Madrid, Orígenes, 1990, pág 16 
EL ANGEL MALO 
Todo esto te daré, me dijo, si inclinándote ante mí, me adoras, Mateo 4-1-1

Me sonó a conocido y oteé referencias:
Aunque precipitado era el ángel bellísimo
que en sus virtuales alas
a la alta vanidad y sus copiosas cimas
podía traspasarme    transformarme

Sus agitadas manos
se abrían y cerraban    polvo
dorado    trnsparencia. Así veía yo
la ruta que hasta aquí había él caminado
iluminaria    humo
Se colmaban
mis dedos y voces que mi nombre
repetían y labios mis escritos
Y hasta mis firmes pies me alzaban
como rapaz o altiva    orgullosa o cetrera

Yo lo amaba ¿Sabéis?
mas su falta de afecto y aquella idolatría
de adorarle   de rendir mi cabeza
a su necesidad menesterosa de mirar por encima
me fastidió. Tomamos un café
y le volví la espalda.

(Fueron Un Tiempo) Tudela, Traslapuente 2016 pág 23

2 comentarios:

  1. Me alegra que hayas abierto blog y pasar al "asienta" asistiendo a tu decir los versos.
    Besos y abrazos, Charo.

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    1. Gracias, Rosa del Aire, como tú echo mis palabras al aire, quizá sirvan a algún naufrago cuando encuentre la botella en el espacio y se decida a abrirla. Un beso, Rosa

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