miércoles, 24 de mayo de 2017

Ellas, Las Mujeres en la Historia de Pamplona. (I)




En 1998, editado por la Concejalía de la Mujer del Ayuntamiento de Pamplona, salió a la luz la publicación Ellas. Las mujeres en la historia de Pamplona, por encargo del Ayuntamiento de Pamplona. Debe su autoría al equipo de investigación de IPES ELKARTEA, Silvia Fernandez  Viguera, coordinadora, Paco Roda, Ana Díex de Ure y Sonia Pinillos. IPES, siglas del Instituto Para La Economía Social tiene entre sus fines respaldar “ un proyecto basado en la formación y acción en los derechos humanos, la actualidad internacional y los derechos de las mujeres”. Desde su inicio IPES  mantiene su compromiso con las mujeres, posee una nutrida biblioteca de obras escritas por ellas, organiza cursos y charlas sobre feminismos y promociona tertulias y presentaciones de libros de autoras. Actualmente tiene su sede en unas dependencias municipales situadas en la calle Descalzos.

Javier Chorraut, Alcalde de Pamplona, afirmaba en el prólogo que la publicación era un homenaje a todas las mujeres que habían hecho la ciudad tal como es ahora y jugado un papel trascendental en su historia. Concha Fernández de Pinedo, Concejala de Cultura, decía que recuperar el protagonismo de las mujeres que fueron era un compromiso con las mujeres del futuro. Los autores iniciaban el texto con dedicatoria a sus madres
La extensa publicación-300 pg- presta seguimiento a la huella que dejaron las mujeres pamplonesas – y otras nacidas en otros lugares de Navarra- en la historia colectiva. Desde las estelas romanas hasta la incorporación de la mujer al comercio, al negocio del préstamo, la producción fabril, artesana o de servicios; el acceso a la enseñanza; sus aportaciones en el Arte, la Literatura, la Música, la Religión y la Beneficencia. Hace seguimiento de la inclusión en el callejero de la ciudad y en la iconografía monumental.

El trabajo muestra un enfoque que atiende a la sociología de la evolución femenina y a su historia más que a la mera biografía, aunque incluya fichas biográficas no demasiado extensas. La publicación incorpora aparato crítico, bibliografía e índice onomástico, y es producto tanto de la investigación propia como de la consulta de importantes trabajos monográficos o artículos publicados en la “Revista Príncipe de Viana” por diversos autores que se recogen en la bibliografía y las numerosas notas.

Es enfoque histórico. Y es que se puede decir que la Historia propia fue y es tema central en Navarra tanto en la preocupación de estudiosos e investigadores, cuanto argumento de encendidos debates populares. La nómina es extensa: El padre Moret; MºAngeles Mezquiriz, directora que fue del Museo de Navarra, arqueóloga; José María Lacarra y Ángel Martín Duque, medievalistas; Julio Caro Baroja; Caro  José María Jimeno Jurío, etnógrafo; Mario Gaviria, sociólogo; Angel García Sanz Marcotegui, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Pública de Navarra, Concepción García Gainza, catedrática de Historia del Arte en la UNAV por citar alguno. En una ciudad que tiene tres universidades, abundan los trabajos históricos de escuelas distintas, planteamientos no siempre acordes pero igualmente rigurosos. Entre las actividades relacionadas con la Historia, la Semana de Estudios Medievales de Estella, La Semana Romana de Cascante. Los  Congresos de Historia de Navarra, organizados por SEHN, presenta ponencias que luego son incluidas en la “Revista Príncipe de Viana”. A todos ellos han venido a sumarse los cursos de Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro.

Pese a ello, este estudio trataba de un tema casi inédito ya que no había sido hasta el momento motivo de interés, aunque después hayan aparecido desde fuera y dentro de Navarra algunas biografías notables y el Gobierno de Navarra haya celebrado junto con IPES (2007) un Congreso Internacional de Escritoras actuales, cuyo premio final fue, más que económico o apoyo  a la edición de una antología o ponencias que parece lo pertinente , una cena de hermandad. Se incluyó una bibliografía de las obras en marca páginas y una exposición de cartelería. Hay, entiendo, en Navarra más necesidad de recuperación de lo pretérito de las mujeres y menos de sibilino paternalismo y real apartheid. El paternalismo supone cierta postura de superioridad ridícula hoy, el apartheid, paletería. La discriminación positiva parece, al fin, discriminación. ¿Necesitan las mujeres rescate? Sí en su Historia, no en el presente. Esta obra inicia la recuperación histórica.

Los autores estructura la obra en varios apartados;1) Las mujeres en la antigüedad de Pompaelo. 2) El tiempo medieval de las mujeres. 3) A las puertas de la modernidad, acentuando el control. 4) Las mujeres cambiando el nombre de la Historia. 5) Biografías de mujeres. 6) Las mujeres en el callejero de Pamplona. 7) Mujeres en monumentos. 8) Itinerarios por la ciudad de las mujeres.

1 Las mujeres en la antigüedad de Pompaelo : Ciudad de Pompeyo, a quien debe su nombre, el estudio recoge los vestigios que nos han llegado de sus mujeres: Su existencia se supone en las joyas y aderezos femeninos aparecidas en la zona catedralicia, donde se situaba la ciudad primitiva romana. Se sabe de Sempronia y Postumia Nepotiana desplazadas a Tarraco. Annia Buturra, ya en en siglo III, a 76 km de Pamplona en Gastáin. Dominia Materna y Lucrecia Crista en Larraga , a 45 km que dedican una estela a la diosa indígena Errensa. La excavaciones son numerosoas hoy en Navarra.

2 El tiempo medieval de las mujeres : El estudio aborda todas las clase sociales navarras- que son muchas y con distintas leyes y lenguas. Tras un copioso seguimiento de archivos y estudios, siempre con notas a pie de página, cita a muchas: Aluyra, costurera; Estefanía Peregrin, fundadora de un hospital; Sancha Larraya, hortelana; las terratenientes Elvira del Port, Estrella, Gracia de Echevarría; las fruteras, doña Juliana y María López de Oria; la especiera, Catalina; la vinotera, Lorenza; la tejedora, María Martín; las merceras, Tota, Anevilles, Catalina de Zalba y María de Orbaiceta; la chapitelera Ochanda; las molineras, Amorosa, Navarra de Tolosa y María Lópiz de San Esteban. Parece que las cofradías no fueron habituales en Navarra, pero sí los casamientos familiares con gentes del oficio. Mencionadas en el libro de fuegos como tejedoras Gracia Ferrandiz, Aluyra de Elizondo, Toda de Amalain, Elvira de Imarcoain y Gracia Ochovi. Asalariada era Juana de Buixi, cuyo trabajo era alimentar y cuidar a los dos ciervos que había en el jardín del rey. Era curandera Juana de Irisarri, profesión complicada, ya que fue quemada por bruja en 1330. Martija de Jauregui era ginecóloga. Son conocidas también las seroras y hospitaleras Elvira Pereguín, Johana de Reta; María Pérez de Eguiza. María y Graciana de Ripa. Las mujeres podían tener sus propios bienes así María Renard, María Arceitz, Frandina Crozat, Milia de Beunza. María e Isabel la cantadora fueron juglaresas

Nos han llegado documentados también nombres de mujeres hebreas, desde 1154, cuando el obispo con la aquiescencia del rey permite a los judíos habitar en la Navarrería, aunque en 1276, tras la guerra de la Navarrería, la comunidad fuera arrasada. Es a partir del primer cuarto del siglo XIV cuando la comunidad judía vuelve a instalarse hasta su expulsión definitiva por los reyes Catalina y Juan de Albret en 1498. Las mujeres judías ejercieron actividades varios oficios: Cambistas, Mazalco; comerciantes, Doña Acha, aceitera; Sola y Jamilla, sederas; Esther, colchonera; Reyna, curtidora de pieles ; Dueña Encabe, platera; Soloru, hornera; Olza, Cima, Sobellita, Solata y Dueña Encabe, prestamistas. Nada sabemos de las mujeres musulmanas, o no hay estudios o nada queda, pese a que las dos arquetas de marfil del Museo de Navarra tienen esa procedencia. Los Reyes cristianos navarros fueron fundadores de monasterios y conventos y son frecuentes los nombres ligados a la ello como monjas o prioras: Jordana de San Sebastian; Oropesa; Andreagaill; Estevenía; María y Teresa Martinez; Elipa Elión; Juana de Pamplona; Ana de Ecay, Ana de Egues; Isabel de Belzunce; Rosa Cruzar y otras.

Llegado a este punto la que esto escribe se pregunta si es necesario agotar a mis lectores con una lista interminable de nombres, y duda de si seguir o abandonar. Quizá, pese al aburrimiento, no está de más fijar aquí que las mujeres medievales fueron industriosas, que hicieron casa, por tanto ciudad, arrimando su ascua, todo lo contrario que pasivas mujeres que nada entendían de negocio y cuentas. Quizá la causa de esa actividad se deba a que Pamplona creció en su desarrollo como ciudad por el comercio y por lo cristiana, ya que dos de sus Burgos surgieron como iniciativa del obispo para potenciar el Camino de Santiago y su comercio, trayendo gentes foráneas francas, lo que dio lugar también a distinta legislación entre las gentes. Y cierto protagonismo mercantil a las mujeres que  habitaron en las casas de las calles que se entrecruzaban con los nombres de los oficios ejercidos.


miércoles, 17 de mayo de 2017

ROSA JAÉN: Mujeres en el Umbral de la Historia Asociación de Escritores y Artistas Españoles



Trabajo de creación e investigación de Rosa Jaén Moreno, Mujeres en el Umbral de la Historia, Epístolas a las Mujeres españolas de los siglos X al XVI, apareció en Madrid en 2005, editada por la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, de cuya a asociación forma parte la autora. La centenaria Asociación de Escritores y Artistas Españoles, dirigida actualmente por Juan Van Halen, mantiene colecciones editoriales coordinadas por Emilio Porta, en una de las cuales, “La Fuente Sepultada”, se publica este trabajo. La obra lleva prólogo de Luis Alberto de Cuenca.

Creada en 1871, situada en la calle Leganitos, a un paso de la Plaza de España centro de Madrid, es la Asociación de Escritores y Artistas Españoles una Institución Cultural de solera, que tuvo entre otros prestigiosos presidentes a Canalejas, Castelar, Echegaray, Benlliure, Benavente, el Marqués de Lozoya, Diaz Plaza, José Gerardo Manrique de Lara o José Javier Aleixandre. Cuida y protege los derechos de los artistas y divulga en la sede tertulias artísticas e históricas y recitales literarios.

Rosa Jaén es escritora de poesía y teatro, investigadora y conferenciante, colaboradora de esta asociación, de la Asociación Colegiada de Escritores y otras . El trabajo que hoy traigo aquí, incide en sus principales lineas de investigación, las tres facetas suyas de una dedicación a la mujer en la historia como tema. Investigación y creación para estas Mujeres en el Umbral en una obra configurada a modo de epístolas, a las que presenta y a las que se dirige reuniendo en las cartas todos los datos de las biografías investigados. Son despedidas con prosa poética final y una ofrenda de flores y frutos para cada una de las incluidas.

La obra se estructura en tres apartados

1 Mujeres hispano-árabes : Cartas de la autora para Fátima al Magerit, astrónoma; y cartas también y antologías de Hassana, la poetisa más antigua; Aísa, la ilustrada; Maryan, la peregrina; Qasmuna, la impaciente enamorada; Halfa y Umm, poetisas de Guadalajara; Wallada, la princesa omeya ; Muhya, la sierva; Butayna e I´timad, la princesa desterrada; Nazhum, la insolente; Hafsa, la maestra; Qamar, la nostálgica. Finaliza este apartado con una briosa alocución a las actuales mujeres árabes con el deseo de que cambien las leyes y que un millón de firmas sirvan para que cambien no sólo las leyes sino a los hombres que las hacen.
Este primer apartado tiene cuidada bibliografía y notas a pie de página de autores o especialistas como Emilio García Gómez, Teresa Garulo y MºJesús Rubiera Mata , arabistas.

2 Trabajadoras medievales hispano -judías.. ¿Quienes eran? Quizá una forma de reivindicarlas es recoger los nombres que Jaén aporta: María Fernández e Isabel Cuéllar, regatonas y tenderas; Aldara e Felisa Lozano, campesinas y pastoras; Ana Quesada y Romía, hilanderas y moriscas tejedoras; Gracia Martinez y Vayona, sirvientas leales; Saurina Corbera, artesanas y constructoras; Violante de Navarrete y Bernardina, mancebas y alcahuetas; Elisenda Avenc y Elvira Ferrante, las prometidas; Elvira de Sñiga y María de Toledo, viudas y tutoras; la juglaresa Gerena; la malcasada Bellayna; Na Pla y Jamila, hebreas sorprendentes. El apartado da pie para la inclusión de coplillas, serranillas, canciones de mujer que parecen corroborar el punto de vista de la autora. Muy interesante investigación, aún breve, de mujeres que ejercieron oficios y las condiciones de vida de las que los ejercían para cuyo conocimiento la autora ha revisado trabajos publicados, aunque también son productos de la investigación propia.

3 Algunas mujeres históricas y voces literarias: Entre las elegidas  Juana de Mendoza; Leonor López de Córdoba; María Sarmiento; Aldonza de Mendoza; Isabel de Villena; Juana la Beltraneja; Isabel I de Castilla; Leonor Centellas y María Manuel; Beatriz Galindo; Juana la Loca; Catalina de Aragón; Sor Teresa de Cartagena; Florencia Pinar; María de Cazalla e Isabel de la Cruz; Luisa de Medrano; Francisca de Nebrija; Isabel de Borja; las poetisas anónimas y una dama del cancionero. Amplio dominio de la genealogía de las casas recogidas. A mi misma me gustó seguir, por ejemplo, la preocupación letrada de las mujeres de la Casa de Mendoza, de Santillana, del Infantado y ver hasta qué punto el cultivo de las letras es, aunque menor, paralelo al de sus ilustres sagas. Independientemente de los datos de las biografías rigurosas, a la que esto escribe le gusta discrepar a veces de los puntos de vista. Por ejemplo ¿Estaba loca Juana?-  Seguro, pero no le venía de fuera, sino de su abuela portuguesa. ¿Era bastarda la Beltraneja? ¿Y qué decir de “mi reina” navarra, Leonor, ambiciosa asesina de su hermana Blanca ? ¿era viril y peluda? ¿murió ella misma envenenada? ¿y el príncipe de Viana?

La Historia deja siempre hilos sueltos en la urdimbre, por eso conocer la biografía de estas mujeres nos ayuda a reeinterpretar su historia, la Historia. Es lo que hace Rosa Jaén Moreno: Reinterpretar a las receptoras de las cartas desde fuera ya del umbral, expuestas a la luz contemporánea.




martes, 9 de mayo de 2017

Poetisas Españolas, de 1976 a 2001

Para 2001 los nombres de mujeres que escribían poesía se había incrementado. Ignoro las supuestas listas de poetas masculinos, pero indudablemente- supongo- estaría a la par, tal era la capacidad de las mujeres para estar presentes en el panorama literario de la edición; otra cosa sería si esa presencia era suficientemente reflejada en los medios, en los concursos literarios, o en la presencia pública con recitales en foros de relevancia. Que las poetas mujeres eran de calidad no ofrecía dudas, tampoco que no era una poesía mimética, sino que cada una de ellas de adhería a distintas tradiciones o las inauguraban. Saber cuantas eran y qué decían, decíamos, fue un esfuerzo continuado por parte de los antólogos, preocupación que ha llegado hasta la actualidad, dado que en 2016 han aparecido antologías de poesía de mujer en prestigiosas editoriales. Lo difícil era ahora saber exactamente quien iba a a quedar, si es que alguna queda, quedamos. Lo mismo que en el panorama masculino hay poetas vivos eternizados – pienso no solo en los vivos como Gamoneda o Brines o esa nueva generación cuya cabeza visible es García Montero- parece que hay entre los nombres de mujer escritoras indudables que pasarán con largueza, caso Mª Victoria Atencia y nombres imprescindibles entre las presentes, como la académica Clara Janés.
La aparición en 2002 de una nueva Antología de Poetisas Españolas, Tomo IV: de 1979 a 2001 en Editoria Torremozas, esta vez integramente hecha por Luz María Jiménez Faro, intenta, a pesar de la dificultad, sistematizar esa presencia. Es la antología hasta el momento más completa y rigurosa de Torremozas, no sólo por la objetividad y la falta de exclusión de ningún grupo literario o voz particular, sino por la cuidada bibliografía y las notas críticas que, aunque sean mínimas, aportan luz a la voz poética de las antologadas . Hay muchos críticos implicados en la valoración y son exhaustivos los nombres de mujer incluidos.
No se me oculta que es un poco denso traer aquí todos los nombres incluidos, pero es mi intento fijar entre todas las entradas de este blog quienes son las mujeres que escriben y son constatadas y recogidas. Esa es la ventaja de las antologías, entendiendo que es la desventaja juzgar con un poema o dos la calidad poética de la autora. Al menos yo necesito que el aliento poético sea más extenso, me siento incapaz de juzgar críticamente una voz por un par de poemas. O jugar con ventaja, si se conoce a las autoras o a su obra. Pero sí es capaz de juzgar si el soporte - la antología- merece el comentario positivo.
Esta Antología Poetisas Españolas, Tomo IV: De 1976 a 2002, merece ser atendida, aunque la recomendación sería como manual, más que como libro de lectura rápida. Jimenez Faro estructura a las poetas en varios apartados

I AS INNOVADORAS : Ana Rosetti y Blanca Andreu.

El TRIÁNGULO DEL ESPLENDOR : Angeles Penas, Juana Castro e Isabel Abad

LA FÉRTIL REALIDAD : Amparo Amorós; Marián Bárcena; Jacque Canales; Carmina Casala; Luisa Castro; Isla Correyero; Rosa Día; María José Flores; Concha García; Olvido García Valdés; Menchu Gutierrez; Almudena Guzmán; Amalia Iglesias; Magdalena Lasala; Esperanza López Parada; Aurora Luque; Chantal Maillard; Ángeles Mora; Esperanza Ortega; María Carmen Pallarés; Isabel Pérez Montalbán; Ángela Reyes; Rosa Remojano; María del Valle Rubio; Soledad Zurera.

TORREMOZAS, UN CAUCE NECESARIO : Rosa Acquaroni; Mercedes Alario; Dolors Alberola; Carmen Albert; María del Mar Alférez; Rosaura Álvarez; Carmen Arcas; Pilar Aroca; Margarita Arroyo, Leonor Barrón: Teresa Berenguer; Carmen Busmayor; Rocío Cantarero; Soledad Cavero; Ana María Drack; María Eloy García; Mercedes Escolano; Mercedes Estíbaliz; Isabel Fernández Cueto; Charo Fuentes; Amparo García Nievas; Carmen Gómez Ojea; Marisol González Felip; Carmen González Marín; María Jesús Hernández; Encarnación Huerta; Sacra Leal; Encarna León; Pilar Marcos; Rosa Martínez Guarinos; Josela Maturana; Soledad Medina; María Luisa Mora; Pepa Nieto; María Novo; Teresa Núnez; María Antonia Ortega; Julia Otxoa; Marta Pérez Nováles; Encarnación Pisonero; María Tecla Portela Carreiro; Belén Reyes; MºVictoria Reyzabal; Ana María Rodríguez; Ana ;María Romero Yebra; María Rosal;Elena Sáinz; Lola Santiago; María Sanz; Blanca Sarasúa; Lola de la Serna; Julie Sopetrán; Tina Suarez Rojas; Elisa Vazquez de Gey; Pilar de Vicente Gella;

LUNAS CRECIENTES: Teresa Agustín; Amalia Bautista; Gloria Bosch; Carmen Borja; Blanca Calpasoro; Laura Campmany; Mercedes Castro; Dulce Chacón; Carmen Díaz Margargarit; Paz Díez Taboada; Herme G. Donis; María Escudero; Paloma Fernández Gomá; Gloría García; Guadalupe Grande; Inés María Guzmán; Beatriz Hernanz; María Huidobro; Rosa Lentini; Pura López Cortés; Andrea Luca; Ana Martín Puigpelat; Inmaculada Mengíbar; Ana Merino; Maria Paz Moreno; Josefa Parra; Verónica Pedemonte; Charo Prados; Ada Salas; Lola Salinas; Eloisa Sanchez Barroso; Elena Santiago; Ángela Vallvey; María Ángeles Vazquez-Baltar; Lola Velasco; Beatriz Villacañas; Lola Wals.

Y lAS MÁS JÓVENES : Gracia Iglesias; Carmen Jodra; Olga Susana Lópes Portela; Elena Medel; Laura Moll.

De todas las poetas citadas hay al menos un poema, de algunas varios. Hay además un anexo de poeta no incluidas con poemas, pero cuya obra se publicó en el periodo reseñado, que no traigo por su extensión, aproximadamente 500 poetas, cuya no inclusión no es por falta de calidad ya que entre ellas se encuentra Carmen Martín Gaite o la granadina María Luz Escribano Pueo, o las navarras Marina Aoiz y Julia Guerra entre otras.
La estructura y juicio de interpretación de Jiménez Faro, obedece tanto al conocimiento de toda la obra de las poetas, ya que es su campo, como de sus propio juicio de valor. Nada que objetar en el primer apartado de innovación, indudablemente lo son, una innovación interesante desde todos los puntos de vista, el preciosismo literario incluyendo la malicia y el humor en el caso de Rossetti, y. el surrealismo visionario de una sorprendente poesía que conmocionó el panorama poético con Blanca Andreu. El resto de los apartados, quizá admita variantes. Lo que es importante es que muchos de los nombres de las poetas incluidas son hoy indispensables en el panorama literario actual. Por todo ello, considero que es una antología que merece ser leída con atención. No defraudará.