TESTAMENTO DE MARÍA DE MAEZTU.
: Deseo morir
en la religión católica, por la que mi hermano Ramiro dio su vida. Deseo que mi
cuerpo, si muero lejos de la Patria, sea envuelto en la bandera española con la
insignia de la monarquía, que es a mi entender el régimen de gobierno mejor
para el pueblo español. Creo en la Comunión de los Santos, y en virtud de esa
comunión, cuando alcance la bienaventuranza eterna, haré que se restaure la
monarquía en España. Pido a mis discípulos del Instituto Escuela una oración
por mi alma, ya que a todos consideré lo mejor de mi vida. no considero como
enemigos míos más que a los que impidieron que yo volviese a ocupar mi puesto
en España, fomentando la incultura, el mal irreparable que a mí me hicieron
impidiendo la prosecución de mi obra educativa.
Intento hoy este blog
interpretar y divulgar el testamento de María de Maeztu. No hay trabajo mío ni
nuevos datos de investigación propia, pretendo entender el pensamiento último y
el sentir de María de Maeztu a la hora de su muerte. Es una interpretación, apoyándome en la parte que se ha publicado del testamento. Es un testamento ológrafo, escrito
unos meses antes de morir en Mar de la Plata, Argentina, el 7 de enero de 1948 a
los 67 años. El testamento se hallaba depositado en el Ministerio de Asuntos
Exteriores de Argentina[1]
1 CATÓLICA Se declara católica. Esta declaración
reafirma la hecha en 1941, fecha en que se reúnen las conferencias americanas
que ha pronunciado: “Historia de la cultura europea [2] . En el prólogo ella misma
se adscribe a un grupo de escritores católicos que encabeza con el nombre de
Ramiro de Maeztu.
2 EL AMOR A SU HERMANO
RAMIRO: Ramiro de Maeztu, hermano mayor de María, al que siempre se sintió
unida, nació en Vitoria en 1976, le pasaba 5 años. Las ideas políticas de
Ramiro eran conservadoras, pues evolucionaron desde el socialismo al
liberalismo social antirrevolucionario, afiliándose a la unión Patriótica de
Primo de Ribera. Diputado en el bloque de la derecha monárquica, en 1931
participó activamente en la creación de la Sociedad Acción Española, cuya
revista dirigió, que agrupaba personas monárquicas, católicas y antirrepublicanas.
Apoyó en 1936 la formación del Bloque Nacional. Católico, en su publicación Crisis del
Humanismo[3]
había declarado como tesis central: “cultura es siempre culto, religión”.
Estallada la guerra, el 30 de julio de 1936 fue detenido en casa de su amigo, Luis
Vázquez Dodero donde se había refugiado. Conducido a la cárcel de Ventas, fue fusilado
en Aravaca el 29 de octubre del mismo año. Recuerda, María, en su
testamento el asesinato de su hermano
2 NOSTALGIA
DE LA PATRIA: Pese a sus éxitos en el exilio, María de Maeztu nunca se resignó
a la ausencia de España, lo asumió con melancolía. El 18 de julio de 1936 se
encontraba en Biarriz tomando las aguas. Regresó a Madrid e hizo gestiones entre
sus amigos republicanos para la liberación de Ramiro infructuosamente. Presentó
la dimisión en la dirección de la Residencia de Señoritas o fue cesada[4] en septiembre de 1936; el 21 de septiembre recibió la
Orden ministerial de cese. El 6 de octubre visitó a Ramiro en la cárcel. Teme
por su propia vida y optó por el exilio, emprendiendo viaje a Estella, para
despedirse de su madre, Jane Whitney y de su hermano Gustavo. Por Biarriz se
marchó de España yendo en primer lugar a Nueva York y luego a Argentina donde
se estableció en 1937. En 1945, viaja a la España de Franco por primera vez, intentando
en el regreso recuperar la dirección en la Residencia de Señoritas, que ya no
es tal. No se resigna a perderla, ni a la vida fuera de España, en 1945 había
muerto su madre. Regresará a Buenos Aires sin conseguirlo- En 1947 viaja
nuevamente a España por la muerte de su hermano Gustavo. Muere en Buenos Aires en
1948 sin regresar a España, Al conocer el deceso, el Misterio de Justicia
reclamó el cuerpo a través de Exteriores. El cadáver fue sacado de la casa por
el embajador de España en Argentina, José María de Areiza, ayudado por Eduardo
de Zulueta y Ramón Pérez de Ayala. Trasladado a Buenos Aires, se celebra una
misa de córpore in sepulto en la iglesia del Pilar. Posteriormente es
trasladado a España por barco y inhumado en el panteón familiar de la familia
Maeztu en Estella, Navarra.[5]
El Diario
Arriba un artículo firmado por Antonio Tovar, el 11 de enero de 1948 donde
afirmaba:
No le ha sido
dado a María de Maeztu morir en España. Jamás expresaba este deseo con
claridad, pero en su vehemencia, cuando hablaba devolver, de vivir aquí, se le
veía la preocupación[6]
3 MONÁRQUICA. La afirmación rotunda en un documento público,
un testamento, no nos sorprende por las circunstancias vividas en la guerra que
pudieron hacer evolucionar su pensamiento hacia las posiciones más
tradicionales mantenidas por de su hermano Ramiro, cuya obra defendió. Hay que
recordar, no obstante, que en Lyceum Club, que María presidió, la presidenta
honoraria fue la Reina Victoria Eugenia. Aunque resultó ser María de Maeztu figura
fundamental durante la República por su trabajo como pedagoga, e igualmente en
la Residencia de Señoritas, el Lyceum Club, o el Instituto Escuela, todo
ello desde el pensamiento institucionista liberal, también es cierto que
igualmente fue diputada en la Dictadura de Miguel Primo de Ribera en la
Asamblea Nacional en octubre de 1927, lo que otras mujeres republicanas no
aceptaron. Y que, aunque en la órbita de la ILE, la Residencia de Señoritas se
inauguró en 1915, El Lyceum Club en 1926 y el Instituto Escuela en 1918, todas
ellas durante la monarquía de Alfonso XIII
4 CREE EN LA COMUNIÓN DE
LOS SANTOS Me resulta interesante que elija del credo únicamente esa afirmación, y
no otras, como la creencia en Dios padre, o el Espíritu Santo o en cualquier
otra de las afirmaciones de la oración cristiana. Es opinión mía, y pido perdón por la licencia
más intuitiva que científica, que ese sentido de participación en un todo
común, sea la Comunión de los Santos, o desde otro extremo lo que los vascos,
como Jorge Oteiza, llaman “El pueblo”; o la
totalidad de un colectivo que para los
vascos ateos- como Blas Otero- representa el Partido Comunista; o ese magma del
que todos participan, esa totalidad común, muy del pensamiento vasco que
Unamuno denomina “intrahistoria”,
5 HARÉ QUE SE RESTAURE LA MONARQUÍA EN ESPAÑA. Una
tarea un poco excesiva para María, quizá algo
mesiánica, casi ni necesita que Dios esté de acuerdo. No está de acuerdo con el
gobierno que ha resultado desde 1939, el régimen de Franco.
6 LOS ALUMNOS DEL
INSTITUTO ESCUELA LO MEJOR DE SU VIDA. Es interesante leer que, de toda su obra
incluyendo la puramente “femenina, feminista”, María de Maeztu recuerde al
final de su vida de toda su obra ante todo a los alumnos del Instituto Escuela.
Obra de la JAE, en cuyo patronato María figuró junto con otros intelectuales
como José Ortega y Gasset, Ramón Menéndez Pidal, José Gabriel Álvarez Ude,
Ignacio Bolivar o Blas Cabrera, la misión del patronato era modernizar los
contenidos y los métodos pedagógicos de la enseñanza primaria y secundaria. María
fue directora en la enseñanza primaria, la preparatoria, por tanto, de los
pequeños, y, como parece demostrar el testamento, siempre ocupó su principal preocupación
su labor de maestra. Recordarían o rezarían por María Julio Caro Baroja, José
Ortega Spotorno, Álvaro D´Ors, Gonzalo Menéndez Pidal, Emilio Garrigues Díaz
Cañavate, Nicolás Cabrera, Francisco Giral, Carmen Bravo Villasante, Matilde
Uzelay, Carmen de Zulueta. Sus amigos.
7 SUS
ENEMIGOS María consideró enemigos no a los
republicanos que la depusieron o ante los que dimitió, sino a los nuevos dueños
de la educación en España. Quizá confió en que su cambio de bando político
podía entenderse como que ella era favorable a esa nueva España que surgió tras
la II República, la España que, además, consideraba a Ramiro de Maeztu un
símbolo de la nacional, que incluso habían instituido una Cátedra en la Complutense
con su nombre; y hasta los locales de la antigua Residencia de Estudiantes
llevaban ahora el nombre de su hermano: Instituto Ramiro de Maeztu. Pero no fue así. Tras la guerra civil, María
en su viaje de 1945 se acercó a la Residencia de Señoritas, ahora dirigido por
Falange[7] desde
marzo de 1940 que había cambiado su nombre por el de Colegio Mayor Santa Teresa.
Tenían cargos directivos su antigua secretaria, Eulalia Lapresta y Matilde
Marquina, antigua residente, ahora su directora, eran ambas falangistas. Quienes
dirigían ahora el colegio de Fortuny 53 no querían saber nada de quien le había
dado el prestigio. Imagino, es opinión mía, que el bloqueo vendría del
Ministerio de Educación, del ministro, entonces José Ibáñez Martín, miembro del
OPUS DEI, no de las directoras del colegio Mayor Santa Teresa. El Colegio Mayor
había cambiado de laico a confesional y las normas de conducta eran otras, no las
liberales. María de Maeztu y Rafaela Ortega y Gasset habían cuidado tanto la
educación intelectual como la social, pero creían en la pluralidad y no se
inmiscuían en las creencias religiosas. Ambas eran católicas, pero tolerantes. Ahora
la religión católica era protagonista y la antigua biblioteca del Instituto
Internacional y de la Residencia de Señoritas había sufrido la censura y
depurados los libros. El comité formado para el gobierno de la nueva residencia, a
partir de la incorporación a la Universidad Complutense[8] estaba
presidido por el ministro de Educación y contaba entre sus miembros a
secretarios y subsecretarios del Ministerio y a las delegadas de FET y de la
JONS.
Fue el último testamento que María escribió y resumía su pensamiento final. Antes había redactado otros testamentos que el tiempo había hecho inútiles, muertos ya su madre y su hermano Gustavo.
Ramiro de Maeztu Manso de Zúñiga, hijo de Juan Manuel De
Maeztu y Hill y de Elena Manso de Zúñiga, herederos de los bienes materiales de María, cuenta en el prólogo
de la publicación dedicada a su tía, de Concha Dolhaberriiague[9] que sus padres heredan la casa que María
tenía en Núñez de Balboa con su biblioteca en la que estaban en perfecto orden
sus libros desde el suelo hasta el techo, entre ellos el Espasa, la colección Austral entera, y cuadros,
entre otros los de su hermano Gustavo de Maeztu. Ramiro de Maeztu Manso de
Zúñiga y afirma
Es curioso que la guerra civil del 36 acabara,
por un lado, con la vida de Ramiro de Maeztu, a manos de un grupo de fanáticos
milicianos y por el otro, con el trabajo de toda una vida de su hermana María,
por culpa de otros fanáticos descerebrados.
Creo que, en
el caso de María, la afirmación no es del todo exacta, pues el trabajo de María
trascendió en España y en el exilio, no
solo por los alumnos del Instituto Escuela arriba citado, sino por las mujeres, lyceistas y residentes como Oyarzábal,
Lejárraga, Aragoneses, Baroja , Fortún, Kent, Huici, Bartolocci o Caravias y un
largo etcétera.
[1]
GURUCHAGA, Carmen – MONTERO, Mariló. La
Maestra, La apasionante Historia de María de Maeztu y la Residencia de
Señoritas, Madrid, La Esfera de los Libros, 2019, p. 9
[2]
Editorial Juventud argentina, 1941
[3] MAEZTU,
WHIRNEY, Ramiro de. Escrita originalmente en inglés en 1916: Authority,
Liberty and funtion. La Crisis del Humanismo. Barcelona, editorial
Minerva, 1919
[4] No es
claro si fue cesada o presentó la dimisión, los historiadores discrepan en ese
punto
[5]
DOLHABERRIAGUE, RUIZ DEAGUIRRE, Concha., Vida de María de Maeztu, Madrid, EILA Editores,2013,
p.13
[6] Diario
Arriba, 11 enero de 1948. Cortesía de María Pilar Baleriola.p.140
[7] ZULUETA, Carmen- MORENO, Concha. La residencia de Señoritas Ni
convento ni College, Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiante,
1993, p.204.
[8] Enero de
1941
[9] DOLHABERRIAGUE,
C,. opus cit. p.15