lunes, 20 de febrero de 2023

TESTAMENTO DE MARÍA DE MAEZTU

 




 TESTAMENTO DE MARÍA DE MAEZTU.

 : Deseo morir en la religión católica, por la que mi hermano Ramiro dio su vida. Deseo que mi cuerpo, si muero lejos de la Patria, sea envuelto en la bandera española con la insignia de la monarquía, que es a mi entender el régimen de gobierno mejor para el pueblo español. Creo en la Comunión de los Santos, y en virtud de esa comunión, cuando alcance la bienaventuranza eterna, haré que se restaure la monarquía en España. Pido a mis discípulos del Instituto Escuela una oración por mi alma, ya que a todos consideré lo mejor de mi vida. no considero como enemigos míos más que a los que impidieron que yo volviese a ocupar mi puesto en España, fomentando la incultura, el mal irreparable que a mí me hicieron impidiendo la prosecución de mi obra educativa.

Intento hoy este blog interpretar y divulgar el testamento de María de Maeztu. No hay trabajo mío ni nuevos datos de investigación propia, pretendo entender el pensamiento último y el sentir de María de Maeztu a la hora de su muerte. Es una interpretación, apoyándome en la parte que se ha publicado del testamento. Es un testamento ológrafo, escrito unos meses antes de morir en Mar de la Plata, Argentina, el 7 de enero de 1948 a los 67 años. El testamento se hallaba depositado en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Argentina[1]

1 CATÓLICA Se declara católica. Esta declaración reafirma la hecha en 1941, fecha en que se reúnen las conferencias americanas que ha pronunciado: “Historia de la cultura europea [2] . En el prólogo ella misma se adscribe a un grupo de escritores católicos que encabeza con el nombre de Ramiro de Maeztu.

2 EL AMOR A SU HERMANO RAMIRO:  Ramiro de Maeztu, hermano mayor de María, al que siempre se sintió unida, nació en Vitoria en 1976, le pasaba 5 años. Las ideas políticas de Ramiro eran conservadoras, pues evolucionaron desde el socialismo al liberalismo social antirrevolucionario, afiliándose a la unión Patriótica de Primo de Ribera. Diputado en el bloque de la derecha monárquica, en 1931 participó activamente en la creación de la Sociedad Acción Española, cuya revista dirigió, que agrupaba personas monárquicas, católicas y antirrepublicanas. Apoyó en 1936 la formación del Bloque Nacional.  Católico, en su publicación Crisis del Humanismo[3] había declarado como tesis central: “cultura es siempre culto, religión”. Estallada la guerra, el 30 de julio de 1936 fue detenido en casa de su amigo, Luis Vázquez Dodero donde se había refugiado. Conducido a la cárcel de Ventas, fue fusilado en Aravaca el 29 de octubre del mismo año. Recuerda, María, en su testamento el asesinato de su hermano

2 NOSTALGIA DE LA PATRIA: Pese a sus éxitos en el exilio, María de Maeztu nunca se resignó a la ausencia de España, lo asumió con melancolía. El 18 de julio de 1936 se encontraba en Biarriz tomando las aguas. Regresó a Madrid e hizo gestiones entre sus amigos republicanos para la liberación de Ramiro infructuosamente. Presentó la dimisión en la dirección de la Residencia de Señoritas o fue cesada[4]  en septiembre de 1936; el 21 de septiembre recibió la Orden ministerial de cese. El 6 de octubre visitó a Ramiro en la cárcel. Teme por su propia vida y optó por el exilio, emprendiendo viaje a Estella, para despedirse de su madre, Jane Whitney y de su hermano Gustavo. Por Biarriz se marchó de España yendo en primer lugar a Nueva York y luego a Argentina donde se estableció en 1937. En 1945, viaja a la España de Franco por primera vez, intentando en el regreso recuperar la dirección en la Residencia de Señoritas, que ya no es tal. No se resigna a perderla, ni a la vida fuera de España, en 1945 había muerto su madre. Regresará a Buenos Aires sin conseguirlo- En 1947 viaja nuevamente a España por la muerte de su hermano Gustavo. Muere en Buenos Aires en 1948 sin regresar a España, Al conocer el deceso, el Misterio de Justicia reclamó el cuerpo a través de Exteriores. El cadáver fue sacado de la casa por el embajador de España en Argentina, José María de Areiza, ayudado por Eduardo de Zulueta y Ramón Pérez de Ayala. Trasladado a Buenos Aires, se celebra una misa de córpore in sepulto en la iglesia del Pilar. Posteriormente es trasladado a España por barco y inhumado en el panteón familiar de la familia Maeztu en Estella, Navarra.[5]  

El Diario Arriba un artículo firmado por Antonio Tovar, el 11 de enero de 1948 donde afirmaba:

No le ha sido dado a María de Maeztu morir en España. Jamás expresaba este deseo con claridad, pero en su vehemencia, cuando hablaba devolver, de vivir aquí, se le veía la preocupación[6]

3 MONÁRQUICA.  La afirmación rotunda en un documento público, un testamento, no nos sorprende por las circunstancias vividas en la guerra que pudieron hacer evolucionar su pensamiento hacia las posiciones más tradicionales mantenidas por de su hermano Ramiro, cuya obra defendió. Hay que recordar, no obstante, que en Lyceum Club, que María presidió, la presidenta honoraria fue la Reina Victoria Eugenia. Aunque resultó ser María de Maeztu figura fundamental durante la República por su trabajo como pedagoga, e igualmente en la Residencia de Señoritas, el Lyceum Club, o el Instituto Escuela, todo ello desde el pensamiento institucionista liberal, también es cierto que igualmente fue diputada en la Dictadura de Miguel Primo de Ribera en la Asamblea Nacional en octubre de 1927, lo que otras mujeres republicanas no aceptaron. Y que, aunque en la órbita de la ILE, la Residencia de Señoritas se inauguró en 1915, El Lyceum Club en 1926 y el Instituto Escuela en 1918, todas ellas durante la monarquía de Alfonso XIII

4 CREE EN LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS Me resulta interesante que elija del credo únicamente  esa afirmación, y no otras, como la creencia en Dios padre, o el Espíritu Santo o en cualquier otra de las afirmaciones de la oración cristiana.  Es opinión mía, y pido perdón por la licencia más intuitiva que científica, que ese sentido de participación en un todo común, sea la Comunión de los Santos, o desde otro extremo lo que los vascos, como Jorge Oteiza, llaman “El pueblo”; o la totalidad de un colectivo que para  los vascos ateos- como Blas Otero- representa el Partido Comunista; o ese magma del que todos participan, esa totalidad común, muy del pensamiento vasco que Unamuno denomina “intrahistoria”,

5 HARÉ QUE SE RESTAURE LA MONARQUÍA EN ESPAÑA. Una tarea un poco excesiva para María, quizá algo mesiánica, casi ni necesita que Dios esté de acuerdo. No está de acuerdo con el gobierno que ha resultado desde 1939, el régimen de Franco.

6 LOS ALUMNOS DEL INSTITUTO ESCUELA LO MEJOR DE SU VIDA. Es interesante leer que, de toda su obra incluyendo la puramente “femenina, feminista”, María de Maeztu recuerde al final de su vida de toda su obra ante todo a los alumnos del Instituto Escuela. Obra de la JAE, en cuyo patronato María figuró junto con otros intelectuales como José Ortega y Gasset, Ramón Menéndez Pidal, José Gabriel Álvarez Ude, Ignacio Bolivar o Blas Cabrera, la misión del patronato era modernizar los contenidos y los métodos pedagógicos de la enseñanza primaria y secundaria. María fue directora en la enseñanza primaria, la preparatoria, por tanto, de los pequeños, y, como parece demostrar el testamento, siempre ocupó su principal preocupación su labor de maestra. Recordarían o rezarían por María Julio Caro Baroja, José Ortega Spotorno, Álvaro D´Ors, Gonzalo Menéndez Pidal, Emilio Garrigues Díaz Cañavate, Nicolás Cabrera, Francisco Giral, Carmen Bravo Villasante, Matilde Uzelay, Carmen de Zulueta.  Sus amigos.

7 SUS ENEMIGOS María consideró enemigos no a los republicanos que la depusieron o ante los que dimitió, sino a los nuevos dueños de la educación en España. Quizá confió en que su cambio de bando político podía entenderse como que ella era favorable a esa nueva España que surgió tras la II República, la España que, además, consideraba a Ramiro de Maeztu un símbolo de la nacional, que incluso habían instituido una Cátedra en la Complutense con su nombre; y hasta los locales de la antigua Residencia de Estudiantes llevaban ahora el nombre de su hermano: Instituto Ramiro de Maeztu.  Pero no fue así. Tras la guerra civil, María en su viaje de 1945 se acercó a la Residencia de Señoritas, ahora dirigido por Falange[7] desde marzo de 1940 que había cambiado su nombre por el de Colegio Mayor Santa Teresa. Tenían cargos directivos su antigua secretaria, Eulalia Lapresta y Matilde Marquina, antigua residente, ahora su directora, eran ambas falangistas. Quienes dirigían ahora el colegio de Fortuny 53 no querían saber nada de quien le había dado el prestigio. Imagino, es opinión mía, que el bloqueo vendría del Ministerio de Educación, del ministro, entonces José Ibáñez Martín, miembro del OPUS DEI, no de las directoras del colegio Mayor Santa Teresa. El Colegio Mayor había cambiado de laico a confesional y las normas de conducta eran otras, no las liberales. María de Maeztu y Rafaela Ortega y Gasset habían cuidado tanto la educación intelectual como la social, pero creían en la pluralidad y no se inmiscuían en las creencias religiosas. Ambas eran católicas, pero tolerantes. Ahora la religión católica era protagonista y la antigua biblioteca del Instituto Internacional y de la Residencia de Señoritas había sufrido la censura y depurados los libros. El comité formado para el gobierno de la nueva residencia, a partir de la incorporación a la Universidad Complutense[8] estaba presidido por el ministro de Educación y contaba entre sus miembros a secretarios y subsecretarios del Ministerio y a las delegadas de FET y de la JONS.

                                                                       ***

Fue el último testamento que María escribió y resumía su pensamiento final. Antes había redactado otros testamentos que el tiempo había hecho inútiles, muertos ya su madre y su hermano Gustavo.

 Ramiro de Maeztu Manso de Zúñiga, hijo de Juan Manuel De Maeztu y Hill y de Elena Manso de Zúñiga, herederos de los bienes materiales de María, cuenta en el prólogo de la publicación dedicada a su tía, de Concha Dolhaberriiague[9]  que sus padres heredan la casa que María tenía en Núñez de Balboa con su biblioteca en la que estaban en perfecto orden sus libros desde el suelo hasta el techo, entre ellos el Espasa, la colección Austral entera, y cuadros, entre otros los de su hermano Gustavo de Maeztu. Ramiro de Maeztu Manso de Zúñiga y afirma

 Es curioso que la guerra civil del 36 acabara, por un lado, con la vida de Ramiro de Maeztu, a manos de un grupo de fanáticos milicianos y por el otro, con el trabajo de toda una vida de su hermana María, por culpa de otros fanáticos descerebrados.

Creo que, en el caso de María, la afirmación no es del todo exacta, pues el trabajo de María trascendió en España y en el exilio, no solo por los alumnos del Instituto Escuela arriba citado, sino por  las mujeres,  lyceistas y residentes como Oyarzábal, Lejárraga, Aragoneses, Baroja , Fortún, Kent, Huici, Bartolocci o Caravias y un largo etcétera.



[1] GURUCHAGA, Carmen – MONTERO, Mariló.  La Maestra, La apasionante Historia de María de Maeztu y la Residencia de Señoritas, Madrid, La Esfera de los Libros, 2019, p. 9

[2] Editorial Juventud argentina, 1941

[3] MAEZTU, WHIRNEY, Ramiro de. Escrita originalmente en inglés en 1916: Authority, Liberty and funtion.   La Crisis del Humanismo. Barcelona, editorial Minerva, 1919

[4] No es claro si fue cesada o presentó la dimisión, los historiadores discrepan en ese punto

[5] DOLHABERRIAGUE, RUIZ DEAGUIRRE, Concha., Vida de María de Maeztu, Madrid, EILA Editores,2013, p.13

[6] Diario Arriba, 11 enero de 1948. Cortesía de María Pilar Baleriola.p.140

[7]    ZULUETA, Carmen-  MORENO, Concha. La residencia de Señoritas Ni convento ni College, Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiante, 1993, p.204.

[8] Enero de 1941

[9] DOLHABERRIAGUE, C,. opus cit. p.15

lunes, 13 de febrero de 2023

FUNDACIÓN ORTEGA -MARAÑÓN, EXPOSICIÓN MOTOR DE IGUALDAD. LA RESIDENCIA DE SEÑORITAS, 1915-1936

 


FUNDACIÓN ORTEGA -MARAÑÓN, EXPOSICIÓN MOTOR DE IGUALDAD. LA RESIDENCIA DE SEÑORITAS, 1915-1936

La Fundación Ortega Marañón expone en su sede documentos, cartas, invitaciones a actos culturales, fotografías y objetos pertenecientes a la Residencia de Señoritas, La muestra constituye parte del legado de la institución Residencia de Señoritas.  Promovida por la Junta para la Ampliación de Estudios,  se creó en Madrid en 1915 la primera residencia oficial femenina para estudiantes que cursaran Facultades universitarias, Escuela Superior de Magisterio, Conservatorio Nacional de Música, Escuela Normal, Escuela del hogar  aunque abierto otros centros de enseñanza. La Fundación custodia en depósito el archivo de la Residencia de Señoritas, propiedad de la Universidad Complutense de Madrid. La Fundación Ortega Marañón tiene hoy su sede en los edificios históricos que ocupó la Residencia de Señoritas, situados en la calle Fortuny 53, rehabilitados y ampliados. Con presencia del rey, Felipe VI, se inauguró el 27, enero de 2023, un nuevo espacio expositivo con dos exposiciones:  Ortega -Marañón. Ciencia y Pensamiento; y la que hoy comento dedicada al legado de la Residencia de Señoritas: Motor de Igualdad. La Residencia de Señoritas (1915-1936) Las exposiciones se abrieron al público el 30 de enero de 2023 y permanecerán hasta el 1 de julio de éste mismo año.  La Fundación José Ortega Gasset– Gregorio Marañón, dice el programa de mano de la muestra “rinde homenaje con esta muestra a una singular institución pública que asentó los cimientos de la igualdad en España allanando el camino de las mujeres a los estudios superiores para permitir el empoderamiento económico, su independencia social y su realización persona”

El archivo

La muestra no se hubiera podido celebrar sin la existencia del archivo de la Residencia de Señoritas, que se daba por perdido tras la Guerra civil. Por una antigua administradora del colegio Mayor Santa Teresa, la estudiante de 5º curso de Filología Hispánica, Alicia Moreno. tuvo noticia de su posible existencia El Colegio Mayor Santa Teresa había ocupado tras la Guerra civil los edificios antes pertenecientes a la Residencia de Señoritas para posteriormente trasladarse a la Universidad Complutense de Madrid. En aquel momento los edificios estaban siendo habilitados para albergar la sede de la Fundación Ortega y Gasset. Comunicó Alicia Moreno al profesor Vicente Cacho Viu[1] la posible existencia del archivo y Cacho Viu se interesó en buscarlo.  Las pesquisas dieron resultado positivo a principios de los años 80. En el edificio Arniches, Fortuni 53, aún sin restaurar, se encontró el archivo. Pese a las vicisitudes de la guerra, los documentos que su directora, María de Maeztu, guardó se conservaban en su totalidad. El profesor Cacho Viu presentó un proyecto de investigación que dirigieron Rosa María Capel[2] y Alicia Moreno, en los años 1984-1987. [3]El archivo es hoy imprescindible fuente de documentación, sirve de base de esta exposición y dio origen a al estudio de investigación sobre la historia de La Residencia de Señoritas que publicaron Alicia Moreno y la institucionista Carmen de Zulueta[4]: Ni convento ni College la Residencia de Señoritas. El trabajo fue editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas[5]del que tomo alguno de datos para estos comentarios. Comenté la publicación de Zulueta y Moreno en otra entrada de este blog[6] Sería interesante, antes o después de ir a ver la exposición, leer la publicación que finalmente redactó Carmen Zulueta.

Un poco de Historia.

 La Residencia de Señoritas fue obra de la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, organismo oficial, aunque independiente del Ministerio de Educación cuya secretaría ostentaba el institucionista José Castillejo[7]. Obra de la JAE, la Residencia de Estudiantes, creada en 1910, tenía como modelo los colleges ingleses. La enseñanza universitaria femenina se había hecho oficial en las universidades españolas en 1910 y la JAE se preocupaba en la educación de la mujer. El mismo decreto que sirvió para la creación de la residencia masculina sirvió para la creación en 1915 de la Residencia de Señoritas, que ocupó los dos locales en la calle Fortuny n º28 y nº30, edificio que que dejaron los chicos residentes cuando se trasladaron al Hipódromo. La Residencia de Fortuny estaba situada al lado del Instituto Internacional americano, llamado también el Instituto Boston,  un centro educativo para la enseñanza de la mujer, creado en 1892 por una misionera protestante norteamericana, Alice Gordon Gulic. Con el tiempo ambas instituciones la americana y la española  se unirían en una especie de simbiosis que fue muy positiva para la internacionalización de las estudiantes españolas. La Residencia de Señoritas se benefició por el dominio del inglés, el uso de la biblioteca, los estudios de biblioteconomía, los viajes, las becas y las estancias en el extranjero y el intercambio de profesoras americanas y españolas. Los lazos fueron fomentados por ambas instituciones. Los contactos internacionales sirvieron a las estudiantes para cursar especialidades y ampliar estudios en Estados Unidos, lo que les sería muy positivo en el exilio de muchas mujeres intelectuales después de la Guerra civil, entre las que se encuentra Carmen Zulueta.

La directora

Castillejo eligió como directora a María de Maeztu Whitney. En mi opinión, quizá la mujer más insigne, junto con Clara Campoamor, de una generación de mujeres importantes y avanzadas intelectualmente que se preocuparon de buscar la igualdad entre hombres y mujeres. María llevó a buen fin el proyecto de la JAE y  añadió a su condición de pedagoga el haber puesto a disposición de las mujeres estudiosas los medios para la independencia intelectual, económica y social y haber hecho generosamente todo cuanto estaba a su alcance para que lo consiguieran. Su expediente personal en 1915 era brillante.  Inicialmente maestra en Bilbao, amplió su expediente de Magisterio, asistiendo a debates sobre pedagogía en Londres con una beca de la JAE en 1908, impartiendo en 1909 dos conferencias en la Universidad de Oviedo, una de ellas sobre educación de la mujer en 1909.[8]. Pidió excedencia en la escuela de Bilbao y se trasladó a Madrid para cursar estudios superiores, se matriculó en la Escuela Superior de Magisterio compaginando con la matrícula por libre en la Universidad de Salamanca de Filosofía y Letras en 1908 y 1909. Se licenció en Pedagogía en la primera promoción de la Escuela en 1912 y volvió a la escuela de Bilbao, pero consiguió nuevamente una beca de la JAE en Margurgo.  A su vuelta, en 1913, pidió la incorporación a la Escuela de Estudios Históricos que dirigía Ortega y Gasset y es aceptada con un contrato por un año.  Lo hizo compatible con impartir clases en el Instituto Internacional. En 1915 es elegida para dirigir la Residencia de Señoritas. Leyendo las declaraciones de las residentes que pasaron por la Residencia de Señoritas, desde su creación en 1915 hasta el cese de María de Maeztu en 1936[9], coinciden en que la obra pedagógica y social, las influencias, amistades, relaciones políticas, intelectuales y sociales, el exquisito cuidado de las formas, el refinamiento adquirido, el tono distinguido y la atención al estudio, la creación de clases de apoyo en la Residencia a las clases que las residentes recibían en la Universidad de Madrid o en otros centros educativos, fueron obra de María de Maeztu. María contó desde el primer momento con Rafaela Ortega y Gasset, hermana del filósofo y Eulalia Lapresta fue la secretaria del grupo. Tomados de la publicación de Zulueta los datos pueden comprobarse en la exposición de la fundación Ortega- Marañón.

Las Residentes.

El primer año de la apertura solo hubo tres alumnas que pasaron a más del centenar en el tercero.  Pese a su sofisticado ambiente y que podía parecer que las alumnas provenían todas de una clase media acomodada, y así lo eran algunas, eran también habituales las hijas de familia cuyos padres se esforzaban en que sus hijas tuvieran las mismas posibilidades que sus hermanos; existían becas para las estudiosas menos pudientes, algunas de ellas trabajaban además en el Instituto Escuela de  niños, colocadas por María como maestras para sufragar los gastos de la residencia de Señoritas más exigente que la Residencia de Estudiantes, se `preocupaba  por el aprovechamiento de los estudios y también de la conducta moral, siendo Maeztu estricta y ejerciendo de responsable junto con los padres de las residentes, padres con los que se comunicaba y de los que se conservan numerosas cartas.[10] Se prevenía a las chicas de que entrar en la residencia con llevaba esfuerzo pues la sociedad todavía no entendía la necesidad de que las mujeres adquirieran conocimientos que les igualara a los varones y les habilitara para ganarse la vida ejerciendo una profesión. Se buscaba en la Residencia de Señoritas la igualdad jurídica y profesional con respecto a los hombres, y se responsabilizaba a las chicas residentes para actuar con libertad y que cada derecho adquirido repercutiera en la sociedad.

Clases, Laboratorio y Biblioteca

Las actividades ocupaban todo el día, las mañanas al estudio reglado en las facultades a las que asistían como alumnas y las tardes al refuerzo de las materias que impartían profesores en la Residencia. Se respiraba ambiente de estudio. Era importante el conocimiento de idiomas Francés, e Inglés,  que impartían profesoras del Instituto Internacional. Las alumnas matriculadas de Ciencias, Física y Química disponían de un laboratorio en el Instituto Internacional, gracias a la doctora química María Luisa Foster, profesora del Smith College. Posteriormente se amplió el laboratorio con   otro nuevo laboratorio edificado en el jardín del Instituto que tomó el nombre de Foster, ya que fue aportación económica de la doctora Foster. Disponían las alumnas de dos bibliotecas, la del Instituto y la de la Residencia que luego fueron unificadas. Todos los días recibían revistas y periódicos nacionales e internacionales.

Terminada ya esta entrada, encuentro un facsímil de lo editado en  1916-1917    que compré en la Feria del Libro del año pasado y lo incorporo a mis comentarios comentarios. Lo editó la Residencia de Estudiantes en el 90 aniversario de su fundación. Incluye los costes de la Residencia de Señoritas:

"Pensión (Comida,luz, servicios, calefación y baños) 80

Habitación, según tamaño, de 10 a 40

Lavado y planchado de ropa interior 8

Asistencia médica 2´50

Biblioteca y Estudios 10 ( Los ya sostenidos de caracter general, sostenidos por la Residencia (Idiomas, prácticas de laboratorio, cursos de filosofía, arte, literatura, ciencias y el consejo y auxilio que presta la dirección de estudios)"

Y afirma

"El grupo de señoritasde la Residencia de estudiantes desea sumarse al movimiento que se advierte en mejor del mejoramiento de la mujer, y sin quebrantar, antes bien cultivando y fomentando en su seno la ejemplaridadde sus virtudes tradicionales, aspira a abrir, poco a poco, nuevoa caucesa la  actividad de nuestras jóvenes"(p.51)

La exposición

Documenta la aportación de la Residencia de Señoritas con textos manuscritos, numerosas cartas de los padres de alumnas o de las alumnas dirigidas a la directora, cartas a María de Maeztu de intelectuales, invitaciones a actos culturales, tés sociales, presentaciones y lectura de libros, bailes de sociedad con trajes de etiqueta que la misma Residencia organizaba en los que era obligatorio anticipar con que pareja iban a participar y el beneplácito de la directora. Aporta la exposición pocos libros de lectura, ya que parece que la biblioteca si sufrió los rigores de la censura y la rapiña después de la guerra. Nos fue complicado detenernos para leer los textos que la Fundación expone, imagino que se publicará posteriormente un catálogo más amplio ya que en la fecha que lo visitamos todavía no estaba editado. Entre las cartas de invitación a actos, actividades sociales y nombres, leemos cartas de Menéndez Pidal y María Goyri, María Lejárraga, los de las residentes Victoria Kent, Matilde Huici, Josefina Carabias. No había mujer intelectual, dice Zulueta, que no estuviera en contacto con María. Entre lo documentos de la exposición se recogen las imágenes de la estancia en la Residencia de Madame Curie, premio Nóbel, y la de la intelectual argentina Silvina Ocampo. Otras visitantes que pasaron por la Residencia de Señoritas, la pedagoga María Montessori, la escritora y diplomática Gabriela Mistral, la poeta y ensayista Amelia Agostini, la cantante Berta Sigerman, las abogadas Clara Campoamor, Matilde Huici, y y Victoria Kent, la traductora y periodista Isabel Oyarzábal. Invitados al té y conferenciantes consagrados, José Ortega y Gasset o Gregorio Marañón. Se muestran invitaciones a actos de presentaron de libros o recitales de Alberti y García Lorca; fotografías de la sala de música, la biblioteca, el laboratorio Foster, de las habitaciones individuales con una cama estantería y mesa, de los deportes en la nieve o en el campo de tenis. Imágenes de grupos de chicas estudiando, leyendo o conversando. En la muestra esquíes y raquetas de tenis, unas preciosas tazas de te sobre una mantelería de hilo bordada, el pupitre de estudio. Había normas. Las residentes debían llevar colchones, ropa de cama y cubiertos de plata, propios o alquilados.

 Todos los objetos de la muestra apuntan a un selectivo buen gusto. Fuera cual fuera la extracción social de las residentes, además de su desarrollo intelectual, aprendían las buenas formas y los hábitos sociales que les iban a facilitar en trato con las élites, élites entre las que ellas iban a desarrollar su profesión.

De la Residencia salió la iniciativa del Lyceum club en 1926, en defensa de los intereses de la mujer, que presidió María de Maeztu y que tuvo su primera sede en la Residencia de Señoritas. Entiendo, es opinión mía, que las lyceistas, algunas de ellas llamadas “las maridas” por sus relevantes maridos, pertenecían por extracción social a la burguesía y aristocracia liberal española. La presidenta de honor era la Reina Victoria Eugenia. Entre las lyceistas Carmen Baroja, Zenobia Camprubí, Isabel Oyarzábal, Victoria Kent, Matilde Huici, María Lejárraga, Elena Fortún, Pilar de Valderrama y un largo número de asociadas de mentalidades plurales.

Motor de igualdad

Como afirma la Fundación Ortega- Marañón, la Residencia de Señoritas fue motor de igualdad, No se podría entender el avance femenino sin la Residencia de Señoritas y sin María de Maeztu. Alguna de aquellas mujeres, ejerció cargos diplomáticos en la República, así Isabel oyarzábal; otras, como Kent o Campoamor, fueron diputadas, aunque de distinto signo Kent, socialista, radical, Campoamor; María Lejárraga escritora de teatro y de libretos para músicos, o Elena Fortún, escritora entonces de historias infantiles, luego novelista para mayores y bibliotecaria. Entiendo que la exposición quiere poner en valor el ambiente de libertad donde se desarrolló el trabajo colectivo de la generación de “mujeres estudiosas”, más que detenerse en nombres de famosas residentes, como si hizo la Residencia de Estudiantes con motivo de su Centenario en 2010 con la exposición Mujeres en Vanguardia comisariada por José García Velasco. Lo que es cierto es que las residentes hicieron historia de profesionalidad y de igualdad. Esta interesante exposición de la Fundación Ortega y Gasset – Marañón reafirma aquel inicio de emancipación intelectual femenina. Como las hoy ya numerosas publicaciones sobre la Edad de Plata de la cultura española, ilumina un retablo liberal de cultura y estudio que se vio interrumpido en 1936 con la Guerra civil y el exilio de muchas de aquellas muchachas estudiosas y de su directora María de Maeztu. María, al no obtener apoyo de sus amigos republicanos para salvar de la muerte a su hermano Ramiro, dimitió como directora de la Residencia de Señoritas en septiembre de 1936

Una exposición muy recomendable. No se la pierdan

Al margen de la muestra

Algunas de aquellas mujeres intelectuales que se exiliaron fueron regresando a España, algunas no lo hicieron hasta la Transición. Otras continuaron siempre aquí, como Matilde Marquina, aun cambiando de signo. Otras, como María Moliner sufrieron el exilio interior. María de Maeztu se exilió a Argentina y quiso volver y continuar La mujer motor de la Residencia de Señoritas que tanto había luchado por empoderar a la mujer española, no consiguió, acabada la Guerra civil, que la dejaran proseguir  su obra en España. Murió en Argentina, Mar de la Plata en 1948. Está enterrada en Estella, Navarra.





[1] Vicente Cacho Viu, desde 1967 profesor agregado de Historia Contemporánea en la Facultad de filosofía y Letras de la Universidad de Madrid. Autor de la publicación La Institución Libre de enseñanza. Orígenes y Etapa Universitaria, 1860-1861, Madrid, Rial 1962 que obtuvo el Premio Nacional de Literatura. La publicación recogía el tema de su tesis doctoral

[2] CODINA CANET; M.D: Documentación y archivo de la Residencia de Señoritas, (1915-1936),”Madrid,  Instituto de estudios de Género, 2017

[4] Carmen de Zulueta Cebrián, (Madrid 1916, Nueva York 2019) Filósofa y profesora, hija del político republicano Luis de Zulueta y Amparo Cebrián, sobrina de Julián Besteiro, alumna del Instituto Escuela y de la Institución Libre de Enseñanza Licenciada en Filosofía y Letras. Exiliada en Francia, Inglaterra y Colombia. En estados Unidos fue profesora de Literatura Española Wheaton College, Vassar College y en la Universidad de Harvard. Fue profesora de Lengua y Literatura Española en City College y en Lehman College, ambos pertenecientes a la City University of New York, donde se jubiló en 1984 como profesora emérita.

[5] Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, 1993

[6] Blog Visionesliterarias, 20, julio, 2017

[7] PALACIOS BAÑUELO, Luis. José Castillejo. Última etapa de la Institución Libre de Enseñanza. Madrid, Narcea S.A de Ediciones, 1979 y Castillejo educador. Diputación Provincial de Ciudad Real, sin fecha.

[8] DOLHABERRIAGUE, C: Vida de María de Maeztu, Madrid, EiILA Editores S.L, 2013, p. 53 ss.

[9] ZULUETA, C.; y MORENO. Ni convento ni college, La Residencia de Señoritas, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas  y la Asociación de Amigos de la Residencia de estudiantes p. 211 y ss.

[10]