jueves, 28 de diciembre de 2017

II Las mujeres escritoras de la Residencia de Señoritas y de sus proyecciones

Mujeres en Vanguardia, Publicación de la Residencia de Estudiantes, Madrid 2015 nacida de la exposición organizada en el aniversario de la Residencia de Señoritas, muestra preferencia por obras y documentos de marcado carácter pedagógico. Sin embargo hay muchas escritoras creadoras entre las vanguardias, aunque no haya como en las pintoras un capítulo dedicado a ellas. Educación, lectura y escritura están unidas indisolublemente. Seguramente las autoras de la publicación hubieran dado un enfoque más dedicado a lo artístico, si la exposición estuviera dedicada a la otra residencia dependiente de la JAE: La Residencia de Estudiantes, conocida y famosa por su carácter artístico vanguardista. Pero cuando abrió sus puertas la Residencia de Señoritas, (1915) hacía cinco años solamente que la educación superior oficial (1910) de la mujer era posible y la directora María de Maeztu, que había peleado por ello con su propia biografía, ejerció la dirección con mano firme. Las mujeres residentes se preocuparon por aprender y aprovechar la nueva oportunidad Fue la suya una tarea menos divertida que la los chicos de la “Resi”. Entiendo que el título de Mujeres en Vanguardia se refiera fundamentalmente a esa avanzadilla de mujeres que combatieron por la educación. Vanguardia en cuanto adelantadas.

Se remonta a un tiempo anterior a la propia Residencia de Señoritas: El inicio de la educación femenina bajo el impulso de Fernando de Castro y las Conferencias Dominicales para la Educación de la Mujer organizadas por la Universidad Central en 1869. De esa experiencia se incluyen en la exposición artículos y documentos: La Mujer del porvenir´de Concepción Arenal, profesora de la Asociación para la Enseñanza de la Mujer; Memoria del Ateneo de Señoras de su presidenta y fundadora, Faustina Sáez de Melgar; Reglamento de la Escuela de Institutrices; Estatutos de la Asociación de la Enseñanza de la Mujer; obras de Francisco Giner de los Ríos y de Adolfo Posada; Programa de la Institución Libre de Enseñanza y otras obras didácticas o feministas de cuya cronología ya hablamos en la anterior entrada.Muy importante la participación de mujeres de prestigio en los Boletines de la ILE.
No hay apartado exclusivo dedicado a las escritoras artistas como sí lo hubo a las mujeres que ejercieron las artes plásticas, aunque hubiera mujeres letradas y creadoras entre las residentes y las profesoras de la proyecciones ligadas a María de Maeztu, como el Lyceum club, la biblioteca, las becas de la JAE  o la Sociedad de Cursos y Conferencias.

La Residencia de Señoritas tuvo profesores de altura que se responsabilizaron en todas las materias y, en el caso de las escritoras si hablamos de mujeres, abre el camino de investigación la profesora María Goyri, una de las primeras licenciadas, en Filosofía y Letras, de la que se muestran dos textos: Romances que pueden tomarse de la tradición oral (1907) y su tesis doctoral “La difunta pleiteada en la Literatura española (1909) Profesora de Filosofía de la Residencia fue la ensayista y filósofa María Zambrano, colaboradora en la “Revista de Occidente,” discípula de Ortega y Gasset, de la que se incluye: Pensamiento y poesía en la vida española, publicada en 1939. De María de Maeztu se recoe Antología de Prosistas españoles

Entre las alumnas no faltaron poetas. No se entiende bien por qué no figuran en la nómina de escritoras del 27 la residente Marina Romero que presentó en 1935 en el Lyceum ”Poemas”, obra que consta documentada en la muestra; de la residente Alfonsa de la Torre se incluye Églogas , publicada en 1943, posterior a la fecha tratada. También residente la periodista Josefina Carabias; encontramos colaboraciones en prensa de la directora María de Maeztu, de Teresa Andrés, Carmen de Munarriz, Victoria Kent, María Luz Morales, Matilde Huici y otras. Algunas de las residentes o alumnas del Instituto Escuela fueron posteriormente profesoras de Literatura Española e investigadoras en Universidades americanas, colleges o institutos españoles, como es el caso de Carmen de Zulueta. Hay ilustres abogadas como Victoria Kent o Matilde Huici.

Segundo paso para hacer escritores es la lectura. En 1929 se unen los fondos de la primitiva biblioteca de la Residencia, una de las bibliotecas privadas más notables de Madrid con los fondos del Instituto Internacional, que se hizo cargo de los sueldos del personal americano. Estaba atendida por cinco bibliotecarias, su fondo era de 14 000 volúmenes en el momento de la fusión. Al rededor de la biblioteca de la Residencia y el Instituto Internacional, dirigido inicialmente por la americana Mauda Polley y posteriormente por Enriqueta Martín, se organizaron las clases de biblioteconomía; la Residencia organizó cursos y otorgó diplomas de bibliotecarias, era disciplina tanto para las residentes como para las externas. Luego lo hará también el Lyceum club con notable éxito. En 1933 las alumnas formaron por su cuenta una Asociación de Libros, donde colaboraba Encarnación Aragoneses (Elena Fortún) Matilde Ras y Carmen Conde. De Elena Fortún son los personajes de la infancia de varias generaciones de españolas: Celia y Cuchifritín; Matilde Ras era grafóloga y escritora , ambas eran socias del Lyceum club. Carmen Conde era poeta. 
Becaria de la JAE fue la escritora Carmen de Burgos, Colombina 

A través de la Sociedad de Cursos y Conferencias, común a la Residencia de Estudiantes,  la Residencia de Señoritas recibió conferencias de la premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral; la de medicina María Curíe; la escritora, intelectual, ensayista y mecenas Victoria Ocampo; la pedagoga María Montessori; la cantante y actriz argentina Berta Siguerman, la hispanista Marcelle Auclaire; la dramaturga María Lejárraga, la abogada Clara Campoamor, la intelectual Isabel Oyarzabal. Relacionados con los cursos entre los escritores prestigiosos a los que escucharon: García Lorca, Ramiro de Maeztu , Azorín, Pio Baroja, Alberti, Ortega, Una muno, Gomez de la Serna o Salinas

El Lyceum club (1926) fue el primer club exclusivo de mujeres. Dirigido por Maeztu y Kent, allí encontramos Zenobia Camprubí, a Ernestina de Champourcín, poeta de largo aliento, que será una de las dos mujeres antologadas por Gerardo Diego en 1934: incluida en la generación de mujeres del 27, aunque no en la antología, Concha Méndez, poeta y editora de la que se expone su carnet de lyceista. Carmen Baroja fue vocal de Arte del Lyceum, aunque la publicación de sus poemas y o de sus memorias ( Recuerdos de una mujer de la Generación del 98, Barcelona, Tusquets 1999) de la Profesora Amparo Hurtado fuera posterior. María Lejárraga, autora teatral, figura como conferenciante del Lyceum Club. Los éxito literarios de su teatro demuestran la capacidad femenina alcanzada, aunque como publica Antonina Rodrigo en su conocida biografía María Lejárraga, una mujer en la sombra (Madrid EDAF 1992) la autoría se adjudica a su marido el empresario teatral Gregorio Martinez Sierra. No hay en la muestra novelas.
 
La Exposición advertía lo que quedaba por investigar referente a las mujeres que habían cursado estudios o se habían relacionado con la Residencia de Señoritas y pedía a los espectadores ayuda para la investigación en curso, un tema muy seguido por la Patrona de la Fundación Francisco Giner de los Ríos, Elvira Ontañón.. Cuando se revisan los nombres y las extraordinarias fotografías de Mujeres de Vanguardia 1915-1936, cedidas por Fundaciones como Fernando de Castro, Francisco Giner de los Ríos u Ortega- Marañón, archivos privados o hemerotecas, queda constancia de que no fueron todas las mujeres, ni fue aun enseñanza de base; la mujer con padres que apostaron por su desarrollo intelectual, tuvo la oportunidad de alcanzar la excelencia del mismo modo que lo hacían los hombres. Lo conseguido, a través de la ILE y sus obras, fue una mujer culta y cosmopolita, educada  por un grupo social burgués liberal privilegiado influido por las teorías krausistas. Algunas de ellas fueron escritoras. 

Acabaré con un poema de Champourcín publicado en 1934 en la Antología de Poesía Española de Gerardo Diego:

CREACIÓN

¡Dibujé una rosa nueva
en el papel de tu alma.
!Cómo temblaste al sentir
el roce de mis papeles
sobre la hoja arrugada! 

Muy despacio, fríamente,
incrustando en carne viva
el punzón de una mirada,
aboceté la estructura
de mis sueños en la página
que intentabas arrancar.

¡Rosa pura, forma anclada,
en la ribera flexible,
sin contornos, de tu alma.