sábado, 31 de marzo de 2018

Poesía femenina actual de Navarra en castellano. Antología


Nueva antología de Poetas navarras. En Marzo de 2018 ha aparecido Poesía femenina actual de Navarra en castellano. Antología Poética publicado por Editorial Torremozas con estudio preliminar y selección de Isabel Logroño Carrascosa, Doctora en Filología Hispanica, Licenciada en Comunicación audiovisual y versada en poetas navarras, punto de partida de su tesis doctoral: Búsqueda de identidad y renovación estética en la poesía femenina actual de Navarra en castellano, presentado en la Universidad Pública de Navarra y calificado con la máxima puntuación. Esta publicación de hoy, basada en su tesis, es un estudio divulgativo muy oportuno que acoge los textos de 14 poetas nacidas en Navarra y tres navarras residentes que escriben en lengua castellana. En su introducción preliminar, Carrascosa investiga las peculiaridades de la poesía escrita por mujeres en Navarra desde la pretransición hasta la actualidad.

Un poco de historia

Antecedente de esta publicación de estudio de poetas navarras exclusivamente femeninas fue un muy interesante trabajo de Julia Otxoa, Emakume Olerkariak , en la que incluía Euskadi y Navarra publicado en la misma editorial Torremozas en 1990.

Una antología de poetas mujeres¿Y por qué ahora tanto interés en España por la poesía escrita por mujeres? Navarra se une a ese interés general que parece ha invadido nuestro mundo español literario. Desde La sorprendente antología publicada por Ramón Buenaventura en Hiperión “Las Diosa blancas”(1985) hasta la fecha, han sido numerosos los trabajos publicados, tanto de recuperación de las voces históricas como del lanzamiento de nuevas voces o consolidación de las existentes. Luz María Jiménez Faro inicia en Torremozas en1996 Antología General de Poetisas Españolas con prólogos de diversos expertos. Emilio Miró, lo hace con las Poetas del 27 ( Castalia 1997). En las mismas fechas Noli Benegas y Jesús Munárriz publican en Hiperión un ya clásico hoy inencontrabla: Ellas tienen la palabra del que  nuevamente se acaba de editar el estudio preliminar de Benegas (Fondo de cultura Económica, Madrid 2017). En la misma editorial Hiperión, Sharon Keefe Ugalde publica: En Voz Alta. Las Poetas De Las Generaciones De Los 50 Y los 70 con un estudio muy significativo de alguno de los rasgos que considera son comunes a la poesía de género (2007) Elena Médel publica en Trumbl: Cien de cien. En 2016 Marta López Villar publica en Barthleby: (Tras) lúcidas, poetas aparecidas a partir de los 50 v de los 60. Imprescindible las dos antologías de José María Balcells: Ilimitada voz. Antología de Poetas españolas 1940 -2002 (2003) y Mujer y Poesía en España, siglo XX (2009). María Rosal publica "Con  voz Propia en Renacimiento(2006) Pero no voy a seguir citando obras, alguna de las cuales he comentado en este blog (y otras comentaré) . Acabaré diciendo que, tras un debate tenso pero divertido y acusaciones de machismo, la prestigiosa editorial de Chus García Sánchez publicó la suya: Poesía soy yo. Raquel Lanceros y Ana Merino recogieron en 82 voces de mujer, tanto de España como de América que Visor publicó en 2016. Definitivamente nos ha puesto de moda.

¿Es marketing?¿Es interés real?¿Es machismo o feminismo? - Sinceramente, creo que nunca lo sabré. Como dice Celine “Todo lo importante se fragua en lo oscuro”. No soy de las que piensan que las cosas pasan porque sí, pero pienso que por mucho que me devane las neuronas habrá cosas que se me escapen porque no tenga todos los elementos de juicio. Hay una realidad visible y otra realidad oculta. En Navarra de un feroz placaje se ha pasado al aparente apoyo. Acojamos pues con benignidad este momento de alza, aunque no entendamos por qué antes no y ahora sí_Ni idea.

Me alegra que el estudio haya sido publicado por Torremozas, editorial nacida en 1982 a iniciativa de la poeta y empresaria Luz María Jiménez Faro y hoy continuada por Marta Porpetta, cuya labor de difusión de la poética femenina nos son imprescindible para poder estudiar en su totalidad tanto las voces nuevas, la consolidación de las existentes – ahí estamos- y el rescate de las pretéritas.

El primer trabajo en Torremozas de poetas navarras de Julia Otxoa , hacía historia de las raíces literarias vascas desde los orígenes de la poesía escrita y oral en Navarra y en Euskadi por escritoras y rapsodas. Un importante estudio de seguimiento desde los orígenes Emakume Olerkariak, Poetas Vascas incluía tres poetas navarras en castellano, Julia Guerra, Maite Pérez Larumbe y yo misma. No sé si en su momento dimos las gracias a Julia Otxoa, sirva mi apunte a este trabajo para hacerlo.

La Poesía femenina actual base de esta antología

Este segundo trabajo en Torremozas de Isabel Carrascosa parte del presente, es divulgativo y está basada en su tesis doctoral, en fase de edición por el Gobierno de Navarra.
Como nota común entre las navarras afirma la búsqueda de la identidad y deja constancia del hallazgo de nuevos temas
Hace una exposición del panorama literario navarro
Estructura a las poetas por generaciones
Recoge textos de 14 poetas nacidas en Navarra y tres residentes y pone al día a las autoras en un trabajo de seguimiento que intenta conectar con las voces nacionales.

Búsqueda de la identidad y hallazgo de nuevos temas:
Entre la búsqueda de identidad y los temas nuevos renovadores afirma:
La corporeidad, el hallazgo y posesión del propio cuerpo
La superación del amor romántico
La necesidad de nuevos canales y plataformas que faciliten la difusión de las obras: internet, redes sociales, plataformas digitales
La interdisciplinalidad: Relación de la poesía con otras artes: Teatro , pintura, música.
Considera que hay un crecimiento de toda la poesía femenina en España, debido al progresivo acceso a las libertades y también en la navarra en particular y cómo la problemática contemporánea, a la que no son ajenas las escritoras, se filtra a través de sus textos, así el aumento del tratamiento de los problemas sociales o la crispación ante los fenómenos terroristas de ETA o de los atentados terroristas del 11M.

Panorama literario navarro
Desde la fecha de aquella publicación en que se recogían tres poetas navarras, mucho ha cambiado la apuesta lírica en Navarra. El último trabajo sobre poesía navarra publicado por TK, edición de las Bibliotecas Públicas de Navarra, contabiliza 253 poetas de los cuales 42 son mujeres. Una cifra interesante que da lugar a una pluralidad de textos y tradiciones e innovaciones literarias, es opinión mía.

Esa nuevo florecer poético, dice la autora, ha sido fomentado por las nuevas revistas literarias aparecidas, entre los que se cita, además de la decana Río Arga, existente desde 1976, a la revista Traslapuente de Tudela, Sombra de Poetas de Tafalla, Elgacena de Estella. A todo ello se suma, añade, la labor del Ateneo Navarro y su grupo de poesía Angel Urrutia que edita su propia revista : Constantes vitales. Y la revista de la casa de la juventud. Pasa revista a los numerosos concursos literarios navarros que han ganado varias de las autoras seleccionadas. Comparto el criterio de la autora. Más cuando ahora en España hay un declive de las revistas literarias editadas y  un aumento de las publicadas en redes. Publicar es una forma de distanciamiento crítico. Algunas de ellas han publicado en importantes revistas como, Zurgay, Litoral, Cuadernos de Poesía nueva o Quimera

Si nos referimos exclusivamente a lo navarro y miramos las biografías que ésta antología publica, en Río Arga hay poemas de Maite Perez Larumbe, Charo Fuentes  Isabel Blanco y Fátima Frutos. Sigue editándose y alguno de los textos han sido recogidos por la decana de las revistas, Pregón (1943) en la que publicaron Sagrario Ochoa, Blanca Ferrer, Charo Fuentes y Margarita Leoz. Los textos de Julia Guerra se recogen en en Pamiela, revista de lo que fue el inicio de la “movida pamplonesa de la que hoy queda en pie la editorial. En Traslapuente hay poemas de  Marina Aoiz y Charo Fuentes; En Sombra de poetas de Marina Aoiz, y Rosa Barásoain. En Contantes vitales de Trinidad  Lucea y Fátima Frutos. Las referencia no son exhaustivas, me refiero a las que las poetas apuntan en su biografía ya que muchas no incorporan a la antología las colaboraciones en revistas.
Añadimos el muy activo Grupo de Cultura Bilaketa que dirigido por Salvador Gutierrez que dinamiza Aoiz tiene presencia en Pamplona. La Asociación edita números monográficos de altura, también antologías de los poemas presentados a sus concursos, en cuyas antologías están presentes varias de las selecionadas, entre ellas  Guerra, Aoiz, Barásoai, Pérez Larumbe y Fuentes. No quiero dejar de mencionar la labor de algunas editoriales- por orden de aparición en escena- como Pamiela, en la que tiene obra Pérez Larumbe, Medialuna, en la que edita Latasa, Sabhat, Latassa y Traslapuente Fuentes. La Universidad de Navarra edita su propia revista y tiene sus propias publicaciones .
Río Arga sigue siendo la revista de referencia.
Sea lo que sea o por lo que sea, la lírica ha entrado en Navarra para no abandonarla.

Poetas antologadas

Carrascosa estructura a las poetas en cuatro apartados

1 Antecedentes de la Poesía femenina navarra de la democracia
Sagrario Ochoa Medina (1930)
Blanca Ferrer García (1932-1996)

2 Primera Generación de poesía en Navarra de la democracia
Charo Fuentes (1943)
Julia Guerra (1953- 2008)
Marina Aoiz Monreal ( 1955)
Rosa Barásoain Asurmendi (1956)
Maria Socorro Latasa Miranda (1956)
Maite Pérez Larumbe (1962)

3 Segunda generación de poesía femenina en la Navarra en la democracia
Regina Salcedo Irurzun (1972)
Trinidad Lucea Ferrer(1976)
Margarita Leoz Munilla (1980)
Uxué Juarez Gaztelu (1981)
Leire Olcoz Vicente (1982)
Irati Iturritza Errea (1997)

4 Poetas no nacidas pero residentes en Navarra
Isabel Blanco Ollero
Fátima Frutos Moreira
Ana Jaka García (1973)

Los textos :

Incluye los textos de 17 poetas 14 nativas y tres residentes que considera con obra relevante a las que estructura en orden generacional. Acomete este trabajo con rigurosidad no exento de entusiasmo, Algunas han recibido notable atención de la crítica, citas en antologías y numerosos premios. Entre las citas, la Antología de Hiperión : Nueva Poesía en el viejo Reyno, de la doctora Consuelo Allue, en la que incluye a Marina Aoiz y Maite Pérez Larumbe. Otras poetas son muy recientes, pero con interesantes textos muy en linea con la más actual poesía. Las más están presentes de un modo u otro en la vida literaria de Navarra. Van siendo frecuentes las colaboraciones con poetas y publicaciones de otras autonomías.

Son aproximadamente seis poemas por poeta, poema más, poema menos, a elección exclusiva de la antóloga. Un “degustación poética que, al menos para mi, como he dicho en alguna otra ocasión al hablar de las antologías, representan una carta de presentación de las autoras. La pertinencia de los textos puede ser discutible y representar o no la voz lírica más profunda de la autora, en muchos casos son textos breves, luego en el lector está hacerse con los libros que le resulten más interesantes. La antología recoge la biografía y la bibliografía.

Con respecto a la forma versal constata la utilización del versolibrismo en casi la totalidad de autoras

Las poetas navarras, afirma, son plurales y es difícil adscribirlas a grupos estéticos de corrientes como de las dos grandes tendencias de Teoría de la Experiencia y Neosurrealismo.
Creo yo, y es opinión personal mía, que en ese camino de la propia creación cada poeta busca su propia forma de decir y, aun viviendo en el mismo mundo y no siempre en las mismas circunstancias, tiene distinta visión; no habría por qué, a no ser muy claro, pienso yo, jerarquizar tendencias. Hoy conviven diversas tradiciones y cada uno se adscribe a la que le identifica o  mejora a su voz o  lo que quiera hacer con ella. En esas polémicas nacionales de “Poesía de la Experiencia” o “Poesía de la Diferencia”, “Culturalismo”el “Surrealismo” o la nueva “Poética del malestar”, en edición de una de las últimas antologías cuyo autor es Rafael Morales Barba, son complicadas. Como decía Miguel d Órs ¿qué poesía no tiene detrás la experiencia?
¿O no? ¿Yo pregunto ¿ hay detrás de la poesía adscripciones políticas? ¿religiosas? ¿banderías? No debería. “La verdad es la verdad, dígalo Agamenón o su poquero”. Si la poesía o el poeta sigue el camino de lo trascendente, de vate, o se convierte en un arma social, o es una “conciencia puesta en pie” en palabras de Luis  García Montero, el caso es que sea poesía, busquemos lo excelente
Pero dejemos esto para otro debate.

Generaciones

Quizá, desde mi punto de vista, es la primera generación más clásica en sus planteamientos formales y sus colaboraciones poéticas suelen estar publicadas en la revista veterana y prestigiosa, única en su momento inicial 1943Pregón”en la que si encajan Ochoa y Ferrer, suele ser poesía rimada, muy al gusto de  su director  primero, Faustino Corella, admirador de Becquer. En las dos son habituales las rimas y los romances, aunque en el caso de Ferrer haya poesía desarraigada. 
 Encabezo la lista de la primera generación de la Transición, creo sin embargo que hay demasiada diferencia de edad de las poetas incluidas en este apartado. Considero que los 19 años que marcan las edades de la primera a la última son demasiado para caber en la misma generación. Nacer en 1943 no es lo mismo en España que nacer en 1962. Primero porque la educación fue más dura, más condicionada. En 1940 a los 50 España estaba casi en derribo, esa España de arriba sin carencia y abajo con carencias, marcó; también la educación en la religión que presidía la vida. En mayo de 1968, cuando la última incluida en este apartado tenía 6 años, los nacidos en los 40 tenían alrededor de 20 a 28. La generación de los 40 ( aunque de lejos, al vivir en Pamplona) conoció los primeros movimientos universitarios y el nacimiento del feminismo. Pero lo que fue absolutamente esencial en la vida de muchas mujeres de la generación nacidas en la década de los 40 españolas, entiendo, fue la Transición política que convirtió un mundo blanco y negro en un mundo de colores donde todo era posible, sobre todo en Madrid, donde yo vivía, posiblemente en Barcelona ya se había iniciado. La generación de mujeres a la que pertenezco tuvo que desandar lo andado , desbrozar caminos y aprender a vivir de una forma mucho más libre, con todo el lastre de lo ya iniciado. De ahí el aumento de las publicaciones de poetas y novelistas mujeres a partir de 1975. No es lo mismo tener 32 años cuando todo cambia que tener 16, eso debe de contemplarse en los esquemas generacionales. En común con los hombres de esa dácada cierto culturalismo, la intertextualidad, la ironía y el no abandono total de las formas clásicas, sean rimadas o blancas, heptasílabos, endecasílabos o romances: Miguel D Órs, Antonio Carvajal, Ángel García López, Ramón Irigoyen, Jon Juaristi o incluso Luis Alberto de Cuenca, cuyos versos blancos se basan esencialmente en los ritmos clásicos. Nuestra educación literaria escolar fue esencialmente española. Lecturas propias aparte.

Río Arga, quizá de la generación de los 30 por sus iniciadores, marca la problemática social que se vivió en Pamplona, de hecho es un paso “social” con respecto a Pregón, puesto que incorpora poemas sociales que aquella, por su propia naturaleza, no incorporaba. Con la andadura, ha dado entrada a numerosas voces y generaciones y se ha abierto. Perez Larumbe, que fue del consejo, entre la vivencia y el culturalismo,  escribía una poesía fresca y aparentemente espontanea aunque sus poemas están muy elaborados, es literatura actual y ha merecido críticas importantes. Hoy no está ya en el consejo y escribe en prensa: Diario de Noticias. Pamiela, fue la revista más rupturista, quizá y dió cabida a los nuevos movimientos urbanos, de "movida navarra". Julia Guerra era de las antologadas la única que escribía en Pamiela. No había nada de retórica ni de Literatura, o casi nada. Su visión era la de una persona que es capaz de ver más allá, de decir más allá, y le importaba nada la retórica. Nunca la vi con un libro en las manos, tenía el don de la poesía hecha vida. No diría nunca que la poesía de Julia fuera “social” al modo de lo que se escribía en los 60, pero si era una poesía de denuncia ante las injusticias y ante el ambiente conflictivo que se vivió en Pamplona, aunque siempre al lado de lo euskaldun que ella consideraba vulnerado. La poesía de Socorro Latasa, que he seguido, es honda y reflexiva, aunque cabe el juego y la experimentación plástica. Muy premiada y conocida la de Marina Aoiz, que dinamiza la zona de Tafalla y tiene presencia en numerosos certámenes y a menudo en ella los poemas río y la denuncia. ¿Hay algo común en todas nosotras?

Creamos o no en la oportunidad del estudio por generaciones, daría lugar a otro debate.

 Mi consejo es la lectura de esta antología de Poesía femenina actual de Navarra en  castellano oportuna en cuanto es una carta de presentación, con sus bibliografías,  de 17 poetas navarras.Y luego, si  os gusta, buscadnos.
Nuevamente gracias a Marta Portetta y a Isabel Carrascosa.

Mis textos de poemarios: charofuentes.blogspot.com.es

jueves, 15 de marzo de 2018

Mujeres que la historia no nombró, Ayuntamiento de Pamplona (II)



En la publicación que reseñábamos Mujeres que la Historia no nombró (Ayuntamiento de Pamplona 2005) esta nueva subida al blog corresponde a la edad casi contemporánea (XIX y XX). Y, aunque entiendo que la publicación no pretende hacer una historia continua y exhaustiva de las mujeres, me queda la sensación de que me he perdido algo importante que no se nombró en Las Mujeres en la Historia de Pamplona, (Pamplona, Ayuntamiento de Pamplona 1998) Nº 1º de la colección, ni en esta publicación que hace el N 2º. Si la Historia de los navarros del siglo XVIII mereció que D Julio Caro Baroja dedicara un interesante estudió a los navarros en la Corte -  sus obras, sus alianzas, sus cofradías, sus industrias, sus bancas y sus revistas -  a la que esto escribe le intriga saber de sus mujeres: Si las desposadas con aquellos industriosos navarros que protagonizaron La hora Navarra del XVIII (Pamplona, Institución Príncipe de Viana 1969) fueron o no navarras; tuvieron o no actuaciones públicas; frecuentaron  o no las sociedades de Amigos del País o las instituciones laicas de beneficencia. Si eran navarras de Pamplona, del Baztán o de la Ribera y si tuvieron algún protagonismo en la sociedad cortesana de la época. Época ilustrada ésta, muy interesante en el inicio del debate de la educación femenina.

Esta sección que recoge mi entrada, se refiere fundamentalmente al la época de finales del siglo XIX y principios del XX, poco habla del XVIII.

El periodista de Diario de Navarra, Fernando Pérez Ollo completa la ficha de Remigia Echarren Aranguren, de finales del siglo XIX, que fue funambulista, según leímos en la publicación anterior. Del mismo, la biografía de Rosa Oteiza Armona, modelo del Monumento a los Fueros, símbolo de las libertades navarras.

Se continúa en esta publicación el rescate de mujeres que los autores consideran ilustres que estructuran en 5 apartados: Las educadoras. Las Escritoras. Las mujeres en la medicina y asistencia social. Las Mujeres en la música y las Mujeres en el compromiso político

Entre las educadoras, Visitación Viñes Ibarrola, maestra pamplonesa en La Laguna; había cursado en la Escuela Superior de Magisterio de Pamplona y estudios superiores en Madrid. Es aportación Hortensia Viñes Rueda, profesora de la Complutense. Sor Cecilia Taboada Laborra, religiosa de San Vicente de Paul, fervorosa, con métodos didácticos “sui géneris” pero afectivos e ingenuos, que tras diversos destinos llegó a “la casita” de la calle Dormitalería. Se habla de que era limpia de corazón y de su trayectoria vital de religiosa en varios destinos como profesora de párvulos. La ficha es de José Félix Mendía Braco, licenciado en Teología y sacerdote diocesano. Amparo Toro, que convalidó y amplió estudios con la República y fue maestra en varias plazas, profesora de las colonias escolares y una de las fundadoras en 1967 de la Asociación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios Santa María la Real, la primera asociación en España para la promoción de la mujer en el papel de ama de casa. Educadoras, aunque figuren en el apartado de compromiso político, las maestras Pepita y Elisa Uriz Pi que estudiaron en Madrid la carrera de Magisterio Superior y que establecen en sus destinos métodos innovadores pedagógicos afines al método de Montessori. Josefa, becada en Bélgica, ejerce después en Cataluña, en Barcelona y Gerona; fue expedientada en la Escuela normal de Lérida y repuesta como directora en la II República. Elisa estuvo junto con la Pasionaria en la dirección de la Federación Democrática Internacional de Mujeres y fundó en Tarragona la Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza. Desde 1934 figuraban como afiliadas al Partido Comunista. Acabada la guerra se exilian a Francia y posteriormente a Berlín Oriental. Las fichas de ambas, muy cuidadas y completas son responsabilidad del periodista Manuel Martorel. Ana Sanz Huarte, de Pamplona, una personalidad de importantes ideales renovadores, pedagoga insigne y reconocida, aplicó los ideales de la Institución Libre de Enseñanza en Pamplona. La biografía es obra de MºJosé Aldaz Sóla, Doctora en Filología Hispánica. Carmen Villanueva Unzu, era maestra y carlista abanderada de la “Agrupación Tradicionalista de Pamplona”, protagandista y activista y participante en mítines carlistas en Guipuzcoa, Álava, Cataluña, y Madrid. Algunas de las maestras escribieron libros pedagógicos o relativos a sus enseñanzas.
Parece que ninguna de ellas accedió a la universidad a través del magisterio, como si ocurrió con otras maestras españolas que desde el magisterio convalidaron expediente. Cierto es que había dificultades para  hacerlo, pues como se sabe Navarra no tuvo universidad propia. Algunas navarras cursaron estudios universitarios fuera de Navarra, pero no regresaron. Hablaremos de tres de ellas en el apartado sanitario. En 1952 se creó El Estudio General de Navarra, futura Universidad de Navarra, pero esta época y sus mujeres universitarias debería merecer estudio propio, pienso.

Escritoras: Se agrupan en este apartado como escritoras Carmen Baroja Nessi, cuya cuidada biografía se debe al periodista de Diario de Navarra Fernando Pérez Ollo: Nacida en Pamplona, es mujer en la estela del lyceun club, orfebre y escritora, hermana de Pío, el escritor, y de Ricardo, el pintor casada con el editor Caro Raggio cuya vida transcurrió en Madrid y más tarde con estancias en Bera del Bidasoa; fue ya incluida en la primera publicación. Francisca Sarasate y Navascués, escribe novelas, cuentos y poesías religiosas casi místicas, en juicio del profesor de la Universidad de Navarra Carlos Mata Induráin. Carmen Navaz Sanz, hija de Ana Mº Sanz, que publicó su obra con el seudónimo de Carmela Saint Martín, mujer progresista y culta, escritora tardía de novelas y cuentos; vivió fuera de Pamplona; participó de la vida intelectual frecuentando tertulias de San Sebastián y Madrid. Capitolina Bustince y Larrondo, cuya ficha escribe el profesor Mata, de ella se recogen los pocos dados biográficos conocidos y las citas bibliográficas existentes. También de Carlos Mata es la ficha de la pamplonesa Mª Jesús Fernández de Arcaya, que recoge su biografía y su bibliografía. Al lado de las biografías consta el juicio crítico que merecen las obras.

Compromiso político: En Navarra quizá la tradición trabucaire sigue viva, pues que algunas mujeres fueron activas defensoras de una parte y otra de los contendientes en la guerra civil, participaron en mítines y hasta llevaron a cabo misiones secretas. Algunos de los nombres, que habían sido incluidos como escritoras, ahora lo hacen como políticas, así la carlista Lola Baleztena Ascárate, colaboradora de revistas como Pregón, El Pensamiento Navarro, Oye, Estampa tradicionalista; autora de la novela “La Casa(Graficas Gurrea 1955) También su hermana Isabel Baleztena Ascárate. Fueron militantes del Tradicionalismo y activistas en la guerra civil a favor de la Comunión Tradicionalista. Sus fichas son muy extensas, su activismo cultural y político a favor del requeté y culturalmente activas en la recuperación del vascuence. Las fichas políticas son responsabilidad del periodista Manuel Martorell.

Carlistas: además de las Baleztenas y Carmen Villanueva Unzu, Isabel López Baquedano. Nacionales: Las Bomberas del Parque de Artillería, un buen número de mujeres de Acción Católica que nada más y nada menos, fabricaban bombas.

Comunistas: En el otro lado de la balanza carlista y de Acción Católica, la comunista: Ángeles Ibañez Sarriguren, pamplonesa que colaboró con Alianza de Socorros; exiliada luego, se casa con el comunista Germán Izco Setoáin. Aurora Gómez Urrutia frecuentaba los círculos de Izquierda Republicana de cuyas juventudes que llegó a ser vicepresidenta; casó con Jesús Monzón, importante dirigente comunista navarro; se exilió a Orán con su hijo, mientras Jesús Monzón lo hacía como guardaespaldas de la Pasionaria a París. Fue la suya una vida llena de aventuras marcadas por la política, alguna de ellas dramática, como la muerte de su único hijo al que habían mandado cono otros niños de la guerra a Rusia. Monzón jugó un importante papel en el Partido Comunista durante y después de la Guerra Civil y la Guerra Mundial. Dora Serrano Serrano, procesada en un Consejo de Guerra en 1944 por el intento de reconstruir el Partido comunista, que fue encarcelada en la prisión de Ventas, una de las que posteriormente, como Monzón, fueron disidentes y se enfrentaron a Santiago Carrillo. Añadimos a estas, las citadas Josefa y Elisa Uriz Pi.

Falangistas: Esa toma de postura política también conoce en Navarra, aunque minoritaria, a alguna persona relacionada con la Falange: Amelia Azaola, que había cursado la carrera de Medicina en Madrid, era la esposa de Julio Ruiz de Alda, compañero de José Antonio Primo de Ribera y cofundador de Falange española. Hecho prisionero su marido, Azaola le visita en la cárcel y lleva y trae misivas y consignas. Muerto aquel, ella sufrirá cárcel.

Mujeres y Beneficencia: Es Navarra tierra muy solidaria de signo cristiano con los que sufren. Fueron notables las mujeres relacionadas con la beneficencia y la asistencia social impulsoras de asilos y obras benéficas. Recoge este apartado algunas De ellas fue pionera en el siglo XVII Adriana del Bayo que instituye una obra asistencial en ayuda de los reclusos o sin medios económicos de Pamplona. El siglo XIX abunda en obras de tipo religioso social. Sor Martina de Goicoechea y Ataun, superiora de las hijas de San Vicente de Paul, dejó en testamento una casa en la calle Dormitalería para establecer un asilo donde morasen huérfanas pobres y sirvientas y se educara a niños pobres. Isabel Garbayo fundó en 1914 el Asilo del Santísimo Redentor, o de las Oblatas, para encauzar a las doncellas a por el camino de la virtuda, biografiada por Gema Piérola, Universidad Pública  de Navarra y Catalina Irigoyen Echegaray, sierva de María, estudio de Ana Urmeneta

Con respecto al mundo de la sanitario, la primera mujer matriculada en la Universidad para cursar estudios universitarios antes de 1910, época de la admisión de las mujeres oficialmente en la universidad es Juana María Echevarría Madoz, de Vera, matriculada en la Universidad de Valladolid en  Farmacia, título de licenciatura en 1907, pero no figura en este texto. Sí figura la primera mujer médico navarra, Juana García Orcoyen, cuyo título de doctora en Medicina es de 1925. Médico por Madrid la ya citada Amelia Azaola. Ejerció de médico en Pamplona Ascensión Ariz Elcarte (1935) La publicación recoge las tradición de curanderas y herboristas María Périz de Artiga (XV) y Martija de Jaúregui (XVI). Apunta la labor hospitalaria de algunas órdenes religiosas, y de las enfermeras Damas de la Cruz Roja desde 1919. MºDolores Martinez Arce, licenciada en Historia, cita con nombres propios las comadronas: Elía García tiene ficha biográfica y Antonia Aldave (S XVIII) es biografía de  Ana Urmeneta . Añado a sus nombres el de mi abuela materna Romero Iráizoz Clemente (principios del XX) con título expedido por la Universidad de Zaragoza.

Es en la Música una de las bellas artes donde las mujeres navarras más han desacado: Felisa Munarriz Armendáriz, soprano; Emiliana Zubeldía Inda cursó estudios musicales en la Academia Municipal de Pamplona y los siguió en el conservatorio de Madrid; fue pianista, profesora de música y compositora, emigró a México y allí lleva si nombre la biblioteca de Soroa. Son estudiadas por Fernando Pérez Ollo. Isabel Hualde Redín, autora de la letra del “riau-riau”; Josefa Sanz Batista, soprano llamada La Gayarre femenina; Manuela Santa María, primera violinista de la escuela Santa Cecilia de Pamplona, Mari Luz Polo López, primera organista de Pamplona, cuyas biografías traza Elena Leache, folklorista.

Mis conclusiones:

Pocos son los estudios relativos al papel de la mujer del XVIII, pese a la importancia del siglo para Navarra. No figuran en ninguna de las dos publicaciones sobre el tema. Nada se sabe de si, como era frecuente en la época, la mujer participaba en tertulias literarias o había alguna navarra socia femenina de los Amigos de País. Nada sobre si pueden encontrarse firmas de mujer en la prensa de la época, como ya las había en otras provincias, a partir de 1812. Sabemos que las mujeres que aceden a la educación estudian magisterio y lo ejercen con altura; que hay varias escritoras, las más conocidas viven y crean fuera de navarra; que llegan a tener importancia las mujeres dedicadas profesionalmente a la Música, alguna internacional; que una vez aprobado oficialmente  después de 1910 dos navarras estudian Medicina, una en Valladolid y otra en Madrid. Participan las mujeres, también las religiosas, en obras benéficas de filantropía. Ejercen como enfermeras y parteras, también algunas como curanderas. La mujer navarra no se amedranta ante los conflictos bélicos, milita en partidos y ayuda en la retaguardia.La publicación anterior las citaba ¿hubo  comerciantes o empresarias?

Sería interesante estudiar los temas pendientes del XVIII , así como las fundaciones benéficas que en toda Navarra se establecen en los siglos XVIII, XIX y XX y cuantas mujeres se comprometieron en ellas. Recordar aquí la labor de Vicenta María López de Vicuña, de Cascante, fundadora de la orden de Hijas de María Inmaculada, dedicada a la enseñanza de las chicas de servicio. Apuntamos a mi tía bisabuela paterna Leandra Sánchez Serrano, a cuyas expensas y inscrito en testamento se instituyó el Asilo de San Leandro de Cascante para ancianos pobres; A Concepción  Ximénez de Cascante y Escrivá de Romaní, baronesa de La Torre, que donó el Asilo de la Purísima Concepción. A las navarras que en el siglo XIX escriben en prensa; a la que fue Académica de San Fernando y San Luis. A la que a principios de siglo, antes de que se apruebe el acceso oficial a la Universidad,  estudia Farmacia en Valladolid, A la que fue tercera abogada de la República. Y a aquellas las mujeres que apostaron por hacer un mundo más justo, mas bello, o más luminoso.
Es muy interesante este trabajo que  firma Juncal Campo Guinea y sus  colaboradores. Sabe a poco.

miércoles, 7 de marzo de 2018

Mujeres que la Historia no nombró ( I ). Ayuntamiento de Pamplona




Mujeres que la Historia no nombró, editado por el Ayuntamiento de Pamplona por iniciativa de la Concejalía del Área de Servicios Sociales y Mujer vio la luz en el año 2005. Es el número 2º de las publicaciones que el Ayuntamiento ha dedicado a la Mujer pamplonesa. Comentamos en una entrada anterior de este blog el que fue número 1º: La mujer en la Historia de Pamplona.

Este número segundo, de autoría plural, agrupa trabajos de investigación académica de profesores e investigadores de también plurales universidades: Pública y Privada de Navarra; País Vasco; Alcalá ; Complutense de Madrid; se suman pedagogos, periodistas, archiveros, un teólogo y una folklorista. Coordinados por la doctora en Historia Juncal Campo Guinea, responsable del Archivo Diocesano de Navarra, incluye colaboraciones de: MªJosé Aldaz Sóla; Rocío García Bourrellier; Iñaki Garrido Yerobi; Mª Rosario Gárriz Yagüe; Francisco Javier Gaspistegui Gorasurreta; Elena Leache Echalecu; Mª Dolores Martínez Árce; Manuel Martorel Pérez; Carlos Mata Induráin; José Felix Mendía Braco: María Narbona Cárceles; Fernando Pérez Ollo; Gemma Piérola Narbarte; Felix Segura Urra; Fernando Serrano Larrayoz; Gloria Solé Romero; Ana Urmeneta Marín y Hortensia Viñes Rueda.

Dice en en su introducción Campo Guinea que éste trabajo es un estudio de método biográfico, y yo así lo creo. Frente al sociológico de la publicación anterior, reconstruye las biografías desde las fuentes; aporta datos contrastados de nombres, algunos aparecidos en la publicación anterior, otros nuevos; investiga biografías; corrige los posibles errores y explica el contexto. Las fichas son extensas, con numerosas notas a pie de páginas y bibliografía

Como dijimos en la entrada en el Nº 1º de la publicación previa a ésta, los navarros muestran pasión por la Historia propia, eso hace que sean numerosos los catedráticos e historiadores ilustres; que se preste atención a la organización y cuidado de los numerosos archivos y bibliotecas tanto públicas como de Instituciones o Fundaciones privadas; que las fuentes documentales sean consultadas por investigadores y curiosos; que los trabajos de documentación sean recogidos en revistas institucionales. Y que incluso hoy día, las discusiones académicas o populares sobre los Sanchos, las Blancas o los límites medievales del “Reyno”, que pasó en Roncesvalles o qué en las Navas de Tolosa, sean no sean solamente tema de sesudos profesores, sino que formen parte de a conversaciones y discusiones familiares, de ronda de amigos de bares o de redes informáticas. Y pueden acabar como el rosario de la aurora.

Pido disculpas por no repetir lo ya dicho con respecto al nombre de sus historiadores, los archivos, los Congresos y las revistas de las que hablamos en La mujer en la historia de Pamplona, pero quisiera que lo ya dicho estuviera presente para mejor entender el trabajo del que hoy hablamos . Me basta decir que ambas publicaciones demuestran el riguroso uso de las fuentes. Decíamos que “Mujeres en la Historia de Pamplona” era la primera publicación en que se trataba de forma académica el tema de género. Esta segunda publicación, distinta en enfoque, añade las fichas biográficas de una cincuentena de mujeres.

Quisiera decir que el título elegido me pareció querer contradecir al de Antonina Rodrigo Mujeres en la Historia y la que esto escribe quizá esperaba que estas mujeres citadas hoy tuvieran un distinto sesgo ideológico a aquellas. No es así. Las fichas biográficas son objetivas, recogen nombres de ideas plurales, aunque quizá la no cita en la Historia y su desconocimiento se deba, además de su condición de mujer, a esa menos visibilidad de la ciudad donde nacieron o vivieron, la Pamplona que Angel María Pascual, escritor navarro XX, llamara en un conocido poemario: Capital de tercer orden.

Epoca medieval

Precedidos de un breve estudio de Juncal Campo Guinea que traza el contexto en que las mujeres medievales se movieron, traza los oficios de mujeres de los tres estados cuyos nombres pueden conocerse, al estar citadas en la extensa documentación de la época que contienen los archivos navarros , y las condiciones sociales en que en los tres estados se movían.

Abundando en los oficios, el de nodriza, fue muy cotizada, artículo debido a  María Narbona Cárceles. María de Bayona, fue nodriza del Príncipe Carlos de Viana. Su nombre me evoca a mí a otra “Vayona “ supuestamente una dama de alta alcurnia, aparecida en el Cancionero de Herberays con una canción en defensa de Leonor, princesa hermana del Príncipe, a quien Diego de Sevilla acusaba de virilidad. ¿Sería la misma Vayona?¿ la ya añosa nodriza defendiendo a la princesa? Dice el Cancionero 

“Respuesta que hizo Vayona”
Si mirades más veces, Diego y hermano
aquesta señora tanto excellente
fallares que su real continente
es muy más divino que no humano;
su rostro y sossiego con tanta mesura
su mirar tan honesto de sabia entendida,
todos aquestos con gran fermosura
la tienen velada y no adormida

(Poesía femenina en los cancioneros, Castalia, Madrid 1990, pg 70)

Oficio bien pagado era el relativo a los vestidos , paños y aderezos de la corte: María de Luceta, costurera, Teresa la cordonera y María de Guerndiain, María Perix, tejedora. Artículo de M Narbona
En el estado noble se citan varias damas, y entre ellas con una extensa ficha Juana de Beaumont , Dama de Lasaga y de Gurrea, prima de Carlos III El noble. Ficha para la reina Leonor de Trastámara, esposa de Carlos III El Noble; hija de Enrique de Trastámara y Juana Manuel, nieta del escritor D Juan Manuel. Del trabajo  es autor Fernando Serrano Larrayoz
Las numerosos trabajos sobre la Navarra judía, y los protocolos notariales muy bien conservados dan información sobre la prestamista Dueña Encabe, judía de la aljama de Pamplona y una de las figuras más relevantes de la comunidad. Es tema responsabilidad de Ana Urmeneta.
Las mujeres podían ser, como los hombres ajusticiadas o encarceladas; Felix Segura Urra cita María de Aguiregui, Pascualeta, Elvira de Imarcoáin, María la Messiella, Doña Estefanía. Las nombro, pobrecillas, al fin es una forma de recordar sus sufrimientos. A la primera la ahogaron en el río.

La edad moderna
Nuevamente es Campo Guinea la que trata el contexto. El trabajo de investigación sobre esta época es un exhaustivo estudio debido a M Dolores Martínez Arce, doctora en Historia:

Incorporada Navarra a la Corona de Castilla, era el Virrey desde el siglo XVI al XVIII el alter ego del Rey en Navarra, su representante y el Capitán general de sus ejércitos. El estudio indaga sobre los nombres de las virreinas, las esposas que acompañaban al virrey en sus funciones de representación y que eran un referente de la moda y costumbres de la corte en Navarra Es este un minucioso trabajo de investigación sobre quienes eran las mujeres casadas con los hombres que representaban el poder político o administativo del Rey en Navarra y las fechas en que lo hicieron.
En alguna ocasión , como en el caso de María de Cardona o Leonor Pacheco de Guzmán, dice Martínez Arce no se resignaron a la muerte del esposo de perder protagonismo e interinamente ejercieron el papel de virreinas hasta la llegada del nuevo virrey. Ana de Silva Manrique y la Cerda lo ejerció temporalmente. Otras virreinas fueron. Juana María Zúñiga Sotomayor y Mendoza y Catalina María Pereguina de Giudice y la sierra.

Tras el Virrey en el escalafón se situaban los Tribunales Reales: Martinez Arce configura la forma jurídica con se se establecieron los Tribunales. Existía un Regente o Presidente del consejo Real de Navarra y seis consejeros o oidores, cuatro de origen navarro y dos de ellos castellano. Mujeres principales fueron “las regentas”, esposas del Regente del Consejo Real de Navarra. Esta capa social de la administración se consideraba “nobleza de servicio”, aunque entre los oidores u regentes cuyos nombres se incluyen en el trabajo hay nombres nobles; Era en la administración frecuentes los traslados a otras audienciass, cita a las esposas de los administradores castellanos de justicia Juana de Segura, Ana María de Guasco, Mª Ignacia Mendizabal, Beatriz Astete y Monroy, Petronila María de Larumbe, Joaquina de San Clemente, Mujeres de jueces u oidores de la audiencia, fueron Antonia Quijano; Amarilla Vadilla, Catalina Villegas, Melchora de Herdeia, Mª Alfonsa de Bobadilla ; Antonia Muñatores. María de Chavarri;Lucía de la Redonda y Alvarado;MºVentura Daoiz y Parcero

Lo malo de esto mío, que intenta ser divulgativo, es que no sé si es prescindible citar a todas las esposas, e incluso si es poco respetuoso con los autores, además de plomizo, el hacerlo. Quizá en mi disculpa decir que algunos de los apellidos de nobleza navarra, de la que el “Viejo Reyno” está tan satisfecho, figuran como administradores de Justicia. Aparecen en estas sección prestigiosos hombres de leyes que han estudiado en importantes universidades; algunos constan en páginas de labolengos navarros, así Enriquez de Lacarra o Marichalar. A su vez, las linajudas esposas poseen apellidos como Pasquier, Velazquez de Medrano, Olóiz; Itúrbide; Atondo; Eguaras; Ozcoidi; Vergara; de Álava, Monterde; San Martín; Ladrón de Cegama; de Navascués; de Ibero; de Eugui; Vallejo; Eslava; de Gúrpide; Azcona; San Cristobal; de Álava; Donamaría; Enriquez de Lacarra, Navarra y Ezpeleta; Carrillo o Azcárate.

Las leyes permitían a las mujeres navarras heredar, ser titulares de mayorazgos, poseer un palacio de cabo de armería, testar en libertad de alquilar y arrendar derechos de oficio.

En el extremo opuesto, las condenadas por deudas ,Ana de Miranda; por robos o por muertes, como Isabel Gómez, Catalina de Ágreda y Catalina de Arriba cuyos delitos, dice Martinez Arce, están aportando valiosa información sobre la situación de las “galeras”y las causas de reclusión.

Acaba este estudio con la mención de las mujeres memorables Francisca Erlés Echevarría, de Cabanillas, que escribió al detalle sobre la Guerra de la Independencia y la tudelana Antonia Javier Caparroso y Francés, considerada la Agustina de Aragón de Navarra.
Desde mi punto de vista, el riguroso estudio sobrepasa con mucho la historia de esas mujeres y se comunica y extiende en importantes temas: la Historia de la evolución y desarrollo de la aristocracia navarra, de sus clases dirigentes, de sus leyes y de sus personajes; Es una de las lineas de investigación de la doctora Martinez Arce, como bien demuestra su extenso curriculum bibliográfico. En este trabajo, el aparato crítico, las citas a pie de página y la extensa bibliografía abren caminos a los estudiosos que se aventuren a ampliar las interesantes biografías citadas y la Navarra del Antiguo Régimen.

Otras ensayos biográficos.

Monográficos sobre Ana María de Peralta y Velasco, Marquesa de Falces . Es un Artículo de 8 páginas cuya autoría es de Rocío García Bourrelier, Doctora en Historia por la Universidad de Navarra. De la misma, una biografía de 7 páginas sobre Leonor de Ayanz, Leonor de la Misericordia, noble casada, contemporánea de Santa Teresa a quien conoció, que profesa carmelita y escribe sobre la vida de Catalina de Cristo. Fue protectora de Colegio de San José de Pamplona. Era tía del 1º conde de Guenduláin, Jerónimo de Ayanz. Fichas biográficas  de Doña Beatriz de Beaumont y Navarra, fundadora y primera priora del monasterio de las Descalzas Reales de Pamplona; y ficha biografica deDoña Antonia Gerónima de Navarra y de la Cueva, LIV abadesa de las Huelgas de Burgos de Pamplona de Yñaki Garrido Yerobi, historiador de Irun, hoy académico correspondiente de la Real academia de la Historia.

En estos estudios dedicados a la mujer de Pamplona en la edad Moderna no se incluyen nombres de mujeres dedicadas al comercio, pues se afirma que el trabajo femenino fue hecho casi en clandestinidad,ya que hubo un retroceso en el papel reservado a la mujer comerciante  o artesana en la Edad Moderna, que algunas burlaron. Por otra parte, la mujer campesina siguió con las condiciones de vida anteriores.

En la escala más baja, la mujer siguió siendo reo y condenada
La mujer de alto estatus sigue apareciendo como esposa, seguramente también , como era habitual, con uniones convenidas. Hay una nueva aristoracia “de servicio” Hay aristócratas dedicadas a obras religiosas, religiosas ellas mismas que si merecen ficha propia.
No se aporta si hubo alguna artista de la pintura, la música o la literatura, si exceptuamos a Leonor de Ayanz o a Francisca Erlés Echevarría.

Nada se habla de la Reina Blanca, titular del Reino, a quienes unos historiadores llaman sabia y otros supeditada a su cónjuge. Ni de su hija Leonor, parece ser que envenenedora de su hermana Blanca.

Con respecto a la interesante Corte Literaria de Navarra  y los trovadores y trovadoras, nada se dice aquí. La aparición de un estudio sobre el Cancionero Herberay des Essarts de la segunda mitad del siglo XV, correspondiente a la Corte de Blanca de Navarra, Juan II, el Príncipe de Viana y su hermana Leonor- Cancionero que incluye poemas de Navarra, Castilla y Aragón - estudio que  fue subvencionado por la Institución Príncipe de Viana, pagado con el dinero de los impuestos de todos los navarros, llevado a buen término por el hispanista Carlos Conde Solares en riguroso estudio y presentado en Pamplona por el Consejero, nunca llegó a las librerías. Blanca de Navarra protegió a los poetas, según la documentación de la época. ¿Habría alguna voz de mujer además de la de Vayona?