CARMEN DE BURGOS (Colombine) MIS MEJORES CUENTOS, Edita Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y Editoriales Andaluzas, 1986.
Es responsable del estudio previo Ana Martínez Marín, Licenciada en Historia Contemporánea por la Universidad Autónoma de Madrid.
Mis Mejores Cuentos es una de las publicaciones con que la Junta de Andalucía promociona a sus escritores, un trabajo de recuperación y divulgación de los autores y temas andaluces muy notable, ya que hay en las colecciones nombres intemporales como los de Ben Jaldum, Antonio Gala, Manuel Machado, Salomón Ibn Gabir, Ángel Ganivet, José Hillo, Francisco Villaespesa o Rafel Alberti. Cuando yo compré el libro en Granada, llevaban editados 68 autores. Quizá el problema de las publicaciones locales sea el de su distribución, pues esas colecciones tan interesantes no nos llegan fuera del lugar donde han sido editadas. Habrá que buscar la forma de volver a Granada en la Feria del Libro. Quiero explicar igualmente que todos los libros que vengo utilizando en mi blog proceden de mi biblioteca privada y que los fui comprando por interés y oportunidad, pero no pretenden ser los mejores ni los más significativos de cada autor. Carmen de Burgos, Colombina, es una autora muy editada y conocida. De ella, también también entre mis libros, una publicación recopilada por Ángela Ena Bordonada, Profesora Titular de la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid, en Novelas Breves de Escritoras Españolas la narración de Colombina [1]Los negociantes de la Puerta del Sol.
Esta edición que hoy traigo consta de una 1) Semblanza de la autora, hecha por la responsable del estudio, Ana Martínez Marín,2) Una aproximación biográfica y cronológica de la escritora.3) Un artículo de Colombina donde se define a ella misma.4) Cinco cuentos de la autora.
1)Semblanza:
Hace un seguimiento de la historia de las
mujeres que han precedido en el uso de la pluma y sus aciertos, entre los que
destaca su figura excepciona por la pluralidad de los intereses sociales y
culturales que emprende o con los que se compromete, su vitalismo, el afán
pedagógico, su búsqueda de la verdad y cómo todos esos ideales conforman sus
narraciones, siempre de una manera ágil y no exenta de humor, y exenta de
trascendentalismo.
2)Aproximación
biográfica y cronológica,
La he utilizado en mi primera subida al blog
sobre la autora, aunque he añadido la consulta a la ficha de la Real Academia
de la Historia
3)Artículo
de Colombina:
Carmen de Burgos se define a sí misma, está publicado en la revista Prometeo[2] y es una confesión de Carmen de Burgos a Ramón Gómez de la Serna. Divertidas son sus declaraciones de las que traigo alguna:
- “Si yo fuera
rica, no tendría casa. Una maleta grande y viajar siempre”
- “No soy
ambiciosa ni me importa el juicio ajeno. La calumnia se estrella a mis pies
lamiéndolos mansamente como el agua del mar a las rocas inquebrantables”
- “Detesto la
hipocresía y, como soy independiente, libre y no quiero que me amen por
cualidades que no poseo, digo siempre lo que siento y se me antoja.”
- “Jamás pensé en
el medro personal a costa de mi libertad o de abjurar de mis convicciones.
- “Nadie me habló
de Dios ni de Leyes y y yo me hice mis leyes y me pasé sin Dios.
- “Hoy solo creo en el arte y aceptó el amor bella mentira, una forma más perfecta de la amistad”
Esta media docena de citas- pondría otras muchas- demuestran que sus interesantes declaraciones muestran una imagen de mujer nueva, abierta y nada convencional. Todo el artículo merece leerse.
4) Mis mejores
cuentos
Año de edición,
Madrid, Prensa popular 1925. Son cinco cuentos elegidos por ella misma, entre todos los cuentos y narraciones que publica, alrededor de cuarenta narraciones
breves que ven la luz en distintas editoriales y colecciones. Afirma la autora que
son las que prefiere en ese momento, porque las ha sentido más
íntimamente en un momento determinado y marcaron un momento de su vida: El
artículo 438. El abogado. El novenario. El Huesos del Abuelo: La mujer fría.
Las técnicas narrativas utilizadas son distintas, narrador omnisciente en tercera persona del singular, cuatro de ellas, literatura epistolar en la tercera, casi como un dietario. Las cinco tienen en común la viveza de las narraciones, agudizada por numerosos diálogos, la minuciosa descripción física de los personajes, la importancia del protagonismo femenino en todas ellas y el cuidado y expresivo lenguaje. No hay moralina, tan propia de las escritoras del s. XIX, pero sí crítica implícita y condena de la situación con que la sociedad excluye a la mujer. Entiendo que quedan todavía reminiscencias folletinescas y poca experimentación literaria, que era importantísima en su compañero Ramón Gómez de la Serna. Pero no son convencionales sus tesis, son progresistas y utiliza su pensamiento para divulgar sus convicciones, que ella no quiso llamar “feministas” pero que así pueden considerarse. También refleja la pasión por la vida y un rechazo del sentimentalismo frente al racionalismo No utiliza la arenga sino la parábola.
El artículo 438[3]
La lucha de Carmen de Burgos por la igualdad va a dar el tema esta narración con forma de paràbola. Escrito en 1921, época en que Carmen de Burgos organizó la primera manifestación feminista ante el Parlamento que pedía la igualdad de derechos, entendemos que es una forma de defender lo mismo con la pluma Inicia la narración con la cita textual del Artículo del Código penal aprobado en 1870
«El marido que sorprendiendo en adulterio a su mujer matase en el
acto a esta o al adúltero o les causara alguna de las lesiones graves, será
castigado con la pena de destierro.»
«Si les causara lesiones de segunda clase, quedará libre de pena.
Estas reglas son aplicables a los padres en iguales circunstancias, respecto de
sus hijas menores de veintitrés años y sus corruptores, mientras aquéllas
viviesen en la casa paterna.»
«El beneficio de este artículo no aprovecha a los que hubieren promovido o facilitado la prostitución de sus mujeres o hijas».
Situada la acción en Granada. Un matrimonio
mal avenido, el marido, casado por interés, era beodo, grosero y brutal, malbarataba
los bienes de su mujer, a la que acosaba pidiéndole la firma para seguir
vendiendo las fincas, a lo que ella se negaba. Ante la amenaza constante de
vender la casa y marcharse a residir a otra ciudad y de quitarle la hija, ya
que le ley la amparaba, la mujer accedió a firmar con tal de perderlo de vista,
y que no la requiera sexualmente. Le da su firma y su dinero ante la promesa de
que se irá para siempre a hacer negocios al extranjero. Así ocurre. La esposa
vuelve a enamorarse de un amigo de su marido y esta vez acierta y es amada y
feliz y convive gozosamente en un ambiente que de Burgos, conocedora de
Granada, describe como idílico y sensual. Pero el marido, avisado y con
premeditación, vuelve, sorprende a los amantes, mata a la mujer y hiere al
amante. El fallo del Juez fue condenatorio para el amante y absolutorio para el
marido, a pesar de todos los testigos que hicieron saber al juez las
infidelidades, los malos tratos y el desamor con que trataba a su esposa. El
amante fue a prisión como cómplice. Se aplicó al pie de la letra el artículo,
siendo aplaudido por la sociedad hipócrita. El marido accedió al total de la
fortuna de su mujer, ejerció la patria potestad sobre su hija, y fue
considerado un hombre honrado. El juez aplicó el artículo 438.
El abogado[4]
Parábola. Una
joven y virtuosa joven es seducida por un hombre nuevo rico y ostentoso y asume
su deshonra viviendo durante un tiempo como esposa con él, aunque nunca él le da
palabra de matrimonio. Tienen descendencia y viven como marido y mujer, él la
exhibe descaradamente como un trofeo, la cosifica e incluso la ofrece
torticeramente a los amigos. Al poco el hombre decide casarse con otra y la joven no tiene cómo
afrontar de nuevo la vida con la responsabilidad de un hijo no reconocido por
el padre y sin tener ni dinero ni oficio ni familia a la que acudir, ni
ilustración para desempeñar un trabajo remunerado. Decide, aconsejada por una
falsa amiga, consultar a un abogado y conseguir que el padre asuma la paternidad y aporte una
dotación económica para subsistir. No la mueve el rencor ni los celos, sino el
futuro de un hijo que, entiende e s responsabilidad de ambos. El seductor
ofrece una cantidad de dinero y que renuncie a decir que es hijo suyo, cosa que
la joven rechaza. El astuto abogado la mal aconseja y le dice que renuncie a
exigir la paternidad del hijo y que reclame más dinero, es la excusa para
ponerse de acuerdo con el seductor y acabar quedándose con el dinero que el
seductor ofrecía a la joven que se ve desamparada, sin dinero ni recursos,
abocada a buscar a alguien que la mantenga porque “Hay cosas que desmoralizan
más la vida de una mujer que el pecado de amor”
El
novenario[5]
Escrito en
primera persona, podría considerarse novela epistolar o diario, escrito en los
nueve días en los que la protagonista está en un balneario para tomar las aguas.
Cuenta a la para nosotros ignorada destinataria las impresiones durante su
estancia. La mujer es prudente y no suele frecuentar las reuniones colectivas
para no contraer ninguna enfermedad. Se recrea describiendo el ambiente y los
personajes, también las costumbres de un balneario. Cuenta con todo tipo de
detalle cómo son sus compañeros agüistas. Entre los bañistas, conoce a un
joven que parece interesarse por ella, pero descubre que
posiblemente tiene una enfermedad pulmonar y la primera atracción que siente
hacia él se convierte en rechazo total. La narración es un canto a la vitalidad
Es preferible la opción racional al romanticismo, lo vivo y vital frente a lo
enfermo porque, como concluye “(…) lo humano es el instinto que nos lleva a
buscar todo lo bueno, lo alegre, lo sano”.
Los huesos
del Abuelo[6]
Una familia vive con postín a costa de presumir de los hechos del abuelo, un gran hombre venerado por toda la población, un escritor afamado, miembro de la Real Academia y del Consejo, que en vida pasó sin pena ni gloria ante los suyos, y con loor y fama ante la sociedad. Muerto el abuelo, por su ilustre nombre el hijo casó con una marquesita y tuvieron una hija, avariciosa y poco caritativa, que se dispuso a vivir de la fama del difunto abuelo. La hija del difunto se casó con un mal escritor sin éxito ni dinero y muerto este, había conseguido gracias a la gloria del difunto una pensión de las Cortes, y disfrutaba presumiendo de su abolengo. La crítica a la tacañería y a la presunción, a la hipocresía y a la pacatería social es humorística. Con el tiempo ya nadie se acuerda de quien era el ilustre, pero la familia sigue presumiendo de muerto benemérito. Todo acabará el día que, dispuestos a llevar las cenizas del difunto al Panteón de los Hombres Ilustres, los huesos del abuelo no son los que deberían de ser y yacían confundidos con otros huesos y tenía dos fémures y tres esternoneS. Al derribarse una tapia del cementerio donde yacían ya no era posible saber de quién procedían. Y el medro familiar se acabó, ya que la noticia salió en prensa con el ridículo consiguiente, arruinando las expectativas de sus avariciosos descendientes.
La mujer
fría[7]
Distinto de los cuentos citados, es un relato misterioso y gótico de una mujer bellísima que esconde, a pesar de ella, el secreto de ser fría y producir a los que se le acercan una sensación gélida y marmórea. Su trágico destino es que todo lo que toca se muere. Se llama blanca y es una viuda vasca. No hay explicación, parece que nación con ese hado consigo. Todo era hielo a su alrededor, su belleza de estatua, sus gustos. No era frígida, ya que ella no era consciente y quería ser amada, Pero su olor a muerte impedía las relaciones íntimas con los hombres Y el amor de los que la amaban. En el amor, dice, es necesario el tacto y el olfato Es un relato, entiendo, de distinto corte del anterior, sugerente, más vanguardista `por el ambiente decadente y la modernidad del relato, pero que igualmente apuesta por la vitalidad y la sensualidad femenina.
En estas cinco narraciones cortas, Carmen de Burgos, Colombina, se muestra como una escritora de prosa viva, amena, capaz de crear personajes coherentes y mostrarnos sus dificultades en una sociedad convencional e hipócrita. Escribe sobre protagonistas fundamentalmente femeninos a los que rodean variedad de personajes bien trazados en ellas y negativos en ellos, y muestra la imposibilidad de que sus protagonistas alcancen la plenitud, en unos los casos por los condicionamientos sociales de inferioridad ante la Ley, y en otros por las dificultades de entendimiento físico. Pone su pluma al servicio de su lucha por la igualdad y va más allá en algún relato de corte modernista.
[1] ENA BORDONADA;
A. Novelas Breves de Escritoras Españolas, Madrid, ed. Castalia, p.195
[2]Año II,
agosto, 1909
[3] Se
publicó por primera vez en la Novela Semanal, Año 1, n. 15, Madrid,
publicaciones Prensa Gráfica, 1921. Ilustraciones Salvador Bartolozzi
[4] Edición original:
Madrid, Imprenta Los alrededores del mundo,1915, colección Los Contemporáneos,
nº.340. Ilustrador Federico Avrial
[5] Edición
original: Madrid, Publicaciones Prensa Gráfica, 1930. Ilustraciones de Ernesto
Urías
[6] Edición
original: Madrid, imprenta “Alrededor del mundo, 1922, colección Los
contemporáneos, nº.724
[7] Edición original, Madrid,Prensa Popular, 1922. La Novela Corta, nº.328