jueves, 9 de diciembre de 2021

Concha Méndez, Poemas (1926-1986) ( I )

 

Concha Méndez, Poemas, 1926-86 Hiperión


 

La Antología de Concha Méndez, publicada por Hiperión, aparece en 1995, casi un siglo después del nacimiento de la autora (1898). Mi blog quiere ser un testimonio de las voces de mujer aparecidas en la España democrática, y este es un texto representativo de una de ellas, Concha Méndez. Según el responsable de esta publicación, James Valender, historiador y académico inglés afincado en Méjico y especialista en la Generación del 27,  es Méndez la mujer más olvidada de su generación.  Su recuperación en la España de la Transición, y aún antes, fue muy temprana, pues publicó en Málaga la segunda edición de Villancicos de Navidad en 1967. Poemas de Concha Méndez fueron recogidos en 1970 por Camilo José Cela en 1970 en Papeles de Son Armadans. En 1970 Méndez y Altolaguirre seguían representando la continuidad de ese espíritu vanguardista de la generación de la Edad de Plata que Cela quería recuperar.

Suele ocurrirme con las antologías que me exigen más, pues no consigo en poemas dispersos satisfacer mi curiosidad sobre el autor. En este caso me ha pasado lo mismo. Mi recomendación sería leer los poemas en este muy interesante estudio de James Valenter que publica Hiperión; y acudir para ampliar la visión a la publicación Una Mujer Moderna, Concha Méndez en su mundo (1898-1986.) Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 2001, que recoge las actas del Seminario Internacional que se celebró en la Residencia de Estudiantes con motivo del centenario de la autora. Aporta de las hemerotecas los artículos publicados por Concha Méndez y sus declaraciones, las entrevistas que le hicieron los medio; y aporta igualmente las opiniones sobre Méndez de María Zambrano, Ernestina de Champourcín, y Consuelo Berges; y los estudios de Roberta Quance, Alfonso Sánchez Rodríguez, Juan Pérez de Ayala, James Valender, Pilar Nieva de la Paz, Emilio Miró, Catherine G. Bellvery Jhon C. Wilcox sobre su actividad intelectual y su obra

Concha Méndez nace en Madrid en 1898. Su nombre va siempre va unido al de Manuel Altolaguirre, pese a su separación posterior en el exilio de Cuba. Altolaguirre era editor. Málaga, representaba a la ciudad que, gracias a Manuel Altolaguirre, Emilio Prados y José María Hinojosa consagró en la revista Litoral a la Generación del 27.  Se conocieron en Madrid cuando Méndez regresa a España de Argentina en 1931 y juntos prosiguieron el trabajo editorial exquisito en una pequeña imprenta que compraron con dinero de Méndez al poco tiempo de conocerse. Juntos editaron la revista “Héroe” (1931-32) y su coleccion poética que publicó obra de de JJ Jiménez, Pedro Salinas, Rosa Chacel, Ernestina de Champourcin, Vicente Aleixandre y otros, entre ellos uno de Méndez: Niño y sombras. En 1932 se casaron y en 1934 fueron a Inglaterra con una beca de la JAE, para especializarse en el arte de la edición. Allí editan la revista bilingüe 1616. De vuelta a España será también editada por la pareja desde la primavera de 1935 a la de 1936, la revista Caballo verde para la poesía, que dirigió Pablo Neruda-

 Su especialización como coeditora de bellísimas revistas y ediciones quizá hizo que la crítica se olvidara de la creación propia de Concha Méndez. Si cuando se publicó la primera Antología de Gerardo Diego en 1831 no figuraba ninguna mujer  en ella, si figuraban en la segunda de 1934, Antología de Poesía Española Contemporánea, Ernestina de Champourcín y Josefina de la Torre, pero Concha Méndez no estaba representada. La exclusión, entiendo yo, pudo ser negativa en su carrera literaria, pues la crítica considera las dos antologías, tanto la publicada en 1931 como la de 1934, la consolidación de la generación del 27. El por qué se figura o no se figura en una antología poética depende del gusto del antólogo y también de las presiones al uso, en mi criterio.

Sin embargo, para esas fechas tenía Méndez publicados cuatro poemarios: Inquietudes en 1926, Surtidor, en 1928, Canciones de Mar y Tierra en 1930 editado en Argentina; y el ensayo  sobre poesía española y Vida a vida en 1933. Esta última tenía prólogo de Juan Ramón Jiménez, maestro de la joven generación Lo cierto es que, si se leen poemas de Méndez de estos tres primeros  poemarios, encontramos el molde de canción popular rimada muy influidas por Alberti y Lorca desde el punto de vista formal, pero tiene tambiñen  una estética innovadora modernista y temas novedosos e interesantes:  Los deportes, las radios, las bocinas de los coches, el té, el cigarro, el tranvía, el fox-trot, el yazz son temas urbanos suficientemente modernos para, a mi juicio,  ser incluida. Es igualmente nueva la escritura de poemas descriptivos urbanos escritos por una mujer que tienen a una mujer como protagonista, sean bañistas o bailarinas. También los poemas, en su sencillez, obedecen a las reglas del arte por el arte, sin más compromiso, como preconizaba José Ortega y Gasset

 

JAZZ BAND

 

Ritmo cortado

Luces brillantes

Campanas histéricas

Astros fulminantes.

 

Erotismos

Licores rebosantes

Juegos de niños

Acordes delirantes

Jazz ban. Rascacielos.

Diáfanos cristales

Exóticos murmullos

Quejido de metales (p. 126)

(De Inquietudes, 1926)

 

PAISAJE

 

Mi frente

Junto al cristal del tranvía

Tarde de azogue.

Domingo.

-Cruza un húsar de Pavía.

Las plazoletas de plata

Las modernas avenidas.

Suplantaciones de sombra

Por la sombra de ese día.

Paisaje urbano.

Mi frente

Frente al cristal del tranvía (p.165)

(de Surtidor 1928)

 

 

En cuarto poemario rompía con lo anterior.. La poeta excluida de la Antología protestó ante Gerardo Diego diciéndole que ella llevaba los pantalones por debajo de las faldas. Pese al alto nivel familiar, Méndez, la mayor de 10 hermanos de una familia de posición económica alta, buscó siempre la emancipación personal, independiente y lejos de su familia:

Alas quisiera tener

y recorrer los espacios

 viviendo la libertad

Deliciosa de los pájaros (de Inquietudes)

A espaldas de su familia estudió español para poder viajar con el dinero obtenido por dar clases. Y a espaldas de su familia en 1929 se había embarcado aventureramente en un viaje a Londres con idea de llegar a Nueva York, pero después de cuatro meses de estancia en Londres, viajó a Argentina donde se quedó hasta 1931 que regresó a España al advenimiento de la República.

En 1934, Concha Méndez tenía un currículum intelectual notable. Si ahora su preocupación prioritaria era la editorial, su curiosidad intelectual la había hecho interesarse por el cine, habiendo montado Historia de un taxi, en 1927, guion cinematográfico para una película del cine mudo rodada en Sevilla, que no llegó a estrenarse. diversos artículos suyos habían aparecido en La Gaceta Literaria. Teníía escritos, además de los cuatro poemarios, dos obras de teatro, El Personaje presentido y el Ángel cartero (1931), esta última representada en el Lyceum club del que era socia; y dos obras de teatro para niños, El pez engañadoy Comedia infantil en un acto (1931). Conocedora de varios idiomas, traducjo a Stendal e impartió conferencias en Londres y en Argentina sobre cultura y poesía española contemporánea. En Argentina había pertenecido a un círculo de intelectuales prestigiosos, Alfonso Reyes, Guillermo de la Torre, Consuelo Berges, Alfonsina Storni, Norah Borges, con los que tenía lazos de amistad. Publicó allí poemas en la revista Síntesis y en el periódico La Nació y su poemario Canciones de Mar y Tierra, que muestra gran influencia del Alberti de Marinero en Tierra.

Antes de su escapada a Londes y Argentina, conoció a Luis Buñuel con el que tuvo un noviazgo de seis años, Entonces Buñuel no pensaba en el cine sino en la entomología, pero nunca Buñuel en Madrid le presentó a sus amigos, eran dos mundos independientes el de los hombres y el de las mujeres, nada extraño pues al propio Buñuel su padre no le consentía que jugara con sus hermanas.  Si Méndez los conoció fue por su propia iniciativa, ya que se presentó a sí misma en un recital de Federico García Lorca. Se hizo amiga de Lorca y de Alberti cuya influencia acusa en los primeros poemarios. Asistió a tertulias y recitales, se interesó por Freud y, en opinión de Valender, el responsable de esta antología, se identificaba con los valores vanguardistas de la época que conjugaba la poesía con los deportes. Concha había sido campeona de natación en San Sebastián donde veraneaba con su familia, era gimnasta, conducía su coche y frecuentaba el casino y los bailes modernos. Era una mujer independiente.

Concha Méndez, Consuelo Bergés, Margarita Necken, Concha de Albornoz, Margarita Xirgú, Ernestina de Champourcín, Maruja Mallo, eran mujeres libres y emancipadas. Las mujeres mantuvieron lazos fuertes de solidaridad femenina. Méndez es la ciclista que figura en la pintura de Maruja Mallo con la que recorre Madrid y mutuamente se inspiran, las verbenas de Mallo están en los poemas de Méndez. La pintura de Maruja Mallo VERBENA tiene igual título en el poemario Surtidor a los que pertenecen estos versos:

 

…Danzas de juegos y ritmos.

Los carruseles giróvagos

Entre los aires dormidos

Marcando circunferencias

Sin compases

                            Los tiovivos

Y la fiesta de colores

Vibrantes y estremecidos

Estremeciendo la noche

Rutilante de caminos.

 

-         Para ir a las verbenas

Nos prestan su alma los niños.

 

También puede ser la nadadora de las pinturas de Mallo que recrea en sus poemas de marineras y después del tiempo con nostalgia:

“Ese incansable mar

Que bate mis orillas

Qué nostalgias me grita

En su batir eterno” (p.60)

(Vida a vida, 1933)

 

En 1931 a su vuelta a España desde Argentina, Méndez abandonó la poesía vanguardista y optó por una poesía más humanizada, que su antólogo, James Valender, considera su producción de más altura y que reflejaba sus vivencias.  Formalmente abandona la canción neopopularista y es más libre en las rimas, escribe en metros de arte mayor, heptasílabos   o alejandrinos algunos poemas. El libro de amor Vida a vida, publicado en 1933 está dedicado a su marido Manuel Altolaguirre. Pese a ser un poemario amoroso, hay una tensión esencial entre el yo y el tú amoroso, una dificultad de integración del tú en el yo que impide el amor pleno. Así lo afirma el antólogo (p.19) y lo comparto.  Encuentro en el poemario no solo amor, que sí, sino rasgos de angustia.

RECUERDO DE SOMBRAS

Sobre la blanca almohada

más allá del deseo,

sobre la blanca noche,

sobre el blanco silencio,

sobre nosotros mismos,

las almas en su encuentro.

 

Sobre mi frente erguido

el exacto momento

dices que en una sombra

vives en mi recuerdo.

 

Síntesis de las horas.

Tú y yo en movimiento

Luchando vida a vida,

Gozando cuerpo a cuerpo.

 

Dices que en esas sombras

vives en mi recuerdo,

y son las mismas sombras

que están en mí viviendo. (p. 59)

(Vida a vida, 1933)

 

La muerte al nacer de su primer hijo incide en una angustia existencial, es el tema de su Niño en sombras, publicado en 1936, sí en el poema recuerdo del que son estos versos:

Ibas a nacer, yo sola

iba contigo a buscarte

(La madre va siempre sola

quien quiera que la acompañe

el mundo es como un desierto

y el hijo en él un oasis ( p.83)

 

En marzo de 1935 nace su hija Paloma, central en la vida de Méndez.

De primavera de 1935 a primavera de 1936, sale a la luz bajo la iniciativa de Méndez y Altolaguirre la revista extraordinariamente hermosa “Caballo verde para la poesía de la que son editores, responsabilizándose de la edición Pablo Neruda, con ilustraciones de José Caballero y donde, además de los poetas consagrados del 27 se dieron a conocer a escritores más jóvenes como Miguel Hernández y Leopoldo Panero. Es el giro hacia una poesía más humanizada.

En Julio de 1836 al principio de la guerra Concha Méndez, para proteger a su hija parte de España al extranjero, mientras Altolaguirre se queda en España defendiendo la República. Méndez reparte el tiempo entre Inglaterra, Bélgica y España, vuelve en dos ocasiones a Barcelona para ver a su marido. Publica un par de colaboraciones en Hora de España.

Los poemas de Concha Méndez trazan su propia biografía, el ansia de ser ella misma y de ser libre, el juego social, la dificultad de compenetrarse alma y cuerpo en el amor, el ansia de maternidad, el dolor ante el borto” Es la muerte sin muerte de otro cuerpo en mi cuerpo (p.102).  Muy interesante me parece la afirmación del profesor John C. Wilcox en la publicación citada de la Residencia de estudiantes (p.217) que considera que Méndez tiene una visión ginocéntrica, frente la androcéntrica, una cosmovisión femenina. En su obra subvierte y revisa el canon poético masculino y aporta su cosmovisión femenina feminista. Esta cosmovisión no trascendente la acompañará en la aventura del exilio y en su posterior alejamiento primero de su patria y posteriormente de Altolaguirre. Todo ello cabe en una antología, que ha sido publicada por Hiperión y que hace justicia para recuperar la escritura de una mujer "sinsombrero"moderna y feminista.