lunes, 9 de agosto de 2021

CARMELA SAINT MARTÍN, CRUEL VENECIA,

 


Cruel Venecia, Colección Literaria Navarra, Edición y estudio, J.L. Martín Nogales, Pamplona, Fondo de Publicaciones del Gobierno de Navarra, 1994.

José Luis Martín Nogales, responsable de la edición, fue catedrático de Literatura Española en la UNED, director de la revista de cuentos Lucanor y director del Centro Asociado de la UNED

Carmela Saint Martín, autora de los cuentos, es el nombre literario,  de María del Carmen Navaz Sanz, nacida en Pamplona en 1895. Hija de la directora de la Escuela Normal Ana María Sanz Huarte y de Teodoro Navaz Huici, funcionario de la Diputación de Navarra, Navaz Sanz perteneció a una familia de ilustrados (1) Dada la condición de directora de la Escuela Normal de su madre, nació en el piso alto de la Escuela de Magisterio de la Plaza de San José donde su familia vivía. Desde la infancia estuvo arropada por una intensa vida cultural, pues la Escuela de Magisterio era la casi única institución intelectual de Navarra. Bajo el nombre de Carmela Saint Martín, se incorporó tardíamente a la vida literaria, pero, pese hacerlo ya sexagenaria, su obra alcanzó premios y reconocimientos dignos de resaltar, desarrollando una carrera de altura.

El estudio previo de Martín Nogales recoge la biografía de la autora y organiza los materiales de la edición, tomando de la obra literaria exclusivamente su faceta de cuentista de la que recoge doce cuentos de los 200 publicados. Es esta una antología en cuyo estudio previo Martín Nogales nos informa de la obra completa a la que ha tenido acceso, y de las aportaciones de la prosista navarra al género del cuento. Por no haber tenido en mis manos otra obra que la que hoy comento, me remitiré a hablar de los cuentos que incluye ésta.  Localizada en la Biblioteca General de Navarra, este estudio vio la luz en 1994. Es posible que los libros publicados en vida de la autora no estén abiertos al préstamo, o también que, al desarrollar la autora toda su obra literaria fuera de Navarra, en Euzkadi y Madrid, no se haya podido en su momento contar con ejemplares de su obra completa, hoy cuidada por sus sucesores. Este texto está en deuda con el autor de la publicación José Luis Martín Nogales. Dicho queda mi agradecimiento.

Al margen del texto, constato que tres de las mujeres navarras con presencia pública a caballo entre dos siglos estuvieron emparentadas: Ana María Sanz Huarte, Carmela Navaz Sanz  (Carmela Saint Martín) y Matilde Huici Navaz Igualmente constato que las dos escritoras navarras que rebasaron el ámbito local de esta época– Carmela Saint Martín y Carmen Baroja - tuvieron más presencia pública en el País Vasco o Madrid que en Navarra, aunque, aparte de cierta recreación de la mitología vasca, entiendo que nada hay de común en ambas escritoras.

Fue Carmen Navaz Sanz, una de los once hijos del matrimonio. Lectora precoz y muy arropada, tuvo a su disposición los libros infantiles de la Biblioteca de la Escuela de Magisterio y vivió la cducación desde la infancia sin desigualdad. Estudió Magisterio, como su madre y como Matilde Huici, y terminó la carrera en 1914 con premio extraordinario y titulación de Maestra de Primera Enseñanza. No ejerció la docencia como Sanz Huarte ni se matriculó en la Universidad de Derecho y ni amplió conocimientos en el extranjero como Huici Navaz. Carmen contrajo matrimonio en 1916, dos años después de acabado Magisterio, con el abogado Rufino San Martín Larraz y cambió el domicilió de Pamplona a Madrid donde su marido trabajaba para el periódico El Sol que dirigía Manuel Aznar, periódico que posteriormente dirigirá San Martín en Barcelona a donde el matrimonio trasladará su residencia, para, por temas de salud, terminar recalando en San Sebastián donde Rufino San Martín ejerció la abogacía.

Nada reseñable parece haber intelectual en vida de la futura Carmela Saint- Martín, ayudar a su marido como secretaria, atender sus labores del hogar y a sus tres hijos. En 1936 la coyuntura de la guerra civil parece determinar que los San Martín fueron afines a las ideas del nacionalismo vasco, aunque antes el abogado militara en el Partido Republicano Federal, ya que fue el PNV quien rescató al abogado de la cárcel y le ocultó, teniendo que exilarse a Francia porque también era buscado por los nacionales. Volvieron posteriormente a San Sebastián donde continuó Rufino San Martín como abogado hasta su fallecimiento en 1950.

 Es a la muerte de su marido cuando nace la escritora Carmela-o Karmela- Saint Martín. De su marido toma el apellido, afrancesándolo “Saint Martín”; de su voluntad vasca el nombre Karmela, o Carmela V (viuda) de Saint Martín. En mi opinión, optar por la utilización del apellido del marido como nombre literario, aunque sea afrancesándolo, sigue cierta tradición femenina decimonónica y su postura oscila en un inicio entre la modernidad independiente y la convencionalidad de ocultación personal

La voluntad de escribir fue firme. En 1955 va a optar por presentarse a premios públicos para poder publicar, y lo hizo concursando al recién creado premio de cuentos Leopoldo Alas, Clarín. Desde ese año hasta 1989 en que falleció su presencia en certámenes, premios y entrevistas la convirtieron en una escritora reconocida. Además de ganar el Premio Clarín y el Doncel, colaboró en La Estafeta literaria, Cuadernos Hispanoamericanos dos de las revistas literarias más prestigiosas de la época y en los periódicos Triunfo, Blanco y negro, de ABC, La Gaceta ; Arriba; Ya e  Informaciones.

LOS CUENTOS ANTOLOGADOS

El responsable de la edición, José Luis Martín Nogales afirma que ha sido su intención recoger los diversos tonos de la autora, por lo que los cuentos son diversos aunque mantengan, por una parte, unidad de estilo y preocupaciones formales dentro de una concepción tradicional no experimental. Y por otra parte, aunque sean diversos en la temática, son cuentos del género negro. Recalca Martín Nogales que el prólogo de Esteban Padrós de Palacios en su primera obra apuntaba la originalidad de la autora en no seguir la moda del momento, que era de la literatura social o de denuncia y compromiso- tan abundante tanto en la novela como en la poesía- y retomar la tradición de la novela naturalista del S. XIX. Desde mi punto de vista, algunos de los cuentos enlazan más bien con la literatura tremendista del Pascual Duarte de Camilo José Cela, publicada en 1942

La estructura narrativa es lineal, narrada por un narrador omnisciente, aunque alguno se cuente en primera persona. No hay lugar para el juego ni experimentación, que también empiezan a ser frecuentes en la Literatura de los años 50- 60. Observamos que los cuentos publicados frecuentemente se reputen en otros textos posteriores, tal vez sea fruto de cambios y retoques.

Ligeramente negro fue el primer libro publicado y “Naufragio” el cuento con que concursa al Clarín en 1955, que no ganó pero la situó en el mundo literario. El título adelanta ese matiz de narraciones dentro del género de la novela con desenlace fatal. La Cremá” y “Naufragio” y “La Juana”, fueron incluidos en esta primera obra. “Muestra de ese tremendismo, “La Cremá” y la narración más tardía, “Montaña sobre Montaña” son narraciones con un final dramático, ambiente cerrado y rural y tosquedad propios de una naturaleza maligna que desemboca ineludiblemente en tragedia. Los cuentos no son policiacos, pero si negros ya que, como apunta Martín Morales, casi todos acaban en muerte o asesinato.  “La Juana”, sin desenlace mortal, sigue la tradición de la novela picaresca, en la que un pícaro codicioso acaba burlando a otro pícaro, aunque en este caso las pícaras sean femeninas: la dueña y la criada. Hay implícita en alguna de las narraciones una cierta condena moral en la burla a la codicia, que acaba siendo inútil ante lo más valioso: la vida. Ejemplos de ello son tanto en La Juana como Naufragio, donde el protagonista muere rodeado de perlas siendo éste, como dijimos, el relato que presentó en 1955 al premio Leopoldo Alas, cuando su nombre era desconocido en el mundo literario

 El segundo libro de cuentos publicado, Con suave horror, fue Premio Leopoldo Alas en 1963. Consta de 13 cuentos a los cuales pertenecen “Montaña sobre montaña”,Dos navajazos”, “Verboten” y “El testamento”. “Dos navajazos” se sitúa en tiempos de la guerra Carlistas; y del diálogo entre un carlista y un liberal se deduce la inutilidad y el sin sentido de las contiendas bélicas, tema también apuntado en “Verboten” (peligro en alemán) título de un cuento interesante en el que da cabida por primera vez a la compasión: Los guerreros desnudos convertidos en jóvenes sin sus uniformes bélicos son casi niños y no merecen no morir, porque son iguales que “los nuestros”. También por primera vez introduce cierto lirismo al hablar de los cascos guerreros vacíos y abandonados como juguetes en la playa. En “El testamento” incluye cierto tema mágico tétrico e introduce lo sombrío inexplicable. El tema bélico será retomado en “Tablas que es un relato igualmente pacifista y cuenta el encuentro de dos partidas, una de carlista y otra de liberales que se despiden sin luchar. Los Rayos paralelos, situando la trama en la segunda guerra mundial, y sugiere la venganza del destino en forma de rayos que van a destruir a los alemanes que destruyeron a los judíos.  Los relatos están incluidos en Con suave horror. Una nueva publicación de la autora que fue presentada y ganó el Premio Doncel   con el título Después de los milagros, y salió a la luz bajo el título Los demonios mudos Narraciones crueles. “Cruel Venecia, contiene el cuento que da el título a esta publicación y, desde mi punto de vista, no es el mejor aunque sea el más extenso. Hay en él cierto culturalismo recreando la crueldad veneciana, el puente de los suspiros y las mazmorras donde los condenados se ahogaban al subir la marea.

Carmela Saint Martín continuó escribiendo y retocando lo escrito en 1967, 1968 y 1971 y publicó dos novelas cortas Señoras de Piso y Ternura infinita, además de tres libros de narraciones para niños.

La Transición española de 1975 puso el acento en lo local y autonómico. Esta vez la escritora apuesta por lo que está en auge y recopila y publica Nosotras las brujas vascas, con prólogo de Julio Caro Baroja, recreando la mitología vasca y la tradición oral. El Cardo, repite con otro título el ya publicado Mi ama Demetria, quizá algo modificado. Es recreación de la mitología vasca de tradición popular que cree que el cardo que se pone en las puertas de los caseríos sirve de protector de los malos espíritus de las sorguiñas y que no hacerlo trae mal agüero. No es una narración simbólica idealizada y no hay lirismo sino sordidez, ya que el niño protagonista que narra en primera persona su vida en el caserío pierde los dedos del pie devorado por un cerdo.

Continua la autora adscrita a la literatura negra y prosigue su carrera literaria con Los Rayos paralelos, publicado en 1977, que conforman 19 cuentos, algunas antiguos– “Dos navajazos” - y otras nuevas narraciones- De Nosotros los vascos, esta antología recoge un cuento de nueva creación El puerto de San Sebastián. Por los títulos entendemos que se preocupa la escritora en más trabajo de recopilación que de creación y, aunque va a continuar afín a la literatura negra, pone en orden sus cuentos.

En una antología de 12 cuentos habrá por fuerza muchos temas que se nos escapen y no podemos trazar un seguimiento riguroso de su trayectoria literaria. Tampoco recoge esta antología ninguna muestra de sus cuentos para niños. J.L. Martín Nogales, que ha tenido acceso a la obra completa, afirma que hay una evolución en las estructuras narrativas, e historias contadas por distintos personajes sobre un mismo tema similares al Decamerón; que en otras narraciones el personaje cuenta su historia en primera persona y que la autora siempre sigue siendo fiel al género negro. Muestra de ello es, pienso, “El Puerto de San Sebastián,” uno de los últimos cuentos publicados donde no hay idealización, sino la historia de la desaparición en el puerto de un borracho.

Como conclusión : Sería de desear que el Gobierno de Navarra se decidiera a reeditar la totalidad de sus cuentos y de su obra narrativa, pues bien merece   la figura de Carmela Saint Martín ocupar un lugar literario en Navarra, ahora que la literatura femenina, por fin, va ocupando el espacio que le corresponde.

 

 

1 Remito a la biografía de Ana María Sanz Huarte escrita la catedrática Amelia Guibert  Navaz, María Ana Sanz Huarte (1868-1936). En primer término, mujer, Eirene editorial, 2012.La autora, nieta de Sanz Huarte, da una amplia información sobre los orígenes familiares y la genealogía

 

Bibliografía

Cuentos: Ligeramente negro, Barcelona, Editorial Rocas, 1959;  Con suave horror: Barcelona, Roca, 1965 Premio Leopoldo Alas, 1963; Los demonios mudos Narraciones crueles, Presentado al Premio Doncel   con el título “Después de los milagros”,  Madrid, AZ 1967; EL Servicio, Madrid, Azur, 1968; Nosotras las brujas vascas, San Sebastián, Txertoa, 1975; Las Seroras Vascas, San Sebastián, Txertoa, 1976; Los Rayos Paralelos, Madrid, Doncel, 1977; Nosotros los Vascos, San Sebastián, EV, 1978; Ene Doña Benigna, San Sebastián, LUR, 1979 Novelas  :Señoras de piso, Alfaguara, 1967; Ternura infinita, Madrid, 1968. Libros infantiles Después de los milagros, Madrid, doncel, 1967; Animalitos de Dios, Madrid, alameda, 1967. El perro Milord, Madrid, 1971Otros textos, Diputación foral, Hilarión Eslava, folletos tema de cultura