Elvira Levy, argentina; periodista, poeta; ensayista; amiga de Madrid, ciudad donde residió 13 años; compañera de la Asociación Prometeo de Poesía, autora de poemarios; libros de investigación y crítica; directora de talleres literarios; mujer de mundo premiada, entre otros premios con el de Jerusalem 1990 por su ensayo ·"Los judíos y el descubrimiento de América"; residente en Barcelona, en Madrid, en Jerusalem en Buenos Aires, estudiosa de Octavio Paz y de Jorge Luis Borges, acaba de obsequiarme con un nuevo poemario, En la senda del Dolor, publicado en Argentina, Editorial Enigma 2016
En la Senda del dolor es poemario de recreación bíblica y al mismo tiempo indaga sobre el sentimiento de culpa, sobre el destierro, y sobre el Destino a través uno de los arquetipo más conocidos y presentes de la literatura sagrada: Caín.
Génesis, libro primero de la Biblia, común a las religiones del Libro, nos trasmite la historia de Cain, asesino fratricida de Abel, y con él el arquetipo del mal más insidioso, la envidia, con los celos que van a llevarle hasta el asesinato fratricida. Envidia que, escribe la autora, desde el principio es inmortal pues pervivirá en toda la descendencia, tentando corrosiva a las generaciones y al propio poeta con el que Caín conversa. Y también nos habla, porque los celos nacen de su contrario, de la inseguridad del no amado, de la necesidad de amor y aceptación, y de la injusticia dañina del rechazo. Y De la inmutabilidad del Destino.
Levy recoge la tradición bíblica y la recrea, prolongando la historia de Cain que traen los textos e inventando su transcurrir en la tierra. Estructurado en XXXIII poemas, a modo de capítulos, los textos configuran un diálogo entre el poeta y el personaje, que irrumpió un día en la vida de la autora exigiéndole ser escuchado y escrito. El poeta lo escucha, lo interroga, y lo acompaña en sus reflexiones, oponiéndo omnisciente- puesto que conoce la historia- su propia visión hasta la sublimación de cerrar la esfera, hasta el Juicio y la Luz donde, explica, seremos “eterno polvo de estrellas, materia lumínica integrada al universo” (pag 47). Una vez escrito- hay algo de metaliteratura en el concepto- el personaje es retenido en el texto y liberado al mundo y puede vagar como un hombre nuevo.
Es obra de hondo fondo filosófico sapiencial y escrito bajo la forma literaria de versos libres, palabras esenciales y escuetas, arropada por el ritmo personal, la belleza de las descripciones y la precisión de los términos. La fuerza de la recreación de los paisajes, los desiertos, los vientos las metáforas pertenecen al campo semántico hebreo. Y es obra, entendemos, en su construcción dialógica muy de aquella tradición. Dividido en dos apartados, los capítulos I al XVII nos cuentan el homicidio y las circunstancias de los hechos desde la tierra de origen; los capítulos XVII a XXIII su peregrinaje fuera de la tierra nativa, el arraigo en la tierra de Nod, la misericordia del Supremo, el amor, la creación de su propia estirpe; y la muerte, hasta la fusión con el cosmos.
En un tiempo de pensamiento débil, Levy se acoge a la palabra esencial, la sacralidad de la palabra revelada y la trasmitida. Esa importancia de la palabra esencial se refleja no solo en un cuidado y alto vocabulario poético con que afronta los textos, también en la utilización de términos abstractos escritos en mayúsculas que es muestra, entendemos, de la importancia otorgada, así escribirá Juicio y Luz, ya citadas , pero también “ Almas”; “Plenitud” ; “Origen”; “El Supremo”; “El Jardín del Eden”; “la Multiplicidad”; “Hacedor”; “Energía” ;”Destino”; “Verdad” ; “Existencia divina”; “El Eterno”; “El Creador. Estamos, pues, ante un poemario trascendente, cuya poética , además de crear poesía, quiere indagar en los temas que hacen del hombre un ser interrogante necesitado de respuestas. ¿Está ya Caín predestinado desde su origen para ser el arquetipo del mal, lo mismo que Abel , “ el hermoso muchacho, hecho para complacer” (pag 47/) que se inmoló para que el círculo se cerrara? Y, si es predestinado, si matar era su destino inalterable ¿es culpable? Abel era el Alma hacia su unión con Dios y Cain el cuerpo, la mano asesina que debía matarlo. El crimen, piensa Cain más tarde, (pg 31) no fue un delito menor, sino un sacrificio, una ofrenda al Señor. El Destino ya estaba determinado. Dicen que la belleza y la maldad/Son dos formas de alcanzar el poder, singulares modos de atemorizar y dominar el mundo, ahora partido en dos” (pg 25) Frente a la belleza de Abel, “capaz de subyugar al supremo” Cain quiere optar por el poder de la maldad maldad, por ser el exterminador, el angel negro. Pero el poeta apela a los cabalistas que afirman que sí, que ambos hermanos fueron instrumento divino. Y No, Levy va a redimir la culpa de Caín.
La senda del dolor es la senda de la culpa, del remordimiento y también de exilio. No solamente la pérdida del Paraíso por de la culpa de Adán y Eva”Y la vida se volvió dolor, muerte segura”(pg17) sino el exilio de una vida errante por el desierto marcado por el dolor , la soledad, el rechazo, el estigma y la nostalgia del Origen hasta la sublimación y la fusión.
Los textos hablan de la senda, el filo del dolor ¿Cúal es el otro filo?¿el del amor? El amor. Cain, asume que la belleza de Abel es superior porque fue engendrado en un oasis. Su madre, Eva, le engendró´a él en el desierto y no le enseño a amar, por eso es un fruto amargo ¿Pero no está también él mismo creado a imagen y semejanza del Supremo? El desasosiego del personaje, el rechazo, tanto por parte del Supremo como por la preferencia paternal sobre el hermano, acompañará a Cain y desencadenará el homicidio y con él el exilio. Solo después de su larga travesía por el desierto en compañía de los chacales va a alcanzar la deseada plenitud de un amor correspondido que estallará en un hermoso canto erótico de amor un tierno, inspirado “Tiéndete y te amaré una y otra vez, besándote, penetrándote , suave, lentamente.. , un texto de gran altura lírica y metafórico apogeo (pág43)
Intuyo que la autora asume en esta visión su propia tradición literaria, la tradición bíblica judía, no en vano apela a la Cábala ”En un tiempo futuro los cabalistas dirán/ que todo fue un hecho deliberadamente creado/Que tu hermano jamás quiso competir contigo/ ni fue responsable. Le agradara su ofrenda /y no la tuya..”(pag32) Ese conocimiento y uso cabalístico, quizá, hace que la visión de los lectores desconocedores , como es mi caso, tengan miedo a aventurarse en sus juicios ya que pueden desfigurar, quizá, los ricos matices, la totalidad del pensamiento o la hondura del sentimiento expresado, pues la autora para escribirlo, dice, apeló a la sabiduría de maestros y guías cabalísticos, entre ellos el de su propio hermano Rudy Elias , Esther Seligson y Ricardo Insfran.. Es cierto que es obra abierta, pero el lector transmuta la obra del autora hacia su propia lectura personal basada en la tradición conocida, al intentar llevar a cabo la crítica literaria para la cabal comprensión de este texto, por lo que pide benevolencia, pues el poemario alcanzará la plenitud de matices con el conocimiento de la tradición en la que se inscribe.
Pero En la Senda del Dolor, es esencialmente un libro de versos, un diálogo poético. Por tanto, la poesía subyugante envuelve la senda del dolor bíblico y la convierte en un poema continuado de fuego y belleza, donde el amor a la palabra brilla y trasmuta la culpa y el exilio en puro ascenso lírico no exento de misticismo y purificación.
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