DOÑA FRANCISCA PIZARRO, UNA ILSTRE MESTIZA
María Roswtworowski de Díaz Canero
IEP, Instituto de Estudios Peruano, 1ª edición, Perú, 1989, Serie Historia andina 14, resultado del proyecto “Subordinación y complementariedad: Relación de hombres y mujeres en los Andes”, financiado por la Fundación Ford
Las princesas incas
La actitud de las mujeres indígenas.
La atención a la conquista desde el sentimiento femenino, a
pesar de que la autora evite un juicio de valor, presenta, a nuestro juicio, un
panorama negativo para las mujeres. Aunque sea otro el contexto, separado por
cinco siglos, pensamos que hubo una utilización por los españoles de las mujeres
indígenas propia de las guerras de conquista.
Recupera este estudio nombres de las principales, ñuscas, o
princesas incas, con las que se cruzaron los conquistadores, pero a
los españoles tomar por esposa, o por compañera, a una princesa inca les
aportaba prestigio ante los indígenas incas. Creemos que el trato no siempre
bueno a las mujeres principales sería
extensible al resto de mujeres indígenas no principales. La historiadora no
condena, pero si interroga o plantea dudas:
“¿Qué sentimientos surgirían entre las mujeres andinas
ante el invasor? ¿Se conjugarían en ellas las cambiantes circunstancias habidas
entre amor y odio?
En algunos casos se casaban con españoles, pero, por lo
general, de rasgo inferior al de su propia alcurnia (P.14) “Lo real es que Atahualpa
la entregó por compañera a Pizarro, sin preguntarle seguramente su opinión”
(pág17
El cruce racial resultaría negativo, no para los mestizos,
pero si para las madres de los mestizos. Si bien podría
ser comparables a las princesas europeas, ambas piezas de juego en los
intereses políticos, e incluso era habitual en las costumbres
incas, en el caso de las princesas incas emparejadas con españoles no pudieron
apoyarse en los principales de su raza, sometidos o muertos por los conquistadores..
En segundo lugar,
entendemos, que a las princesas andinas emparejadas con los conquistadores se les
privó de sus hijos, ya que fueron alejados de sus madres indígenas para ser educados
a la manera española. En la mayor parte de los casos, los españoles quisieron
que sus hijos mestizos tuvieran una enseñanza superior a la que pudieran darles
las madres naturales. Ese fue el caso de los hijos de Inés Haylas Yupanqui y
Francisco Pizarro. Francisco Pizarro en su testamento dictó cómo deberían educarse sus hijos, y mandó que su hijo Gonzalo, su sucesor, aprendiese latín. El
conquistador, abandonado por su padre Gonzalo el largo por ser hijo bastando,
quería para sus hijos lo que él no había tenido, era ágrafo.
Las Princesas incas
María Rostworowski aporta el nombra a varias princesas incas.
Por ser un tema interesante para mi, por lo desconocido, he tomado sus nombres y
en algún caso mi curiosidad ha añadido algún dato a sus biografías de fuentes
fiables.
Contarhuacho,
Madre de Quipe Sisa y aliada de los españoles
Fue una de las esposas secundarias de Huayna Cápac,
emperador del Tuhunatinsuyu. Hija del curaca de Huaylas. tras un aguerra, el vencedor, el emperador inca,
obligó a los vencidos a sus a que sus hijas fueran trasladadas a Cusco. El inca
se enamoró de ella y la hizo una de sus esposas secundarias. Tuvo con el
emperador un niño que murió y poco después dio a luz a una niña que llamaron
Quispe Sisa. El inca concedió a su esposa los señoríos de Tocas y Huaylas, con
título de curaca o cacica, que era el título de jefe con mando político,
administrativo y militar andino. A la muerte de Huayna Cápac, Contarhuhacho se
retiró con su hija, Quispe Sisa, al señorío de Tocas. Mujer poderosa, ayudaría a las tropas de
Pizarro, entonces compañero de su hija y padre de sus nietos, en el Cerco de
Lima, en 1536. Estuvo al frente de un
millar de soldados. María Rostworowski [2]
recoge que su ayuda fue decisiva para tomar la plaza. Su historia demuestra que
una mujer indígena podía tener poder y ejercerlo, es opinión mía.
Quispe Sisa, Inés Huaylas Yupanqui
Primera compañera de Francisco Pizarro, madre de Francisca y Gonzalo
Pizarro
Princesa inca, Inés
Huaylas, nacida como Quispe Sisa, fue una ñusca, o princesa inca, hija del
Huayna Cápac, emperador inca de Tahuantinsuyo. Debió de nacer alrededor de 1515.
Como hija del emperador inca, se educó en Cusco en la escuela donde se educaban
los hijos de la nobleza inca, allí vivió los últimos años del incanato. Conoció
la guerra civil entre los dos sucesores de Huayna Cápac, sus hermanastros, Atahualpa
y Huáscar. El vencedor, Atahualpa, mató
a su hermano un poco antes de la llegada de los españoles. Cuando estos llegan
a Cajamarca en 1532, Pizarro con engaño, hace prisionero a Atahualpa y, para
congraciarse el inca con Pizarro, llamó a su hermanastra Quispe Sisa, recién
llegada del Cusco, y se la entregó por esposa. Aunque algunos autores hablan de
que se casaron por el rito inca, Rostworowski la llama compañera. Quispe Sisa fue
bautizada y tomó el nombre de Inés
En 1532 Pizarro, que había nacido en Trujillo en 1478, tenía cincuenta y cuatro años, Inés Huaylas Yupanqui alrededor de dieciséis o diecisiete. Fue la compañera de Pizarro desde 1532 hasta 1536. Posiblemente, Inés Huaylas fue querida y agasajada inicialmente, parece que Pizarro la estimaba y la llamaba “pizpita”, por lo graciosa; hablaba castellano, pero no sabía escribir. En Jaula tuvo Inés con Pizarro dos hijos. Celebraron con júbilo el nacimiento de sus hijos , Francisca[3] (1534) y al año siguiente Gonzalo (1535) legitimados por el rey Carlos V . A raíz de la sublevación de Manco Inca en 1536, noticias ajenas a este estudio mantienen que Inés fue acusada de espiar a los españoles a favor de Manco II y de querer huir con el botín de oro y plata de la ciudad llevándose a sus dos hijos. Dice la historiadora que un paje de Pizarro que vivía en la misma casa, de nombre Francisco Ampuero, se enamoró de ella e Inés se casó cristianamente con Ampuero. Pizarro le quitó a los hijos y confió la educación de Francisca y Gonzalo a su hermano de madre. Francisco Martín de Alcántara y su mujer, Inés Muñoz Francisco Pizarro no mostró enfado y otorgó a su paje la encomienda de Chaclla. La generosidad de Pizarro está matizada por algo que dice la historiadora.
“Quizá el marqués no sintió enfado contra Inés por gustarle una nusca llamada Cuxirimay Ocllo, joven destinada a ser la mujer principal de Atahualpa y por lo tanto digna del ibérico conquistador “(p.18)
Inés Huaylas tuvo con Francisco Ampuero tres hijo, Martín
Alonso, Francisco e Mariana Isabel; Isabel acompañaría a su hermana de madre, Francisca Pizarro Yupanqui, en su viaje a España. Todas las investigaciones
sobre el segundo matrimonio de Inés Huaylas afirman que Ampuero era codicioso e
infringió a su esposa malos tratos y no guardó el respeto que merecía como
princesa inca.
Pizarro no incluyó a
Inés Huaylas en su testamento.
Cuxirimay Ocllo o Doña Angelina Yupanqui,la nueva compañera de Pizarro
Bautizada tomó el nombre de doña Angelina Yupanqui, era princesa inca que había sido esposa principal de Atahualpa y coronada como Coya-reina-, pero no llegó a ejercer porque fue hecha prisionera por los españoles con Atahualpa. Compartía con Atahualpa los abuelos paternos. Casada con el rito inca con Atahualpa tuvo seis hijos Compañera segunda de Pizarro, su nobleza de estirpe le confería la dignidad que merecía el conquistador ya que le ayudó a cimentar la dominación de Pizarro con los indígenas, dado su conocimiento de la lengua quechua. Daría a Pizarro nueva descendencia, aunque no legitimada, de la que tenemos noticas de Francisco, nacido en Cuzco, ) que años más tarde, acompañaría a su hermanastra, Francisca Pizarro Yupanqui en su viaje a España. Francisco no fue citado en el testamento de Pizarro de 1537, los historiadores afirman que nació con posterioridad. En 1540 tuvo un nuevo hijo, Juan del que no se habla en este trabajo y que hemos encontrado en internet . Noticias de internet informan de otro hijo, Juan Pizarro Yupanqui. Posteriormente a la muerte de Pizarro (1541), Doña Angelina casaría con Juan de Betanzos y tendría una hija, María Díez de Betanzos . Juan de Betanzos fue cronista oficial, uno de los únicos españoles que, conocían el idioma quechua ; pudo, tal vez, ayudar a su esposo a escribir Suma y narración de los incas, que constituye una de las primeras narraciones del imperio inca . A él se debe un diccionario elemental de quechua.
Kura Occllo, mujer de Manco II.
María Rostworowski la llama la manceba del inca. Imaginamos casada por el rito inca, tuvo con él una hija y dos hijos. Quizá por ser un acontecimiento cruel, la historiadora trasmite la historia, pero no da el nombre de la ñusca. Huja de Huayna Cápac. Ante la rebelión de Manco II en 1536 contra los españoles poniendo sitio a Cusco, Gonzalo Pizarro mandó emisarios a Manco con una jaca y presentes para congraciarse, pero Manco y sus guerreros se apoderaron de la jaca y el negro que la conducía y los mataron. Kura Ocllo, muy querida del inca, había sido hecha prisionera por los españoles en Vilcalbamba . En venganza Gonzalo Pizarro mandó atar a la prisionera, a un poste y que unos canaris le arrojaran flechas hasta matarla, sin que en ningún momento se quejara ni profiriera voz alguna, admirándose los españoles de la valentía de la mujer. Informaciones ajenas al texto afirman que era medio hermana, además de esposa, de Manco II y que en el cautiverio de su marido dirigió la operación de acoso contra los españoles.
Azarpay
Hija de Huaina Capác y de su mujer principal y hermanastra de
Inés Yupanqui Era la compañera y hermana de Tupa Hualpa, nombrado por Pizarro nuevo
inca tras el asesinato de Atahualpa. Argaray ,
tras la muerte Túpa Hualpa, posiblemente envenenado, huyó de Jauja y por
miedo a caer en manos de los españoles se dirigió a Cajamarca, pero fue
apresada por Melchor Verdugo, un personaje sin escrúpulos y enviada a Lima. Azarapy
era hija del emperador inca Huayna Cápac
y de su mujer principal, por tanto su alcurnia era mayor que la de Inés Yupanqui.
Los celos de Inés Yupanque, la historiadora dice que quizá por su mayor rango, hizo
que la acusara de conspirar contra los españoles. Sin otro juicio, Azarapy
sufrió garrote.
***
La memoria de Inés Huaylas, princesa inca. está fijado por su hija Francisca Pizarro con orgullo de su origen en el emblema de Palacio de la Conquista de Trujillo, España.
La memoria de Kura Occlo, princesa inca, por su valentía está esculpida con orgullo de su raza en Ollaytantambo, Peru
.***
Motivaciones. Me he demorado dando extensión a unas pocas páginas del texto . Quizá por ser mujer y apuntalar sus nombres. Quizá sean mis viajes a
Perú, el conocimiento del terreno, la fascinación que me produce Cuzco , ombligo
del mundo donde lo inca y lo español siguen presentes, o su cercano cielo azul
casi a tiro de mano. O quizá sea mi
gusto por Lima, ciudad de los Reyes, la monumentalidad de su Plaza de Armas, el color amarillo de
sus soportales, las Iglesias. Quizá sea que el cruce de razas, el mestizaje de mis nietos
y su acento español matizado por el color y la dulzura.
[1] Sobre Quispe Sisa, la novela de Roberto
Rosario Vidal, Inés Huaylas Yupanqui, una estrella entre dos mundos,
Universo de Letras, 2022.
[2] Archivo Nacional de
Madrid, titulada Genealogía de don Melchor
Carlos Inga
Cunéo
Vuidal, Los hijos americanos de la conquista
[3] 27marxo,
1536
[4]
27,marzo, 1536, Francisca. Real cedula, hecha en Monzón 10 octubre, 1537Gonzalo
Sobre cuxirimay Ocllo http://peruantiguo.wordpress.com i
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