viernes, 21 de febrero de 2025

DOÑA FRANCISCA PIZARRO, UNA ILUSTRE MESTIZA ( IV ) Biografía. Perú

DOÑA FRANCISCA PIZARRO, UNA ILSTRE MESTIZA  IV

María Roswtworowski de Díaz Canero

IEP, Instituto de Estudios Peruano, 1ª edición, Perú, 1989, Serie Historia andina 14, resultado del proyecto “Subordinación y complementariedad: Relación de hombres y mujeres en los Andes”, financiado por la Fundación Ford

 Opiniones Al margen de este texto


Le interesó desde el principio a la Corona la evangelización de los indios, que los conquistados les dieran buen trato y se impidiera su esclavitud[1] aunque los conquistadores no siempre lo cumplieron[2] . Como se desprende de este estudio, la corona española quiso el mestizaje, por lo que se dictaron leyes  a favor de las bodas de los españoles con las mujeres incas[3] y los hijos nobles del mestizaje español inca fueron, por deseo y conveniencia de la corona, venidos  a España, alcanzando bodas de alcurnia y títulos nobiliarios. 

Quizá, en mi entrada anterior, juzgué con dureza el tratamiento que dieron los conquistadores a las princesas incas, aunque apelara a un contexto del que cinco siglos nos separan. Si el comportamiento de aquellos conquistadores en Perú afectaba al trato con las mujeres indígenas, que estaban a merced de sus ambiciones territoriales o sexuales, en España la corona otorgaba como recompensa a las hazañas y los méritos de los conquistadores desposarlos con mujeres de alcurnia españolas.  También en España se ejercía el repudio o alejamiento de la mujer, pues un hombre poderoso podía desprenderse de ella y encerrarla en un convento para poder establecer un casamiento más ventajoso e, incluso, quitarle los hijos si los había, como este texto nos muestra que fue el caso de Hernando Pizarro que alejó a su primera pareja, Isabel Mercado, para hacer una boda ventajosa con su sobrina Francisca Pizarro manteniendo los hijos de Isabel Mercado consigo.

Las circunstancias de la mujer en esta época siempre se supeditaban a intereses y caprichos masculinos, que son los que detentaban el poder . Ese fue el caso de las princesas incas de las que hablamos en la anterior entrada,  ellas no podían ampararse en sus  parientes, presos o muertos por los conquistadores, y eran estos los que decidían a su favor, propio de vencedores y vencidas.

Francisca Pizarro Yupanqui, una ilustre mestiza.

Tomo los datos de María Rostworowski y los amplio con otros contrastados, ya que la autora, en su ajuste a lo indispensable con parquedad, da por hecho que conocemos la historia de Perú y su conquista.  

 Hija de Francisco Pizarro y princesa Quispe Sisa, bautizada como Doña Inés Yupanqui, nieta del emperador inca Huayna Cápac y su esposa secundaria Contarhuacho, una mujer poderosa, curaca de Tocas y Huaylas. Era sobrina Atahualpa, de Huáscar y de Manco II, y de Juan, Gonzalo y Hernando Pizarro. En ella se cruzaron las sagas de los emperadores incas y los conquistadores españoles.  Nacida en Jaula en 1534,  Francisco Pizarro la recibió  con júbilo y la aceptó y también a su hermano Gonzalo,  un año después. Fueron legitimados por Carlos V [4]pese a que Pizarro debió casarse por el rito inca

Especulamos cómo sería la educación de sus dos primeros años de vida con su madre:  Aunque Doña Inés Yupanqui también hablaba castellano, quizá la niña pudiera entender algo de su idioma quechua nativo. No dice nada de ello este estudio. Francisca Pizarro pasó a ser educada a la española dos años más tarde, cuando Francisco Pizarro y Doña Inés se separaron y abandonó la madre el palacio para habitar con su nuevo esposo, Francisco Ampuero, en una casa situada en la misma plaza de la Ciudad de los Reyes (Lima). Francisca y  su hermano Gonzalo siguieron viviendo bajo la tutela de su tía Inés Muñoz[5], esposa de Francisco Manuel Alcántara, hermano de madre de Francisco Pizarro. Tampoco dice el estudio si la niña siguió teniendo relación con su madre. Sí dice el poco afecto que parecía despertarle Francisco Ampuero y la mucha protección que le otorgó Inés Muñoz, encargada su la educación y cuidado, llamada por Francisco Pizarro al separarse de doña Inés Yupanqui.

En 1537 por sus triunfas en Cuzco y Lima frente al inca Manco II, Carlos V  concedió   a Francisco Pizarro el título de Marqués, título de Marqués que nunca uso, se le llamaba Gobernador de Perú. En 1541 las guerras por el dominio del territorio continuaban, esta vez entre los conquistadores españoles Francisco Pizarro y Diego de Almagro por el gobierno y dominio de la ciudad de Cusco. Vencido, Almagro en Cusco fue ajusticiado por Hernando Pizarro, lo que despertó el odio de los almagristas y el recelo del rey Carlos V. 

Estaba instalado Francisco Pizarro en el Palacio del Gobierno en la ciudad de los Reyes[6] , cuando, en venganza, el hijo mestizo de Almagro, Diego de Almagro el Mozo y los almagrista penetraron en el Palacio del Gobierno en la Ciudad de los Reyes, y pese a su defensa, asesinaron a Francisco Pizarro[7] y los pocos que con él quedaron  entre ellos, Francisco Martín Alcántara, esposo de Inés Muñoz, los cuidadores de los hijos de Pizarro. Hernando Pizarro se encontraba en España, recluido en el Castillo de la Mota por la muerte de Almagro y Gonzalo Pizarro fuera de Lima. Los almagristas se hicieron con el poder, asaltaron las casas y robaron los haberes de los pizarristas.

Inés Muñoz, comprendiendo que los niños corrían peligro, buscó refugio para ellos en un convento de Lima, después huyó de Lima, se dirigió con los niños a Tumbes, vendió sus joyas, pagando 300 pesos alquiló caballos, contrató arrieros y se quedó en Quito en espera de la llegada a España del nuevo gobernador de Perú, Cristóbal Vaca de Castro Los hijos de Pizarro,  vivieron con Inés Muñoz  en Tumbes, Piara y Trujillo, hasta que se calmó la situación y volvieron a Lima, cuando Vaca de Castro [8] derrotó en 1542 a Diego de Almagro el Mozo que fue decapitado

Los dos hijos legitimados, Francisca y Gonzalo, eran sus herederos. A la muerte por asesinato de su padre Francisca tenía siete años y Gonzalo seis.  Francisco Pizarro en su testamento [9]declaraba a su hijo Gonzalo heredero universal, patrón de la capellanía, mayorazgo y Gobernador del Perú y otorgaba a su hija Francisca 12.000 pesos de oro, pero la llamaba a ser heredera de todos sus bienes a la falta de su hermano. Muerto de muerte natural Gonzalo[10], se convirtió Francisca en heredera rica y deseada. Gonzalo Pizarro pasó a ser tutor de sus sobrinos. Era él quien administraba sus bienes y se responsabilizaba del coste de su instrucción, mostrándose muy interesado en su sobrina.  Inés Muñoz, bajo la tutela de Gonzalo Pizarro siguió encargándose de su educación , Volvió Inés a casarse con el español Antonio de Ribera y los mestizos, Francisca, y Francisco, hijo de Francisco Pizarro y Doña. Angelina, se educaron a la española, que en una chica incluía lectura, escritura, música y danza, siguiendo el testamento de su padre que sí lo ordenaba. 

Al  Consejo de Indias le venía preocupando la situación de los abusos con los indios de los encomenderos españoles, denunciadas por el fraile dominico Fray Bartolomé de las casas[11]. Carlos V promulgó Las Nuevas Leyes de Indias[12] cuyo objetivo era proteger a los vasallos indios de la Corona evitando su esclavitud, limitar las acciones de los encomenderos, reorganizar el gobierno de las Indias, y frenar el aumento del poder de los conquistadores.  Preocupaba al Consejo de Indias no solamente el maltrato de los indios sometidos, también que  en sus ambiciones  los españoles crearan una nueva aristocracia con los descendientes del imperio inca, ajena a la corona. 

Nuevamente la situación de Francisca se complicaría con el enfrentamiento contra España de Gonzalo Pizarro, acaudillando a los encomenderos contra España por la no aceptación de las Nuevas Leyes. Se estableció una guerra civil cruenta entre los encomenderos y la corona que acabó cuando Gonzalo fue   vencido[13] y decapitado.

No hay cartas ni documentos que indiquen que pensaba Francisca; aunque sea elucubración imaginamos el drama originado, ya que tenía una muy buena relación con su tío y así lo deja dicho en su primer testamento. La tutoría de Francisca continuó con sus protectores, Inés Muñoz y su segundo esposo Antonio de Ribera. Tenía doce años, siguió educándose. Poseía una alta posición por todas las encomiendas heredadas y por ser hija del difunto gobernador de Perú.  

Cuatro años más tarde, en 1550, Carlos V por real Orden, ante las cartas con insinuaciones y quejas por parte del inquisidor Pedro de Lagasca  y otras autoridades españolas en Perú[14], que hacían a la corona española recelar del poder que podían representar los mestizos hijos de españoles y de la nobleza inca, creando una monarquía ajena a España, el emperador exige que los hijos de todos los Pizarro se trasladen a España con premura. Por noticias posteriores sabemos que la noticia afectó negativamente a Francisca[15], también afectó a su medio hermano Francisco, hijo de Pizarro y Doña Angelina. Vivían con lujo los mestizos aristócratas en Lima.

Francisca solicitó en la audiencia de Lima que se retrasara el viaje, pues hacerlo de inmediato podía perjudicar sus bienes. El el imperio inca el poder no era solamente un atributo masculino, demás del poder de la Coya, o esposa del emperador inca, algunas de las funciones de poder eran ejercidas por mujeres cacicas o curacas, como había sido el caso de la abuela de Francisca   Cortarhuacho, curaca de Huaylas, al mandar 10.000 indios en ayuda de Pizarro en la cerco de  Lima. Francisca no era ajena al manejo del poder en sus encomiendas y de su bienes, tal como demostrará al redactar su testamento.

 El viaje a España era largo y peligroso, no solamente por la distancia y los accidentes de navegación sino también por los piratas que asaltaban los barcos españoles para robar. Antonio de Ribera y Doña Inés Muñoz capitalizaron las rentas , vendieron haberes  y recogieron la plata y el oro que los hijos de Pizarro llevarían a España . Francisco de Ampuero les acompañaría en el viaje y administraría los gastos. Ampuero llevaría a la hija que había tenido con Inés Huaylas, Isabel, ambos, Francisco Pizarro Yupanqui e Isabel Ampuero Yupanqui eran mestizos y hermanastros de Francisca Pizarro Yupanqui. 

El viaje se iniciaría en 1551, antes Francisca hizo testamento. El documento está incorporado a esta publicación.

Primer testamento

Al ser un documento que expresa sus deseos, entendemos que muestra los rasgos de carácter de la testadora, ya que es documento personal. En nuestra opinión, es un testamento maduro, bien estructurado y sensato, Sabía manejar las rentas y determinaba el coste  en todos los legados y donaciones, trata los asuntos con pericia impropia de una chica de diecisiete años. Entendemos el testamento sopesado y equilibrado, fechado en ciudad de los reyes, marzo, 1551

Advocaciones  Se inician con la advocación a Santiaga Apóstol.  Muestran la religiosidad de la testadora, que dedica parte de su capital a organizar su sepelio, dictar las medidas que deben darse en caso de que fallezca en el viaje y dónde y cómo debe de ser enterrada. Las órdenes son muy prolijas y meditadas en número de misas, velas, ornamentos litúrgicos, clase y color de los tejidos, honras fúnebres, capellanes y número de misas que deben celebrarse. Insta a construir la capellanía en la Catedral de Lima que había pedido en testamento su padre, al que siempre intitula “el marqués”, la edificación y mantenimiento del sepulcro, y cómo debe elegirse al capellán y quienes deben atenderlo y elegirlo. Donaciones igualmente a iglesias y conventos.  Obras de caridad Demuestra equilibrio entre su sangre inca y la española, ya que manda donaciones a hospitales de indios y de españoles. También en el trato con las gentes son equitativas sus donaciones y obras de caridad, pues deja dotes y que sean vestidos pobres en Trujillo y pobres en las indias, sin olvidar a los indios e indias de sus encomiendas. También sus albaceas son españoles de España y de Lima - sus tíos Hernando e Inés Rodríguez de Aguilar y Álvaro de Hinojosa[16]y en Lima Antonio de Ribera y el obispo que hubiese en el momento. Especialmente reseñable es su declaración de amor a su tío Gonzalo Pizarro.

Tanto María Rostworowski, como Carmen Sánchez Risco se fijan en esta cita como la única parte del testamento que expresa sentimiento.

 “y por amar como amé e quise mucho a este a mi tío Gonzalo Pizarro porque, aunque gastara de mis bienes más que lo que pudo gastar lo ubiera yo por bien (p.99)

Entiendo que además de un sentimiento amoroso[17] puede existir una reivindicación de la figura de Gonzalo y la identificación de Francisca con la causa de su lucha encomendera. Lo entendemos, incluso, como rebeldía, y un desafío a la Corona, un acto de valentía de Francisca, pues la cabeza de Gonzalo Pizarro, clavada en una pica y metida en una jaula seguía expuesta en la Plaza Mayor de lima. Lo estuvo hasta que alguien la robó en 1563.Lazos familiares paternos de la saga Pizarro muy fuertes. Importancia del linaje  Una vez saldadas las donaciones religiosas y caritativas, recuerda a su hermano (de padre) Francisco al que le deja un tercio del dinero restante. Y a su primo Hernando, hijo de su tío Gonzalo si falta o muere sim herederos Francisco,  dinero para la dote de su prima Inés, hija de Gonzalo. Dicta a quien iría legado si ellos fallecen. Nada dice de sus hermanastros maternos Martín Alonso e Isabel Heredera universal del remanente de todos sus bienes a su madre Inés YupanquiSi en algún momento nos hemos preguntado por la relación madre e hija, podemos pensar que, pese a la separación, nunca cesó la relación de amor, y posiblemente de trato. La historiadora se pregunta si, al no existir palabras de afecto en el testamento, habría pudor de expresión o alejamiento de su madre. Nuestra opinión es que no la hubo, ya que la hace heredera universal, luego la recuerda. La recordará también en el blasón que colocaría muchos años más tarde en el Palacio de la Conquista de Trujillo. Todos los legados están condicionados a que ella muera sin descendencia. En el caso de que la tenga descendencia, queda revocado el testamento con respecto a los legados.

La partida a España se inicia el 15 de marzo de 1551. No regresaría  a Perú. 

 

 

 

 

 



[1] Leyes de Burgos, sancionadas por Fernando el Católico, 1512

[2] Real Provisión de la reina Isabel de castilla, 20 junio, 1500

[3] Real Cédula, 14, enero, 1514

[4] Francisca 25, marzo,1536 ,  Gonzalo, Real Cédula, 12 octubre, 1537

[5] Inés Muñoz mantuvo un diario desde que llegó a América en 1530 hasta 1594

[6] Fundada en enero, 1935

[7] 25 junio, 1541

[8] Batalla de Salinas

[9] https://www.cervantesvirtual.com/obra/el-testamento-de-francisco-pizarro-conquistador-del-peru/

[10] 1546

[11] Sevilla 1474- Madrid 1566, defensor de los indios. Entre su numerosa bibliografía Brevísima recopilación sobre la destrucción de las Indias (1552))

[12] Promulgadas en Barcelona ,1542. Leyes y enseñanzas nuevamente hechas por su majestad para la gobernación de las Indias y buen tratamiento y conservación de los indios. Se considera un precedente del derecho Internacional.

[13] 1546 los Rebeldes de Gonzalo Pizarro vencieron al virrey González Vela que fue decapitado. Carlos V envió tropas mandadas por Pedro de Lagasca y un fuerte ejército al mando de Pedro de Alvarado vence a Gonzalo Pizarro Ven la batalla de Jaquijahuana. Su cabeza fue expuesta hasta 1563 en Lima.

 

[14] Imaginamos que muchas de las denuncias podían ser envidias y celos por las cuantiosas posesiones de los Pizarro, pues poca amebaza podían representar muertos Francisco, juan y Gonzalo, sólo quedaba Hernando y estaba preso en España.,

[15] Así se desprende de los juicios que  establece con Francisco de Ampuero por las cuentas del viaje a España.

[16] Debió estar emparentado, pues figura casado con Graciana Pizarro, hermana del padre de Hernando Pizarro, sería cuñado de Hernando Pizarro

[17] Alguno de los historiadores suponen que la pretensión de Gonzalo Pizarro era desposarse con su sobrina. No lo hace este estudio.


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