Pedro y Piti, Ayuntamiento de Pamplona, Pamplona, Castuera,1986, LOZANO
BARTOLOZZI, P., Un matrimonio de artistas, Vida y obra de Pedro Lozano de
Sotés y Francis Bartolozzi, LOZANO URIZ, P. L., Pamplona Gobierno de
Navarra, 2007.
Las publicaciones han sido escritas por dos conocedores de la
obra de ambos pintores, su hijo Pedro Lozano Bartolizzi, periodista y profesor
emérito de la Facultad de Ciencias de Comunicación de la Universidad de Navarra
y presidente de la Sociedad de Estudios Históricos y ( SEHN) Su nieto Pedro Luis, hijo de Pedro,
que es escritor, crítico de arte y gestor cultural y ha sido director General
de Cultura del Gobierno de Navarra.
Los planteamientos de los textos al abordar ambas figuras familiares se complementan, atendiendo su hijo a su etapa de pintores en su faceta más navarra, aunque se inicie e informe de la infancia de ambos y de la etapa previa en Madrid. Lozano Úriz lo hace desde la visión familiar que es además la de un crítico especialista en pintura, por lo que sus planteamientos son académicos e introduce las figuras en el amplio contexto de la sociedad de la época y las figuras artísticas del 27. En la familia Lozano de Sotés - Bartolozzi la visión artística, tanto la pintura como la literatura, ha sido esencial y vivida, así sus descendientes han bebido directamente de las fuentes creativas de sus predecesores y también han crecido en ese modo a veces itinerante de sus padres, pintores profesionales en Madrid en los años previos de la República y en la República en cutos dramaturgos colaboraban en escenografía teatrales, figurines y carteles, así con para las Misiones Pedagógicas. También lo hicieron con ilustraciones y cuentos. Pedro Lozano Bartolozzi, Perico para los amigos, cuenta en su texto Pedro y Pitti los viajes de sus padres con toda la familia con la casa a cuestas a ermitas y santuarios para pintar murales. Se trasladaban con los bártulos, como hacían en aquellas ambulantes obras teatrales de la República donde el matrimonio colaboró, pero esta vez teniendo como únicos espectadores a las cabras y al cura. Pedro Lozano Bartolozzi ha cultivado más la faceta escritor, aunque yo lo recuerdo con su hermano Rafa haciendo las escenografías en el Teatro Gayarre de aquel V encuentro de TEU Universitarios, promovido por el Ministerio de Educación y organizado por el Club de Teatro del Estudio General de Navarra bajo el patrocinio de la Diputación Foral, allá por 1963.
En la publicación Pedro y Pitti, editada por el Ayuntamiento
de Pamplona, Pedro Lozano Bartolozzi informa de la creación pictórica de sus padres y de la faceta literaria de su made. Pitti durante su etapa en Madrid previa a la Guerra civil ilustró escribió cuentos infanties como Elena Fortún (Encarnación Aragoneses) y en Navarra, después de la Guerra Civil, cómic y
artículos en el periódico Arriba España que merecían volver a ser editados. Marimar Lozano Bartolozzi, es catedrática de Historia
del Arte y directora de la Real Academia de Extremadura, hace un juicio sobre la pintura. Rafael Lozano Bartolozzi, siguió el camino y estudió Bellas Artes, adoptó como
artista el apellido materno, triunfó y su nombre en
aquella época de la Gauche divina en que yo viví en Barcelona iba
indisolublemente unido al de Arranz Bravo y eran muy cotizados y reconocidos. Se consagró como
muralista, dibujante, grabador y pintor internacionalmente y murió en 2007 en
Tarragona.
Ir unido indisolublemente a otro siempre es un problema a la
hora de delimitar la obra. Porque el nombre de Francis Bartolozzi ha ido pegado
al de su marido hasta la muerte de aquel, de ahí que ni los propios hijos
puedan delimitar qué era de quién en las obras colectivas que realizaron fundamentalmente
murales, escenografía, carteles y figurines.
Escribiré
exclusivamente sobre Francis Bartolozzi,Pitti, no porque tenga nada contra Pedro Lozano de
Sotés, sino porque en este blog suelo subir con preferencia obras de mujeres
para que no se olviden, pues con frecuencia son las preteridas. Cuando un
periodista pregunta a Francis por qué algunas obras suyas llevan la firma de su
marido y contesta lo siguiente:
"Sí, lo hice durante muchos años, pero por machismo Estaba muy mal
visto que una mujer tuviera una profesión como la pintura. A mi me cerraron
muchas puertas por ser mujer y hasta la familia y los amigos veían normal que
yo firmara los cuadros con el nombre de mi marido. Con el paso del tiempo he
recuperado esos cuadros y los he vuelto a firmar. Antes la mujer no tenía
libertad para opinar, trabajar y hablar. Tenía los ojos y la inteligencia
cerrad0s. ahora, por suerte, eso ha cambiado"[1]
Doy fe de que sigue ocurriendo, aunque puede que no sea el marido, siempre es un macho ibérico. Me apoyo en las citadas publicaciones y aventuraré
mi propia interpretación.
Marimar, hermana de Pedro y de Rafa, catedrática de Historia del Arte Arte, considera que en la pintura de su madre siempre hay mucho de creación “Ella es una personalidad intuitiva, que también busca, se informa, lee, mira revistas de arte, pues está abierta al exterior y a la modernidad”[2].
Con Francis Bartolocci y Lozano de Sotés entraron dos personajes de la vanguardia en Navarra, una vanguardia que se había desarrollado en Madrid y Barcelona e irradiado a las provincias, la vanguardia teatral, escenográfica editorial, poética, experimental pero Navarra, entiendo, estaba todavía muy anclada en todas las tradiciones, las sociales y las
pictóricas, a la que se añadía el freno cultural y económico que supuso la Guerra. El matrimonio inició una nueva forma de vivir de la pintura. Pedro volvió a sus orígenes ya que estaba en su terreno y Francis, dice su nieto, vivió un exilio interior. La originalidad de la creación fue menos convencional
y más imaginativa en Francis. La creatividad de Francis le venía de familia.
Biografía
Francisca Bartolozzi Sánchez, fue hija de Salvador Bartolozzi y Angustias
Sánchez, nació en Madrid en 1908.. El matrimonio tuvo tres hijos Francisca, María
Luisa y Rafael. El padre, de origen italiano, había estudiado pintura en París
y era a su vez [3]hijo
de artista; fue ilustrador, escritor, escenógrafo, figurinista, cartelista, cuentista
y comediógrafo, un personaje muy conocido en la Edad de Plata de cultura
española, amigo y relacionado con la bohemia y con los intelectuales del ILE. Fue
cofundador con Ramón Gómez de la Serna de la tertulia del Café Pombo y figura en
la pintura de Gutiérrez Solana de la tertulia del Pombo con otros vanguardistas
y creadores como el propio Ramón, Manuel Abril, Mauricio Bacarise, Gutierrez
Solana, Tomás Borrás, Pedro Emilio Coll y José Bergamín. Trabajó de director
artístico de la editorial Calleja y a él se deben las ilustraciones
de libros del P Coloma, Salgari del propio Ramón Gómez de la Serna y colecciones de novelas
entonces muy populares como el Cuento Semanal y otras colecciones de novela
corta. Como escenógrafo triunfó y fueron suyas escenografías de Valle Inclán Rivas Cherif, Lorca o Unamuno. Fue el introductor en España del personaje de Pinocho, y sus aventuras
le consiguieron un éxito mayor que el creador del personaje, el italiano Carlo
Collodi. Inventó otros personajes infantiles igualmente conocidos como Pipo y Pipa,
escribía en numerosas revistas, así el semanal Estampa y en el Lunes
del Imparcial historietas que luego se editaron como cuentos. Fundó ´un
teatro de Guiñol colaborando en teatro infantil con Magda Donato. Escenógrafo,
entre y famosas escenografías hizo alguna para la Barraca de Federico
García Lorca y Casona. Realizó numerosos carteles de fiestas, ferias y firmas
comerciales, unas modernistas y otras cubistas o geométricas.
Si me he demorado en
hablar del padre es porque considero que Francisca Bartolozzi , Francis o
Pitti, tuvo en su padre el ejemplo profesional, ya que siguió sus pasos, tuvo
especial predilección por los motivos dirigidos a niños, escribió cuentos y
cómic y participó en las mismas y, aún más numerosas aventuras gráficas y
literarias, pues fue cuentista, escenógrafa, cartelista, pintora, figurinista,
colaboró con artículos e historietas en prensa, y se atrevió con el grabado y los murales,
Francisca, Pitti Bartolozzi, y su familia disfrutaron de una
vida acomodada en Madrid, con veraneos en Gijón, y estuvo rodeada de arte y
artistas desde su infancia; se crio en el ambiente liberal de su padre y fue
habitual en la familia el cambio de casas siempre mejores, de la que recuerda la de
Menéndez Pelayo 23, cerca del Retiro donde jugaba con amigos subiendo a los
árboles en una infancia abierta y libre. Aunque había iniciado sus estudios en un
colegio de monjas, pronto los hermanos cambiaron de colegio pasaron a ser
alumnos del Instituto Escuela. El Instituto Escuela era obra de la Institución
Libre de enseñanza, un colegio privado laico donde estudiaban los hijos de la
burguesía liberal, entre ellos los de Ortega, D Ors, el Doctor Tapia, o los
Barnés o D Julio Caro Baroja. Creo que esta educación debió imprimir a Francis un
carácter de tolerancia, que luego ya en Pamplona se sería útil para adaptarse a
una ciudad muy diferente del Madrid que había vivido. En la pluralidad de los
nombres citados se trasparenta el respeto a las ideas ajenas. D´Ors sería
falangista y cristiano, Ortega liberal y agnóstico y los Barnés socialistas y
republicanos, Julio Caro Baroja un sabio de tolerancia máxima . Sin embargo, la
forma liberal de entender la vida tuvo sus consecuencias y reveses, en 1917
Salvador Bartolozzi abandonó a su familia para convivir con Magda Donato,
seudónimo de Carmen Eva Nelken, con la que había iniciado una relación. Magda Donato, hermana de la socialista
Margarita Nelken, era periodista, feminista, actriz y colaboraba con Salvador Bartolozzi
en las actividades teatrales para niños.
Pitti debía tenía nueve años. Magada Donato diez y nueve. La
relación familar del padre con la madre, Angustias Sánchez, se interrumpió,
pero no la de la hija Pitti. Cuenta Pedro Luis que Magda Donato escribió una
carta a Pitti pidiéndose que no cesara la relación con su padre y le echara la
culpa a ella. Francis admiraba a su padre como profesional, y aunque diera la razón a
su madre, entendía que el temperamento de su padre era más afín al de su nueva
compañera de la que no se separaría nunca y con la que marcharía al exilio en
1939. Tampoco se interrumpirían las relaciónes padre hija, pues entiendo que
Salvador Bartolozzi introdujo a su hija en los círculos en los que él se movía
y aconsejaba a su hija en la importancia del dibujo. Francis, como su padre, era
una excelente dibujante y guardó durante toda su vida su blog de apuntes.
Francis se matricula en Bellas Artes en 1925 y tuvo entre las mujeres
compañeras como Maruja Mallo, Remedios Varo y Delhy Tejero, y entre los chicos a Rafael Alberti
y a un navarro con el que va a iniciar relaciones. Pedro Lozano de Sotés. En ninguna de las publicaciones sobre las locuras de las “sin sombrero” encuentro el nombre de Francis, posiblemente el noviazgo fuera
serio, como parece debió ser el novio al que Francis considera “terco y
constante”(p.25). La influencia vanguardista de su progenitor y de sus
compañeras está presente en su obra. Tampoco sería descabellado pensar en
ciertas similitudes en los motivos comunes de la “verbena” de Maruja Mallo, una
explosión de alegría con el “Aquelarre del Carnaval de Lanz”de Francis y sus
colores vivos y su amor a lo popular y al folkrore.
En 1931 llega la República. En 1933 se casaron. Pedro trabaja
para el Ministerio de Comercio y Pitti como ilustradora en varias
revistas y en escenografías de la mano de su padre, Salvador Bartolozzi. En los figurines para las Misiones Pedagógicas
ya aparecen al lado de Pitti, en segundo lugar, el de su marido Lozano de
Sotés. El matrimonio vive de una forma acomodada, tienen una buena casa,
compran coche, comen fuera , frecuentan las tertulias literarias, Pombo, la
Ballena Alegre y La Granja y el Círculo
de Bellas Artes. Colaboran en los decorados y en los figurines de Misiones
Pedagógicas que dirigía Nicolás Santullano y se relacionan con Alejandro Casona
y Pedro Salinas, Francisco Barnés, Antonio Machado o Juan Uña, entre otros. De
lo que se desprende que el matrimonio estaba ya situado y mantenían relaciones
con los prestigiosos liberales de la ILE y de la República. Independientemente
de cual fuese su ideología, la Guerra civil les coje en Madrid y ambos van a
colaborar, bien por afinidad o bien por defensa propia, en la política cultural republicana
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