FRANCIS BARTOLOZZI EN PAMPLONA[1]
Cuando acabada la guerra Pedro, y Pitti consiguieron volver
a Pamplona, gracias a la gestión a su favor de Pío Loperena, amigo del padre de
Pedro y ayudante del general Aranda que encabezaba las tropas nacionales, podía
pesar sobre ellos cargos al haber estado en el bando republicano y haber
trabajado en el servicio de propaganda antifascista, tanto en Madrid como en
Valencia[2].
Francis afirma en una entrevista le hicieron de “Diario de Noticias, que la
mayoría de ellos era apolítica, aunque estuvieran en un bando concreto. No pienso lo mismo, aunque en ellos dos pudiese primar la necesidad de supervivencia.
Llegados a Navarra, una cierta cautela pudo condicionar la
vida de ambos, tomando más protagonismo Pedro y reservando a Francis una
postura más oculta, pese a que intuimos que su protagonismo nunca cesó, aunque
repartido con las tareas de ama de casa y madre de familia. El apoyo de amigos
y familiares ayudó a la pareja a instalarse en Pamplona en un piso de la
avenida de San Ignacio y a ellos y a sus contactos amistosos deben sus primeros
trabajos, la decoración de la Casa de los López Istúriz, diseño de muebles,
vidrieras y retratos. Aunque el texto de
Lozano Úriz apela a que la falta de visibilidad por las dificultades que
Francis pudo tener por su apellido - hija de Bartolozzi, un republicano
separado de su mujer que se exilió con su pareja sentimental, Magda Donato, una
feminista hermana de la socialista Margarita Nelken - en mi criterio, pudo pesar
más en ese exilio interior de Francis el ser mujer que ser hija de Bartolozzi: Las
normas sociales con las que se iba a conducir el nuevo régimen, no concedería a
la mujer la libertad ni el puesto de salida que le había concedido la
República[3].
No se aceptaba la posibilidad de realización personal de una mujer casada sin
estar supeditada, económica y socialmente a la autoridad marital. Tampoco
parece que Pedro actuase con generosidad. La adaptación de Pedro al nuevo marco
navarro, entiendo, pudo ser más fácil, ya que estaba entre amigos, su familia
era claramente del bando nacional y los encargos esta vez le daban prioridad total.
Lozano Úriz reconoce que en muchos casos la colaboración Pedro Lozano de Sotés
minusvaloró a Francis y la ocultó[4]
El cambio de sistema político
la República a la Dictadura trajo consigo el cambio de ideas estéticas porque
poco iba a tener que ver la estética oficial de la Nueva España con la anterior[5].
Las ideas estéticas de España de Franco, ya anticipadas en las revistas “Jerarquía”,
revista navarra encargada directamente al sacerdote falangista Fermín Izurdiaga
por Franco y Vértice [6]
fueron ampliamente debatidas por intelectuales como D´Ors, Cosío, Moya,
Camargo, Dotor, Gaya Nuño[7]
, Aranguren o Vivanco. La supeditación del Arte y los artistas a las
necesidades del Estado estaría lejos de la libertad de interpretación de la
pintura por Francis Bartolozzi, partidaria del subjetivismo de obedecer la voz
interior. En el rechazo a las vanguardias de este periodo y la búsqueda del clasicismo
había una condena de lo anterior, un intento de regreso al Siglo de Oro y sus
valores y un afán de recuperar la espiritualidad precedente - espiritualidad
que se entendía como catolicismo - con una oposición a lo que se entendía fue materialismo[8].
La Navarra de la posguerra tuvo un marcado espíritu religioso, y los más
importantes mecenas del matrimonio fueron religiosos, D Santos Beguiristain y
el Padre Carmelo.
PINTURA MURAL
Entiendo que lo que sí fue totalmente acorde dentro de los
parámetros en que se movía la cultura fue la pintura mural de ambos. En los murales se podía responder tanto al
espíritu épico de la reconstrucción de la Historia de Navarra con sus mitos,
símbolos y santos y también podía entenderse como un trabajo social a favor de
la colectividad y a favor del desarrollo económico local o nacional. En esta etapa en Navarra su pintura se
extiende por Pamplona y por toda la geografía navarra en murales, tanto
religiosos como comerciales, hechos de encargo a Pedro Lozano por religiosos, instituciones,
arquitectos o industriales. Los murales requerían un esfuerzo mayor y suelen
ser pintados y firmados conjuntamente por el matrimonio. La pintura en los
muros, pienso, podría entenderse seguir en la Vanguardia como otra
colaboración de las artes, esta vez Arquitectura y Pintura, pero también de reivindicaciónde lo propio, como fueron los murales del mejicano Diego Rivera. La arquitectura había
pasado a ser la más importante de todas las artes. Por las imágenes que los autores aportan, los murales,
están pintados en muy distintos estilos, desde los más convencionales, como el
mural de la Iglesia de las Carmelitas, al nuevo clasicismo del mural de Nuestra
Señora de las Nieves, hasta la de estilo cubista, más picassiano, pintado en la
escuela de Peritos Agrícolas de Villava, el modernista de "La voz de Navarra" o el infantil y vivo de las guarderías.
El matrimonio pinta murales en San José de la Chantrea, Virgen
de las Nieves en el bosque del Irati, San Pedro de Elcoaz, la ermita del
Señoría de Sarriá para la familia Huarte, la de Garralda, Utega, San Gil de
Eugui, San Guillermo en Arnotegui, la capilla de la Virgen Dolorosa de la
parroquia de San Lorenzo. Trabajan también en los colegios de los Escolapios,
Jesuitas y Maristas, el Monumento para el Cincuenta aniversario de la Adoración
nocturna de Pamplona, y la decoración del altar para la Coronación de la Virgen
del Puy de Estella
Entre las pinturas murales, hay también encargos oficiales de
las autoridades sindicales o políticas, así el Salón de actos de la Casa Sindical
de Pamplona, el “stand” para el pabellón de Navarra en la Feria Internacional
del Campo de Madrid o los Hogares del Productor de Corella Cortes, Cadreita y
Caparroso y para la Escuela de Peritos Agrícolas en Villava. Entre ellas las
pinturas para guarderías infantiles que llevan el sello de Francis, la del
Centro Piloto de Madrid, la de la Chantrea, Corella y el Centro de Menores de Pamplona.
En una Navarra en crecimiento del segundo ensanche, importante fue la colaboración
con los arquitectos como Victor Eusa, y las pinturas en establecimientos
comerciales como Josetxo, Gavari de Lecumberri, Casa Otano, Alhambra, Amaya.
Murales en otras instituciones y clubes, como el club de Tenis de Pamplona, La
emisora “La voz de Navarra”, el Instituto Ximénez de Rada, el Señorío de Sarriá para la familia Huarte y otros. Ambos pintan conjuntamente, se adaptan al espacio que requiere el tema
que van a pintar y las formas pictóricas son distintas, según el cliente pide y
el tema requiere. Es pintura al seco.
La lista que recoge la
publicación de Pedro Lozano Bartolozzi es muy extensa, a la publicación remito.
Pedro Lozano hijo recuerda esa etapa cuando toda la familia recorría en verano
la geografía, se asentaban en el lugar que iban a pintar y, como había ocurrido
con las Misiones Pedagógicas, recorrían la geografía con los bártulos a
cuestas, pero esta vez se quedaban padres e hijos hasta finalizar la obra o
volvían al verano siguiente para retomarla. Una imagen que debió ser novedosa
en una Navarra tradicional. Algunos murales se han perdido, otros perduran.
COLABORACIONES LITERARIAS Y GRÁFICAS EN MEDIOS
Desde 1943 la revista Pregón[9]
agrupaba a los intelectuales que después de la guerra intentaron aglutinar un
movimiento cultural en una Pamplona sin universidad y cubrir con sus
actuaciones la falta de iniciativas artísticas. Pregón fue mucho más que una
revista, y en torno a Faustino Corella que se unieron los personajes más
significativos del momento, escritores, eruditos, pintores, gastrónomos,
Ignacio Baleztena, José María Iraburu, José María Iribarren, Manuel Iribarren,
Vicente Galbete y un largo etcétera. En la peña se integró Pedro Lozano de
Sotés. No eran los pregoneros machistas en ninguno de los sentidos, más bien
eran caballerosos y atentos, sin embargo, cuando se cita Pregón nunca se habla
de pregoneras, aunque en alguna de las revistas fueran las ilustraciones de
Francis y allí apareciera su primer cómic de esta nueva etapa, en Navidad en
1944 Cuento de los Reyes Magos. También escribía Lola Baleztena. Pregón
siguió siempre una línea tradicional y en poesía siguió la estela de Bécquer o
de los grandes sonetistas áureos. Francis colaboraba en otra prensa como
“Hogar”, “Oye” y desde 1950 a 1975 tuvieron Pedro y Francis una colaboración en
“Arriba España”, periódico del Movimiento que dirigía Mariano Prado, como
articulistas y dibujantes. En “Arriba” creará Francis los personajes del cómic
“Capitan Trompeta y el marino Trompetín[10]
que luego editará la editorial Iberia y sería representada como teatro en Pamplona por la
agrupación Dramática Tirso e Molina, luego `por el Lebrel Blanco[11], y también en Madrid y en Sudamérica. Tristemente la crítica atribuye las colaboraciones a
Pedro Lozano de Sotés, sin que Pedro lo desmienta ni Francis reclame su
protagonismo, al menos hasta 1952 en que empieza tímidamente a aparecer su
nombre, algunas veces unido a lo de “señora de”. Francis Bartolozzi, como lo
había hecho su padre, inventa personajes para sus artículos y cómics, “Picatoste
y el negrito Chimenea” o “Canito, Carolina y la abuela Marcelina”. Los cómics
conectan con el mundo infantil, como los publicados antes de la guerra y tiene
poca diferencia en sus formas, dice Lozáno Uriz[12].
En “Arriba España”, Francis publicaba con motivos alegóricos al tema, charlas
dialogadas en los dominicales,[13]también
colaboró en los dominicales de La Gaceta del Norte y en las revistas nacionales
“Bazar”, “Teresa” y “Fotos”.
Como cuentista siguió creando historias y cuentos y publicó II
Tomos de cuentos suyos Los Cuentos
de Francis Bartolozzi. En la editorial Nemo de Madrid
Como ilustradora trabajó para Editorial Gómez en Heroínas y para el verbo divino de Estella o Can y Me una publicación de Aurora Medina. Toda esa una exhaustiva información puede leerse en la obra de su hijo, Pero lozano Bartolozzi que sigue de cerca las publicaciones de su madre y pide una revisión de su obra en los medios. Parece que en este campo Francis Bartolozzi continúa su labor iniciada en la República.
FIGURINISTAS
La obra de Piti cada vez más es común con la de Pedro y Pedro
cada vez es más navarro, más metido en las tradiciones y folklore, en la música
y arte popular de las localidades navarras. Como lo habían hecho en su etapa de
Misiones Pedagógicas, Francis y Pedro diseñan, figurines encargados por el
padre Carmelo y para las obras de teatro navideñas, y unos sesenta encargados
por D Santos Beguiristáin para el misterio de Obanos, que representaba la vida
de San Guillén y Santa Felicia. Nuevos diseños para la cabalgata de los Reyes Magos de Estella y en
1949 los trajes folklóricos del grupo municipal de Dantzaris que acompaña a la
corporación en San Fermín , un encargo del Ayuntamiento de Pamplona. También
fueron suyos los figurines y el diseño de los trajes del ballet vasco navarro Duguna,
creado bajo el patrocinio de la Diputación de Navarra.
ESCENOGRAFÍA
Es una de las actividades más importantes del matrimonio y
continúan lo desarrollado en Madrid. Las primeras escenografías del matrimonio se
deben al P Carmelo -José María Uranga Iraola- y a la Institución Cunas. Esta
entidad promovía todos los años desde 1941 a 1964 la representación de obras de
teatro infantiles en las vacaciones de Navidad, era una iniciativa de la archicofradía
del Niño Jesús de Praga de los padres Carmelitas y lo recaudado se destinaba a
una obra caritativa: Entrega a las familias sin recursos de cunas con sus
enseres. Se entregaban en una función que se organiza el día de Reyes Es el
padre Carmelo quien lo organizaba y dirigía y se representaron por esas fechas
varias obras de teatro infantil en el Teatro Gayarre o el Olimpia, cuyos escenógrafos
de todas ellas son Francis Bartolozzi y Pedro Lozano de Sotés. La ciudad entera
se movilizaba, la apoyaba Ramón Urrizalqui desde Radio Requeté y se organizaba
incluso una cabalgata por la ciudad con los personajes del cuento elegido[14].
Hay constancia de treinta y cuatro obras escritas por el P Carmelo y en algún
caso como Picorete y la rosa maravillosa por Francis Bartolozzzi. Lamento
decir que la reproducción escenográfica incluida del texto que tengo a mano, “El
flautista de Hamelín” sólo la firma Lozano de Sotés y nuevamente otra reproducción
de una de las escenografías para el P Carmelo, lleva en exclusiva la firma de Lozano
de Sotés. En estos momentos he renunciado a saber qué es de quién y apelo a la
sensibilidad de los lectores que puedan contemplarlas, me parece difícil, pero
mi juicio en el siglo XXI no pude en absoluto ser positiva esa marginación,
pese a que podría entenderse que eran trabajos de “taller”, como los clásicos
de la pintura en que firma en exclusividad el maestro. Se da el caso de que “Picorete
y la rosa”, el cuento arriba citado, también se le había adjudicado al P
Carmelo y fue Pedro Lozano hijo en que reclamó la autoría materna. También de
carácter sagrado era Hagioscenia, versión teatral de las escenas de la Pasión de
Antonio Ona Echave. Duguna era un espectáculo folklórico teatral patrocinado
por la Institución Príncipe de Viana y el Ayuntamiento de Pamplona. [15].
Escenografía también para los 16 cuadros de Duguna, Ballet.
CARTELERÍA
Francis firma el Cartel de San Fermín de 1989, una vez muerto Pedro. Como propio de su pincel, la figura del toro se alela de la realidad para conformar un toro sin estampa de poder sino de simpatía, un toro joven. Se mantiene el toro como figura central muy simple de medios con escasa búsqueda de corrección formal, mucho más avanzado en los planteamientos artísticos que los programas habituales. El cartel de la Feria del toro encargado por la Casa de Misericordia de Pamplona, otro para las festas de Vespellá de Gaia y un boceto para el Ateneo Navarro el día del libro.Parece que en todos los carteles que ganó Pedro también colaboró Francis.
PINTURAS
En las publicaciones citadas, hay una reproducción de toda la
obra, muy reducida de tamaño, por lo que es difícil valorarla. Por las otras
reproducciones publicadas a mayor tamaño, pienso que Francis sigue en su
creación varias líneas estéticas, de la cual la más conocida es la que
reproduce el mundo que se puede llamar infantil estas pinturas, dibujos, collages y
guaches muestran muy frecuentemente dos planos, el dibujo figurativo y
realista y el imaginativo que rodea la figura, que pueden se muñecos,
garabatos, soldaditos, espadas o juguetes, ocupando el espacio que deja la
figura real, casi siempre de niños, no siempre alegres: “Pedro Luis Lozano”, ”Cristina
Lozano” ”Novios” ”Pablo de espaldas” ”Niña con muñecas en el pelo”. También
podríamos hablar de un “realismo mágico” donde la realidad y la imaginación se
funden, así “Mujer con pájaros”. Como March Chagal a cuya pintura a veces
recuerda, está cerca de la conciencia infantil que prescinde de la funcionalidad
de los objetos y de la coherencia lógica. Las pinturas tienen una impronta
surrealista, ya que puede representar el mundo infantil de los sueños, los
juegos y las pesadillas. Está alejado de la realidad y obedece al mundo
onírico y visionario, por lo tanto, surreal. Son figuras planas sin contornos definidos.
Otro grupo de pinturas, aunque sean de temas con niño
incluido tiene una impronta arcaizante, por ejemplo “San Cristóbal, o el óleo “Familia
de campesinos” “Familia castellana, 44-45, que recuerda a las pinturas
románicas por su posición frontal y hierática.
En sus temas sobre el Carnaval de Lanz, además de recordarnos
las pinturas coloristas de Maruja Mallo sobre verbenas, en su indefinición formal podríamos
hablar de impresionismo
Muy interesantes me
parecen los paisajes, recuerdan a los actuales de Salaberri, pues son paisajes hechos de volúmenes y colores, así “Chopos”, “Paisaje” Paisaje”, los catalogados Nº
FO/30, 31, 32, 36, 37, 38, 39 “Perspectiva de verano”, suaves líneas curvas, colores
poéticos de paleta de armonía cromática donde el animal o el hombre son una
pequeña nota en el paisaje que desborda el lienzo.
Menos importantes juzgo a los retratos que siguen la reproducción
real del retratado, sea niña o adulto. Creo que la imaginación de Francis Bartolozzi
es mejor que su realismo.
Sus seis grabados y dibujos de series de 1937 son expresionistas.
En conjunto la obra es muy rica de matices y difícilmente catalogable.
Merecería un estudio y mayor divulgación. Pintora de voz propia y pinceles
siempre inquietos que no reflejan la realidad vivida sino la evasión de lo
necesitado. Mis juicios sobre la estética de Francis Bartolozzi coinciden con
las declaraciones de la autora de que un creador - autenticidad, libertad e
innovación-debe de seguir su voz interior, por tanto, su creación fue personal
e irrepetible. Las figuras que admira, además
de a Salvador Batolozzi, porque también esas figuras tienen su voz propia y son
auténticos, en su mayor parte pertenecen a la vanguardia y a la modernidad,
aunque sean estéticas tan distintas como Picasso, Miró, Maruja Mallo, Remedios
Varó, Gutérrez Solana, o Maríe Blanchard.
La autora desarrolla una mirada claramente femenina por la
temática, por la capacidad para plasmar, tanto en su obra gráfica como en sus cuentos
y en su pintura, el mundo infantil, y porque, en las series de dibujos de temas
bélicos hechos en Valencia, la poética con que se reflejan evita la crueldad y
apela a la humanidad por el desamparo de los personajes reflejados. Esa voz interior desarrolló su personalidad
creando un estilo personalísimo no siempre potenciado ni asumido.
Francis Bartolozzi murió en Pamplona en 2004. Hay obra suya expuesta
en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía, Museo de Navarra, Museo de
Extremadura y numerosas coleccione particulares
[1] Antes de
seguir con la interpretación de los textos, quisiera apuntar que este juicio
crítico de mi blog se basa en los textos y las reproducciones de la obra de
Francis Bartolozzi publicados por Pedro Lozano Bartolozzi y Pedro Luis Lozano
Úirz, pero no en la obra física, pues excedería a lo propuesto en este blog
[2] Pedro y
Francis trabajaron para El Altavoz del Frente, en el Círculo de Bellas Artes con
Rafel Alberti, María Teresa León, Ruiz Castillo Ramón Puyol l y otros. También
lo hicieron en Valencia desde mediados de 1937. Pedro firmaba como Izarra.
[3] Tenemos
sobre este tema una bibliografía importante. Véase, por ejemplo, AGUADO y
otras, A. M. Textos para la historia de las mujeres en España. Madrid, Cátedra,
1994. GALLEGO MÉNDEZ. M.T. Mujer, Falange y franquismo. Madrid, Taurus, 1983.
MARTÍN GAITE, C. Usos amoroso de la postguerra española. Barcelona, Anagrama,
1988. PASTOR I. HOMS, MI. La educación femenina en la posguerra (1939–1945).
Madrid, Ministerio de Cultura, Instituto de la mujer, 1984. PRIMO DE RIVERA, P.
Recuerdos de una vida. Dyrsa, Col. Bibliografías y Memorias. RODRIGO. A.
Mujeres para la Historia. La España silenciada del Siglo XX. Madrid, Compañía
Literaria, 1996.SÁNCHEZ LÓPEZ, R. Mujer española. Una sombra de destino en lo universal.
Murcia, Universidad de Murcia,
[4]
Lozano Úriz trata extensamente el tema del que recojo esta declaración: ”Es
decir, que en las obras que aparecen consignadas las firmas de los dos, son
obras en que tanto los comitentes como, incluso, personas ajenas a los encargos, han visto
trabajar a los dos autores y, por lo tanto , es imposible que se extrañen de la
presencia de la firma de Francis, ya que ellos mismos son testigos de su
aportación con lo cual su presencia está no solo justificada, sino que es, en gran medida, obligatoria. Por
el contrario, en la mayoría de las obras en que no aparece la firma de Francis,
ocurre exactamente lo contrario, es
decir, que fueron realizadas en el estudio de su casa y, por tanto, la propia
intimidad del hogar era la que respaldaba el anonimato de su ejecución
permitiendo así que Pedro se apropiase de muchos de los diseños y los dibujos realizados entre los dos, como es el caso de
los carteles de san Fermín o incluso muchos de los realizados por Francis en su
totalidad como ocurre con muchas ilustraciones gráficas.p.93
[5] Véase el artículo el navarro Manuel
Iribarren en la revista navarra Jerarquía, afirmando el valor
propagandístico del arte, “Letra”, recogido por Julio Rodríguez Puértolas en
Literatura Fascista española, Tomo II, Akal, antología1987, p.404. la revista
falangista Jerarquía recoge e artículos sobre estética de Pedro Laín Entralgo,
y Eugenio D´Ors, Fray Justo Pérz de Urbel y Gonzalo Torrente Ballester . La revista de
Pamplona, que dirigía el sacerdote falangista Fermín Izurdiaga, inicia sus tres
números con el soneto de Hernando de Acuña:”Un monarca, un imperio y una espada” y defiende la
supeditación de los artistas a las necesidades del Estado.. .
5. Intento
que mi juicio sea objetivo. Cada etapa
histórica tiene su contexto artístico y no sería entendible borrar éste, pues
la etapa histórica, merezca el juico que nos merezca, seguiría existiendo
[6] España silenciada del Siglo XX. Madrid, Compañía
Literaria, 1996.SÁNCHEZ LÓPEZ, R. Mujer española. Una sombra de destino en lo
universal. Murcia, Universidad de Murcia, 1990.
[7]
LLORENTE, A., arte e Ideología del franquismo, Madrid, Visor, a995, p.36.
[8] AGUIAR,
J. Carta a los españoles sobre un estilo”, Vértice, nº39, XII, 1940.
[9] 1943,
Impreso en la Imprenta diocesana dirigida inicialmente por José Díaz Jácome y
después por Faustino Corella
[10] Abril
1950 Véase LOZANO BARTOLOZZI, P: Opus Cit., p.88
[11] Ver
IRIARTE, V. La colopenda, Historia Del Grupo De Teatro El Lebrel Blanco, Pamplona,
Ayuntamiento de Pamplona, 2022, p.43
[12] LOZANO
URIZ, P.L, Opus Cit., p.263
[13] Pedro
Lozano Bartolozzi reproduce alguna de ellas, p. 91
[14] LOZANO
BARTOLOZZI, P., Opus Cit., Recoge la crítica publicada en la que nuevamente
atribuyen la escenografía a Pedro lozano de Sotés, obviando a Francis,, p 76
[15] Ver
IRIARTE, V., La Colopenda, Historia del Grupo de Teatro El Lebrel Blanco,
Pamplona, Ayuntamiento de Pamplona, 2022, pp. 62
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