Mujeres que la Historia no nombró, editado
por el Ayuntamiento
de Pamplona por
iniciativa de la Concejalía
del Área de Servicios
Sociales y Mujer vio
la luz en el año 2005.
Es el número
2º
de las
publicaciones
que el Ayuntamiento ha
dedicado
a la Mujer
pamplonesa.
Comentamos
en una entrada anterior de
este blog el que
fue número 1º:
La mujer en la Historia de Pamplona.
Este número
segundo, de
autoría plural, agrupa
trabajos
de
investigación académica
de profesores
e
investigadores de también
plurales universidades: Pública y Privada de
Navarra; País Vasco;
Alcalá
; Complutense de Madrid; se
suman pedagogos,
periodistas, archiveros,
un teólogo y una
folklorista.
Coordinados
por la doctora en Historia Juncal
Campo Guinea,
responsable
del
Archivo Diocesano de Navarra,
incluye
colaboraciones de:
MªJosé Aldaz Sóla; Rocío
García Bourrellier;
Iñaki Garrido Yerobi; Mª Rosario Gárriz Yagüe; Francisco Javier
Gaspistegui Gorasurreta; Elena Leache Echalecu; Mª Dolores Martínez
Árce; Manuel Martorel Pérez; Carlos Mata Induráin; José
Felix Mendía Braco: María
Narbona Cárceles; Fernando Pérez Ollo; Gemma Piérola Narbarte;
Felix Segura Urra; Fernando Serrano Larrayoz; Gloria Solé
Romero; Ana Urmeneta Marín y
Hortensia Viñes Rueda.
Dice
en en su introducción Campo Guinea que éste trabajo es un estudio
de método biográfico, y yo así lo creo. Frente al sociológico de
la publicación anterior, reconstruye las biografías desde las
fuentes; aporta datos contrastados de nombres, algunos aparecidos
en la publicación anterior, otros nuevos; investiga biografías; corrige los
posibles errores y explica el contexto. Las fichas son extensas, con
numerosas notas a pie de páginas y bibliografía
Como
dijimos en la entrada en el Nº 1º de la publicación previa a
ésta, los navarros muestran pasión por la Historia propia, eso
hace que sean numerosos los catedráticos e historiadores ilustres;
que se preste atención a la organización y cuidado de los
numerosos archivos y bibliotecas tanto públicas como de
Instituciones o Fundaciones privadas; que las fuentes documentales
sean consultadas por investigadores y curiosos; que los trabajos de
documentación sean recogidos en revistas institucionales. Y que
incluso hoy día, las discusiones académicas o populares sobre los
Sanchos, las Blancas o los límites medievales del “Reyno”, que
pasó en Roncesvalles o qué en las Navas de Tolosa, sean no sean
solamente tema de sesudos profesores, sino que formen parte de a
conversaciones y discusiones familiares, de ronda de amigos de bares
o de redes informáticas. Y pueden acabar como el rosario de la
aurora.
Pido disculpas por no repetir lo ya dicho con respecto al nombre de
sus historiadores, los archivos, los Congresos y las revistas de las
que hablamos en La mujer en la historia de Pamplona, pero
quisiera que lo ya dicho estuviera presente para mejor entender el
trabajo del que hoy hablamos . Me basta decir que ambas publicaciones
demuestran el riguroso uso de las fuentes. Decíamos que “Mujeres
en la Historia de Pamplona” era la primera publicación en
que se trataba de forma académica el tema de género. Esta
segunda publicación, distinta
en enfoque,
añade las fichas
biográficas de una cincuentena de mujeres.
Quisiera
decir que el título elegido me pareció querer contradecir al de
Antonina Rodrigo Mujeres en la
Historia y la que esto escribe quizá esperaba que estas
mujeres citadas hoy tuvieran un distinto sesgo ideológico a
aquellas. No es así. Las fichas biográficas son objetivas, recogen
nombres de ideas plurales, aunque quizá la no cita en la Historia y
su desconocimiento se deba, además de su condición de mujer, a
esa menos visibilidad de la ciudad donde nacieron o vivieron, la
Pamplona que Angel María Pascual, escritor navarro XX, llamara en
un conocido poemario: Capital de tercer orden.
Epoca
medieval
Precedidos de un breve estudio de Juncal Campo Guinea que traza el
contexto en que las mujeres medievales se movieron, traza los oficios
de mujeres de los tres estados cuyos nombres pueden conocerse, al
estar citadas en la extensa documentación de la época que contienen
los archivos navarros , y las condiciones sociales en que en los tres
estados se movían.
Abundando
en los
oficios,
el
de nodriza, fue muy cotizada, artículo debido a María Narbona Cárceles. María de
Bayona, fue nodriza del Príncipe Carlos de Viana. Su nombre me
evoca a mí a otra “Vayona “ supuestamente una dama de alta
alcurnia, aparecida en el Cancionero de Herberays con
una canción en defensa de Leonor, princesa hermana del Príncipe, a
quien Diego de Sevilla acusaba de virilidad. ¿Sería la misma
Vayona?¿ la ya añosa nodriza defendiendo a la princesa? Dice el
Cancionero
“Respuesta
que hizo Vayona”
Si
mirades más veces, Diego y hermano
aquesta
señora tanto excellente
fallares
que su real continente
es
muy más divino que no humano;
su
rostro y sossiego con tanta mesura
su
mirar tan honesto de sabia entendida,
todos
aquestos con gran fermosura
la
tienen velada y no adormida
(Poesía
femenina en los cancioneros, Castalia,
Madrid
1990, pg 70)
Oficio
bien pagado era el relativo a los vestidos , paños y aderezos de
la corte: María de Luceta, costurera, Teresa la
cordonera y María de Guerndiain, María Perix, tejedora. Artículo de M Narbona
En
el estado noble se citan varias damas, y entre ellas con una extensa
ficha Juana de Beaumont , Dama de Lasaga y de Gurrea, prima de
Carlos III El noble. Ficha para la reina Leonor de Trastámara,
esposa de Carlos III El Noble; hija de Enrique de Trastámara y
Juana Manuel, nieta del escritor D Juan Manuel. Del trabajo es autor Fernando Serrano Larrayoz
Las
numerosos trabajos sobre la Navarra judía, y los protocolos
notariales muy bien conservados dan información sobre la prestamista
Dueña Encabe, judía de la aljama de Pamplona y una de las
figuras más relevantes de la comunidad. Es tema responsabilidad de Ana Urmeneta.
Las
mujeres podían ser, como los hombres ajusticiadas o encarceladas; Felix Segura Urra cita
María de Aguiregui, Pascualeta, Elvira de Imarcoáin, María la
Messiella, Doña Estefanía. Las nombro, pobrecillas, al fin es una
forma de recordar sus sufrimientos. A la primera la ahogaron en el
río.
La
edad moderna
Nuevamente
es Campo Guinea la que trata el contexto. El trabajo de investigación
sobre esta época es un exhaustivo estudio debido a M Dolores
Martínez Arce, doctora en Historia:
Incorporada
Navarra a la Corona de Castilla, era el Virrey desde el siglo XVI al
XVIII el alter ego del Rey en Navarra, su
representante y el Capitán general de sus ejércitos. El estudio
indaga sobre los nombres de las virreinas, las esposas que
acompañaban al virrey en sus funciones de representación y que eran
un referente de la moda y costumbres de la corte en Navarra Es este
un minucioso trabajo de investigación sobre quienes eran las mujeres
casadas con los hombres que representaban el poder político o
administativo del Rey en Navarra y las fechas en que lo hicieron.
En
alguna ocasión , como en el caso de María de Cardona o Leonor
Pacheco de Guzmán, dice Martínez Arce no se resignaron a la
muerte del esposo de perder protagonismo e interinamente ejercieron
el papel de virreinas hasta la llegada del nuevo virrey. Ana de
Silva Manrique y la Cerda lo ejerció temporalmente. Otras virreinas
fueron. Juana María Zúñiga Sotomayor y Mendoza y Catalina María
Pereguina de Giudice y la sierra.
Tras
el Virrey en el escalafón se situaban los Tribunales Reales:
Martinez Arce configura la forma jurídica con se se establecieron
los Tribunales. Existía un Regente o Presidente del consejo Real
de Navarra y seis consejeros o oidores, cuatro de origen navarro y
dos de ellos castellano. Mujeres principales fueron “las regentas”,
esposas del Regente del Consejo Real de Navarra. Esta capa social de
la administración se consideraba “nobleza de servicio”, aunque
entre los oidores u regentes cuyos nombres se incluyen en el trabajo
hay nombres nobles; Era en la administración frecuentes los
traslados a otras audienciass, cita a las esposas de los
administradores castellanos de justicia Juana de Segura, Ana María
de Guasco, Mª Ignacia Mendizabal, Beatriz Astete y Monroy, Petronila
María de Larumbe, Joaquina de San Clemente, Mujeres de jueces u
oidores de la audiencia, fueron Antonia Quijano; Amarilla Vadilla,
Catalina Villegas, Melchora de Herdeia, Mª Alfonsa de Bobadilla ;
Antonia Muñatores. María de Chavarri;Lucía de la Redonda y
Alvarado;MºVentura Daoiz y Parcero
Lo
malo de esto mío, que intenta ser divulgativo, es que no sé si es
prescindible citar a todas las esposas, e incluso si es poco
respetuoso con los autores, además de plomizo, el hacerlo. Quizá
en mi disculpa decir que algunos de los apellidos de nobleza navarra,
de la que el “Viejo Reyno” está tan satisfecho, figuran como
administradores de Justicia. Aparecen en estas sección prestigiosos
hombres de leyes que han estudiado en importantes universidades;
algunos constan en páginas de labolengos navarros, así Enriquez de
Lacarra o Marichalar. A su vez, las linajudas esposas poseen
apellidos como Pasquier, Velazquez de Medrano, Olóiz; Itúrbide;
Atondo; Eguaras; Ozcoidi; Vergara; de Álava, Monterde; San Martín;
Ladrón de Cegama; de Navascués; de Ibero; de Eugui; Vallejo;
Eslava; de Gúrpide; Azcona; San Cristobal; de Álava; Donamaría;
Enriquez de Lacarra, Navarra y Ezpeleta; Carrillo o Azcárate.
Las
leyes permitían a las mujeres navarras heredar, ser titulares de
mayorazgos, poseer un palacio de cabo de armería, testar en libertad
de alquilar y arrendar derechos de oficio.
En
el extremo opuesto, las condenadas por deudas ,Ana de Miranda; por
robos o por muertes, como Isabel Gómez, Catalina de Ágreda y
Catalina de Arriba cuyos delitos, dice Martinez Arce, están
aportando valiosa información sobre la situación de las “galeras”y
las causas de reclusión.
Acaba
este estudio con la mención de las mujeres memorables Francisca
Erlés Echevarría, de Cabanillas, que escribió al detalle sobre la
Guerra de la Independencia y la tudelana Antonia Javier Caparroso y
Francés, considerada la Agustina de Aragón de Navarra.
Desde
mi punto de vista, el riguroso estudio sobrepasa con mucho la
historia de esas mujeres y se comunica y extiende en importantes
temas: la Historia de la evolución y desarrollo de la aristocracia
navarra, de sus clases dirigentes, de sus leyes y de sus personajes;
Es una de las lineas de investigación de la doctora Martinez Arce,
como bien demuestra su extenso curriculum bibliográfico. En este
trabajo, el aparato crítico, las citas a pie de página y la extensa
bibliografía abren caminos a los estudiosos que se aventuren a
ampliar las interesantes biografías citadas y la Navarra del Antiguo
Régimen.
Otras
ensayos biográficos.
Monográficos
sobre Ana María de Peralta y Velasco,
Marquesa de Falces . Es un Artículo de 8 páginas cuya autoría es
de Rocío García Bourrelier, Doctora en Historia por la Universidad
de Navarra. De la misma, una biografía de 7 páginas sobre Leonor
de Ayanz, Leonor de la Misericordia, noble casada, contemporánea
de Santa Teresa a quien conoció, que profesa carmelita y escribe
sobre la vida de Catalina de Cristo. Fue protectora de Colegio de San
José de Pamplona. Era tía del 1º conde de Guenduláin, Jerónimo
de Ayanz. Fichas biográficas de Doña Beatriz de Beaumont y Navarra,
fundadora y primera priora del monasterio de las Descalzas Reales de Pamplona; y ficha biografica deDoña Antonia Gerónima de Navarra y de la Cueva, LIV abadesa de las Huelgas de Burgos de Pamplona de Yñaki Garrido Yerobi, historiador de Irun, hoy académico correspondiente de la Real academia de la Historia.
En
estos estudios dedicados a la mujer de Pamplona en la edad Moderna no se
incluyen nombres de mujeres dedicadas al comercio, pues se afirma que el trabajo femenino fue hecho casi en clandestinidad,ya que
hubo un retroceso en el papel reservado a la mujer comerciante o
artesana en la Edad Moderna, que algunas burlaron. Por otra parte, la
mujer campesina siguió con las condiciones de vida anteriores.
En
la escala más baja, la mujer siguió siendo reo y condenada
La
mujer de alto estatus sigue apareciendo como esposa, seguramente
también , como era habitual, con uniones convenidas. Hay una nueva
aristoracia “de servicio” Hay aristócratas dedicadas a obras
religiosas, religiosas ellas mismas que si merecen ficha propia.
No
se aporta si hubo alguna artista de la pintura, la música o la
literatura, si exceptuamos a Leonor de Ayanz o a Francisca Erlés
Echevarría.
Nada se
habla de la Reina Blanca, titular del Reino, a quienes unos
historiadores llaman sabia y otros supeditada a su cónjuge. Ni de
su hija Leonor, parece ser que envenenedora de su hermana Blanca.
Con
respecto a la interesante Corte Literaria de Navarra y los
trovadores y trovadoras, nada se dice aquí. La aparición de un
estudio sobre el Cancionero Herberay des Essarts de la segunda mitad
del siglo XV, correspondiente a la Corte de Blanca de Navarra, Juan II, el Príncipe de Viana y su hermana Leonor- Cancionero que
incluye poemas de Navarra, Castilla y Aragón - estudio que fue subvencionado por la
Institución Príncipe de Viana, pagado con el dinero de los
impuestos de todos los navarros, llevado a buen término por el hispanista Carlos Conde Solares en
riguroso estudio y presentado en Pamplona por el Consejero, nunca
llegó a las librerías. Blanca de Navarra protegió a los poetas,
según la documentación de la época. ¿Habría alguna voz de mujer
además de la de Vayona?
Exhaustivo estudio de mujeres navarras, pero tengo una pequeña objeción, son demasiados nombres para que se queden en la mente y en letra muy pequeña. Tal vez convendría dividirlo incluyendo sólo un par de épocas y con letra más grande. Como es natural me interesa leerlo detalladamente. Coincido en lo que se dice sobre Blanca de Navarra y Leonor, también me extraña que siendo una época de auge literario como demuestra el Cancionero de Herberay que sólo existiera la voz de Vayona, siendo que al otro lado de los Pirineos existían importantes "trobairizs". Un trabajo extraordinario, Charo Un abrazo
ResponderEliminarRosa del aire, gracias por tus aportaciones, como siempre inteligentes.Es complicado, cuando se pretende divulgar y citar , pero a veces los temas son extensos. Con respecto al Cancionero de Herberay, yo supongo que las habría, pero la publicacación debió repartirse entre un supuesto"selecto" grupo
ResponderEliminar