Zulueta habla de dos etapas en la Historia de la Residencia de Señoritas. La
primera respondería a la etapa desde la creación 1915 a 1919, en
dos edificios de la calle Fortuny 28 y 30 que habían quedado libres
al trasladarse la primera Residencia de Estudiantes a los nuevos
edificios de los altos del Hipódromo, lo que Juan Ramón Jiménez
llamó la colina de los chopos. Es la directora María de Maeztu, que
pide la colaboración de Rafaela Ortega y Gasset con la que une una
amistad familiar; pronto se incorpora como secretaria Eulalia
Lapresta. Trata la Residencia de tener un coste moderado, 5 pesetas
diarias, cobrándose aparte el servivio médico y el lavado y
planchado de ropa. Ofrece clases de lenguas vivas y
cursos y conferencias de literatura, pedagogía, química fisiología
y música y de las materias que necesiten para entrar a la Escuela Superior de Pedagogía y la Universidad. Posee una buena biblioteca.
Se inaugura con tres residentes, pero las memorias de la Junta de ese
año contabiliza 30 alumnas, todas ellas aspirantes o estudiantes de
la Escuela Superior de Magisterio, lo que no era la ambición de
María que pensaba en la enseñanza superior universitaria de las
residentes; hay alumnas cuya familia pretende solamente una cultura
general. La preocupación por el aspecto moral y la preocupación por la libertad de
costumbres es importante en las familias, aspecto ese de la rectitud
ética que nunca abandonará a María de Maeztu ni en las etapas más
florecientes de su historia de directora. A pesar de que algunos
padres sospechan de la bondad de la gimnasia femenina, el aspecto
deportivo es cultivado para “ mantener un ambiente moral, crear
fuertes vínculos de vida corporativa y desarrollar a un tiempo la
iniciaticva personal y la disciplina”. Se juega a tenis,
baloncesto, se practica el alpinismo y se hacen excursiones a la
sierra. Las alumnas proceden de las regiones españolas donde la
institución tiene arraigo. Son buenas alumnas, colaboran en los
trabajos de la Residencia, salen al extranjero a estudiar y muchas de
ellas serán posteriormente profesoras del Instituto escuela (1918)
Segunda etapa de 1919 a 1936. Es a partir de los convenios de
colaboración con el Instituto
Internacional, dice Zulueta , cuando el crecimiento de la Residencia
de vuelve espectacular. La Junta había adquirido las fincas 24, 26,
28 30, alquiladas ya por la Residencia y la finca de 1 y 3 de
Rafael Calvo. El edificio de Miguel Angel 8 no dedicó a la
Residencia en 1928. Con esta "Edad de Oro"al mismo
tiempo · dice Zulueta, el feminismo de María, que siempre
había actuado como tal,
ahora
con el contacto con las mujeres americanas, se consolida. Al cierre de
las Universidades en 1930 por las huegas universitarias en la etapa
del gobierno Berenguer, responde la Residencia con más clases
propias y se acercan a el sueño de María y también del Instituto
Internacional de Boston de
hacer una universidad sólo para mujeres, lo que no llega a término.
Es en esta fecha que Maeztu va a conseguir
su
ambición con la fundación en 1920 de la Asociación Universitaria
Femenina
y en 1926 del Lyceum club, ambas instituciones nacieron
en los salones de la Residencia de Señoritas.
La
española creada, formó parte de
la
Federación Internacional
de Mujeres Universitarias y Maeztu fue llamada para dar conferencias
en América, que en 1920 había conseguido el derecho al voto de las
mujeres. En España todavía en esos años se luchaba más por la
enseñanza superior y no por el sufragio, que luego conseguirían las
mujeres en la República en el año 1931. En 1928 en la Residencia de
200 alumnas solo dos cursaban magisterio, el resto era universitaria,
abundaban las estudiantes de Farmacia. Con respecto al Lyceum club,
como se sabe, presidido por María aglutinó
a
las mujeres importantes de Madrid, unas fueron creadoras, otras “maridas
de ”Kent, Camprubí, Lejárraga, Fortún, Mallo; tuvo como fin la
solidaridad y colaboración en su propio desarrollo
creando un espacio propio para ellas como en los clubs ingleses de
mujeres . El crecimiento de la personalidad de María de Maeztu, dice
Zulueta, es
paralelo al crecimiento de la Residencia, que aumenta su éxito y
cosmopolitismo con el conocimiento del estilo de vida de los colleges
americanos, los viajes de María a EEUU, Argentina, Utuguay y Chile,
las conferencias dictadas en universidades y teatros americanos. Toda
la experiencia le sirve para organizar su Residencia con un tipo
de vida corporativa y con una prudente libertad.
Se
expanden los edificios con la ocupación del edificio de Miguel Angel
8. Se dan becas a estudiantes españolas por norteamericanos, profesoras norteamericanas dan clases en la Residencia. Cuando el número de residentes
aumenta,
se forman grupos de trabajo con directora grupal dirigidos por
Marilde Mohr, María Oñate, Mary Sweeney y África Ramírez de
Arellano. Residentes fueron Juana Moreno, María Comas
Camps, Margarita de Mayo Izarra, Carmen Isern,
Josefina Carabias, Delhy Tejero. En ellos científicas como
María García Escalera o Cecilia García de Cosa; políticas especialistas en Derecho como Kent, que fue la primera
residente, o Matilde Huici. Pero no es esta obra de Zulueta una
demostración de la importancia de las residentes, sino de la obra
desarrollada por María y la Residencia y el prestigio
alcanzado poe èsta y por aquella, tanto en España como en el
extranjero: María acepto ser Diputada Nacional con Miguel Primo de
Rivera, directiva de la JAE y miembro de la Hispanic Society of
América.
En
1930 vencía el convenio con el Instituto
internacional que se renueva con la cesión a la Residencia en alquiler por un precio simbólico..
La República amplía el desarrollo de la educación y la
Residencia amplía su influencia con la edificación de un nuevo
edificio en la calle Martínez Campos, que sigue existiendo dentro
del recinto de la hoy Fundación Ortega y Gasset. En 1932 la junta
hace un homenaje a Susan Huntington , da su nombre al edificio de Fortuny y pone una placa de homenaje. En mayo de 1933 el Comité de Artes y
Letras del Instituto de Cooperación Intelectual de la Sociedad de
Naciones celebró una reunión en Madrid en el auditorio de la
Residencia de Estudiantes presidida por Mme Curíe.
OBRA CULTURAL
La
biblioteca crece
con la unión de la del Instituto internacional en 1928y se organiza
al estilo americano, para servir al lector con más eficacia. Marda Polley,
bibliotecaria americana, enviada por el Instituto Internacional fue
la encargada de hacer la fusión de ambas biblioteces. Al año siguiente Ruth Hill se
encargó de hacer un nuevo fichero con ayuda de varias españolas
pagadas por el Instututo Internacional, se dan clases de
biblioteconomía. Enriqueta Martín se encargó de la biblioteca y de
las clases. Se organizan bibliotecas para niños.
Becas;
Desde
el primcipio se organiza un sistema de becas otorgado un comité
presidido por María Goyri, siendo secretaria Zenobia Camprubí, tanto
para americanas como para españolas otorgadas por colleges americanos. Hayviajes y estancias mutuas en América y España.
Laboratorios: Maria
Luisa Foster, profesora de Química del Smith College vino a España
en 1920-22 organizó clases de Quimica en el Colegio de Señoritas y
montó el primer laboratorio para mujeres en Madrid que, dado el
éxito, se quedó pequeño. La Junta amplia otro en Fortuny 53 que
llamó laboratorio Foster en 1928
Conferencias.
En
1923-24 se Organizó la Sociedad de Cursos y Conferencias, comunes a
ambas residencias. Entre los conferenciantes Ramón Gómez de la Serna, Rafael Alberti, Ángel
Osorio y Gallardo, Claudio Sanchez Albornoz, José Bergamín, Javier
Zubiri, José Ortega y Gasset, Pedro Salinas, Regino Sáinz de la Maza, Miguel de Unamuno, Federico García Lorca, que lee Poeta en Nueva York . Entre los socios,
artistócratas como los duques de Alba, la condesa de Medinaceli, o
el Marqués de Salamanca, además de escritores como Aleixandre o Juan Ramón Jiménez.
Excursiones.
Museo
del Prado, Palacio Real, Museo de Arte moderno, El Pardo, Sierra de
Guadarrama, Andalucía, siempre acompañados de profesores
Fiestas.
Siempre muy estrictas, té, seguidos de bailes. Las chicas debían dar
los datos en secretaría sobre sus invitados y presentarlos a la
junta Directiva de la Residencia,
Asociación de Alumnas.
Entre las funciones una de
acción social, visitas a desfavorecidos, clases de lectura y de
costura
La Residencia en 1936
La sublevación encuentra la Residencia casi vacía, debido al fin de
curso. María de Maeztu vuelve a España desde balneario
francés donde se encontraba, al conocer la noticia de la prisión
de su hermano Ramiro de Maeztu. Intenta proteger a Ramiro, y también a su
Residencia. A aquél intercediendo
por él con sus amigos de la República; a ésta, pidiéndo al Instituto Internacional
que la
nombre a ella su representante temporal en Madrid, hasta que
llegue Mary Swrrney, secretaria del
Instituto Internaciona,
para hacerse cargo del edificio de Miguel Angel 8. Lo segundo que le fue
conseguido. En el edificio ondeó durante la contienda la bandera de
los Estados Unidos, bajo la protección de la embajada. La fortuna le fue adversa en su intercesión
por su hermano. María, ante la situación de caos, presenta la
dimisión a la JAE a finales de septiembre de 1936. Un més más
tarde Ramiro de Maeztu es asesinado en la carcel de Ventas. Maeztu, defraudada, se exilia a Argentina. Los edificios de la antigua
Residencia, exceptuando Miguel Angel 8 , tendrán distintos usos sociales y hospitalarios
durante la contienda y las pocas residentes que quedaban serán
trasladadas a Valencia,
La Residencia en 1939
Acabada la guerra, los edificios de la antigua Residencia, tanto de
Señoritas como de Estudiantes pasan a ser del Estado. Miguel Angel 8
sigue alquilado al Estado español, aunque EEUU intenta recuperarlo. La Residencia se
convierte en el Colegio Mayor Santa Teresa y es dirigido por una
antigua residente, la falangista Matilde Marquina, teniendo de
segunda de a bordo a Eulalia Lapresta- El padre Félix García lleva
la dirección espiritual de las residentes. El auditorio se convierte en la iglesia del Espíritu Santo. Los antiguos edificios de la colina de los chopos son ocupados por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
.
.
Comparto mi opinión con Carmen de Zulueta de condena de la guerra y a la destrucción de lo que fue la obra de Maeztu,
a la vista de lo que luego ocurrió con nosotras las mujeres en los
40 años posteriores. Esa etapa, aún a las universitarias entre las que me encuentro, nunca fue contada. Tuvo que llegar la
Transición para que conociéramos qué fue de todo aquello. En lo
único que no estoy de acuerdo con Zulueta es con ese pequeño
juicio adverso con que juzga a Maeztu en su
"reconversión" , la única nota negativa de este gran
texto de admiración a María de Maeztu y su obra. Pienso que la toma
de postura ante la arbitrariedad fue digna de una mujer recta, y más
cuando entre los asesinado estaba su hermano. ¿Pudo hacer algo la JAE? (una recuerda el caso de Ortega refugiado en la Residencia de Estudiantes porque se sentía amenazado y no lo sabe bien ) Sus antiguos amigos nada
hicieron o no pudieron hacer por ayudar a una mujer que fue el exponente máximo de la
educación igualitaria. Educar es respetar, todo lo contrario de
lo que iba pasando. Cuando a finales del año 1944 vuelve a España por
la muerte de su madre, Maeztu hubiera querido retomar la dirección del entonces Colegio Mayor Santa Teresa, pero los franquistas tampoco la restituyen. Es quizá el sino de los seres
honestos, no caer bien porque son fieles a si mismos.
La Residencia de Señoritas no fue , como la de Estudiantes; quizá entre sus residentes más profesoras y profesionales que artistas, aunque también las hubo. Mujeres capaces de ganarse la vida con altura, cursando estudios que, en muchos casos, después volvieron a negárseles.
Hoy María, cuyo cadáver a su muerte en 1948 trajo en Embajador Areiza de Buenos Aires a España, descansa en mi tierra, Navarra. Murió cristianamente y perdonó a todos, menos los que le habían impedido realizar su obra educativa con la mujer española.
DEP y que la tierra te sea leve, María. Y acabo con las palabras de Zulueta:
La Residencia de Señoritas no fue , como la de Estudiantes; quizá entre sus residentes más profesoras y profesionales que artistas, aunque también las hubo. Mujeres capaces de ganarse la vida con altura, cursando estudios que, en muchos casos, después volvieron a negárseles.
Hoy María, cuyo cadáver a su muerte en 1948 trajo en Embajador Areiza de Buenos Aires a España, descansa en mi tierra, Navarra. Murió cristianamente y perdonó a todos, menos los que le habían impedido realizar su obra educativa con la mujer española.
DEP y que la tierra te sea leve, María. Y acabo con las palabras de Zulueta:
Esperamos que este libro contribuya a dar a María de Maeztu el
lugar que le corresponde dentro de la historia de la mujer en
España, y a su Residencia, el valor que tuvo para incorporara a la
mujer media española a la vida cultural y profesional del país.
Merece la pena saberlo
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