El
Cuento Marroquí Moderno,
selección,
estudio crítico y traducción de dieciséis
narradores marroquíes contemporáneos, editado
por El Laboratorio de Investigación: Marruecos y el Mundo Ibérico e
Iberoamericano,
ha visto la luz en Casablanca en
2017
bajo
la atención
de Juan Marsá Fuentes, doctor en Lengua
Árabe
y
miembro de del Grupo
de Investigación
Estudios Árabes
Contemporáneos de la Universidad de Granada que
compagina
la docencia con la investigación y traducción literaria;
Hassan
Boutakka, Profesor de de Linguística y Traducción de la
Universidad Hassan II de Casablanca y
Said Benabdelouahed,
Profesor
de Lengua y Literatura
Hispánicas,
en
la misma universidad.
La obra es edición bilingüe. Aborda
la actualidad del cuento en Marruecos e incluye obra de 16 narradores
marroquíes de distintas generaciones,
desde
los narradores de la década de los treinta hasta la de los 70; son
seis
escritoras y ocho escritores:
Driss
Lkhouri; Ahmed Bouzfour; Latifa Baqa; Malika Moustadraf; Anis Rafi;
Latifa Labsir; Fatima Bouziane; Mohammed Souf; Zahra Ramiy, Mohamed
Lakhdar
Raisuni; Moustafa Hasnawi; Ali Afilal; Bouchra Qanit; Yassine.
Los
textos van precedidos de un estudio sobre la génesis y evolución
del cuento marroquí de expresión árabe y afirma
que el cuento en la historia de la literatura marroquí es tardía,
si se la compara con la aparición del género en las occidentales y
también algunas del Oriente árabe como Egipto o Líbano. Los
autores argumentan que
el cuento marroquí
moderno
de
expresión árabe
descrito con afán literario tal y como lo conocemos hoy, se
introdujo
con poco impacto editorial en
los años 40. En
los sesenta - siendo
ya Marruecos
independiente desde
1956 - se utilizaría
como arma de “concienciación nacional” y “fervor
post-colonial”,
aunque los
cuentistas conozcan
y adopten
técnicas narrativas occidentales con influencia de Poe, Gogol ,
Chejovl o Guy de Maupassant. En esta etapa, con una industria
editorial todavía incipiente, los narradores se
dan a
conocer en
los
periódicos,
los suplementos culturales y las tertulias en cafés. Esa primera
etapa va a verse enriquecida y desarrollada a partir de los años 70
del pasado siglo con la aparición de subvenciones públicas, clubes
literarios y la creación en
las universidades de grupos de
investigación sobre
narrativa.
Importante
en ese desarrollo es la
consecuencia de la incorporación de la mujer a la vida intelectual y
a la creación.
Sabida
es la curiosidad con que la mujer occidental lee a la mujer de
otras tradiciones
como
contraste.
Permitidme
que sea de ellas a quien hoy dedique este blog.
Seis
son los cuentos publicados por mujeres. Escriben,
dicen los autores, cuentos, relatos, novelas en forma de libro o en
revistas literarias y prensa diaria. Son
mujeres cultas, alguna de ellas profesora universitaria. En
cuanto a su edad, hay una nacida
en la década de los cuarenta, cuatro en la de los sesenta y
una de los setenta. En
las fotografías tres de ellas aparecen veladas y tres desveladas.
Latifa
Baka (1964) en
su cuento “Ice
Cream” , la protagonista reflexiona
sobre el distinto trato dado por su padre a ella y sus hermanos, un
padre decrépito que va a morir al que
trata con piedad, y no
obstante con
crítica pues le responsabiliza de su fracaso. “Yo
aprobaba cada año...pero aquello nunca te importó, por eso me he
convertido en una feminista rencorosa...!Fue por tu culpa,
padre”(pg31)
Su maternidad es
igualmente desmitificada: …
Miro a mi niño a quien quiero mucho sin necesidad de argumentarlo.
Lo quiero igual que como y cago...algo que supera el entendimiento
(pg 31)
Malika
Moustadraf, nacida en 1962, fallecida
en 2006,
introduce en el texto “Un
día en la vida de un hombre casado”
la ironía.
Es
un monólogo interior puesto en la boca de un marido misógino
y maltratador aunque
sea
en
el
final
del cuento donde el sentido se alcanza, ya que monólogo
se rompe para introducir la contestación
femenina y
la intextualidad de
Sherezade
“Nota
: No pruebes esta receta con todas las mujeres...
Y calla las palabras no otorgadas”(
pg 40)
Latifa
Labsir (1965) trata la mirada de unas niñas que contemplan a su
vecina prostituta “Mennana”, siempre rodeada de hombres guapos,
que
viste trajes y se rodea de objetos de vivos colores,
en contraste con la falta de vitalidad y la pesadumbre materna. “Toda
la alegría que inundaba nuestra pequeña infancia la robábamos mi
hermana y yo de la alegría de Mennana (pg 51)
Fátima
Bouziane (1973) a través de los ojos de una niña nos cuenta su
boda:” ¿!Esta
es mi noche!?”
entre el miedo y el coro de mujeres que la arropan : ”No
temas. Todo saldrá bien. No es tan complicado como te imaginas. Es
sólo una noche y en todo caso pasará (pg
58)
Zahra
Ziraoui (1940) trata en “La Apuesta” la pérdida de los ideales
políticos de un compañero de clase”:Él
recordaba que ella era una mujer que había leído a Spencer, a
Sartre, John Locke, y a.. que había entrado en cárceles y dirigido
manifestaciones(pg 67)
Zahra
Ramiy “En
alas del espejismo”escribe
un relato sobre el conformismo del hombre que prefiere la rutina a
alcanzar el amor liviano.
Hay
un rechazo de la mujer liberada para aceptar la cotidianidad de un
amor acostumbrado: Parecía
una mariposa libando de aquí para allá. Libaba el néctar de una y
otra rosa (pg
84) no
parece que exista la ironía en el texto, lo que hace que parezca,
pienso, que el protagonista prefiera la realidad al espejismo del
amor
Bouchara
Quanit reinterpreta el cuento de “Cenicienta” : Mas
bien espero a que me abrace la noche, a que me quite las arrugas que
afean mi vida.. mas bien (...) De
inmediato sintió las bofetadas estallar haciendo añicos los
guijarros del sueño arraigado en su memoria (Pg103)
Dos
cuentos tienen de protagonista al hombre; cuatro de ellos la
protagonista es mujer. Unas
adscritas al realismo de la cotidianidad, otras al simbolismo. En
cuanto a sus técnicas narrativas, algunas
utilizan la técnica del monólogo interior, sea
sueño o recuerdo o reflexión, otras
son
de narrador
omnisciente. Introducen
algunas la intertextualidad de su tradición, así
mencionan
a
Sherezade o Aladino. Hay experimentación y simbolismo y quizá me
pierdo, por desconocimiento, otras citas.
Si
digo que
sus
temáticas diversas me
sugieren-
excepto en un caso-
la
necesidad
de mayor
espacio
vital en
las protagonistas
quizá
haya en mi visión una deformación fácil
de
occidental.
Yo
leo
una protesta ante una posición secundaria ante el hombre y
su visión de la mujer,
sea el padre o el marido; leo
también
en
dos casos la dureza
de
las madres,
y
leo
una opresión de causas no demasiado claras. Pero
quizá yo necesite gafas y lentes por exceso de luz como los
murciélagos del
cuento de
la
nueva ”Cenicienta”
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