Shirley Mangini, profesora de Literatura Española
en la Universidad del Estado de California en Long Beach y directora
del Centro de Humanidades de dicha universidad, publicó en
Península, Barcelona 2001, este texto que hoy traigo, que mereció
becas de investigación tanto del Ministerio de Asuntos Exteriores
español como de universidades norteamericanas State University, Long Beach y al National Endowment for the humanities. Hace historia de
Madrid y sus mujeres a lo largo del tiempo para detenerse en este
periodo de finales de siglo XIX, primer tercio largo del siglo XX,
etapa que sigue mereciendo la máxima atención de los
historiadores, ya que en estas fechas se consolidó la integración en
la vida intelectual de un grupo de importantes mujeres, alguno cuyos
nombres cada vez más están mereciendo exposiciones y
estudios. Apuntados por primera vez por Antonina Rodrigo y con posterioridad por Inmaculada de la Fuente,
Ángela Ena, Elvira Ontañón, Carmen de Zulueta o Alicia Moreno y Amparo Hurtado
marcan un hito en la historia de la mujer, que verá posteriormente frenada su
integración intelectual a partir del final de la Guerra Civil
española.
Esta pluralidad de puntos de vista enriquece la
perspectiva. La publicación que hoy comento las llama “Modernas de Madrid”. Pese al entusiasmo con que los historiadoras tratamos
el tema , el primer punto de debate viene dado por el propio
título ¿de Madrid? - Me temo que efectivamente el fenómeno se dio en
Madrid y no tanto en el resto de España. Fueron de toda
España, pero se desarrollaron en Madrid, así María de Maeztu,
María Goyri o Isabel de Zubiaurre, vascas, Carmen Baroja y Matilde
Huici, Dorotea Barnés, navarras; Rosa Chacel, vallisoletana; Emilia
Pardo Bazán, Concepción Arenal, Maruja Mallo, gallegas; María
Lejárraga y María Teresa León, riojanas; Carmen de Burgos y María
Zambrano, andaluzas; Concha Espina, santanderina; Pilar de
Valderrama, aragonesa. También las hubo madrileñas como Concha
Méndez, Margarita Nelken o Clara campoamor. Con eso no quiero resaltar el lugar de nacimiento
sino afirmar dónde las mujeres encontraron un ambiente
propicio para desarrollar sus capacidades: Madrid: Un
espacio propio y abierto
La autora hace un seguimiento de las
mujeres de Madrid que fueron , como Isabel Galindo, la latina y va
desembocando en las precursoras que iniciaron la andadura pública
escribiendo en revistas o dirigiéndolas, como Concepción Gimeno de
Flaquer, Maria Pilar Sinues de Marco o la muy activa Faustina Sáez
de Melgar. Las
revistas proliferaron no sólo en la capital, pero fue la libertad
de Madrid la que sirvió a Joaquina García Valmaseda, Blanca de los
Ríos, Sofía Casanova, Julia de Asensi, Rosario de Acuña, Emilia
Pardo Bazán ( primera profesora universitaria) Carolina Coronado y
Rosario de Acuña a darle difusión. Sáez
de Melgar fundo en Madrid en 1864 el primer Liceo Femenino y en 1869
el Ateneo Artístico y Literario de Señoras junto con el krausista
Fernando de Castro y las Conferencias Dominicales para la ilustración de la mujer. Buscaron El Derecho a la ilustración .
LA ILE Y SUS CREACIONES La autora investiga la
modernidad que se extiende a la libertad adquirida en todos los
órdenes, tanto en las formas como en la esencia, y al consecución de
la educación de la mujer, tema en que jugó un papel definitivo la
burguesía liberal de la Institución Libre de Enseñanza; influidos
por ella Concepción Arenal y mujeres y hombres regeneracionistas de
la generación del 98. Giner de los Ríos alma de la ILE, desarrolló
con sus colaboradores una pedagógica renovadora. En todas las
creaciones a la ILE debidas y con ella relacionadas, se extiende su
pedagogía educativa y su apuesta por la educación de la mujer. Entre las
pioneras, María Goyri, afiliada a la ILE , doctora en Filosofía y
Letras y luego profesora de ella, Carmen Gallardo, Isabel de
Oyarzabal, más tarde embajadora de España. Se logró el Derecho a la educación superior
Desde 1910 el Gobierno había concedido a
las mujeres el acceso a la Universidad. En 1907 La Junta de
Ampliación de Estudios (JAE) para la renovación de la enseñanza
universitaria, desarrolla la idea de Giner de los Ríos de enviar a
jóvenes profesores y estudiantes a conocer las más prestigiosas
universidades, otorgando becas para cursar estudios en el extranjero.
De las becas un 13 % se otorgaron a mujeres. De ellas disfrutaron la
química pamplonesa Dorotea Barnés en el Smith College de
Northampton, Massachusset; la pedagoga catalana Francisca Bohigas en
Ginebra; la abogada Matilde Huici en Middlebury, Bermont; la
pedagoga Marías Pilar de Oñate en Suiza y Alemania. Becadas fueron,
entre otras, Margarita y Matilde Ucelay, Zenobia Camprubí, María de
Maeztu, Josefina Blanco , Carmen Baroja, Concha Méndez, María
Teresa León y : Viajan al extranjero , hablan idiomas, conocen el
mundo.
En 1015 la JAE crea La Residencia de Señoritas,
similar a la ya creada Residencia de Estudiantes (1910) para
facilitar el acceso de la mujer a la Universidad. Se trataba de que
las mujeres que fueran a estudiar a Madrid tuvieran un alojamiento
confortable y un ambiente de estudio y de altura
científica. Disponían de laboratorio y biblioteca, impartiendo
clases de diversas materias Estaba dirigida por María de Maeztu;
entre las profesoras Rafaela Ortega, María Goyri, Maruja Mallo,
Maria Zambrano. La Residencia de
Señoritas estaba relacionada
con El instituto Internacional para Señoritas de España, fundado en
Santander en 1871 por el matrimonio americano Glulick que había
establecido en su casa una
pequeña escuela de mujeres, se trasladó a San Sebastian en 1881 y que
se había establecido en Madrid en 1903, fundando el Colegio Norteamericano,
cuyos edificio de la calle Fortuny alquiló la Junta. El comité del también llamado
Instituto de Boston, dirigido ahora por Susan Huntington, mediante un convenio apoyaba económicamente a la Residencia
y había intercambios de alumnas. Finalmente se compraron por la JAE los edificios del Internacional. : Fueron residentes Victoria
Kent, Matilde Huici, Carmen de Munárriz, Aurora Arnáiz, Marte
Luise Fisrter, Ana Moreno; Carmen Castilla, Delhy Tejero o Josefina
Carabias. Las normas eran estrictas y las actividades y conferencias
de altura. Formas cosmopolitas, tomar el te, conferencias en otros
idiomas , deporte, cambian su imagen,
se maquillan : Una habitación propia
Obra de la ILE fue el Instituto Escuela para
segunda enseñanza (1918) , inicialmente mixto hasta 1920 una de
cuyas primeras alumnas fue Victoria Kent, Margarita Ucelay, que sería
la primera mujer arquitecto, Jiména Menéndez Pidal, Matile Barbés,
química. Fueron profesoras del Instituto escuela, entre otros,
María Goyri, María Sánchez Arbós, Carmen Castilla. La
pedagogía que se inició con la formación de los maestros llegaba a
la segunda enseñanza desde la infancia.
Lyceum Club (1926) fue obra de mujeres liberales
de la institución , como Maeztu o Kent, para apoyarse entre ellas.
Similar a los clubes ingleses donde las mujeres, ya no estudiantes
sino muchas de ellas casadas, pudieran potenciar sus creaciones y
impregnarse de cultura abriéndo sus tribunas a los mejores
creadores contemporáneos :125 mujeres pioneras entre las que se
encontraban Isabel de Oyarzábal, Victoria Kent, Zenobia Camprubí,
Ernestina de Champourcín , Helen Fhipps, Natividad González, Magda
Donato, Amalia Galárraga,Carmen Gallardo, Encarnación Aragoneses,
Pilar Zubiaurre, Pura Maortúa, María Martos, Carmen Mommé, Carmen
Baroja, Matilde Huici . Las mujeres se apoyan y son solidaria con
las mujeres
MISOGINIA Y RECHAZO El movimiento emancipador
femenino no fue muy bien aceptado ni en el extranjero ni en
España, con nombres tan sorprendentes misóginos, dice la autora, en
sus juicios negativos como los médicos Marañón, Ramón y Cajal,
Ortega y Gasset , Novoa o Gonzalez Blanco, pese a que Ortega abría
las páginas de la Revista de Occidente a alguna selecta colaboración
femenina. Hildergard , feminista, fue Secretaria de la Liga para la
Reforma Sexual sobre bases Científicas que presidía Marañón y
publicó numerosos libros sobre la sexualidad. Las mujeres
“feministas”eran observadas y sufrían cierto murmullo, cuando no
hostigamiento. Pero muchas de ellas entran en el debate de Defensa de las
mujeres
MUJERES PROFESIONALES O CASI : Rosa Chacel, Maruja Mallo o
María Zambrano escriben en la revista de Occidente. Son estas tres
creadoras para Shirley Mangini "Las Modernas modernistas".
Y lo son porque las tres tienen una capacidad de juicio teórico.
Tres vanguardistas capaces de teorizar sobre el arte, racionalizarlo.
Añade a las pintoras Remedios Varo y Ángeles Santos; a las poetas
de la generación del 27, Ernestina de Champorcin y Josefina de la Torre, incluidas en la
Antología de Gerando Diego Poesía Española contemporánea
(1934 . Además de las arriba citadas, introduce a aquellas otras escritoras y
artistas de mérito propio, como las poetas Concha Méndez, Carmen
Conde; la novelista María Teresa León; Escribe sobre su teatro de guerra y el
de de Marga Donato, Carmen Momne, pintora
en cuya casa establecieron el
teatro “El mirlo blanco”;
Carmen Baroja, Pilar de Valderram, y su teatrillo Fantasio; Pilar Millán Astray,
Halma Ángélico, María Teresa Barragán, y María Lejárraga, maestra y
escritora brillante que
publicaba con el nombre de su marido Martínez Sierra. Con la venida
de la República, numerosas mujeres participaron en las Misiones
pedagógicas; y en La Barraca con Federico García Lorca como Laura García
Lorca, Mercedes Ontañón, Laura de los Ríos , Carmen Antón y Maria
del Carmen Lazgoyti. El movimiento editorial y periodístico era muy
activo, en él antes de la República Carmen de Burgos, y en ella Josefina Carabias, Consuelo Bergés, , Magda Donato,
Irene Falcón se ganan la vida con la pluma,. Un importante número son autosuficientes y
pueden
ganan su vida con su
trabajo
Con la República, se acrecienta
la visibilidad de las mujeres citadas, escritoras, artistas ,
periodistas y algunas mujeres ocupan puestos de poder político :
Victoria Kent, María Lejárraga, Margarita Nelken y Clara Campoamor
obtendrán actas de diputadas por partidos de izquierda. A la defensa
del derecho al voto de la mujer de la abogada Clara Campoamor, tras
un denso debate con la también abogada Victoria Kent como oponente ,
se debe que la mujer española en 1931 alcance los plenos derechos de
ciudadanía. Puede votar y ser votada.
De
todas ellas y de muchas de las anteriormente citadas, publica la
autora numerosos datos biográficos hasta su muerte; y extensa
bibliografía. Mienta a la anarquista Federica Montseny, ministra de
Sanidad ; Isabel de Oyarzabal, embajadora, Costancia de la Mora
aristócrata comunista y escritora , Benita Asas Manterola y algunas
de las ya citadas, como Zenobia Camprubí dado que las actividades
de estas mujeres no se atuvieron a un sólo campo de acción.
OBSERVACIONES : Por mi
parte, decir que esta etapa de la vida me fascina y que comparto con la autora la novedad de lo conseguido.
He ido subrayando los textos: Recogen el
testigo de las mujeres del XIX y siguen batallando por la educación
superior de la mujer. La pedagogía que se inició con la formación de
los maestros llega a la segunda enseñanza desde la infancia.
Lograron el derecho a la educación superior. Viven en espacio abierto de la urbe: Madrid. Ven
otros mundos, viajan. saben idiomas, son cosmopolitas. Cuidan su imagen. Consiguen una
habitación propia..
Escriben sobre las mujeres con voz de mujer y debaten en prensa y
publicaciones. Un importante número son autosuficientes y se ganan
la vida. Siguen las normas sociales y sexuales o las rompen. Consiguen la ciudadanía. Intervienen en política. Las mujeres se apoyan y son
solidaria con las mujeres. Son sujeto, votan y pueden
ser votadas. Entran en la modernidad
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