viernes, 21 de febrero de 2025

DOÑA FRANCISCA PIZARRO, UNA ILUSTRE MESTIZA ( IV ) Biografía. Perú

DOÑA FRANCISCA PIZARRO, UNA ILSTRE MESTIZA  IV

María Roswtworowski de Díaz Canero

IEP, Instituto de Estudios Peruano, 1ª edición, Perú, 1989, Serie Historia andina 14, resultado del proyecto “Subordinación y complementariedad: Relación de hombres y mujeres en los Andes”, financiado por la Fundación Ford

 Opiniones Al margen de este texto


Le interesó desde el principio a la Corona la evangelización de los indios, que los conquistados les dieran buen trato y se impidiera su esclavitud[1] aunque los conquistadores no siempre lo cumplieron[2] . Como se desprende de este estudio, la corona española quiso el mestizaje, por lo que se dictaron leyes  a favor de las bodas de los españoles con las mujeres incas[3] y los hijos nobles del mestizaje español inca fueron, por deseo y conveniencia de la corona, venidos  a España, alcanzando bodas de alcurnia y títulos nobiliarios. 

Quizá, en mi entrada anterior, juzgué con dureza el tratamiento que dieron los conquistadores a las princesas incas, aunque apelara a un contexto del que cinco siglos nos separan. Si el comportamiento de aquellos conquistadores en Perú afectaba al trato con las mujeres indígenas, que estaban a merced de sus ambiciones territoriales o sexuales, en España la corona otorgaba como recompensa a las hazañas y los méritos de los conquistadores desposarlos con mujeres de alcurnia españolas.  También en España se ejercía el repudio o alejamiento de la mujer, pues un hombre poderoso podía desprenderse de ella y encerrarla en un convento para poder establecer un casamiento más ventajoso e, incluso, quitarle los hijos si los había, como este texto nos muestra que fue el caso de Hernando Pizarro que alejó a su primera pareja, Isabel Mercado, para hacer una boda ventajosa con su sobrina Francisca Pizarro manteniendo los hijos de Isabel Mercado consigo.

Las circunstancias de la mujer en esta época siempre se supeditaban a intereses y caprichos masculinos, que son los que detentaban el poder . Ese fue el caso de las princesas incas de las que hablamos en la anterior entrada,  ellas no podían ampararse en sus  parientes, presos o muertos por los conquistadores, y eran estos los que decidían a su favor, propio de vencedores y vencidas.

Francisca Pizarro Yupanqui, una ilustre mestiza.

Tomo los datos de María Rostworowski y los amplio con otros contrastados, ya que la autora, en su ajuste a lo indispensable con parquedad, da por hecho que conocemos la historia de Perú y su conquista.  

 Hija de Francisco Pizarro y princesa Quispe Sisa, bautizada como Doña Inés Yupanqui, nieta del emperador inca Huayna Cápac y su esposa secundaria Contarhuacho, una mujer poderosa, curaca de Tocas y Huaylas. Era sobrina Atahualpa, de Huáscar y de Manco II, y de Juan, Gonzalo y Hernando Pizarro. En ella se cruzaron las sagas de los emperadores incas y los conquistadores españoles.  Nacida en Jaula en 1534,  Francisco Pizarro la recibió  con júbilo y la aceptó y también a su hermano Gonzalo,  un año después. Fueron legitimados por Carlos V [4]pese a que Pizarro debió casarse por el rito inca

Especulamos cómo sería la educación de sus dos primeros años de vida con su madre:  Aunque Doña Inés Yupanqui también hablaba castellano, quizá la niña pudiera entender algo de su idioma quechua nativo. No dice nada de ello este estudio. Francisca Pizarro pasó a ser educada a la española dos años más tarde, cuando Francisco Pizarro y Doña Inés se separaron y abandonó la madre el palacio para habitar con su nuevo esposo, Francisco Ampuero, en una casa situada en la misma plaza de la Ciudad de los Reyes (Lima). Francisca y  su hermano Gonzalo siguieron viviendo bajo la tutela de su tía Inés Muñoz[5], esposa de Francisco Manuel Alcántara, hermano de madre de Francisco Pizarro. Tampoco dice el estudio si la niña siguió teniendo relación con su madre. Sí dice el poco afecto que parecía despertarle Francisco Ampuero y la mucha protección que le otorgó Inés Muñoz, encargada su la educación y cuidado, llamada por Francisco Pizarro al separarse de doña Inés Yupanqui.

En 1537 por sus triunfas en Cuzco y Lima frente al inca Manco II, Carlos V  concedió   a Francisco Pizarro el título de Marqués, título de Marqués que nunca uso, se le llamaba Gobernador de Perú. En 1541 las guerras por el dominio del territorio continuaban, esta vez entre los conquistadores españoles Francisco Pizarro y Diego de Almagro por el gobierno y dominio de la ciudad de Cusco. Vencido, Almagro en Cusco fue ajusticiado por Hernando Pizarro, lo que despertó el odio de los almagristas y el recelo del rey Carlos V. 

Estaba instalado Francisco Pizarro en el Palacio del Gobierno en la ciudad de los Reyes[6] , cuando, en venganza, el hijo mestizo de Almagro, Diego de Almagro el Mozo y los almagrista penetraron en el Palacio del Gobierno en la Ciudad de los Reyes, y pese a su defensa, asesinaron a Francisco Pizarro[7] y los pocos que con él quedaron  entre ellos, Francisco Martín Alcántara, esposo de Inés Muñoz, los cuidadores de los hijos de Pizarro. Hernando Pizarro se encontraba en España, recluido en el Castillo de la Mota por la muerte de Almagro y Gonzalo Pizarro fuera de Lima. Los almagristas se hicieron con el poder, asaltaron las casas y robaron los haberes de los pizarristas.

Inés Muñoz, comprendiendo que los niños corrían peligro, buscó refugio para ellos en un convento de Lima, después huyó de Lima, se dirigió con los niños a Tumbes, vendió sus joyas, pagando 300 pesos alquiló caballos, contrató arrieros y se quedó en Quito en espera de la llegada a España del nuevo gobernador de Perú, Cristóbal Vaca de Castro Los hijos de Pizarro,  vivieron con Inés Muñoz  en Tumbes, Piara y Trujillo, hasta que se calmó la situación y volvieron a Lima, cuando Vaca de Castro [8] derrotó en 1542 a Diego de Almagro el Mozo que fue decapitado

Los dos hijos legitimados, Francisca y Gonzalo, eran sus herederos. A la muerte por asesinato de su padre Francisca tenía siete años y Gonzalo seis.  Francisco Pizarro en su testamento [9]declaraba a su hijo Gonzalo heredero universal, patrón de la capellanía, mayorazgo y Gobernador del Perú y otorgaba a su hija Francisca 12.000 pesos de oro, pero la llamaba a ser heredera de todos sus bienes a la falta de su hermano. Muerto de muerte natural Gonzalo[10], se convirtió Francisca en heredera rica y deseada. Gonzalo Pizarro pasó a ser tutor de sus sobrinos. Era él quien administraba sus bienes y se responsabilizaba del coste de su instrucción, mostrándose muy interesado en su sobrina.  Inés Muñoz, bajo la tutela de Gonzalo Pizarro siguió encargándose de su educación , Volvió Inés a casarse con el español Antonio de Ribera y los mestizos, Francisca, y Francisco, hijo de Francisco Pizarro y Doña. Angelina, se educaron a la española, que en una chica incluía lectura, escritura, música y danza, siguiendo el testamento de su padre que sí lo ordenaba. 

Al  Consejo de Indias le venía preocupando la situación de los abusos con los indios de los encomenderos españoles, denunciadas por el fraile dominico Fray Bartolomé de las casas[11]. Carlos V promulgó Las Nuevas Leyes de Indias[12] cuyo objetivo era proteger a los vasallos indios de la Corona evitando su esclavitud, limitar las acciones de los encomenderos, reorganizar el gobierno de las Indias, y frenar el aumento del poder de los conquistadores.  Preocupaba al Consejo de Indias no solamente el maltrato de los indios sometidos, también que  en sus ambiciones  los españoles crearan una nueva aristocracia con los descendientes del imperio inca, ajena a la corona. 

Nuevamente la situación de Francisca se complicaría con el enfrentamiento contra España de Gonzalo Pizarro, acaudillando a los encomenderos contra España por la no aceptación de las Nuevas Leyes. Se estableció una guerra civil cruenta entre los encomenderos y la corona que acabó cuando Gonzalo fue   vencido[13] y decapitado.

No hay cartas ni documentos que indiquen que pensaba Francisca; aunque sea elucubración imaginamos el drama originado, ya que tenía una muy buena relación con su tío y así lo deja dicho en su primer testamento. La tutoría de Francisca continuó con sus protectores, Inés Muñoz y su segundo esposo Antonio de Ribera. Tenía doce años, siguió educándose. Poseía una alta posición por todas las encomiendas heredadas y por ser hija del difunto gobernador de Perú.  

Cuatro años más tarde, en 1550, Carlos V por real Orden, ante las cartas con insinuaciones y quejas por parte del inquisidor Pedro de Lagasca  y otras autoridades españolas en Perú[14], que hacían a la corona española recelar del poder que podían representar los mestizos hijos de españoles y de la nobleza inca, creando una monarquía ajena a España, el emperador exige que los hijos de todos los Pizarro se trasladen a España con premura. Por noticias posteriores sabemos que la noticia afectó negativamente a Francisca[15], también afectó a su medio hermano Francisco, hijo de Pizarro y Doña Angelina. Vivían con lujo los mestizos aristócratas en Lima.

Francisca solicitó en la audiencia de Lima que se retrasara el viaje, pues hacerlo de inmediato podía perjudicar sus bienes. El el imperio inca el poder no era solamente un atributo masculino, demás del poder de la Coya, o esposa del emperador inca, algunas de las funciones de poder eran ejercidas por mujeres cacicas o curacas, como había sido el caso de la abuela de Francisca   Cortarhuacho, curaca de Huaylas, al mandar 10.000 indios en ayuda de Pizarro en la cerco de  Lima. Francisca no era ajena al manejo del poder en sus encomiendas y de su bienes, tal como demostrará al redactar su testamento.

 El viaje a España era largo y peligroso, no solamente por la distancia y los accidentes de navegación sino también por los piratas que asaltaban los barcos españoles para robar. Antonio de Ribera y Doña Inés Muñoz capitalizaron las rentas , vendieron haberes  y recogieron la plata y el oro que los hijos de Pizarro llevarían a España . Francisco de Ampuero les acompañaría en el viaje y administraría los gastos. Ampuero llevaría a la hija que había tenido con Inés Huaylas, Isabel, ambos, Francisco Pizarro Yupanqui e Isabel Ampuero Yupanqui eran mestizos y hermanastros de Francisca Pizarro Yupanqui. 

El viaje se iniciaría en 1551, antes Francisca hizo testamento. El documento está incorporado a esta publicación.

Primer testamento

Al ser un documento que expresa sus deseos, entendemos que muestra los rasgos de carácter de la testadora, ya que es documento personal. En nuestra opinión, es un testamento maduro, bien estructurado y sensato, Sabía manejar las rentas y determinaba el coste  en todos los legados y donaciones, trata los asuntos con pericia impropia de una chica de diecisiete años. Entendemos el testamento sopesado y equilibrado, fechado en ciudad de los reyes, marzo, 1551

Advocaciones  Se inician con la advocación a Santiaga Apóstol.  Muestran la religiosidad de la testadora, que dedica parte de su capital a organizar su sepelio, dictar las medidas que deben darse en caso de que fallezca en el viaje y dónde y cómo debe de ser enterrada. Las órdenes son muy prolijas y meditadas en número de misas, velas, ornamentos litúrgicos, clase y color de los tejidos, honras fúnebres, capellanes y número de misas que deben celebrarse. Insta a construir la capellanía en la Catedral de Lima que había pedido en testamento su padre, al que siempre intitula “el marqués”, la edificación y mantenimiento del sepulcro, y cómo debe elegirse al capellán y quienes deben atenderlo y elegirlo. Donaciones igualmente a iglesias y conventos.  Obras de caridad Demuestra equilibrio entre su sangre inca y la española, ya que manda donaciones a hospitales de indios y de españoles. También en el trato con las gentes son equitativas sus donaciones y obras de caridad, pues deja dotes y que sean vestidos pobres en Trujillo y pobres en las indias, sin olvidar a los indios e indias de sus encomiendas. También sus albaceas son españoles de España y de Lima - sus tíos Hernando e Inés Rodríguez de Aguilar y Álvaro de Hinojosa[16]y en Lima Antonio de Ribera y el obispo que hubiese en el momento. Especialmente reseñable es su declaración de amor a su tío Gonzalo Pizarro.

Tanto María Rostworowski, como Carmen Sánchez Risco se fijan en esta cita como la única parte del testamento que expresa sentimiento.

 “y por amar como amé e quise mucho a este a mi tío Gonzalo Pizarro porque, aunque gastara de mis bienes más que lo que pudo gastar lo ubiera yo por bien (p.99)

Entiendo que además de un sentimiento amoroso[17] puede existir una reivindicación de la figura de Gonzalo y la identificación de Francisca con la causa de su lucha encomendera. Lo entendemos, incluso, como rebeldía, y un desafío a la Corona, un acto de valentía de Francisca, pues la cabeza de Gonzalo Pizarro, clavada en una pica y metida en una jaula seguía expuesta en la Plaza Mayor de lima. Lo estuvo hasta que alguien la robó en 1563.Lazos familiares paternos de la saga Pizarro muy fuertes. Importancia del linaje  Una vez saldadas las donaciones religiosas y caritativas, recuerda a su hermano (de padre) Francisco al que le deja un tercio del dinero restante. Y a su primo Hernando, hijo de su tío Gonzalo si falta o muere sim herederos Francisco,  dinero para la dote de su prima Inés, hija de Gonzalo. Dicta a quien iría legado si ellos fallecen. Nada dice de sus hermanastros maternos Martín Alonso e Isabel Heredera universal del remanente de todos sus bienes a su madre Inés YupanquiSi en algún momento nos hemos preguntado por la relación madre e hija, podemos pensar que, pese a la separación, nunca cesó la relación de amor, y posiblemente de trato. La historiadora se pregunta si, al no existir palabras de afecto en el testamento, habría pudor de expresión o alejamiento de su madre. Nuestra opinión es que no la hubo, ya que la hace heredera universal, luego la recuerda. La recordará también en el blasón que colocaría muchos años más tarde en el Palacio de la Conquista de Trujillo. Todos los legados están condicionados a que ella muera sin descendencia. En el caso de que la tenga descendencia, queda revocado el testamento con respecto a los legados.

La partida a España se inicia el 15 de marzo de 1551. No regresaría  a Perú. 

 

 

 

 

 



[1] Leyes de Burgos, sancionadas por Fernando el Católico, 1512

[2] Real Provisión de la reina Isabel de castilla, 20 junio, 1500

[3] Real Cédula, 14, enero, 1514

[4] Francisca 25, marzo,1536 ,  Gonzalo, Real Cédula, 12 octubre, 1537

[5] Inés Muñoz mantuvo un diario desde que llegó a América en 1530 hasta 1594

[6] Fundada en enero, 1935

[7] 25 junio, 1541

[8] Batalla de Salinas

[9] https://www.cervantesvirtual.com/obra/el-testamento-de-francisco-pizarro-conquistador-del-peru/

[10] 1546

[11] Sevilla 1474- Madrid 1566, defensor de los indios. Entre su numerosa bibliografía Brevísima recopilación sobre la destrucción de las Indias (1552))

[12] Promulgadas en Barcelona ,1542. Leyes y enseñanzas nuevamente hechas por su majestad para la gobernación de las Indias y buen tratamiento y conservación de los indios. Se considera un precedente del derecho Internacional.

[13] 1546 los Rebeldes de Gonzalo Pizarro vencieron al virrey González Vela que fue decapitado. Carlos V envió tropas mandadas por Pedro de Lagasca y un fuerte ejército al mando de Pedro de Alvarado vence a Gonzalo Pizarro Ven la batalla de Jaquijahuana. Su cabeza fue expuesta hasta 1563 en Lima.

 

[14] Imaginamos que muchas de las denuncias podían ser envidias y celos por las cuantiosas posesiones de los Pizarro, pues poca amebaza podían representar muertos Francisco, juan y Gonzalo, sólo quedaba Hernando y estaba preso en España.,

[15] Así se desprende de los juicios que  establece con Francisco de Ampuero por las cuentas del viaje a España.

[16] Debió estar emparentado, pues figura casado con Graciana Pizarro, hermana del padre de Hernando Pizarro, sería cuñado de Hernando Pizarro

[17] Alguno de los historiadores suponen que la pretensión de Gonzalo Pizarro era desposarse con su sobrina. No lo hace este estudio.


lunes, 10 de febrero de 2025

DOÑA FRANCISCA PIZARRO, UNA ILSTRE MESTIZA ( III ) La actitud de las mujeres indígenas

 

Imagen de Inés Huaylas Yupanqui en el emblema del Palacio de la Conquista, Trujillo, España.

DOÑA FRANCISCA PIZARRO, UNA ILSTRE MESTIZA 

María Roswtworowski de Díaz Canero

IEP, Instituto de Estudios Peruano, 1ª edición, Perú, 1989, Serie Historia andina 14, resultado del proyecto “Subordinación y complementariedad: Relación de hombres y mujeres en los Andes”, financiado por la Fundación Ford


Quinpe Sisa o Inés Huaylas Yopanqui, o madre de Francisca y Gonzalo Pizarro Haylas Yupanqui.   

Las princesas incas

La actitud de las mujeres indígenas.

La atención a la conquista desde el sentimiento femenino, a pesar de que la autora evite un juicio de valor, presenta, a nuestro juicio, un panorama negativo para las mujeres. Aunque sea otro el contexto, separado por cinco siglos, pensamos que hubo  una utilización por los españoles de las mujeres indígenas propia de las guerras de conquista.  Recupera este estudio nombres de las principales, ñuscas, o princesas incas, con las que se cruzaron los conquistadores, pero a los españoles tomar por esposa, o por compañera, a una princesa inca les aportaba prestigio ante los indígenas incas. Creemos que el trato no siempre bueno   a las mujeres principales sería extensible al resto de mujeres indígenas no principales. La historiadora no condena, pero si interroga o plantea dudas:

“¿Qué sentimientos surgirían entre las mujeres andinas ante el invasor? ¿Se conjugarían en ellas las cambiantes circunstancias habidas entre amor y odio?

En algunos casos se casaban con españoles, pero, por lo general, de rasgo inferior al de su propia alcurnia (P.14) “Lo real es que Atahualpa la entregó por compañera a Pizarro, sin preguntarle seguramente su opinión” (pág17

El cruce racial resultaría negativo, no para los mestizos, pero si para las madres de los mestizos. Si bien podría ser comparables a las princesas europeas, ambas piezas de juego en los intereses políticos, e incluso era habitual en las costumbres incas, en el caso de las princesas incas  emparejadas con españoles no pudieron apoyarse en los principales de su raza, sometidos o muertos por los conquistadores..

 En segundo lugar, entendemos, que a las princesas andinas emparejadas con los conquistadores se les privó de sus hijos, ya que fueron alejados de sus madres indígenas para ser educados a la manera española. En la mayor parte de los casos, los españoles quisieron que sus hijos mestizos tuvieran una enseñanza superior a la que pudieran darles las madres naturales. Ese fue el caso de los hijos de Inés Haylas Yupanqui y Francisco Pizarro. Francisco Pizarro en su testamento dictó cómo deberían educarse sus hijos, y mandó que su hijo Gonzalo, su sucesor, aprendiese latín. El conquistador, abandonado por su padre Gonzalo el largo por ser hijo bastando, quería para sus hijos lo que él no había tenido, era ágrafo.              

Las Princesas incas

María Rostworowski aporta el nombra a varias princesas incas. Por ser un tema  interesante para mi, por lo desconocido, he tomado sus nombres y en algún caso mi curiosidad ha añadido algún dato a sus biografías de fuentes fiables.

Contarhuacho,

Madre de Quipe Sisa y aliada de los españoles

Fue una de las esposas secundarias de Huayna Cápac, emperador del Tuhunatinsuyu. Hija del curaca de Huaylas. tras un aguerra, el vencedor, el emperador inca, obligó a los vencidos a sus a que sus hijas fueran trasladadas a Cusco. El inca se enamoró de ella y la hizo una de sus esposas secundarias. Tuvo con el emperador un niño que murió y poco después dio a luz a una niña que llamaron Quispe Sisa. El inca concedió a su esposa los señoríos de Tocas y Huaylas, con título de curaca o cacica, que era el título de jefe con mando político, administrativo y militar andino. A la muerte de Huayna Cápac, Contarhuhacho se retiró con su hija, Quispe Sisa, al señorío de Tocas.  Mujer poderosa, ayudaría a las tropas de Pizarro, entonces compañero de su hija y padre de sus nietos, en el Cerco de Lima, en 1536.  Estuvo al frente de un millar de soldados. María Rostworowski [2] recoge que su ayuda fue decisiva para tomar la plaza. Su historia demuestra que una mujer indígena podía tener poder y ejercerlo, es opinión mía.

 

Quispe Sisa, Inés Huaylas Yupanqui

Primera compañera de Francisco Pizarro, madre de Francisca y Gonzalo Pizarro

 Princesa inca, Inés Huaylas, nacida como Quispe Sisa, fue una ñusca, o princesa inca, hija del Huayna Cápac, emperador inca de Tahuantinsuyo. Debió de nacer alrededor de 1515. Como hija del emperador inca, se educó en Cusco en la escuela donde se educaban los hijos de la nobleza inca, allí vivió los últimos años del incanato. Conoció la guerra civil entre los dos sucesores de Huayna Cápac, sus hermanastros, Atahualpa y Huáscar.  El vencedor, Atahualpa, mató a su hermano un poco antes de la llegada de los españoles. Cuando estos llegan a Cajamarca en 1532, Pizarro con engaño, hace prisionero a Atahualpa y, para congraciarse el inca con Pizarro, llamó a su hermanastra Quispe Sisa, recién llegada del Cusco, y se la entregó por esposa. Aunque algunos autores hablan de que se casaron por el rito inca, Rostworowski la llama compañera. Quispe Sisa fue bautizada y tomó el nombre de Inés   

En 1532 Pizarro, que había nacido en Trujillo en 1478, tenía cincuenta y cuatro años, Inés Huaylas Yupanqui alrededor de dieciséis o diecisiete. Fue la compañera de Pizarro desde 1532 hasta 1536. Posiblemente, Inés Huaylas fue querida y agasajada inicialmente, parece que Pizarro la estimaba y la llamaba “pizpita”, por lo graciosa; hablaba castellano, pero no sabía escribir.  En Jaula tuvo Inés con Pizarro dos hijos. Celebraron con júbilo el nacimiento de sus hijos , Francisca[3] (1534) y al año siguiente Gonzalo (1535) legitimados por el rey Carlos V A raíz de la sublevación de Manco Inca en 1536, noticias ajenas a este estudio mantienen que Inés fue acusada de espiar a los españoles a favor de Manco II y de querer huir con el botín de oro y plata de la ciudad llevándose a sus dos hijos. Dice la historiadora que un paje de Pizarro que vivía en la misma casa, de nombre Francisco Ampuero, se   enamoró de ella e Inés se casó cristianamente con Ampuero. Pizarro le quitó a los hijos y confió la educación de Francisca y Gonzalo a su hermano de madre. Francisco Martín de Alcántara y su mujer, Inés Muñoz Francisco Pizarro no mostró enfado y otorgó a su paje la encomienda de Chaclla. La generosidad de Pizarro está matizada por algo que dice la historiadora. 

Quizá el marqués no sintió enfado contra Inés por gustarle una nusca llamada Cuxirimay Ocllo, joven destinada a ser la mujer principal   de Atahualpa y por lo tanto digna del ibérico conquistador “(p.18)

Inés Huaylas tuvo con Francisco Ampuero tres hijo, Martín Alonso, Francisco e Mariana Isabel; Isabel acompañaría a su hermana de madre, Francisca Pizarro Yupanqui, en su viaje a España. Todas las investigaciones sobre el segundo matrimonio de Inés Huaylas afirman que Ampuero era codicioso e infringió a su esposa malos tratos y no guardó el respeto que merecía como princesa inca.

Pizarro no incluyó  a Inés Huaylas en su testamento.

Cuxirimay Ocllo o Doña Angelina Yupanqui,la nueva compañera de Pizarro

 Bautizada tomó el nombre de doña Angelina Yupanqui, era princesa inca que había sido esposa principal de Atahualpa y coronada como Coya-reina-, pero no llegó a ejercer porque fue hecha prisionera por los españoles con Atahualpa. Compartía con Atahualpa los abuelos paternos. Casada con el rito inca con Atahualpa tuvo seis hijos Compañera segunda de Pizarro, su nobleza de estirpe le confería la dignidad que merecía el conquistador ya que le ayudó a cimentar la dominación de Pizarro con los indígenas, dado su conocimiento de la lengua quechua. Daría a Pizarro nueva descendencia, aunque no legitimada, de la que tenemos noticas  de Francisco, nacido en Cuzco, ) que años más tarde, acompañaría a su hermanastra, Francisca Pizarro Yupanqui en su viaje a España. Francisco no fue citado en el testamento de Pizarro de 1537, los historiadores afirman que nació con posterioridad. En 1540 tuvo un nuevo hijo, Juan del que no se habla en este trabajo y que hemos encontrado en internet . Noticias de internet informan de otro hijo, Juan Pizarro Yupanqui. Posteriormente a la muerte de Pizarro (1541), Doña Angelina casaría con Juan de Betanzos y tendría una hija, María Díez de Betanzos . Juan de Betanzos fue  cronista oficial, uno de los únicos españoles que, conocían el idioma quechua ; pudo, tal vez,  ayudar a su esposo  a escribir  Suma y narración de los incas, que constituye una de las primeras narraciones del imperio inca . A él se debe un diccionario elemental de quechua.

Kura Occllo, mujer de Manco II. 

María Rostworowski la llama la manceba del inca. Imaginamos casada por el rito inca, tuvo con él una hija y dos hijos. Quizá por ser un acontecimiento cruel, la historiadora  trasmite la historia, pero no da el nombre de la ñusca. Huja de Huayna Cápac. Ante la rebelión de Manco II en 1536 contra los españoles poniendo sitio a Cusco, Gonzalo Pizarro mandó emisarios a Manco con una jaca y presentes para congraciarse, pero Manco y sus guerreros se apoderaron de la jaca y el negro que la conducía y los mataron.  Kura Ocllo, muy querida del inca, había sido hecha prisionera por los españoles en Vilcalbamba . En venganza   Gonzalo Pizarro mandó atar a la prisionera, a un poste y que unos canaris le arrojaran flechas hasta matarla, sin que en ningún momento se quejara ni profiriera voz alguna, admirándose los españoles de la valentía de la mujer. Informaciones ajenas al texto afirman que era medio hermana, además de esposa, de Manco II  y que en el cautiverio de su marido dirigió la operación de acoso contra los españoles.   

Azarpay compañera de Tupa Hualpa, 

Hija de Huaina Capác y de su mujer principal y hermanastra de Inés Yupanqui Era la compañera y hermana de Tupa Hualpa, nombrado por Pizarro nuevo inca tras el asesinato de Atahualpa. Argaray ,  tras la muerte Túpa Hualpa, posiblemente envenenado, huyó de Jauja y por miedo a caer en manos de los españoles se dirigió a Cajamarca, pero fue apresada por Melchor Verdugo, un personaje sin escrúpulos y enviada a Lima. Azarapy era hija del emperador inca  Huayna Cápac y de su mujer principal, por tanto su alcurnia era mayor que la de Inés Yupanqui. Los celos de Inés Yupanque, la historiadora dice que quizá por su mayor rango, hizo que la acusara de conspirar contra los españoles. Sin otro juicio, Azarapy sufrió garrote.

                                                                        ***

La memoria  de Inés Huaylas, princesa inca.  está fijado por su hija Francisca Pizarro con orgullo de su origen en el emblema de Palacio de la Conquista de Trujillo, España.

La memoria de Kura Occlo, princesa inca, por su valentía  está esculpida con orgullo de su raza en Ollaytantambo, Peru

                                    

                                                      .***

 

Motivaciones. Me he demorado dando extensión a unas pocas páginas del texto . Quizá por ser mujer y apuntalar sus nombres.  Quizá sean mis viajes a  Perú, el conocimiento del terreno,  la fascinación que me produce Cuzco , ombligo del mundo donde lo inca y lo español siguen presentes, o su cercano cielo azul casi a tiro de mano.  O quizá sea mi gusto por Lima, ciudad de los Reyes, la monumentalidad de su Plaza de Armas, el color amarillo de sus soportales, las Iglesias. Quizá sea que el cruce de razas, el mestizaje de mis nietos y su acento español matizado por el color y la dulzura.




[1]  Sobre Quispe Sisa, la novela de Roberto Rosario Vidal, Inés Huaylas Yupanqui, una estrella entre dos mundos, Universo de Letras, 2022.

[2] Archivo Nacional de Madrid, titulada Genealogía de don Melchor Carlos Inga

Cunéo Vuidal, Los hijos americanos de la conquista

[3] 27marxo, 1536

[4] 27,marzo, 1536, Francisca. Real cedula, hecha en Monzón 10 octubre, 1537Gonzalo

  Sobre cuxirimay Ocllo    http://peruantiguo.wordpress.com i

miércoles, 5 de febrero de 2025

DOÑA FRANCISCA PIZARRO, UNA ILUSTRE MESTIZA 1534-1598 ( II ) Apuntes

 

 


DOÑA FRANCISCA PIZARRO, UNA ILSTRE MESTIZA ( II )

María Roswtworowski de Díaz Canero

IEP, Instituto de Estudios Peruano, 1ª edición, Perú, 1989, Serie Historia andina 14, resultado del proyecto “Subordinación y complementariedad: Relación de hombres y mujeres en los Andes”, financiado por la Fundación Ford

Apuntes sobre el marco político y social

En la primera entrada a este blog, hablábamos de la autora como la inicial investigadora de Francisca Pizarro y del papel de la mujer en la conquista, no estudiada hasta entonces. Ajustado el estudio al personaje, presta atención a las mujeres que la acompañaron en su trayectoria vital, da sus nombres y algunos apuntes sobre su función en la vida de Francisca Pizarro, también la del conquistador y sus hermanos. Al ser un trabajo de un tiempo acotado, 1532, cuando Pizarro se encuentra con Atahualpa, da por hecho que conocemos las circunstancias previas a la conquista de Perú y la trayectoria anterior de Francisco Pizarro.  Inicia el estudio con la llagada a Cajamarca y el encuentro con Atahualpa y Quispe Sisa, hermana de padre de Atahualpa, ofrecida por éste a Pizarro para que fuera su esposa. Las ñuscas o princesas incas, educadas con boato en Cusco, solían ser entregadas a generales o principales para trazar lazos de parentesco y alianzas. Las mujeres nobles se distinguían las plebeyas por su esmerada educación en Cusco, el cuidado en su persona y esmero en el vestir y estaban acostumbradas a una situación de ostentación y privilegio. Quispe Sisa era hija del soberano de Tahuantinsuyo, máxima autoridad inca, debió nacer hacia 1516 o 1517, Pizarro tenía 60 años. 

La autora, que evita en la publicación opiniones negativas, no habla del final de Atahualpa. 

Buscamos entender el tipo de relación que se establece entre indígenas y conquistadores fuera de ese texto: Aunque supeditados aquellos a los españoles, encontramos que ya los Reyes Católicos en 1501 reconocían que los indígenas de las tierras conquistadas eran libres y súbditos de la Corona, con derecho a protección por parte de esta. La misión de los conquistadores debía ser la evangelización. Si los hombres indígenas estaban obligados a luchar con sus conquistadores, como en todas las guerras eran las mujeres nativas botín de conquista. No aporta la autora ningún nombre de mujer española que en esta primera incursión acompañara a Pizarro a Cajamarca[1], no debió haberlas, por lo que las mujeres indígenas incas, o de otras etnias de las que provenían, por su convivencia con los españoles en calidad de amantes, mancebas, concubinas, prostitutas, compañeras o esposas, servían de conexión entre ambos grupos. Esa afirmación de Rostworowski, opina la crítica y cuya opinión compartimos,  es significativas, original en su planteamiento y aporta una nueva visión de la conquista.

La Corona española quiso dignificar las relaciones de españoles con mujeres indígenas. El 14 de enero de 1514, Fernando el Católico legalizó el matrimonio de españoles e indígenas por Real Orden.  La Corona actuó para evitar los excesos contra los indios. En 1542 Carlos V promulgó, a propuesta de Bartolomé de las Casas, las Leyes Nuevas que protegían a los indios y limitaban los abusos de los encomenderos, lo que provocó un conflicto armado entre la Corona contra los españoles encomenderos rebeldes a aceptarlas, uno de cuyos líderes fue Gonzalo Pizarro. Penalizó igualmente la lucha por el poder entre los conquistadores españoles. El rey mandaba emisarios que mediaran en los enfrentamientos e informara, si bien la distancia entre Perú y España dificultaba la pronta solución del conflicto, era penalizado el culpable, ajusticiado, hecho prisionero o desposeído de sus encomiendas. Igualmente, Carlos V quiso evitar que se arrogaran los conquistadores poderes que correspondían a la monarquía, le preocupaba que se creara una nueva aristocracia inca española al margen de la Corona. Todo ello condicionó la vida de la primera mujer mestiza, cruce  de conquistadores y aristocracia inca, pues fue sobrina de Atahualpa, Huascar, Tupac Hualpa y Manco Capa II, nieta  del soberano de Tahuantinsuyo Huayna Cápac e hija Inés Haylas Yupanqui y y de Francisca Pizarro, conquistador del Perú..

Inés Haylas Yupanqui y Pizarro tuvieron dos hijos, Francisca, nacida en Jauja en ; 1534 y Gonzalo, nacido en Jauja  en 1535, aunque falleció de enfermedad a los once años.  Ambos fueron reconocidos por Pizarro y por el rey Carlos V mediante Real Cédula en Monzón, Huesca, el 12 octubre de 1537El documento se encuentra en el Archivo General de Indias, Patronato 90 A. N.9,R.9 El fallecimiento  de Gonzalo, hizo a Francisca la única heredera de su padre, ya que los hijos habidos con la segunda unión de Pizarro con la princesa inca, Cuxirimay Ocello, no fueron legitimados. Aunque algunos autores posteriores a este estudio hablan de su primer casamiento por el rito inca, Rostworowski siempre habla de compañera

En  Francisca Pizarro Yupanqui, y en este texto, se puede constatar que fue real el mestizaje; que fueron los hijos mestizos de los conquistadores valorados en mucho; que, aunque existieron las concubinas, las prostitutas forzadas y los abusos, igualmente españoles solteros se casaron por la iglesia y formaron una familia reconocida,  que aunque Pizarro pudiera  casarse por el rito inca, sus hijos primeros fueron legitimados[2]; que bautizaron por lo cristiano a sus mujeres y sus hijos, que estos accedieron a la herencia de sus progenitores, que los conquistadores educaron a sus hijos a la manera española, y que sus títulos fueron reconocidos por la Corona

Francisca Pizarro, como el inca Garcilaso de la Vega, da testimonio de la historia de los mestizos hijos de los conquistadores españoles con  la aristocracia incas, aunque en este caso no sea por lo escrito de su puño y letra, los documentos como anexo que aporta pueden darnos un testimonio de quien era Francisca Pizarro y una semblanza de su personalidad.

ANEXO I TESTAMENTO DE DOÑA FRANCISCA PIZARRO

Testó a los 17 años, antes de la salida de Perú hacia España, 12 marzo, 1551, ampliado en 1606[3]

ANEXO II DOCUMENTOS SOBRE LOS GASTOS EFECTUADOS DURANTE EL VIAJE AESPAÑA en 1551 DE LOS HUJOS DE FRANCISCO PIZARRO[4]

Pleito entre Francisco de Ampuero y doña Francisca Pizarro por los gastos del viaje

: “Cuenta que se hizo entre la señora doña Francisca Pizarro y Hernando Pizarro, y en su nombre Francisco Ampuero, Madrid, 17 julio, 1592

Archivo General de Indias-Sevilla, Justicia1054- 1552-23 f

 

ANEXO III CUADRO GENEALÓGICO DE LA FAMILIA DE PIZARRO[5]

Abarca hasta el VI Marqués de la Conquista Fernando María y Pizarro y Torres y Monroy

                                          * * *

 No figura como anexo, creemos imprescindible incluir como documento en piedra el emblema que mandó construir Francisca Pizarro, inicialmente con su marido , Hernando Pizarro, en el palacio de la Conquista de Trujillo. Entendemos que es una reivindicación de sus orígenes tanto españoles como incas, porque en él quiso dejar orgullosa constancia de quien era.[6]

Reivindicada por autores posteriores como mujer , objetivamente tratada por este texto que nada especula sobre su carácter, no podría acercarme y hacer un juicio de su personalidad, que siempre sería, entiendo, más  aproximativo que rigurosos. Necesitaría conocer el último testamento que no he leído y cuyo sentido  no acabo de entender, pues pienso que no se corresponde con los intereses de los Pizarro que habían procurado tanto Francisca como Hernando Pizarro, su primer marido, legado de  su descendencia.

 Tampoco conozco  documentos que pueden haber aparecido desde la primera obra de María  Rostworowshi, escrita en 1989. Posteriores a esta publicación, han prestado atención a la figura de Francisca Pizarro tres escritores cuyas obras no le leído[7], alguna de las cuales incluye documentos. Dos de ellas están escritas por escritores peruanos, Álvaro Vargas Llosa, escritor y periodista,  Alonso Cueto, académico de la Lengua Peruana de la Lengua y  Carmen Sánchez Risco,  novelista e historiadora española de Trujillo.  Me atendrá solo en mis comentarios sobre el estudio de María Rostworowski.



[1] En el segundo viaje llega a Perú Inés Muñoz, esposa de hermano de madre de Francisco Pizarro, Francisco Manuel Alcántara, esencial en la vida de Francisca..

[2] En la presentación en el Instituto Cervantes,, el  17, 6, 2024 , de la obra  La Primera mestiza de la historiadora y novelista Carmen Sánchez Risco, bajo la responsabilidad del Círculo Orellana, la actual marquesa de la Conquista, María Pérez de Herrasti,  sugirió  que el interés de Pizarro en la legalización de sus dos hijos, podía entenderse como la intención de evitar lo que él había padecido, al ser hijo ilegítimo de su padre, el hidalgo extremeño Gonzalo Pizarro el largo.

[3] Archivo arzobispal de Lima. Sección papeles importantes

[4] Archivo General de Indias- Sevilla, Justicia 1054-1552-23f

[5] Tomado de John Hemming: La  Conquista de los incas, ,FCE. México 1982

[6] Es aportación de María Pérez de Errasti , marquesa de la Conquista que recojo, pues me parece esencial 

[7] VARGAS LLOSA., A., La Mestiza de Pizarro, una mestiza entre dos mundos, Aguilar, Madrid, 2003 novela con vocación histórica

CUETO, A., Francisca, princesa del Perú ed. Penguin Random House, 2023

SÁNCHEZ RICO C., , La Primera  mestiza, Harper Collins, 2023