jueves, 12 de mayo de 2022

2328 REALES DE VELLÓN Y LOS ORÍGENES DE LA COLECCIÓN DEL BANCO DE ESPAÑA I

 


2328 reales de vellón. Goya y los orígenes de la Colección del Banco de España.

El primer atractivo al entrar en el “santa santorum” de las instituciones financieras de la patria es la oportunidad para conocer lo desconocido, que es bueno aprovechar cuando de un edificio histórico se trata, aunque en este caso solo vemos las salas en las que se exponen las pinturas. El blanco y airoso edificio inicial se construyó con proyecto de los arquitectos Eduardo Adaro y Saturnino Sáez de La lastra, en 1884; se puso la primera piedra con la presencia de Alfonso XII y se celebró la inauguración en 1891, con la presidencia de Alfonso XIII y la reina Cristina.  En 1827, bajo la dirección del arquitecto José Yarnoz Larrosa, se amplió por primera vez el edificio, con una actuación sobre la mitad posterior de la fachada de la calle de Alcalá. Finalmente, en 1978, el arquitecto Rafael Moneo ganó el concurso del proyecto de la nueva ampliación, completando la manzana que comprendía la calle de Alcalá, el paseo del Prado, Los Madrazos y Marqués de Cubas. La nueva ampliación de Rafael Moneo fue inaugurada muy posteriormente, en el año 2006, por los reyes D Juan Carlos I y Dña. Sofía, siendo gobernador del Banco de España Jaime Caruana. En 1999 el Banco de España había sido declarado Bien de Interés Cultural de España.

El Banco de España como máxima institución financiera del Estado, fue creado en 1856 a raíz de la fusión con el Banco de Isabel II y el Banco de San Fernando, Banco este último que ya había fusionado con el primer Banco español, el Banco Nacional de San Carlos. El Banco Nacional de San Carlos, creado en 1782 bajo el patrocinio del Carlos III, surgió con el apoyo de los ministros ilustrados y fue la primera institución bancaria creada en España. Era una institución privada, no estatal, cuya propiedad inscrita en acciones correspondía a instituciones y personajes particulares, aunque mantenía fuertes lazos con el Estado. Entre los implicados en el funcionamiento de la institución, el conde de Floridablanca, el secretario de Estado de Hacienda Miguel de Muzquiz y Goyeneche y el fiscal del Consejo de Castilla, Pedro Rodríguez de Campomanes.  Emitía cédulas que garantizaban el cobro en metálico por el propio banco. La primera Junta del Banco de San Carlos eligió como director al comerciante de origen francés, Francisco Cabarrús. La situación de la Banca de San Carlos en 1790 fue de pérdidas y todos los cargos fueron cesados bajo la sospecha de irregularidades, aunque posteriormene Cabarrús fue exonerado. En 1829, reinando Fernando VII tras la Guerra de la independencia, la posición de los consejeros, las deudas del Tesoro contraídas con el Banco   y a inestabilidad económica, aconsejaron que, a instancias del ministro de Hacienda, Luis López Vallesteros, se fundara una nueva institución bancaria para salvar el Tesoro Público con el nombre de Banco de San Fernando. La intención era convertirlo en un Banco público, aunque estaba participado en dos tercios por accionistas privados. Tenía la facultad de emitir billetes en forma de monopolio. El ministro dotó a la nueva Banca con 4O millones de reales para impulsarla con la liquidación del Banco de San Carlos. En 1844 se creó un nuevo Banco independiente, el Banco de Isabel II, como primer banco de crédito privado, que también emitía billetes e iniciaba el proceso de modernización de la banca al régimen capitalista apostando por la industrialización, y que concedía créditos, no siempre recuperados. Siendo ministro de Hacienda, Ramón de Santillán en 1847 ambos bancos se fusionaron, siendo su primer gobernador Ramón Santillán. Tomó el nombre de Banco Español de San Fernando, cambiando finalmente el nombre: Banco de España.

Son datos que he intentado conocer tras ver la exposición. Quizá los expertos en economía financiera sepan lo que ésta que escribe ha intentado aprender. Pues cada cosa nos remite a la anterior para mejor entender la historia de nuestras instituciones financieras.

La exposición reúne el mérito generoso de la Institución Banco de España de mostrar parte de su tesoro artístico y brindarnos así a posibilidad de contemplar pinturas, relojes, alguna pieza de platería y las urnas de votación del Banco. 

Los retratados  fueron directores del Banco de San Carlos en el siglo XVIII, nueve de ellos pintados por Goya, gracias al apoyo del artista del conde de Floridablanca y Agustín Ceán Bermúdez. Las pinturas expuestas del S. XIX proceden de los Bancos de San Ferando y del Banco de Isabel II. Entre algunos de los artistas más conocidos Vicente López, Antonio María Esquivel, Benito Soriano, Ramón de Santillán y Federico de Madrazo.

El  catálogo de la exposición se abre con un texto de presentación y bienvenida institucional de Pablo Hernández de Cos, Gobernador del Banco de España. 

S.XVIII

Los ensayos sobre las pinturas de Goya son de Manuela Mena, considerada una de las mayores expertas internacionales de la pintura de Goya y fue jefa de Conservación de la Pintura del siglo XVIII del Museo Nacional del Prado.  La otra comisaria,  Yolanda Romero, es la jefa de la División de Conservaduría del Banco de España. Firman comentarios a las pinturas otros especialistas no menos rigurosos, así Gonzalo Redín[1]; José Manuel de la Mano[2]; Pilar Silva[3]; Cristina Estera Martín[4]; Mario Mateos Martín[5]; Javier Portús[6]; Carlos G. Navarro[7]; Julián Gallego[8]; María José Alonso[9] y Carlos Martín[10]. Los comentarios a las obras informan del momento de la adquisición, el precio de compra, la biografía básica del personaje retratado, la interpretación de la pintura y su valoración.

Presiden la sala primera tres cuadros de motivos religiosos, comprados para la capilla de la institución: Degollación de San Juan Bautista de Giovani Baglione; San Carlos Borromeo suministrando el viático a los moribundos de la peste de Milán, 1786, de Marianao Salvador Maella y La Virgen del Lirio de Cornelius Van Clave. La cruz de plata del ajuar de las ceremonias del culto corresponde a la platería de Madrid, un escudo coronado con el oso y el madroño, marca de la villa, y un castillo de tres torres, sobre el 87, que permite datarla en Madrid en 1787, aunque se desconoce el autor. Está documentadas las fechas de adquisición por el Banco de San Carlos y el precio pagado por ellas.

Son de Maella el Retrato del rey Carlos III, un encargo del Banco que Manuela Mena no atribuye a Maella, sino a su taller y que repite, explica,  el modelo el retrato pintado del monarca por Merg con armadura  pero tiene la característica de llevar entre las distinciones, además del Toison de Oro, la Gran Cruz de San Genaro y de Saint Esprit, la Gran Cruz y Distinguida Orden de Carlos III, que había sido instituida en 1771, por tanto seis años después del retrato de Rafael Mengs. Pintados por Maella, los retratos de los entonces príncipes de Asturias, Carlos IV y María Luisa de Parma, fechados en 1783, muestran la expresión bondadosa del Príncipe de Asturias y en nada recuerda el de María Luisa de Parma a la maliciosa y astuta de la Familia de Carlos IV de Goya del Museo del Prado. El comentarista, José Manuel de la Mano, documenta la historia del encargo de los retratos por el Banco de San Carlos para la Sala Grande de las Juntas Generales.

Las pinturas de Goya están presididas por el Retrato de José Moñino y Redondo, conde de Foridablanca, fechado en 1783, prestado para la ocasión por el Museo del Prado. El personaje de cuerpo entero en verde, color simbólico del dinero, afirma Mena, luce la Gran Cruz y la banda de la Distinguida Orden de Carlos III y sostiene en una mano el documento de la creación del Banco de San Carlos. El conde de Floridablanca era entonces. Secretario de Estado y un decidido protector de las artes. Su apoyo fue para Goya decisivo, a él debe el encargo de los grandes lienzos de la basílica de San Francisco el Grande. Personalmente el conde de Floridablanca encargó a Goya el segundo retrato que figura en la muestra, esta sí propiedad hoy del Banco de España. El segundo retrato de José Monino y Redondo, conde de Floridablanca, está datado en las mismas fechas, 1783, presidido por un medallón de Carlos III al fondo. Lo muestra vestido en rojo y ostenta la Leal y Distinguida Orden de Carlos III. El protagonismo no es único, como el retrato arriba citado, es de cuatro personajes, el conde de Floridablanca, Carlos III, Goya de perfil y una la cuarta figura, de gran expresividad en un segundo plano. La alegoría retrata al conde, afirma Manuela Mena, como un personaje planificador de obras públicas y amante de las artes.  A la derecha planos que simbolizan, la obra del Canal Imperial de Aragón y otras obras públicas; el apoyo a las Artes, está representado por Goya que, a mano izquierda de la pintura, le presenta un pequeño lienzo por el revés; la figura de la derecha que asoma a su lado en un segundo plano, desconocida, podría ser, sugiere Mena, la del arquitecto del Canal Imperial.

Todos los personajes pintados por Goya de cuerpo entero, estimo, tienen orientación distinta y demuestran su dominio del espacio y su poca convencionalidad al buscar la posición de los retratados, pues todos muestran posturas diferentes: Retrato de Cean Bemudez.por Goya  hacia 1786. Ceán fue su protector y uno de los más interesante y eruditos amigos de Goya; es un retrato al óleo y de cuerpo entero, simbolizado como gran coleccionista de estampas en las que apoya su codo; es retratado en imagen sedente, una rodilla sobre otra, postura extraña con los pies por delante nada habitual en un retrato oficial, con actitud desinhibida mirando al espectador de soslayo. También sedente en silla dorada y de cuerpo entero el Retrato del conde de Altamira, Vicente Joaquín Osorio de Moscoso y Guzmán, Fernández de Córdoba y de la Cerda, director nato del Banco de San Carlos, 1786. El conde debía ser de estatura pequeña, Mena afirma que no lo disimula el pintor. El retrato me sugiere algo infantil, es retrato de colores muy vivos, quizá como los colores de los soldaditos de juguete a los que me recuerda, con traje rojo, casaca azul y la Banda de la Real Orden de Carlos III. Se apoya serenamente en una mesa camilla de color dorado, mirando al infinito y con las piernas cruzadas por los tobillos. Si el color verde del traje de Floridablanca, sugería Mena, podía ser el color del dinero, el amarillo donde se sienta y apoya el conde de Altamira podía simbolizar, pienso, el oro de las los estados de América donde tenía posesiones o del aceite que el conde tenía en sus tierras de Andalucía, pues era, afirma Mena inmensamente rico. Retrato de Francisco de Cabarrús y Lalanne, retratado en 1788, en verde, sin condecoraciones, muestra dinamismo avanzando con el pie hacia adelante, la mano derecha en actitud de marcha la izquierda metida en la casaca. Su presencia es poderosa y de mando. De cuerpo entero también el Retrato de Miguel de Múzquiz y Goyeneche, I conde de Gausa, Pintado en 1783, el personaje de rasgos bondadosos y afables, nariz vasca y aguileña, la mano con documentos, muestra las distinciones y cruces de la Distinguida Orden de Carlos III y se asienta en el suelo abaldosado con solidez. Por último, el Retrato de Carlos III. con postura similar al retrato de Maella, pero con media sonrisa, de cuerpo entero y sin armadura, revestido los las distinciones regias sobre la casaca azul, en su mano izquierda la bengala de Capitán General de los ejércitos y los pies en actitud de leve avance. Recuerda la oscura piel del rey al retrato vestido de cazador del Museo del Prado. La pintura debió presidir la Sala de Juntas Generales.

Los otros retratos de personajes que ocuparon la presidencia del Banco De San Carlos, son retratos de tres cuartos de cuerpo, con las manos vistas. Retrato de José de Toro Zambrano y Ureta, 1785. Como afirman los estudiosos de la obra de Goya, una de sus características pictóricas es que los retratados no sólo reflejan, por la forma de pintarlos, sus atuendos e insignias,  por el espacio que ocupan en el cuadro su importancia social, y con sus símbolos la ocupación a la que dedican sus días y su relevancia. El carácter y las características de la personalidad del personaje se trasparenta sin disimulo en sus rostros. Las cejas interrogativas, los fríos ojos azules, el puño cerrado, el gesto algo adusto, de José de Toro Zambrano, la belleza de sus manos ágiles y activas parecen corresponder a un hombre obstinado y emprendedor. El puño apoyado en una banda que era el sitio destinado para poner el nombre del retratado. Fue el primer retrato, dice Mena, pintado por Goya para el Banco de San Carlos. Retrato de Miguel Fernández Durán y López de Tejeda, II marqué s de Tolosa, 1786. El personaje viste un uniforme de palacio y bordada sobre la casaca la cruz de la Orden de Calatrava y en su mano derecha el bastón de director del Banco. Afirma Mena que destaca en su fisonomía “la sencillez e instantánea captación del personaje”. Huérfano de padre desde muy niño, era amante de las ciencias y las artes. Retrato de Francisco Javier de Larumbe y Rodríguez, 1786. Características comunes a los otros dos retratos, porta en la mano derecha el bastón de mando, ataviado con casaca azul, luce la medalla de la Real y Distinguida Orden de Carlos III.  Manuela Mena, aporta a biografía del personaje cuya en cuyo carácter debió primar la bondad y el espíritu analítico.

El espacio dedicado al siglo XVIII muestra además otros dos retratos de directores del Banco. Retrado de Miguel de Torres y Ruiz de Ribera, Marqués de Matalallana pintado por Pietro Mechiorre Ferrari, retratista oficial de la corte italiana donde el marqués estuvo destinado como Ministro Plenipotenciario y Retrato Juan de Piña y Ruiz de Cárdenas, pintado por Francisco Folch de Cardona, un protegido del marqués de Floridablanca. Completan la muestra de las salas dedicadas al siglo XVIII un reloj de caja alta de madera lacada de Diego Evans de estilo Chippendal inglés, un reloj de sobremesa inglés de Thomas Whindmills y un dibujo a carboncillo de Francisco Cabarrús, hecho por Bartolomé Maura y Montaner.



[1] Profesor de la Universidad de Alcalá

[2] Galerista y doctor en Arte

[3] Doctora en Arte, historiadora y jefa de Conservación de Pintura Flamenca en el Museo del Prado

[4] Doctora y académica correspondiente de Bellas Artes de San Fernando

[5] Patrimonio Nacional

[6] Jefe de Conservación de Pintura Española hasta 1800 del Museo del Prado

[7] Técnico de Conservación de Pintura del S.XIX;

[8] Historiador y crítico de Arte;

[9] Doctora en Arte y catedrática de Conservación de Bienes Culturales

[10] Doctor en historia del Arte y especialista en Conocimiento y Tutela del patrimonio histórico

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