2328 reales de vellón. Goya y los orígenes de la Colección del Banco de España.
El primer atractivo al entrar en el “santa santorum” de las instituciones financieras de la patria es la oportunidad para conocer lo desconocido, que es bueno aprovechar cuando de un edificio histórico se trata, aunque en este caso solo vemos las salas en las que se exponen las pinturas. El blanco y airoso edificio inicial se construyó con proyecto de los arquitectos Eduardo Adaro y Saturnino Sáez de La lastra, en 1884; se puso la primera piedra con la presencia de Alfonso XII y se celebró la inauguración en 1891, con la presidencia de Alfonso XIII y la reina Cristina. En 1827, bajo la dirección del arquitecto José Yarnoz Larrosa, se amplió por primera vez el edificio, con una actuación sobre la mitad posterior de la fachada de la calle de Alcalá. Finalmente, en 1978, el arquitecto Rafael Moneo ganó el concurso del proyecto de la nueva ampliación, completando la manzana que comprendía la calle de Alcalá, el paseo del Prado, Los Madrazos y Marqués de Cubas. La nueva ampliación de Rafael Moneo fue inaugurada muy posteriormente, en el año 2006, por los reyes D Juan Carlos I y Dña. Sofía, siendo gobernador del Banco de España Jaime Caruana. En 1999 el Banco de España había sido declarado Bien de Interés Cultural de España.
El Banco de España como máxima institución financiera del
Estado, fue creado en 1856 a raíz de la fusión con el Banco de Isabel II y el Banco
de San Fernando, Banco este último que ya había fusionado con el primer Banco
español, el Banco Nacional de San Carlos. El Banco Nacional de San Carlos,
creado en 1782 bajo el patrocinio del Carlos III, surgió con el apoyo de los
ministros ilustrados y fue la primera institución bancaria creada en España. Era
una institución privada, no estatal, cuya propiedad inscrita en acciones
correspondía a instituciones y personajes particulares, aunque mantenía fuertes
lazos con el Estado. Entre los implicados en el funcionamiento de la
institución, el conde de Floridablanca, el secretario de Estado de Hacienda
Miguel de Muzquiz y Goyeneche y el fiscal del Consejo de Castilla, Pedro
Rodríguez de Campomanes. Emitía cédulas
que garantizaban el cobro en metálico por el propio banco. La primera Junta del
Banco de San Carlos eligió como director al comerciante de origen francés,
Francisco Cabarrús. La situación de la Banca de San Carlos en 1790 fue de
pérdidas y todos los cargos fueron cesados bajo la sospecha de irregularidades, aunque posteriormene Cabarrús fue exonerado.
En 1829, reinando Fernando VII tras la Guerra de la independencia, la posición
de los consejeros, las deudas del Tesoro contraídas con el Banco y a
inestabilidad económica, aconsejaron que, a instancias del ministro de
Hacienda, Luis López Vallesteros, se fundara una nueva institución bancaria para
salvar el Tesoro Público con el nombre de Banco de San Fernando. La intención
era convertirlo en un Banco público, aunque estaba participado en dos tercios
por accionistas privados. Tenía la facultad de emitir billetes en forma de
monopolio. El ministro dotó a la nueva Banca con 4O millones de reales para
impulsarla con la liquidación del Banco de San Carlos. En 1844 se creó un nuevo
Banco independiente, el Banco de Isabel II, como primer banco de crédito
privado, que también emitía billetes e iniciaba el proceso de modernización de
la banca al régimen capitalista apostando por la industrialización, y que concedía
créditos, no siempre recuperados. Siendo ministro de Hacienda, Ramón de
Santillán en 1847 ambos bancos se fusionaron, siendo su primer gobernador Ramón
Santillán. Tomó el nombre de Banco Español de San Fernando, cambiando
finalmente el nombre: Banco de España.
Son datos que he intentado conocer tras ver la exposición.
Quizá los expertos en economía financiera sepan lo que ésta que escribe ha
intentado aprender. Pues cada cosa nos remite a la anterior para mejor entender
la historia de nuestras instituciones financieras.
La exposición reúne el mérito generoso de la Institución Banco de España de mostrar parte de su tesoro artístico y brindarnos así a posibilidad de contemplar pinturas, relojes, alguna pieza de platería y las urnas de votación del Banco.
Los retratados fueron directores del Banco de San Carlos en el siglo XVIII, nueve de ellos pintados por Goya, gracias al apoyo del artista del conde de Floridablanca y Agustín Ceán Bermúdez. Las pinturas expuestas del S. XIX proceden de los Bancos de San Ferando y del Banco de Isabel II. Entre algunos de los artistas más conocidos Vicente López, Antonio María Esquivel, Benito Soriano, Ramón de Santillán y Federico de Madrazo.
El catálogo de la exposición se abre con un texto de presentación y bienvenida institucional de Pablo Hernández de Cos, Gobernador del Banco de España.
S.XVIII
Los ensayos sobre las pinturas de Goya son
de Manuela Mena, considerada una de las mayores expertas internacionales de la
pintura de Goya y fue jefa de Conservación de la Pintura del siglo XVIII del
Museo Nacional del Prado. La otra comisaria, Yolanda Romero, es la jefa de la División de
Conservaduría del Banco de España. Firman comentarios a las pinturas otros
especialistas no menos rigurosos, así Gonzalo Redín[1];
José Manuel de la Mano[2];
Pilar Silva[3]; Cristina
Estera Martín[4]; Mario
Mateos Martín[5]; Javier
Portús[6];
Carlos G. Navarro[7]; Julián Gallego[8];
María José Alonso[9] y Carlos
Martín[10].
Los comentarios a las obras informan del momento de la adquisición, el precio
de compra, la biografía básica del personaje retratado, la interpretación de la
pintura y su valoración.
Presiden la sala primera tres cuadros de motivos religiosos,
comprados para la capilla de la institución: Degollación de San Juan
Bautista de Giovani Baglione; San Carlos Borromeo suministrando el
viático a los moribundos de la peste de Milán, 1786, de Marianao
Salvador Maella y La Virgen del Lirio de Cornelius Van Clave.
La cruz de plata del ajuar de las ceremonias del culto corresponde a la
platería de Madrid, un escudo coronado con el oso y el madroño, marca de la
villa, y un castillo de tres torres, sobre el 87, que permite datarla en Madrid
en 1787, aunque se desconoce el autor. Está documentadas las fechas de
adquisición por el Banco de San Carlos y el precio pagado por ellas.
Son de Maella el Retrato del rey Carlos III, un
encargo del Banco que Manuela Mena no atribuye a Maella, sino a su taller y que
repite, explica, el modelo el retrato
pintado del monarca por Merg con armadura pero tiene la característica de llevar entre
las distinciones, además del Toison de Oro, la Gran Cruz de San Genaro y de
Saint Esprit, la Gran Cruz y Distinguida Orden de Carlos III, que había sido instituida
en 1771, por tanto seis años después del retrato de Rafael Mengs. Pintados por Maella, los retratos de los entonces príncipes de Asturias, Carlos IV y María Luisa de
Parma, fechados en 1783, muestran la expresión bondadosa del Príncipe de
Asturias y en nada recuerda el de María Luisa de Parma a la maliciosa y astuta
de la Familia de Carlos IV de Goya del Museo del Prado. El comentarista, José
Manuel de la Mano, documenta la historia del encargo de los retratos por el Banco
de San Carlos para la Sala Grande de las Juntas Generales.
Las pinturas de Goya están presididas por el Retrato de
José Moñino y Redondo, conde de Foridablanca, fechado en
1783, prestado para la ocasión por el Museo del Prado. El personaje de cuerpo
entero en verde, color simbólico del dinero, afirma Mena, luce la Gran Cruz y la
banda de la Distinguida Orden de Carlos III y sostiene en una mano el documento
de la creación del Banco de San Carlos. El conde de Floridablanca era entonces.
Secretario de Estado y un decidido protector de las artes. Su apoyo fue para
Goya decisivo, a él debe el encargo de los grandes lienzos de la basílica de
San Francisco el Grande. Personalmente el conde de Floridablanca encargó a Goya
el segundo retrato que figura en la muestra, esta sí propiedad hoy del Banco de
España. El segundo retrato de José Monino y Redondo, conde de Floridablanca,
está datado en las mismas fechas, 1783, presidido por un medallón de Carlos
III al fondo. Lo muestra vestido en rojo y ostenta la Leal y Distinguida Orden
de Carlos III. El protagonismo no es único, como el retrato arriba citado, es
de cuatro personajes, el conde de Floridablanca, Carlos III, Goya de perfil y
una la cuarta figura, de gran expresividad en un segundo plano. La alegoría
retrata al conde, afirma Manuela Mena, como un personaje planificador de obras
públicas y amante de las artes. A la derecha
planos que simbolizan, la obra del Canal Imperial de Aragón y otras obras
públicas; el apoyo a las Artes, está representado por Goya que, a mano
izquierda de la pintura, le presenta un pequeño lienzo por el revés; la figura
de la derecha que asoma a su lado en un segundo plano, desconocida, podría ser,
sugiere Mena, la del arquitecto del Canal Imperial.
Todos los personajes pintados por Goya de cuerpo entero, estimo,
tienen orientación distinta y demuestran su dominio del espacio y su poca
convencionalidad al buscar la posición de los retratados, pues todos muestran
posturas diferentes: Retrato de Cean Bemudez.por Goya hacia 1786. Ceán
fue su protector y uno de los más interesante y eruditos amigos de Goya;
es un retrato al óleo y de cuerpo entero, simbolizado como gran coleccionista
de estampas en las que apoya su codo; es retratado en imagen sedente, una
rodilla sobre otra, postura extraña con los pies por delante nada habitual en
un retrato oficial, con actitud desinhibida mirando al espectador de soslayo.
También sedente en silla dorada y de cuerpo entero el Retrato del conde de
Altamira, Vicente Joaquín Osorio de Moscoso y Guzmán, Fernández de Córdoba y de
la Cerda, director nato del Banco de San Carlos, 1786. El conde debía ser
de estatura pequeña, Mena afirma que no lo disimula el pintor. El retrato me
sugiere algo infantil, es retrato de colores muy vivos, quizá como los colores
de los soldaditos de juguete a los que me recuerda, con traje rojo, casaca azul
y la Banda de la Real Orden de Carlos III. Se apoya serenamente en una mesa
camilla de color dorado, mirando al infinito y con las piernas cruzadas por los
tobillos. Si el color verde del traje de Floridablanca, sugería Mena, podía ser
el color del dinero, el amarillo donde se sienta y apoya el conde de Altamira
podía simbolizar, pienso, el oro de las los estados de América donde tenía posesiones
o del aceite que el conde tenía en sus tierras de Andalucía, pues era, afirma
Mena inmensamente rico. Retrato de Francisco de Cabarrús y Lalanne,
retratado en 1788, en verde, sin condecoraciones, muestra dinamismo avanzando
con el pie hacia adelante, la mano derecha en actitud de marcha la izquierda metida
en la casaca. Su presencia es poderosa y de mando. De cuerpo entero también el Retrato
de Miguel de Múzquiz y Goyeneche, I conde de Gausa, Pintado en 1783, el
personaje de rasgos bondadosos y afables, nariz vasca y aguileña, la mano con
documentos, muestra las distinciones y cruces de la Distinguida Orden de Carlos
III y se asienta en el suelo abaldosado con solidez. Por último, el Retrato
de Carlos III. con postura similar al retrato de Maella, pero con media
sonrisa, de cuerpo entero y sin armadura, revestido los las distinciones regias
sobre la casaca azul, en su mano izquierda la bengala de Capitán General de los
ejércitos y los pies en actitud de leve avance. Recuerda la oscura piel del rey
al retrato vestido de cazador del Museo del Prado. La pintura debió presidir la
Sala de Juntas Generales.
Los otros retratos de personajes que ocuparon la presidencia del Banco De San Carlos, son retratos de tres cuartos de cuerpo, con las manos vistas. Retrato de José de Toro Zambrano y Ureta, 1785. Como afirman los estudiosos de la obra de Goya, una de sus características pictóricas es que los retratados no sólo reflejan, por la forma de pintarlos, sus atuendos e insignias, por el espacio que ocupan en el cuadro su importancia social, y con sus símbolos la ocupación a la que dedican sus días y su relevancia. El carácter y las características de la personalidad del personaje se trasparenta sin disimulo en sus rostros. Las cejas interrogativas, los fríos ojos azules, el puño cerrado, el gesto algo adusto, de José de Toro Zambrano, la belleza de sus manos ágiles y activas parecen corresponder a un hombre obstinado y emprendedor. El puño apoyado en una banda que era el sitio destinado para poner el nombre del retratado. Fue el primer retrato, dice Mena, pintado por Goya para el Banco de San Carlos. Retrato de Miguel Fernández Durán y López de Tejeda, II marqué s de Tolosa, 1786. El personaje viste un uniforme de palacio y bordada sobre la casaca la cruz de la Orden de Calatrava y en su mano derecha el bastón de director del Banco. Afirma Mena que destaca en su fisonomía “la sencillez e instantánea captación del personaje”. Huérfano de padre desde muy niño, era amante de las ciencias y las artes. Retrato de Francisco Javier de Larumbe y Rodríguez, 1786. Características comunes a los otros dos retratos, porta en la mano derecha el bastón de mando, ataviado con casaca azul, luce la medalla de la Real y Distinguida Orden de Carlos III. Manuela Mena, aporta a biografía del personaje cuya en cuyo carácter debió primar la bondad y el espíritu analítico.
El espacio dedicado al siglo XVIII muestra además otros dos
retratos de directores del Banco. Retrado de Miguel de Torres y Ruiz
de Ribera, Marqués de Matalallana pintado por Pietro Mechiorre Ferrari,
retratista oficial de la corte italiana donde el marqués estuvo destinado como Ministro
Plenipotenciario y Retrato Juan de Piña y Ruiz de Cárdenas, pintado por
Francisco Folch de Cardona, un protegido del marqués de Floridablanca. Completan
la muestra de las salas dedicadas al siglo XVIII un reloj de caja alta de madera
lacada de Diego Evans de estilo Chippendal inglés, un reloj de sobremesa
inglés de Thomas Whindmills y un dibujo a carboncillo de Francisco
Cabarrús, hecho por Bartolomé Maura y Montaner.
[1] Profesor de la Universidad de Alcalá
[2] Galerista y doctor en Arte
[3] Doctora en Arte, historiadora y jefa de Conservación de
Pintura Flamenca en el Museo del Prado
[4] Doctora y académica correspondiente de Bellas Artes de
San Fernando
[5] Patrimonio Nacional
[6] Jefe de Conservación de Pintura Española hasta 1800 del
Museo del Prado
[7] Técnico de Conservación de Pintura del S.XIX;
[8] Historiador y crítico de Arte;
[9] Doctora en Arte y catedrática de Conservación de Bienes
Culturales
[10] Doctor en historia del Arte y especialista en
Conocimiento y Tutela del patrimonio histórico
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