jueves, 11 de noviembre de 2021

CONSTANCIA DE LA MORA DOBLE ESPLENDOR ( II )

 

Tercera parte Despertar de España 1931-1836

Declara en Doble esplendor Constancia de la Mora que despertó a los problemas de España al mismo tiempo que España hacía lo mismo. La biografía de Constanza de la Mora se va a convertir en un ensayo que intenta explicar la política española desde un punto de vista marcadamente de izquierdas en el que incluye su propia vida. El pensamiento de Connie tiñe de política todos sus juicios, incluso previamente a esa República, al enjuiciar la Dictadura de Primo de Rivera, el Mussolini del Rey (p 152) o al propio Rey.  La posición política que mantiene, poco acorde con su clase social, hace que pierda todos los amigos aristócratas y se le vayan cerrando las puertas por las que antes entraba, así la Marquesa de Ariluce, con cuya hija había tenido casi una relación de hermana. Por el contrario, en el trabajo tanto Zenobia como Inés Muñoz deseaban con esperanza que llegara la República. Tampoco sus padres aprueban su conducta, ni que viva independientemente de su familia con su hija Luli, ni que trabaje para mantenerse. aunque su padre siga pasándole mensualmente una cantidad como dote. Cierto que no todos los Mauras eran monárquicos y Miguel Maura, hermano de la madre, que había formado parte del Pacto de San Sebastián, ahora estaba en la cárcel e iba a ser juzgado por conjura contra el Rey, juicio al que Connie asiste como espectadora en un claro desafío familiar y social. En otro extremo, su tío, el duque de Maura, era ministro de Trabajo e intentaba salvar la Monarquía. Esa pluralidad política afectaba a la paz familiar de los padres de Connie y sus parientes. El Comité Republicano del Pacto de San Sebastian había iniciado en agosto una fallida sublevación, secundada por la aviación de Cuatro Vientos, y entre los aviadores Ramón Franco y Ignacio Hidalgo de Cisneros.  Conocerá más adelante a Ignacio Hidalgo de Cisneros, que será su segundo marido cuando la República legisle la Ley de Divorcio. Pero la evolución, pienso, de Constancia de la Mora hacia posiciones republicanas y de izquierda fue antes de conocer a Ignacio y no una consecuencia de haberlo conocido. Desde mi punto de vista, aunque mis argumentos escapen claramente de una crítica al uso y sean una interpretación mía, por tanto, subjetiva, el desarrollo de su crisis matrimonial agudiza su enfrentamiento social por la falta de salidas a los problemas derivados de una ruptura que desembocará en una abierta oposición al sistema que sustenta a esa sociedad controladora, llámese Iglesia, Monarquía o clase económica dominante. Es similar al que sufrieron Carmen de Burgos o María Teresa León.

La República (1931) Como es sabido, las elecciones municipales del 14 de abril confirmaron la victoria de la coalición Republicano Socialista, la renuncia del Gobierno y la”huída”, dice Constancia, del Rey, fue recibida por euforia por Connie y sus nuevas amigas. Connie no dudó en llegar a Rafael Sánchez Guerra, secretario del presidente Alcalá Zamora, a quien conocía por la relación con su familia y consiguió por su recomendación un trabajo en el Patronato Nacional de Turismo. Algo incoherente nos parecen sus comentarios, porque se desilusiona de que sus compañeros de trabajo no tuvieran interés en hacer nada:” junto con los empleados administrativos, llevados allí por la dictadura, también a base de recomendaciones y favoritismo y que habían permanecido casi en su totalidad, después del cambio de régimen, su única ambición consistía en percibir buenos sueldos y hacer el menor trabajo posible “(p.174)

No podemos acusar a Connie de no tener entusiasmo ante los trabajos que emprende, pero sí pensamos que consiguió el trabajo gracias a una recomendación, lo mismo que achaca a sus compañeros. Connie comulga con todas las ideas de la República de una manera más extrema, así juzga negativos que los puestos de trabajo de la Administración del Estado sigan a cargo de la misma gente que había servido a la Monarquía, que el espíritu de la República no penetre en á Administración del Estado y que se respete demasiado la legalidad, por lo que acusa de estupidez a los primeros gobernantes republicanos. También acusa a la Iglesia de estar abiertamente al lado de la Monarquía y de la reacción (p.175) y a los sacerdotes de incitar desde el púlpito a los fieles en contra de la coalición Republicano-Socialista amenazándolos con la condenación eterna (p.177) Juicio muy adverso también contra los monárquicos a los que acusa de no haber perdido ningún poder, de seguir siendo los dueños de la prensa, de estar en connivencia con la Compañía de Jesús y de oponerse a las reformas.Los culpa de arrogancia y justifica la quema de ABC por el pueblo:” A quemar el ABC, pero ya habían acudido allí numerosas parejas de la Guardia Civil, habituada a su misión de proteger la propiedad de los ricos” (p. 181) Justifica también la quema de la Iglesia de los jesuitas en la calle de la Flor. Tampoco es favorable su opinión sobre los profesores e intelectuales “elegidos para cargos y puestos que difícilmente podrían desempeñar”. Acusa a Azaña, ministro de la Guerra de temblar ante la oposición que algunas medidas necesarias provocarían entre la “casta “militar A lo largo de la obra, muestra más de una vez su desprecio por Besteiro” y considera a sus partidarios intelectuales demoledores y soberbios. Esta dureza radical parece estar presente en todos sus juicios, sea la Reforma Agraria, la política religiosa o la cuestión del Ejército. Su postura muy de izquierdas va a determinar perdidas de amistades posteriormente con algunos de sus amigos republicanos como Indalecio Prieto o Zenobia Camprubí.

Pero no traigo en el blog a Constancia de la Mora por su postura política, ni tan siquiera con este Doble Esplendor que no sabemos si escribió íntegramente, sino por sus hechos de avance como mujer, aunque esos hechos no hubieran sido tales si no fuera por las ideas que la movían a la acción, estemos o no de acuerdo con ellas.

En esta biografía o autobiografía, es la de una mujer de izquierdas, entiendo, que hace una reflexión sobre sí misma y es al mismo tiempo una justificación de la política republicana. Su reivindicación es la forma de pedir la ayuda de las democracias y de -Estados Unidos para los ya exiliados españoles perdedores de la contienda.

Segunda boda (1932) El Fervor político republicano de Constancia de la Mora va a encontrar respaldo en Ignacio Hidalgo de Cisneros y López Montenegro, aristócrata de Vitoria, de familia tradicionalista noble, prestigiosa coronel de Aviación que se exilió a Portugal por la acción antimonárquica de Cuatro Vientos y que había vuelto a España con la República. Ignacio era muy popular, un hombre alto, elegante y guapo, amigo de Ramón Franco. Poseía formas amables y pensamiento crítico, conocía bien a todo el estamento militar, era liberal y progresista. Se enamoraron y pretendieron casarse por lo civil, por lo que esperaban la Ley de Divorcio prometida por la República para poder hacerlo, rechazando Connie conseguir la nulidad eclesiástica. Ante la oposición de su marido Bolín a concederle la separación y a declarar nulo el documento previo firmado accediendo a que viviera en régimen de separación con la custodia de Luli, Constancia actuó aconsejada por “una abogado mujer” (tal vez Victoria Kent amiga de Zenobia en el Lyceum club,) y consiguió, tras el proceso judicial, la custodia de Luli y el divorcio de Bolín.  Ignacio y Constancia se casaron por lo civil en Alcalá de Henares, teniendo como testigos a los ministros Indalencio Prieto y Marcelino Domingo. Fue el primer divorcio y casamiento civil tras la Ley del Divorcio de la República (1932). Muchos de sus amigos antiguos consideraron que vivía en pecado. Pese a la disconformidad paterna con este nuevo matrimonio, nunca se interrumpieron las relaciones padres e hija, sí con sus hermnos. El dinero que le siguen enviando sus padres es integrado en una cuenta abierta para Luli. Costea el matrimonio sus gastos con el sueldo de coronel de Aviación de Ignacio y de lo que ella aporta con su trabajo. Los padres no conocen al nuevo marido ni han asistido a la boda y resultaba incómoda para Connie esa falta de relación, pues creaba preguntas en su hija Luli difíciles de contestar, por lo que deciden poner distancia y marchar fuera de España.

Roma (1933) Hidalgo de Cisneros mostró a Marcelino Domingo el deseo de salir de España y el Gobierno creó para él la plaza de agregado aeronáutico en Roma y Berlín, con la misión de emprender relaciones e informar de la situación de las fuerzas aéreas de ambos países. El matrimonio se estableció con Luli en Roma. El compromiso político en común se avivó, era la Italia del régimen fascista de Musolini que rechazaban. No les gustaba la sociedad bajo el fascismo ni los camisas negras; también desconfiaban del cuerpo diplomático español con el que no comulgaban, ya que hubieran preferido que fueran leales republicanos puestos por el gobierno mejor que diplomáticos de carrera. Tampoco les gustó el nazismo de Berlín, aunque Hidalgo de Cisneros se asombre ante su poder aeronáutica. Saben también que los monárquicos conspiran en Roma con Alfonso XIII. Querrían volver a España, pero el triunfo en las elecciones de la coalición de la CEDA y Lerroux lo dificultaba, pensaban que era el triunfo de la reacción porque iba a paralizar las tímidas reformas iniciadas por la República. Cuando el quince de octubre en España se declara la huelga general obrera, de la que formaba parte La Revolución de Asturias contra el Gobierno, instigada entre otros por Largo Caballero e Indalencio Prieto, fracasa , sabiendo que el Gobierno busca a los cabecillas de la sublevación, Hidalgo de Cisneros vuela de  incógnito a Madrid en auxilio de Indalecio Prieto y le conduce metido en el maletero hasta la frontera francesa, desde donde un nuevo chofer le conduce a Francia.

Mientras, Constancia en Roma atiende con Valle Inclán a Alberti y María Teresa León que vuelven de Rusia. No parece que en esta etapa Constancia de la Mora trabaje en otra cosa que no sea acompañar a su marido, utiliza siempre el plural: Ignacio y yo.

España 1935 Cuando Hidalgo al fin consigue regresar, su destino es Sevilla, Constancia prefiere residir con Luli en Madrid y matricularla en el Colegio Estudio. Se reincorporó a la tienda de Zenobia Camprubí. En 1935 Nuñez de Prado el nuevo director general de Aeronaútica lleva a Hidalgo de Cisneros destinado a Madrid.

En 1936 las elecciones dieron la victoria al Frente Popular, opción preferida por Contancia y su marido. Esa toma de postura la aleja de Zenobia Camprubí que prefiere no votar. E l triunfo alegra a Constancia, pero no la tranquiliza, pues opina que Azaña, presidente ahora de República, no toma en consideración el peligro que supone un más que probable alzamiento militar, por dar culto a la legalidad (p.266) demasiado legalista y débil. La desconfianza que Constancia e Hidalgo de Cisneros sentían ante la situación y un más que probable alzamiento militar se hizo realidad el 17 de julio de 1936. Desde el primer momento hasta el último ambos mantienen la lealtad a la República.

Inicio de la  Guerra civil  1936 A pesar del interés de los datos que aporta este texto, creo que juzgar la Guerra Civil excede a lo propuesto en mi blog, pues quiero limitarme a la aportación personal de Constancia de la Mora en ella. No obstante, su valiosa información ha sido citada por historiadores tan prestigiosos como Hugh Thomas

La defensa de la República mueve a la acción política de esta mujer en plenitud de sus treinta años, dispuesta a dar todo lo que pudiera para ser útil y combatir el “fascismo”. Tras un primer intento ofreciéndose al Hospital General de Carabanchel, desestimado porque no era enfermera, y un segundo intento acudiendo con Isabel de Palencia, conocida militante socialista, a la Casa del Pueblo, pero que  aceptan a Isabel y no a Constancia argumentando que ésta no pertenecía a ningún sindicato, decidió en un tercer intento agruparse con otras cuatro mujeres conocidas, entre ellas Concha, la hija mayor de Indalecio Prieto; se pusieron a disposición de la Junta de Proteción de Menores, dependiente del Ministerio de Justicia y consiguieron que las responsabilizaran de atender un colegio en la travesía del Júcar. Iniciaron el trabajo con 50 niñas La labor efectuada fue decidida, muy positiva; señoras que siempre habrían tenido “domésticas” y no debían estar acostumbradas a hacerlo, se pusieron a fregar cacharros y suelos, tirar basuras, despiojar a las niñas y bañarlas, buscar maestros y médicos que las atendieran, conseguir comida y enseñarles a comer. Tan implicada estaba que hasta llevó a su hija a vivir al hospicio. En otoño de 1936 se afilia al Partido Comunista.

No puedo yo obviar por injusta su crítica a las Hermanas de la Caridad que cuidaban anteriormente a esas niñas porque, independientemente de que las instituciones de caridad funcionaran mal y poco profesionalmente (también lo había denunciado Clara Campoamor y Matilde Huici) las acusaba de haber abandonado a las niñas, pero nada dice de la persecución religiosa que sufrían las religiosas a causa de la cual tuvieron que marcharse (p.312 -316). Connie no va a hablar de la persecución religiosa y cuando habla de la quema de iglesias lo justifica porque podía haber armas en ellas.

Levante 1937 . En noviembre de 1936 el Gobierno se había trasladado a Valencia Cuando situación en Madrid se complicó, Constancia de la Mora expuso en el Consejo Superior de Menores la necesidad de evacuar a los niños a Levante o Cataluña. L. a Junta le responsabiliza de trasladar y acomodar a trescientos o cuatrocientos niños a Alicante. Asumió la responsabilidad y se trasladó con un médico y los niños a Alicante buscando instalarlos en casas con jardines. Encontró entre los vecinos generosidad y ayuda. Todo ello, entiendo, demostró la capacidad de organización de Constancia de la Mora que no regresó a Madrid, pues la Junta decidió evacuar a todos los niños de Madrid a Levante. Con ellos llega Luli y Concha Prieto. Al principio los víveres no escasean, pero cuando la guerra está perdiéndose, el alimento empieza a escasear, la Unión Soviética envió un cargamento de comida y Constancia elogia a Rusia y se avergüenza de que Inglaterra no ayude a España.  Ante la situación peligrosa, Indalecio Prieto obliga su hija a marcharse. También Zenobia y Juan Ramón se han marchado de España causando decepción en Constancia. Constancia decide mandar a Luli a Rusia.  Cuando ya la situación de los niños está organizada, por sugerencia de Hidalgo de Cisneros instala y organiza un hospital para heridos convalecientes de Aviación.

A sugerencia de la mujer del ministro de Estado, Julio Álvarez de Vayo, y también de Rafael Alberti y el corresponsal norteamericano Jay Allen, acudió en Valencia a la Oficina de Prensa Extranjera, dependiente del Ministerio de Estado bajo la presidencia de Largo Caballero. Era muy útil el dominio de idiomas para hablar con los corresponsales extranjeros en su lengua, controlar que las informaciones que mandaban a su país fueran las adecuadas, no hubiera noticias que pudieran afectar al prestigio de la República ni se mandasen datos en clave  que sirvieran de información al enemigo. y Constancia dominaba el francés, inglés y alemán. Se la destinó a la oficina de Censura, tenía entre sus colaboradores a Arturo Barea. Se inició corrigiendo los artículos escritos por los corresponsales, tachando lo no conveniente y confrontando los textos que los corresponsales mandaban a su país por teléfono con al texto escrito. Dirigía la oficina Luis Rubio Hidalgo, las relaciones con los corresponsales y la dirección eran, cuando llegó, inexistentes. Constancia de la Mora trasformó la oficina; las relaciones con los corresponsales no se limitaron a censurar sus escritos, sino que consideraba que del buen trato y la veracidad dependería la información que escribieran y se publicaran en sus países- Londres, Parí, Zurich o Nueva York. Que la mejor manera de contrarrestar la propaganda derechista era “dar a los corresponsales todos las oportunidades posibles para que conozcan la verdad y procurarles todos los medios disponibles para que la puedan escribir y mandar fuera de España.” Les procuraba entrevistas con los políticos, y ministros del Gobierno visitas a las fuentes la noticia, alojamientos, trasporte, combustible, salvoconductos, incluso los acompañaba al frente de guerra. El trato fue muy valorado por los corresponsales que la apreciaban porque conocía su mentalidad y por su tacto, amabilidad y eficacia. Despertó los recelos de su jefe, pero en muy poco tiempo fue nombrada directora de la Oficina de Prensa y Propaganda en Valencia. Su intento fue demostrar la participación de Italia y Alemania en la contienda. Conoció a periodistas de todo el mundo, manteniendo unas relaciones excelentes con los corresponsales de prensa extranjera. Ganó gran prestigio internacional. Se daba la circunstancia de que su ex cuñado Luis Botín, que había sido responsable del alquiler del Dragón Rapide con el que Franco se había trasladado en 1936 desde Canarias a Marruecos para iniciar la Guerra civil, era responsable de la Oficina de Prensa y Propaganda nacional.

Entre las declaraciones de Constancia de la Mora quiero detenerme en su extraña declaración sobre Barcelona, pues opinaba que no ayudaba al resto de España y, lo que es más sorprendente que las organizaciones anarquistas pertenecían a la Quinta columna de Franco:

Pero los agentes de Franco que actuaban en España bajo el disfraz de organizaciones políticas tales como el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) o escudándose en la FAI, consiguieron infiltrarse en puestos importantes del Gobierno, del Ejército y del Orden Público en Barcelona (p.407-409)

Las declaraciones me parecen inquietantes, ya que apoyan lo que la crítica histórica posterior ha documentado como la persecución y muerte de los anarquistas a manos de los comunistas. En esa época Constancia viaja con la prensa por los diversos frentes en Levante, Andalucía y Barcelona y cuenta los triunfos y las derrotas del ejército republicano, imaginamos que, aunque seguía estando al frente de la Oficina de Prensa controlaría los artículos desde el mismo lugar en el que se encontraba con los corresponsales

En otoño de 1937, se trasladó el Gobierno a Barcelona, Constancia siguió llevando la dirección de la Oficina de Prensa Extranjera, pero tuvo que compartir las oficinas con el departamento de Propaganda, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores. Presidía la oficina de Censura el yerno de Unamuno José María Quiroga. En diciembre de 1937 Constancia acompaña a su marido enfermo a La Unión Soviética para reponerse. Su opinión es totalmente positiva e idílica, pinta un paraíso socialista de una sociedad sin clases, con atención médica inmejorable, gente feliz y bien vestida y donde los niños eran el centro de la atención y los niños españoles, y entre ellos Luli, eran tratados con generosidad y con una calidad de vida inmejorable. Se sintieron agasajados y satisfechos. En febrero de 1938 regresaron a Barcelona. La situación había cambiado a peor. Teruel se ha vuelto a perder El gobierno francés controlaba las fronteras y no permitía que entrasen las ametralladoras compradas por la República a la Unión Soviética. Se plantea negociar con el enemigo, pero no todos están dispuestos a capitular y confían en poder revertir la situación. Hay una manifestación a la que cunde Constancia pidiendo que la República no se rinda ante el fascismo. Los bombardeos a la ciudad son continuos.

Álvarez del Vayo, en mayo 1938 pide a Constancia que le acompañe a Ginebra para encargarse de la prensa en la Sociedad de Naciones donde va a presentar la cuestión de la intervención extranjera, pero asegura Constancia, que a pesar que les asiste la justicia, y que era sabido la intervención de Musolini mandaba tropas a España, la votación resultó negativa, pues estados Unidos e Inglaterra, Francia, Polonia y Rumanía votaron en contra. Solo Rusia y España votaron a favor, hubo seis abstenciones. Se rehusó levantar el embargo de arma a la república española. Connie escribe entre la indignación y la ironía sobre la democracia del representante en la Sociedad de las Naciones inglés. En Barcelona los bombardeos se suceden sin tregua, la guerra sigue perdiéndose. La oficina de Prensa se llena de periodistas. Constancia dirige a cincuenta y cuatro personas, con todo el entusiasmo de ganar la guerra. Nunca perdió su entusiasmo y su fe en la victoria, aunque todo indicaba que la guerra estaba perdida.

En enero de 1939 dan orden de empezar a destruir archivos, empaquetar material sensible y prepararse para evacuar Barcelona, De la Mora organiza la salida de trescientos funcionarios y material, archivos y ficheros, cine y fotografías en tren. Constancia se trasladará en coche a Gerona y más tarde a Francia pero todavía piensa que se puede luchar, incluso ya en Francia intenta que la gente vuelva a España y luche, ella lo hace y reencuentra a Ignacio. Pero todo está a punto de perderse. Ignacio se queda combatiendo y ella va a emprender rumbo a Estados Unidos, intentando en un último esfuerzo que ayude a España.

Epílogo

Cuando llega allí todo ha acabado y Franco ha ganado la guerra. Describe las últimas actuaciones de la República, traicionada, piensa, por el presidente del consejo Julián Besteiro y el coronel Casado, jefe del ejército del Centro, mientras el pueblo seguía luchando contra el “fascismo”. Afirma “Después de la primera impresión de la entrega de Madrid, volví a mi trabajo en Estados Unidos” (p. 549)

Imagino que volvería a su labor informativa con los periodistas de Estados Unidos que ha conocido en España. Podría referirse, quizá, a la redacción de el texto que hoy traemos y que va a publicar, posiblemente con colaboración y ayuda de periodistas afines en Estados Unidos porque volvió su trabajo ¿qué trabajo? No puede ser otro que el de la información, en este caso hablar de la Guerra de España en Estados Unidos. Quizá el apelativo de “impostor” que di a quien afirma escribir lo que no ha escrito debería  matizarlo. Puede que, si lo hizo, debió ser pro de la eficacia, porque el relato fuera más convincente y moviera a la acción en defensa de todos los españoles republicanos presos en campos de concentración.

Acaba el texto con una exclamación: ¡VIVA LA REPÚBLICA! (p.551)

Doble esplendor, está muy bien estructurado, escrito con una escritura rica y clara. Dentro de la visión de izquierdas, es valiente, sincero y creíble. Como dije al inicio del blog, habla de lo que quiere y oculta lo que quiere, que es lo que suelen hacer las personas fuertemente politizadas. O mejor, ven lo que quieren ver y no ven lo que no les gusta. Es coherente con su ideología. Sorprende la claridad de ideas, la continuidad del relato y la capacidad de reflexión mostrada y puede considerarse uno de los textos más tempranos escritos sobre la Guerra civil. Está fechado en Julio de 1939

Constancia de la Mora rompe los esquemas y no juega al rol al que estaba destinada como mujer. Desde una posición de privilegio, que a pesar de todo no la hace feliz, busca una salida vital, rompe con lo que piensa que le impide crecer, busca nuevamente un compañero acorde al que admira, se gana el sustento, se compromete con unos valores en los que cree y da con generosidad lo mejor de sí por la República como ideal. Era patriota y amaba a España. Su pensamiento era de muy de izquierdas, una opción que hay que tener en cuenta al leerla. Empleó su capacidad organizativa inicialmente en responsabilidades  consideradas femeninas, como es el cuidado de niños y enfermos, pero dio un paso de gigante al ser capaz de llevar a cabo una labor profesional al mando de la Oficina de Prensa de la República, consiguiendo el respeto de los corresponsales de prensa, porque fue, además de amfble, eficaz.

Murió en Guatemala en 1955. Está enterrada en el cementerio de Acapatzingo, Méjico

 

 Bibliografía

 In place of Splendor: the autobiography of a Spanish woman, New York, Harcourt, Brace and Co., 1939 (London, Michael Joseph, 1940; 

1.ª Doble esplendorAutobiografía de una mujer española, México, Atlante, 1944

 [Cuba, Venceremos, 1966; 

Barcelona, Crítica, 1977; 

Madrid, Gadir, 2004

 pról. de J. Semprún, Madrid, Marcial Pons, 2017]); 

con A. Seghers, Tell the story of the Joint Anti-fascist Refugee Committee, New York, Alba (Archivos de la Brigada Abraham Lincoln); Mexico is theirs (iné

 

 

 

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