Constancia de la Mora Maura nace en Madrid, 1906. Perteneciente
a la alta sociedad, fue hija de German de la Mora y Abarca y Constancia Maura
Gamazo y nieta del político conservador Antonio Maura. Doble esplendor es
la historia de su vida; en ella se refleja la España de los últimos años de la
monarquía de Alfonso XIII y la dictadura de Primo de Ribera, la Republica con
la que se comprometió y el inicio y fin de la Guerra civil en la que desarrolló
con eficacia el puesto de directora de la oficina de Prensa Extranjera de la zona
republicana. Su biografía refleja la
evolución de niña aristócrata y privilegiada dentro de una familia monárquica, conservadora y religiosa - pese a que también entre los Mauras hubiese disidentes- hasta la
conversión en una ciudadana republicana comprometida y extrema.
Dado que este blog se ocupa de mujeres pioneras que avanzan y
sus avances, no voy a juzgar si fue negativo o si acabó en derrota su cambio de
rumbo, diré de la fortaleza mostrada al emprender un camino que ajustase sus
capacidades e intereses a su pensamiento, pese a todas las rupturas sociales
que la condicionaban ya que optó por militar en el Partido Comunista. Oculta en
este Doble Esplendor su militancia; sabe que le hubieran cerrado las
puertas de las Democracias europeas y, en mayor medida, de Estados Unidos donde
la autobiografía fue publicada por primera vez. Muestra el texto su capacidad de juzgar ordenadamente
hechos y políticas con una narración extensa y bien argumentada, y, en mi
opinión, su capacidad inteligente para mostrar la realidad que se quiere
mostrar y ocultar la que no interesa, dato a tener en cuenta ya que, como responsable
de Oficina de Prensa Extranjera, dependiente del Estado de la República, conocía
el medio periodístico. Durante la República en el gobirrno de Lerroux-CEDAacompañó a su marido, el aviador
Ignacio Hidalgo de Cisneros, en misiones internacionales en Alemania e Italia;
durante la Guerra civil se responsabilizó de atender a niños en asilos,
trasladarlos a Valencia, gestionar su alimentación, cuidados y enseñanza, y
posteriormente, como responsable de Prensa Extranjera de la República, controló
la información que mandaban los corresponsales y se ocupó de sus alojamientos y llevarlos a la fuente de la noticia. Ocupó
uno de los puestos de más responsabilidad a cargo de una mujer, de su
departamento dependían las informaciones que se publicaban en el extranjero. Su acceso a las fuentes de información, por el
puesto que ejercía y por su segundo matrimonio con Ignacio Hidalgo de Cisneros,
jefe de la Fuerza Aérea Republicana, el dominio de los idiomas y también por
sus tablas y buenas formas para tratar con los corresponsales de la prensa
internacional, la hicieron imprescindible.
¿Fue feminista? Creo
que no lo fue en sentido estricto, ya que no participó en movimientos
feministas, como si lo hizo su amiga Zenobia Camprubí con la que trabajó, sí lo
fue en buscar su propio camino para ser independiente y ganarse el sustento, y
en tener claro el papel que quería jugar en la vida y jugarlo. Se salió claramente del espacio asignado a las
mujeres abriéndose a nuevas responsabilidades
Todo lo dicho cabe en su biografía.
Doble
esplendor,
Editorial Gadir, Madrid, 2004.
Historia Publicada
primero en inglés con el título In
place of Splendor: the autobiography of a Spanish womane (Harcourt. Brace and Co, 1939) tuvo un gran éxito editorial. Publicado en Estados Unidos con la intención
de movilizar a la opinión pública internacional a favor de la España
democrática, ya derrotada cuando se publicó en noviembre de 1939. “Conni”,
Constanza, triunfó con su biografía, ella era, además, muy conocida por los periodistas corresponsales
extranjeros en la Guerra civil y fue apoyada por
un grupo de periodistas influyentes e intelectuales de izquierdas como Ernest
Hemingway, o George Eliot, y presentada a Elearor Roosevelt, primera dama de
Estados Unidos, una de sus fieles lectoras. La obra fue ampliamente
traducida y divulgada. - ¿Era realmente su autobiografía? Puede que no lo fuera.
Soledad Fox Maura,
escritora y catedrática de Literatura española y comparada en Williams College
de Masachusetts en la publicación Constancia de la Mora Esplendor y sombra
de una vida española del siglo XX. ha demostrado que no está escrita por ella, que
es su biografía escrita a su dictado por la periodista norteamericana Ruth Mackenne. Inmaculada de la
Fuente en su publicación Las Republicanas Burguesas (p. 26-27) escribe
sobre la controversia y compara la publicación inglesa con la española y apunta
los cambios efectuados en esta segunda versión, más personal y menos colectiva,
opina, dado que ambos textos fueron escritos en circunstancias distintas. Constancia de la Mora, al afirmar la
autoría de lo que no ha escrito, aunque así se hubiera pactado previamente, demuestra,
en mi opinión, cierta impostura, eso la hace parecer a mis ojos menos espontánea y creíble. No pretendo hacer un juicio
sino una advertencia que debería tenerse en cuenta al leerse el texto. Pese a todo, Constancia de la Mora, Connie, resulta un
personaje apasionado y atractivo. Fallecida en 1950, Doble esplendor fue
publicado por primera vez en España en 1977.
El texto había sido traducido por ella misma del inglés al español desde
Méjico, está muy bien escrito y es ameno, pese a su extensión. Se publicó en
Méjico en 1944
Estructura Consta de un `prólogo, cuatro partes y un epílogo. La
obra ajusta las cuatro partes en la que se organiza con las fechas políticas
coincidentes con las etapas vitales de la biografiada. “Mi infancia en la
España tradicional 1906-1923”; “Matrimonio, la meta de la mujer española 1923-1931”.
“El despertar de España 1931-1936”. “Es preferible ser viudas que esposas de
cobardes 1936-1939”. Epílogo, " Viva la República"
Prólogo Jorge Semprúm, primo de Constancia y autor del breve prólogo, reconoce
las voces familiares comunes con la autora, afirma la validez del testimonio
histórico del relato, aunque esté deformado por la visión acrítica que muestra
del papel de la Unión Soviética jugó en la Guerra Civil. Cita, contradiciéndolo,
“Odas Morales”, poema de Gil de Biedma: Esta vez la historia de España va a
acabar bien.
Primera parte: Mi infancia en la España tradicional 1906-1923
Describe su nacimiento en una casa confortable propiedad de la familia De la Mora en la plaza de las Salesas y el posterior traslado con la familia a la calle Lealtad ( hoy Antonio Maura) la casa de su abuelo Antonio Maura, aunque un piso independiente, estando Maura de presidente del Consejo de Ministros del Gobierno, la satisfacción ante lo que considera postura honorable de su abuelo, que nunca hablaba de sus asuntos políticos con la familia; la posición social de su padre, director de la Cooperativa Electra; la de su bella madre de sonoros apellidos, Maura y Gamazo; su educación con mises e institutrices inglesas, sus veraneos en Zarauz o San Juan de Luz. El relato se imbrica con la política española durante la primera guerra mundial, la política de no intervención defendida por Maura y la situación social española, frente a la suya propia y la de su familia. Nos cuenta, libre el relato de presunción, lo que se consideraba propio de una familia aristocrática y adinerada entre las élites, que incluye la enseñanza religiosa en la Esclavas del Sagrado Corazón, estudios de idiomas, su estancia de tres años en un colegio religioso en Cambridge mucho más abierto que el español, sus amigas. Parece mostrar tedio ante esa vida que considera vacía en España, las obras de caridad muy superficiales de las monjas y los muchachos de conversaciones insulsas. En Cambridge encontró más libertad y no quería volver a España. Del relato llama la atención su necesidad de tener una independencia propia y trabajar, siendo por ejemplo vendedora, como su amiga inglesa, cuando afirma que una de las etapas mejores de la vida fue en el internado ingles porque se sentía libre. Entendemos que la educación de Connie fue la exigida a una joven de la élite - muy élite - social - siguiendo las pautas del siglo XIX. La insatisfacción ante el rol pasivo que debería desempeñar la mujer aristócrata o burguesa y la falta de salidas profesionales a su enseñanza- un barniz elegante y poco práctico- ya había sido puesto en cuestión por algunas mujeres avanzadas del siglo anterior. El dominio de las tablas sociales y de los idiomas, propio de su educación privilegiada, le iban a serle muy útiles, las rentabilizaría.
Segunda
parte, Matrimonio, la meta de la mujer
española.1923-1931
Caracterizada por la lucidez y la dureza de sus opiniones, coincide
esta etapa con la Dictadura de Primo de Ribera y el final de la monarquía de
Alfonso XIII. De la Mora insinúa la complicidad del Rey con el golpe de Estado
del dictador y con los especuladores catalanes y capitalistas extranjeros. Dotada de sensibilidad y
capacidad crítica, la rebeldía de esta etapa, dirigida contra su clase, abre
por primera vez su conciencia social al escuchar a su amiga inglesa asombrarse
de la pobreza con que viven los campesinos de la finca segoviana de la Mata,
propiedad de sus padres. Se endurece al hablar de las obras de caridad, tal
como la entienden su madre o la iglesia católica. Cuando Connie vuelve a
Madrid tiene 17 años, llevaba tres en Inglaterra y se dio por superada la etapa
de aprendizaje educativo. Inició entonces el aprendizaje social con bailes, fiestas
y deportes, tenis, tardes en la Hípica o cacerías, siempre acompañada de la
madre que se supone era la iniciadora de ese rol que la preparará para
encontrar novio. Rechazaba lo convencional de esperar como muchacha casadera un
buen partido. El partido llegó, aunque no fue un buen partido sino ciertamente
un desastre de partido. En toda la narración nunca cita su nombre, sino su
apellido, Bolín, un alto muchacho del que se enamoró. Aunque no sea muy
explícita, no nos parece que una persona inquieta sólo se enamorase por su
buena facha y por su altura, tampoco por desafiar la opinión paterna, aunque
así lo afirme, en mi opinión. La familia Bolín era desconocida para los De la Mora Maura. No
fue inicialmente bien acogida esa decisión por sus padres, no supieron nunca
claramente con que iba a contar el pretendiente de su hija para afrontar la
vida de casados, pero al final accedieron. Eran los Bolín una familia de la
burguesía malagueña de origen extranjero que residía en Málaga, dedicada al
comercio de vinos y el cultivo de la caña de azúcar. Se casaron en los
Jerónimos. La novia tenía 19 años. El matrimonio se trasladó a Málaga. Bolín no
parecía contar con independencia económica de sus padres, algo que causó las
primeras dificultades en la pareja, agudizados por la falta de gustos comunes. El
matrimonio tuvo que vivir en la casa paterna sin independencia. Bolín gastaba
lo que no ganaba, no se independizó ni tenía asignación fija de su padre, pedía
dinero prestado a todas las amistades, era mal trabajador y De la Mora sospechaba
que, como toda la familia, pretendía vivir a costa del dinero de su mujer, o
sea el suyo. La crítica familiar de los Bolín se extiende a todo el “señorito
andaluz”. Aunque el padre de Constancia, como era lo habitual en su clase,
seguía mandándole una asignación mensual, no era suficiente, ya que Bolín no
aportaba la suya. Al fin, se fueron de la casa familiar y de Málaga se trasladaron
a Torremolinos, aunque Bolín siguió sin independencia económica y pidiendo
préstamos a los conocidos. Allí nace su hija Luli, Constancia María de Lourdes,
recibida con júbilo por la madre. El matrimonio, a instancias de Bolín, se
traslada a Madrid, pero el descontento de Constancia aumenta, pues Bolín va
desaprovechando todos los trabajos que le consigue la familia de Constancia y
sus amistades, la Bolsa, Ceneral Motors, Crysler, empeña joyas, acumula deudas.
El matrimonio sigue en pie exclusivamente por el sentido tradicional de
abnegación femenina, yendo de mal en peor su situación económica. Constancia
decide que será ella la que va a aportar dinero al matrimonio trabajando, pero
las leyes españolas no permiten trabajar a una mujer casada, eso le contestaron
en Singer a su petición de trabajo. Los De la Mora-Maura están muy descontentos,
preferían que ella y Luli vivieran con ellos y consideraban que no debía
trabajar ni vivir independiente, sino en su casa paterna.
En mi opinión, esta
situación que cuenta Doble esplendor suele darse con frecuencia en
matrimonios de la aristocracia y la burguesía en España, en esa época eran
muy habituales los maridos que arruinaban a sus mujeres, ya que ellos eran los
tutores y podían manejar los bienes conyugales y los privativos, lo que no era
habitual fue la decisión tomada por Constancia de la Mora, porque pocas mujeres
de su clase social se decidían a trabajar, estaba mal visto y desdecía de su
clase. Fue una gran decisión que le abrió la puerta a la independencia posterior
(y un avance desde el punto de vista feminista). Estar casada no le permitió
trabajar en una gran empresa como Singer, pero si hacerlo en la tienda de una
mujer, práctica y emprendedora, acostumbrada a la vida americana, además de
española, bien relacionada entre las élites culturales y de pertenecer a un
grupo de mujeres feministas: Zenobia Camprubí.
Zenobia y su socia Inés Muñoz tenían una tienda de exportación
de objetos de artesanía españo la selecta, cerámicas, bordados a Estados Unidos
y venta en España. Fue el primer trabajo y el primer dinero ganado que, es
opinión mía, le abrió las puertas a otro mundo distinto al de la alta burguesía
o aristocracia de los de la Mora- Maura y al de la burguesía comercial andaluza de
los Botín, porque Zenobia por amistades e ideas pertenecía a una burguesía
ilustrada, era culta y cosmopolita, traductora de Rabindranaz Tagore, socia
destacada del Lyceum club y mujer del poeta Juan Ramón Jiménez. Zenobia no
preguntó nada, proporcionó trabajo a Constancia y se convirtió en su amiga.
Imaginamos que la crisis que estaba atravesando Constancia evolucionaría con
las amistades intelectualmente más “progresistas”, ya que, como afín al
pensamiento de la ILE, era republicana, burguesa pero republicana.Constancia no era monárquica, le horrorizaba ver al rey en el Tiro haciendo la corte a alguna joven casada y hacer la corte a las coristas, sabía de su enfermedad y pensaba que el Rey confundía la llaneza con la grosería. Las tres mujeres hablaban de temas políticos y culturales y veían con buenos ojos que llegara una
nueva forma de Gobierno: La República
Tras nuevos intentos inútiles de recomponer el matrimonio, instalarse
Botín en París para buscar trabajo y Constancia en Málaga nuevamente en casa de la familia Botín,
definitivamente el matrimonio se rompió. (Manuel ) Bolín, a instancia de Germán de la Mora, firma
un documento ante notario que evitaría el escándalo de una separación legal y
la intervención de los tribunales y que permitía
a su mujer vivir en domicilios separados y tener con ella a su hija Luli, su gran amor. Constancia
tomó el tren y se volvió a Madrid con Luli. Era marzo de 1931
“Tenía veinticinco años y estaba dispuesta a empezar a vivir.
Al entrar en la estación del Mediodía, me sentí fuerte y
segura del porvenir” (p. 143)
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