viernes, 31 de julio de 2020

María Teresa León: Memoria de la Melancolía, ( I ) La autora



María Teresa León : Memoria de la melancolía, Sevilla , ed Renacimiento, 2020. Prólogo de  Benjamín Prado


Un poco de historia :

Cuando María Teresa León regresa a España en 1977 no viene como una exiliada desconocida. Compañera de Rafael Alberti, poeta del 27, ambos eran un símbolo de resistencia para los siempre fervientes militantes comunistas de la era franquista. Los comunistas exiliados veían ahora cumplido su sueño de regresar a su patria. Eran dos mitos. Su casa del Trastévere en Roma, última etapa de su exilio iniciado en 1939, había sido sitio de peregrinación de opositores antifranquistas comunistas que en la clandestinidad formaban el bloque de oposición más beligerante contra Franco. Siempre los españoles de múltiples tendencias habían encontrado las puertas de los Alberti León abiertas y todas las conversaciones en su casa del Trastévere, decían los que los visitaron, giraban en torno a España: como estaba ahora tal calle, o tal plaza, o la fuentecilla aquella, cómo los obreros, o la poesía o la política y cuando moriría el dictador. Muerto Franco en noviembre de 1975, en abril de 1977 el Partido Comunista de España fue legalizado. Iban a presentarse los comunistas en las primeras elecciones en la Democracia y los españoles que no habíamos conocido la guerra vimos por primera vez, con cierto susto, las banderas rojas con la hoz y el martillo a bordo de los coches ruidosos que desfilaban por la Castellana. Lo del susto es literal, yo estaba entonces tomándome un helado en la heladería Olivieri en la Castellana y me quedé tan helada como mi helado. Fue así.
Iban regresando los supervivientes después de 38 años de exilio, pero María Teresa León que tanto añoró la vuelta no sabía que estaba en España, había perdido la memoria. Fue oportuno, tal vez por ello, esta Memoria de la Melancolía, escrita unos años antes, entre 1962 y 68, ya que es considerada por los críticos como uno de los textos autobiográficos de más calidad literaria y testimonial de los escritos por los perdedores de la Guerra civil. Opino lo mismo, es un gran libro de memorias. Historia de la Melancolía es la añoranza de lo perdido, escrito cuando la autora ya estaba cerca de la vejez :”Es difícil ser vieja. Se necesita un aprendizaje que es el drama de nuestra vida (p.65) Es la rememoración de toda una vida, su infancia y educación, su familia, sus amigos, la guerra, el exilio. Porque su melancolía se ancla y atañe a España, su Guerra Civil y el exilio de los perdedores como ella, lo que cuenta nos atañe a todos, es una visión individual y al mismo tiempo colectiva. Quien lo escribe es además alguien que participó en la guerra desde arriba, desde la dirección- si no guerrera sí cultural- de la República, por lo que el testimonio de lo que cuenta nos aporta fuentes y semblanzas de escritores amigos, recuerdos directos de la tarea intelectual que les encomendaron, una visión combativa y beligerante que daría lugar a polémica, si nos dejáramos llevar de nuestro afán de encontrar la verdad del por qué de la vida y de la muerte de tantos españoles.
Días felices. ¿Felices los días de la guerra?¿Está usted loca? Y yo añado para evitar la agresión de los que no entienden: Los mejores de nuestra vida”( p. 302)
Su visión clara es la de militante de izquierdas que nunca abandonó, nos parece muy interesante porque, además de ser un texto de alta calidad literaria, no exige este blog a las escritoras la objetividad ni el equilibrio, sino sus visiones parciales y subjetivas. Mi fin es entenderlas, poner en valor sus logros e ir con ellas conformando la realidad, siempre plural de la época histórica que trato. Crónica personal , memoria , que no historia, ya que es el yo de la escritora el que lo pasa por el tamiz de sus recuerdos. La memoria siempre es selectiva .
No sé quien decía en mi casa: Hay que tener recuerdos.. Lo espantoso era no tener nada que recordar, dejando tras de si una cinta sin señales. Pero que horrible es que los recuerdos se precipiten sobre ti y te obliguen a mirarlos y te muerdan y se revuelquen sobre tus entrañas que es el lugar de la memoria (p.74)
La memoria, pues, son las entrañas, lo más íntimo.


La autora:
 
María Teresa León nace en Logroño en 1903. Hija del coronel Angel León y de Oliva Goyri, ama de casa. Perteneciente a una burguesía acomodada, la profesión militar de su padre hace que su infancia trascurra con desplazamientos y residencias en Burgos, Madrid y Barcelona. En Madrid asiste al colegio del Sagrado Corazón de la calle Leganitos, del que fue expulsada y de las que no guardó grato recuerdo, pues admiraba la educación laica de la ILE que recibía su prima Jimena, hija de Ramón Menéndez Pidal y María Goyri, prima de su madre. Bellísima, a los 15 años se queda embarazada de Gonzalo Sebastián, un ayudante militar de su padre y éste pidió traslado de destino, cambiando de residencia la familia de Madrid a Barcelona para evitar el escándalo. Al año siguiente, 1920, se casa con Gonzalo Sebastián. Tenía 16 años, una edad de inmadurez, y el matrimonio fracasaría. El matrimonio Sebastián- León vivió en Burgos con los hijos habidos, Enrique y Gonzalo. María Teresa empezó a escribir entonces colaboraciones para el Diario de Burgos bajo seudónimo de Isabel Inghiami. En 1929 se separó de su marido, abandonó Burgos, volvió a Madrid y vivió en casa de sus tíos Ramón Menéndez Pidal y María Goyri. Familia de intelectuales- Ramón Menéndez Pidal era catedrático de Literatura de la Universidad de Madrid, director del Centro de Estudios Históricos, vicepresidente de la Junta para la Ampliación de Estudios, relacionados con la ILE y , desde 1925, director de la Real Academia Española de la Lengua. María Goyri fue una de las primeras mujeres en cursar la carrera de Filosofía y Letras- la primera fue Matilde Padrós- y ejerció como profesora de Literatura del Instituto Escuela, también en la Residencia de Señoritas. A través de sus tíos debió iniciar entonces cierto acercamiento a la ILE, pero, aunque algunos críticos dicen que estudió Filosofía y Letras, nada dice ella al respecto y , dadas las fechas aportadas, a mi no me parece posible. Lo que si es de reseñar es su devoción por los personajes históricos medievales en su obra, D Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador (1954) Doña Jimena Díaz de Vivar, gran señora de todos los deberes (1960) Cervantes , el soldado que nos enseño a hablar (1978) y la tradición oral del romancero, posiblemente contagiada por sus sabios parientes. En 1929 escribe su primer libro de cuentos para niños Cuentos para soñar, prologado por María Goyri. En esta época conoce a Rafael Alberti, poeta y pintor, que salía de una relación con la pintora surrealista Maruja Mallo; se casa por lo civil en 1932 y establecen para toda una vida una sólida relación literaria y humana, para ambos muy positiva. Alberti la introduce en sus círculos culturales y pronto ambos inician con la República una etapa marcada por la militancia de izquierdas dentro del Partido Comunista. En 1933-1934 crean la revista literaria Octubre, relacionada con el Partido Comunista. que dirigía Alberti y que era una revista de vanguardia comprometida en la que escribieron Arturo Serrano Plaja, Ramón Sender o Luis Cernuda.. Se inició León en el teatro social de compromiso y publicó Huelga en el puerto. En 1934 publica Rosa fría, patinadora de la luna, con dibujos de Alberti y el mismo año ambos asisten en Moscú al primer Congreso de Escritores Soviéticos. Viajan por Berlín, Dinamarca, Bélgica, la Unión Soviética y Holanda para estudiar el movimiento teatral europeo con una beca de la Junta de Ampliación de Estudios . Cada vez con más responsabilidades culturales en el P. C. viajan en la Revolución de Asturias a América para pedir ayuda para los obreros. En 1936 iniciada la guerra, crean en agosto la revista El Mono azul, publicada bajo el auspicio de la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura que dirige Alberti, y en la que escriben María Teresa León, Miguel Hernández, Vicente Aleixandre, Lorenzo Varela, Antonio Aparicio, Antonio Machado. Manuel Altolaguirre, José Bergamín, Ramón Sender, Eduardo Ugarte, María Zambrano, Luis Cernuda, Pablo Neruda, Vicente -Huidobro, André Malgaux o John dos Pasos. Entre las colaboraciones publicaban poemas anónimos que dieron origen el Romancero de la Guerra Civil, con romances de los combatientes de todos los frentes; la revista duró durante toda la guerra.
Su activismo cultural y político va en ascenso Durante la guerra desarrolló una actividad trepidante como activista cultural, ejerció de secretaria  e la Alianza de Escritores Antifascistas,  intervino directamente en la protección del patrimonio artístico y pictórico español , el sacro de Toledo, del Museo del Prado y del Escorial y co-protagoniza el traslado de los cuadros a Valencia. Como política, gestora y escritora teatral, montó teatro en el frente y en la retaguardia y dirigió las Guerrillas de teatro, fue subdirectora del consejo General de Teatro. Acabada la guerra se exilia con Alberti a Orán, luego a Francia hasta 1940, después a Argentina, donde vivió 23 años y tuvo una nueva hija, Aitana. En 1963 se trasladan a vivir a Roma. Durante todo el tiempo del exilio María Teresa León se gana la vida como intelectual, a lado siempre - a la sombra- de Alberti. En París trabajan de traductores en radio, en Argentina publica allí dos cuentos, dos novelas basadas en la guerra civil, varias biografías y guiones radiofónicos y cinematográficos. Además de los temas históricos se interesa por los pictóricos, también los divulgativos para la mujeres , En Roma publica su segunda novela y esta biografía, considerada la cima de su obra literaria Memoria de la Melancolía.. Desarrollará a lo largo de su vida una extensa obra literaria, 26 publicaciones, artículos, novelas, teatro, biografías noveladas, ensayos, guiones radiofónicos y cinematográficos y autobiografías. Será una intelectual que hizo de ello un medio para ganarse el sustento, aunque nunca renunciará a su papel de mujer ama de casa y soporte de su marido, publicará algunos textos tradicionales sobre ese tema. Seguirá el matrimonio relacionándose con los intelectuales europeos y americanos antifascistas y con los españoles exiliados, de todo ellos habla esta biografía.
Cuando regresan a España, María Teresa está aquejada de Alzheimer. Recibidos con vítores y aplausos, Alberti se presentará en las primeras elecciones como diputado del Partido Comunista y sacará escaño. María Teresa será internada en una residencia de ancianos en Majadahonda. No es mi afán juzgar, sí contar la realidad que viví en Madrid. Alberti conoció nuevos amores y María Teresa, según sus parientes muy bien atendida, falleció en Majadahonda en la residencia de ancianos en diciembre de 1988. Cuentan quien la conoció entonces que recitaba en su demencia versos de Rafael, a quien ya no reconocía:

Se equivocó la paloma, se equivocaba”

Está enterrada en el cementerio blanco de Majadahonda. El día de su entierro hubo huelga general en Madrid, pocos pudieron acompañarla en su última morada. Muerta en España, patria que ella melancólicamente añoró y a la que nunca renunció. En su lápida figura un verso del poema de Rafael Alberti “Retorno de ayer en las arenas”
Es un poema del poemario Retorno de lo vivo lejano:1948-1956 escrito por Alberti en su exilio argentino que María Teresa amó. Siempre llevó a España y después a Argentina, la patria que la acogió, en su corazón, o como ella dice, en sus entrañas, o sea “en la memoria”

Esta mañana amor, tenemos veinte años”

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