Al
Filo del Otoño,
poemario de Socorro Latasa Miranda aparecido este verano de 2017, ha
sido editado por Círculo Rojo. Latasa es una escritora de largo
aliento, el poemario hace el nº 10 de sus publicaciones. Los
orígenes literarios de la escritora remiten a Aoiz; formó parte
como miembro de jurado del Grupo Literario Bilaketa que dirigía
Salvador Gutiérrez. La Asociación Bilaketa dinamizó los concursos
y la poesía en Navarra con sus convocatorias nacionales e
internacionales, a las que acudieron poetas insignes como José
Hierro, Ángel García López o Antonio Hernández; Socorro Latasa
colabora esporádicamente en la revista de poesía del Ateneo
Navarro, “Grupo Ángel Urrutia” y tiene presencia pública tanto
en Pamplona como en Aoiz, donde reside, hace presentación de sus
publicaciones y dirige un club de lectura.
El
trabajo literario de Socorro Latasa ha discurrido en los campos de la
creación y el de la divulgación y crítica del escritor Damián
Iribarren, capuchino nacido en Aoiz en 1927 y muerto en Pamplona en
el año 2000. Iribarren formó parte de un grupo de poetas religiosos
que inauguraron en Navarra la poesía social a través de la revista
Vértice,
editada por los padres Capuchinos de Pamplona (1952-1960) Los trabajos dedicados
al agoizko merecieron que el proyecto presentado fuera subvencionado
por la Fundación Itoiz Canal de Navarra y vieran la luz editados por
la editorial Sahats de Pamplona. Agrupaba las publicaciones en: Desde
la luz y el tiempo,
2005, Risa
y ternura de unos papeles,
2006 y Aproximación
a la obra literaria de Damián Iribarren,
2007.
Escritora
singular, a la que es difícil englobar en un tipo de determinado
poesía, en ella el vuelo siempre es tan solitario, como sus
preocupaciones líricas. Tuvo presencia en los encuentros autonómicos
organizadas por IPES con mujeres escritoras, pero no fue hasta 1989
cuando recogió sus poemas en forma de poemario: Desde entonces hasta
hoy ha publicado: Arpegios
de sombra herída
(1989)
Edad
sin tiempo,
editorial Medialuna, Pamplona, 1991.
Hasta el último horizonte,
editorial Sahats, Pamplona, 2008; Notas
sobre papel pautado,
cuaderno de música con 21 composiciones en 2011; Monosílabos
al son , al son de monosílabos;
en Reysa Ediciones, Madrid,2012 ; Edad
de niebla y otros poemas,
Reysa, Ediciones, Madrid, 2014. A ellas se añade Al
Filo del Otoño
que hoy reseñamos.
El
poemario actual aporta a la obra de Latasa la novedad de la sujeción
a la estrofa, ya que todos los libros de poesía anteriores estaban
escritos en poesía libre. La forma estrófica utilizada –el haiku-
hace que el pensamiento poético, aun con intención de ser leve, se
concentre, dado que la escritora debe de someterse a una métrica
obligadamente de arte menor, cinco, siete, y cinco sílabas, lo que
aporta claridad al concepto. Poesía conceptual que hemos ido
encontrando en los poemarios de Latasa en otras publicaciones:
pensamiento, filosofía, ontología, matemáticas, música,
naturaleza. Y sin embargo juego y hermetismo.
En
este poemario de hoy abunda en constancias e interrogaciones –
estamos en un camino filosófico de indagación del ser,
interrogación que será el signo final (pg 103) con que el libro se
cierra
Está
estructurado en tres partes “Luz de Septiembre” “Evocaciones”
y “Al filo del otoño. Cada una de las secciones consta de 14
poemas; cada poema consta de cuatro haikus. Son 168 haikus
distribuidos en 42 composiciones donde caben fenómenos relacionados
con la naturaleza, como es tradición en los haikus japoneses, a los
que Latasa añade recreaciones culturales, preguntas esenciales sobre
el discurrir del tiempo o el ser, críticas sociales, o evocaciones
cromáticas y musicales. Sé que la numeración no es baladí y
significa; ¿Qué significa?- nuevamente nos encontramos con la
significación numérica que a la que escribe le es difícil
descifrar pero que es uso frecuente en la concepción lírica de la
autora que ya en otros poemarios utilizó, signos gráficos
matemáticos ; en este caso también es geométrico, ya que el libro
incluye 42 triángulos en la página del margen izquierdo del libro
que contiene a su vez el poema con el que luego va a iniciarse el
haiku correspondiente. Triángulo que remite, quizá, al filósofo
Eugenio Trías, me sugiere la autora, y su teoría de los vértices,
vértice filosófico que se incluye en esa indagación
fundamentalmente filosófica aunque poética donde “cabe la
formulación de un conjunto de cuestiones y categorías capaces de
permitirnos interrogar y establecer hipótesis de interpretación de
los diversos planos de la experiencia”. Intuyo que la elección de
la estrofa ha sido también condicionada porque es estrofa de tres
versos. Filosofía y matemática, interrogaciones y aseveraciones
también presentes en el 27 de Jorge Guillén.
Antes
de aventurarme en mi crítica, diré que a veces, cuando el poeta
transcurre por caminos desconocidos para el lector, éste necesita
ciertas pistas para la interpretación cabal del texto ya que, una
vez publicado no habrá notas puntuales ni notas al pie de página
que sirvan Así el texto se convierte en enigma que debe el lector
hacer suyo, por lo que sería conveniente al menos ciertos datos del
propósito que se buscaba, si no se quiere que lo propuesto no sea lo
que el lector entiende . Mi interpretación, en este caso, es un
salto en el vacío, y, si recurro a dejarme acompañar por la
filosofía de Trias, es porque intento entender el por qué de la
figura enigmática del triángulo que abre todas las páginas pares.
Entiendo que esta voz que hoy traigo está en línea con el filósofo
de ”proponer Ideas filosóficas que puedan ser asumidas en su
posible verdad a través de medios expresivos, lingüísticos o de
escritura, que deban evaluarse desde criterios artísticos”.
“Luz de
Septiembre” , primer apartado, esta relacionado con la luz y a ella remiten las citas
del poeta navarro Jesús Górriz con que se inicia, los ojos, la voz,
la visión de la cita de Platón y su mito de las cavernas (pg 37)
Ver la luz en una captación ontológica con el recurso de los versos
y las palabras Utiliza el recurso del campo semántico derivado de la
naturaleza, los colores, la música con acusadas sinestesias -verde
libertad, pentasílabos de sol, en si bemol el aire, azul olvido- y
ve igualmente la condición humana de la muerte y el desamparo desde
abajo hacia el más arriba“Calladamente/ desde la casa del ser/ luz y palabras
(pg 33)
”Evocaciones”, segundo apartado que se abre con citas de Valente y Octavio Paz, poetas trascendentes y que bordean la mística, en este apartado trama la urdimbre de las tradiciones culturales en la que las escritora se inscribe y se fija, son hilos de luz, redes desde la propia ciudad, sus calles y canciones, sus accidentes físicos y arquitectónicos, sus personajes literarios, las tradiciones literarias españolas (Cervantes, Lope, Cernuda) las musicales (Wagner, Violeta Parra) Campo semántico de la cultura, intertextualidad y recreación culturalista. "Nombro las nubes/ Digo perfil del aire/ Invocaciones( pg 65)
“Al filo del otoño., apartado que da nombre al libro, se inaugura con una cita de Clara Janés, que introduce la visión cósmica, la totalidad a la que la cosa más pequeña remite, esa fusión con el todo que conforma el ser que, en este apartado, como en los haikus japoneses vuelve a la naturaleza, no solamente por el título tomado de las estaciones, también por el símbolo del otoño como el atardecer humano, al filo de la certeza y la incertidumbre . Nuevamente hallaremos sinestesias, campo semántico de la abstracción , cromatismo Y siempre presente la metaliteratura como preocupación y constancia del canto, de la libertad y del lenguaje. Teoría del límite. Filosofía, Arte, naturaleza, El sentido total del poemario que a través de la naturaleza, de la literatura, de la música, del color, de la constancia crítica se interroga. Pero la llave sigue siendo el lenguaje (pg 103) /Ave palabra/ corazón del poema/ hondo palpitar. Epifonemas/alrededor del canto / y de la llama,Alfas , omegas/Amor, abecedarios/ principuio y fin¿...?
”Evocaciones”, segundo apartado que se abre con citas de Valente y Octavio Paz, poetas trascendentes y que bordean la mística, en este apartado trama la urdimbre de las tradiciones culturales en la que las escritora se inscribe y se fija, son hilos de luz, redes desde la propia ciudad, sus calles y canciones, sus accidentes físicos y arquitectónicos, sus personajes literarios, las tradiciones literarias españolas (Cervantes, Lope, Cernuda) las musicales (Wagner, Violeta Parra) Campo semántico de la cultura, intertextualidad y recreación culturalista. "Nombro las nubes/ Digo perfil del aire/ Invocaciones( pg 65)
“Al filo del otoño., apartado que da nombre al libro, se inaugura con una cita de Clara Janés, que introduce la visión cósmica, la totalidad a la que la cosa más pequeña remite, esa fusión con el todo que conforma el ser que, en este apartado, como en los haikus japoneses vuelve a la naturaleza, no solamente por el título tomado de las estaciones, también por el símbolo del otoño como el atardecer humano, al filo de la certeza y la incertidumbre . Nuevamente hallaremos sinestesias, campo semántico de la abstracción , cromatismo Y siempre presente la metaliteratura como preocupación y constancia del canto, de la libertad y del lenguaje. Teoría del límite. Filosofía, Arte, naturaleza, El sentido total del poemario que a través de la naturaleza, de la literatura, de la música, del color, de la constancia crítica se interroga. Pero la llave sigue siendo el lenguaje (pg 103) /Ave palabra/ corazón del poema/ hondo palpitar. Epifonemas/alrededor del canto / y de la llama,Alfas , omegas/Amor, abecedarios/ principuio y fin¿...?
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