En el balance de la entrada anterior de las Diosas Blancas hablabamos de las antologadas y sus poemas, pero había más temas interesantes:
En Las Diosas Blancas no sólo aparececían voces nuevas o estrenándose, hacía historia de lo que había sido a través de los siglos la poesía de mujeres .
Además de las antologadas, nombraba a las numerosas mujeres poetas del XX . Iniciaba la lista el nombre de Rosa Chacel y finalizaba con el de Fany Rubio. Incluía a todas- o casi todas- las que en aquel momento estaban , aunque fuera, como en el caso de Chacel, mas novelista que lírica, en el tajo poético.
El balance era intetesante porque salían a la luz nombres nuevos y afianzaba nombre sólidos como los de las muy conocidas del 27, Champourcin, De la Torre y Mendez; también volvía la vista a Carmen Conde y Pilar de Valderrama,
Sacaba a la luz el nombre de la aristócrata Cristina de Arteaga- monja jerónima que, iniciada antes de tomar los hábitgos a la poesía , continuaba la larga tradición española de poetas de órdenes religiosas-
Introducía a poetas españolas cuya muy interesante obra se edificó en el exilio, como Concha de Albornoz o Concha Zardoya.
Reafirmaba a las muy conocidas españolas del interior como Fuertes, Figueras, Gatell, Uceta, Janés, Canelo, Moix, Aguirre, Atencia, Ojeda, de Andrés o Beneyto, por citar las más conocidas, ya con importantes premios literarios y conslolidada obra
Abría puertas a las que en este momento estábamos escribiendo, aunque fuéramos aún desconocidas, o casi, en el mundilloliterario.
Ponía en bandeja la creación de una nueva Antología más extensa que agrupara a todas las distintas generaciones de mujeres poetas, ya que sólo incluía poemas de poetas nacidas desde 1950,
En Las Diosas Blancas no sólo aparececían voces nuevas o estrenándose, hacía historia de lo que había sido a través de los siglos la poesía de mujeres .
Además de las antologadas, nombraba a las numerosas mujeres poetas del XX . Iniciaba la lista el nombre de Rosa Chacel y finalizaba con el de Fany Rubio. Incluía a todas- o casi todas- las que en aquel momento estaban , aunque fuera, como en el caso de Chacel, mas novelista que lírica, en el tajo poético.
El balance era intetesante porque salían a la luz nombres nuevos y afianzaba nombre sólidos como los de las muy conocidas del 27, Champourcin, De la Torre y Mendez; también volvía la vista a Carmen Conde y Pilar de Valderrama,
Sacaba a la luz el nombre de la aristócrata Cristina de Arteaga- monja jerónima que, iniciada antes de tomar los hábitgos a la poesía , continuaba la larga tradición española de poetas de órdenes religiosas-
Introducía a poetas españolas cuya muy interesante obra se edificó en el exilio, como Concha de Albornoz o Concha Zardoya.
Reafirmaba a las muy conocidas españolas del interior como Fuertes, Figueras, Gatell, Uceta, Janés, Canelo, Moix, Aguirre, Atencia, Ojeda, de Andrés o Beneyto, por citar las más conocidas, ya con importantes premios literarios y conslolidada obra
Abría puertas a las que en este momento estábamos escribiendo, aunque fuéramos aún desconocidas, o casi, en el mundilloliterario.
Ponía en bandeja la creación de una nueva Antología más extensa que agrupara a todas las distintas generaciones de mujeres poetas, ya que sólo incluía poemas de poetas nacidas desde 1950,
Las Diosas
Blancas. Las otras Diosas necesitaban una más extensa antología que no tardaria en llegar
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