FERNANDEZ MARCO, IN MEMORIA : DATOS SOBRE LA IGLESIA DE SAN PEDRO
El acto de Reconocimiento con motivo del Día del libro a Juan Ignacio Fernández Marco, historiador , profesor de la Universidad de Deusto, Hijo Adoptivo de Cascante y autor de una extensa y rigurosa bibliografía sobre la ciudad , me merece unas cuantas reflexiones y también agradecimiento. Es casi obligación que intentemos nuevos caminos que le continúen.
Quiero, en primer término, reconocer el valor intelectual de Fernández Marco que puso toda su capacidad de investigador al servicio de nuestra historia. Cascante, Ciudad de la Ribera I, II, III, son libros rigurosos e imprescindibles. En segundo, alegrarme de que el acto consiguiera las adhesiones y la aportaciones de todos los convocados en su memoria , a pesar de ser de distintas generaciones, profesiones, pensamientos y disciplinas. En tercero, señalar la capacidad de convocatoria y la colaboración de dos asociaciones de fines distintos Cascantum y Vicus. Y finalmente, en cuarto, demostrar y agradecer que las fuerzas de una institución oficial, el Ayuntamiento, y una empresa privada, la “Bodega Cooperativa Malón de Chaide”, sumaran fuerzas al acto, respaldando al personaje de nuestro historiador Fernández Marco, difundiendo la lectura ,y apoyando la labor ejercida por las asociaciones cascantinas.
Mi artículo de este año está dedicalo a Juan Ignacio Fernández Marco, Juanito, ya que nada mejor que rendir gratitud a su memoria prosiguiendo su ejemplo. Voy a intentar alguna aportación a los capítulos todavía abiertos a nuevas interpretaciones y a referir, con algunos legajos y testimonios familiares, a la antigua y derrumbada Iglesia de San Pedro,
Situada en la calle del mismo nombre, la Iglesia, hoy jardín de la casa adyacente y garaje de la misma, mantiene en su portalón un emblema casi ilegible que no es el de D Pedro Sánchez de Monteagudo. De lo que fue la construcción donde antes estuvo la capilla de San Pedro intramuros queda solo esa puerta con emblema. Derribada por ruina la capilla, resulta casi imposible imaginar cómo fue y de qué estilo arquitectónico. Poco queda de artístico en una puerta posiblemente retocada y sirviendo a otros fines que los fundacionales .
Con respecto a la propiedad, recoge Juan Ignacio Fernández Marco que en 1714 un heredero de los Garceses, el conde de Villarrea, afirmaría “que a dicho mayorazgo le pertenecía la Iglesia de San Pedro de la dicha ciudad que fue la primitiva y donde estuvo colocado el santísimo hasta que se fabricó la que hoy se venera.” Afirma también que en esa fecha estaba arruinada y sin culto debido”a las inbasiones, saqueos e yncendios llevados a cabo en la guerra de Sucesión en que la ciudad de Cascante defendió la causa de Felipe V. ( Recalcaremos, ante su protesta, que los Ximénez de Cascante, a los que sucedía el conde, defendieron la causa de las austriacos).
Juan Ignacio Fernández -Marco recoge esta cita en Cascante, Ciudad de la Ribera I, publicada en 1978, y data de mediados del siglo XV la talla gótica de San Pedro; escribe que a falta de más precisa documentación se puede afirmar que fue la ermita fue fundada por el eclesiástico mosén Miguel Garcés entre 1467-1469.
En 1850 Pascual Madoz en su Diccionario Geográfico Estadístico e Histórico de España, cita una ermita bajo la advocación de San Pedro apóstol y adjudica la propiedad en su momento al conde de Villarrea.
En 1928 D José María Sanz Artibucilla en sus Notas Históricas , La Ciudad de Cascante y la virgen del Romero afirma que “en el interrogatorio de la santa visita del año 1561 se dice que la capilla es de Miguel Garcés y su familia quien tiene que proveer lo necesario y “en ella solía estar reservado el Santísimo Sacramento” Al conde de Villarrea atribuye Sanz la propiedad de la iglesia intramuros de San Pedro,
Hay, sin embargo, sobre la propiedad y sobre la época de la capilla algunos puntos que ofrecen dudas, no siendo el menor que la imagen gótica del San Pedro, actualmente en la parroquia de la Asunción es, según el Catálogo Monumental de Navarra. I . Merindad de Tudela escrito bajo la dirección de la catedrática de la Universidad de Navarra Concepción García Gainza, una talla del siglo XIV, o sea, un siglo antes que la datación de Fernandez Marco y anterior al patronazgo de Marco Miguel Garcés. Sabemos que esa es esa imagen a la que estuvo dedicada la capilla siendo esa misma, hoy en la Asunción, la venerada en la antigua capilla de San Pedro intramuros El portalón hoy deteriorado ¿Es el original? Debió de haber una ermita anterior al XV edificada en el mismo lugar de la que hay constancia en textos de Fernández Marco . Veamos:
Recoge Fernández Marco que Dona Gracia Sánchez, posiblemente pariente de D Pedro Sánchez de Monteagudo, dejó instituida en 1299 una capellanía en la iglesia de Cascante conforme “ a la capellanía que D Pedro Sánchez vecino de Cascante dexó” y unas casas en el barrio de Lombo- (precisamente el barrio donde sabemos estuvo ubicada la iglesia de San Pedro). Estamos hablando ya, del último año finales del XIII con lo que nos acercaríamos a la datación que el Catálogo Monumental de Navarra dedica a San Pedro: gótico del siglo XIV.
D Pedro Sánchez de Monteagudo, Señor de Cascante, gobernador y senescal de Navarra, murió asesinado por García Almoracid en 1276 en la Guerra de la Navarrería. Fernández Marco estima que las fincas de Doña Oria Sánchez, posiblemente hermana de D Pedro, lindaban con la de los hijos de la hermana del Señor de Cascante. El señor de Cascante tuvo tres hijos Juan y Milia Sánchez de Cascante y Sancho Fernández y posiblemente varios hermanos y hermanas , entre ellos un hermano llamado Juan Sánchez de Cascante. Si la iglesia, emplazada en el barrio de Lombo, conforme “ a la capellanía “ de D Pedro Sánchez, tiene algo que ver con la instituida por Doña Oria, según Fernandez Marco familia de D Pedro, los Cascantes serían los sucesores o familiares de D Pedro, a cuyo santo homónimo se le dedica la capilla.
La capilla debió permanecer , quizá por descendencia, a los Cascante . Los últimos propietarios que lo atendían descendían de los Ximénez de Cascante. Ese término es difícil de aclarar, pues en la nobleza ribera Antillones, Garceses , Pasquieres y Cascantes entroncan y casan entre ellos, a pesar de sus numerosas rencillas.
El primer documento que me hace ofrecer esa versión es una instancia de Doña Antonia Escrivá de Romaní Taberner solicitando al Ayuntamiento una licencia para obrar en la Iglesia de San Pedro y hacer un cuarto. Era dicha señora la viuda de don Manuel Arnedo Ximénez de Cascante. Me inclino a pensar que la petición que doña Antonia eleva lo hace como heredera de su esposo, ya que Escrivá es un apellido valenciano y Taberner, catalán, no cascantinos como los de D. Manuel.
En D. Manuel confluían dos familias nobles cascantinas, era Arnedo Ximenez de Antillón por parte de padre, Francisco ; y Ximénez de Cascante Castillo por parte de madre, Paula. Pero me inclino por el Cascante, dado que la familian Bobadilla, también Escribá de Romaní y también Antillones, no parecen tener pertenencia en dicha capilla. Era Ximenez de Cascante igualmente Concepción Ximenez de Cascante y Escriba de Romaní, sobrina de D Antonia casada con D Francisco Aixa, barón de la Torre, con vivienda en la calle mayor Baja pero tenía oratorio en su casa. El documento de la viuda Arnedo mayor contribuyente de Cascante, según alega, sin fecha y escrito a mano debió ser remitido, a juzgar por el texto, en fecha no muy posterior a 1846. Muerta Dña. Antonia atendieron el cuidado de la capilla sus descendientes.
Del 2-7-1896 es el l segundo documento que parece demuestra la propiedad cascantina es una carta con escrita por el sobrestante Venancio ¿ Reynaldo?que atiende en Cascante los intereses de sus empleadores, en el que cuenta que, siguiendo instrucciones de la señorita adornó a San Pedro y que por la tarde lo visitó el clero. No parecían fáciles las relaciones con el clero pues la carta con difícil grafía parece decir “por la tarde le dio ( ¿al clero? ) la idea de verla y de quitar las lleves a su tía Pilar, y el pueblo lo tomó muy a mal y los chicos lo apedrearon”
De todas las hijas del matrimonio Arnedo Escrivá de Romaní fueron Antonia y Pilar las que casaron con cascantinos o relacionados con Cascante, el resto lo hizo en Valencia y Aragón. Doña Antonia casó con Don José Mª Martín Cereceda. Y Dña Pilar con Manuel Bellido Sánchez de Arquíñigo. La Iglesia de San Pedro, arruinada, siguió sufriendo un notable deterioro, costeando su mantenimiento esta segunda generación y luego sus nietas, Pilar Martín Arnedo , a la que se dirige Zaro, y su prima carnal Jesusa Bellido Arnedo según testimonio de Mercedes Dale, hija de Pilar. Debió existir en la capilla, además del San Pedro, una imagen de la Virgen de la Asunción.
En 1904, la capilla, cerrada al culto, sufrió un desplome de la techumbre, quedándose al descubierto el solar, y haciéndose cargo las herederas de los ornamentos, y imágenes, reconociendo el pueblo la propiedad como herederas , aunque pudo existir cierta tensión en el obispado. Jesusa Bellido y su esposo Leopoldo Albesa, escriben al obispo en 1922, pidiendo la desacralización para vender el solar, alegando no tener dinero para la restauración. Aunque Juan Ignacio Fernández Marco manifiesta la dificultad de demostrar la propiedad, el 10 y 11 de mayo de 1922 el obispo Isidro Badía Sarradell desacraliza la capilla y se llega a un acuerdo económico. A Pilar Martín le correspondió San Pedro.
El 8-4 1923 está fechado el tercer documento, una carta manuscrita del maestro nacional de Cascante D Felipe Zaro dirigida a D Carlos Dale, esposo de D Pilar Martín Arnedo , nieta de doña Antonia e hija de Antonia, una hija de aquella. Del contexto de la carta extraigo algún párrafo:”Cuando dieron principio las obras de la ermita de San Juan, muchas personas nos indicaron la conveniencia de que llevásemos también a San Pedro y nos escudábamos en que era propiedad de Pilar y no podíamos disponer de él.”Hoy, señalado el día de los corrientes para subir al Santo Bautista a su ermita el pueblo insiste tenazmente en sus deseos diciendo que Pilar es muy buena y ha de ver con sumo gusto que a su Santo querido se le tribute un culto público por el pueblo que lo quiere y desea verlo”....”La junta de obras de la ermita me ha designado para llamar con sus golpecitos en el corazón de Pilar para suplicarle que nos preste la imagen de san Pedro y colocarla en el altar que fue de la Purísima y hoy propiedad de la ermita de San Juan”... Zaro da por cierta la propiedad y la pide en préstamo.
La carta del maestro pidiendo la imagen en préstamo tuvo una respuesta positiva y Pilar Martín concedió en préstamo el San Pedro que se veneró desde 1924 durante muchos años en la ermita de San Juan.
Creo que fue en la época de D Ambrosio Eransus, (seguro que alguien tiene la información exacta y la fecha, hacia los años 60 y tantos )… cuando el San Pedro fue llevado a la parroquia de la Asunción y puesto en el sitio que actualmente ocupa al lado de la sacristía. Mercedes Dale, hija de Pilar Martín, se dirigió al párroco para decirle que a ella no le habían pedido ningún tipo de consentimiento para poder hacer el traslado, siendo San Pedro de su propiedad y mostrando sus legajos acreditativos, estos documentos que cito. Mostró el párroco su preocupación, alegando que la ermita- entonces- estaba algo alejada y que , dado la valía de la talla gótica, tenía miedo a que la sustrajeran. Acordaron entrambos entonces que San Pedro seguiría en préstamo en la parroquia de la Asunción en vida de Mercedes Dale y a que a su muerte, el Santo sería definitivamente propiedad de la Iglesia, firmándose un documento al respecto. El documento deberá de estar en la Parroquia o en el Arzobispado.
Datos que traigo aquí, no para cerrar este capítulo, pero sí para seguir continuando a nuestro Fernández Marco y por aportar datos que pueden perderse a nuestra historia y nuestro patrimonio. Sé que todos nosotros seguimos construyendo Cascante . Eso es lo que yo deseo a la recién estrenada Corporación Municipal y a todos los empresarios, gremios, funcionarios, trabajadores, agricultores , investigadores y a todo el tejido asociativo , plural y activo al que me honro de pertenecer.
Juanito gran historiador , y poco reconocimiento por parte de las autoridades, de Cascante, muchos somos los que queremos,y valoramos su trabajo, y el gran legado que nos dejo. Personalmente me quedo con su lectura, su pintura, y su amistad
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