viernes, 25 de octubre de 2024

JESUS MAULEON EN MEMORIA :"MADRE DOLOROSA

 



Recuerdo a Jes
ús Mauleón con respeto y afecto Creo que es uno de los mejores poetas navarros de su generación. No quiero dejar pasar su muerte sin rendirle homenaje con uno de los primeros poema que leí hace de él  hace ya muchos, muchos años. 

 

Seguramente "Madre Dolorosa" no será el poema más representativo del hoy de Jesús Mauleón, pero es uno de los primeros poemas que leí suyo cuando mis relaciones con Río Arga eran buenas, y yo vivía en Madrid y llevaba la revista que me mandaban de Pamplona porque quería difundirla en todas las tertulias para que que conocieran la poesía navarra todos mis amigos poetas. Jesús, director entonces de la revista después de Ángel Urrutia, ni se daba importancia ni necesitaba aplausos Sacerdote creyente y esperanzado, tenía el don de la escritura y una gran dominio de la técnica literaria. Gran parte de los poemas de Jesús Mauleón son religiosos, hablan de Dios y con Dios y de la fe y de la esperanza como cristiano. Los metaliterarios se refieren a la poesía como un don poseído y salvador.

 

El poema que traigo, Madre Dolorosa”, me conmovió allí por el 82, época de la que hablo, y me pareció representativo de la poesía que Leopoldo de Luis, uno de mis contertulios, llamaba social religiosa, y Florencio Martínez Ruiz, entonces crítico en ABC, Mester de Clerecía. Jesucristo era representado por los poetas como el obrero o el hombre sufriente.  Río Arga, en estos años introdujo una poesía en Navarra que hasta y entonces no había tenido cabida en la revista literaria que hasta entonces se ofrecía a la venta en Pamplona. Así lo publiqué en mi estudio sobre Río Arga y así lo afirmé al hablar de la poesía de Jesús Mauleón

 

Pasó de moda la poesía social, quizá por exceso de mal uso, o bien porque el lenguaje de los políticos devaluó las palabras al utilizar los mismos términos de denuncia. Mauleón no renunció a la crítica social; se fue distanciando de la crítica directa, utilizando tonos distendidamente irónicos que siguieron siendo buena poesía.

 

Una tarde que le visité conocí a su madre en la casa de Plaza de los Castaños. Carlos Mata ha publicado en su blog el soneto magistral que le dedicó Jesús y también va de madres este poema que debió escribir tras los sucesos de Montejurra, un poema, entiendo, que trasciende la circunstancia y puede referirse a cualquier madre con un hijo muerto en brazos, vilmente asesinado   por la violencia y la guerra, una de esas guerras que siguen asolando el mundo.

 


MADRE DOLOROSA

 

 

 

Estás ahí con toda la belleza
desmayada en los brazos, con toda la injusticia
levantada en el monte, con su cabeza hermosa
caída como un trueno, con tu dolor abierto
por agudos relámpagos, con tu regazo lleno
de abrazada tiniebla.
Estás ahí. Llamas a tu hijo muerto,
le llaman tus entrañas como a un calor que es suyo,
le bramas al oído, le sacudes
los hombros, sin rendirte le abrazas,
le aprietas a tu sangre con la fuerza del tigre,
te agarras a su cuerpo que cae en el abismo.
Vais a caer los dos. Y tú te haces de súbito
un altísimo, claro,
firme andamio de llanto
para quedarte en pie sobre tus lágrimas, detener
la caída de soles y colgar en la lluvia
las luces del incierto firmamento.

Lloras y acusas. Baja por tus mejillas
un río atroz de cruces y fusiles
(clavos que desembocan en tu mar de ternura,
balas que se te alojan en tu cauce profundo).
Por tus mejillas baja
un río atroz de millares de madres
que lloran, gritan, son, acusan,
que levantan la sangre y piden solamente
que salga el sol, que piden
un pan de libertad que llevarse a la boca,
un vaso transparente de justicia
para su mesa
y un camino de luz

Para sus hijos vivos

 

Localización: Río Arga, 3º trimestre, 1977, p.28

l Ciervo: revista mensual de pensamiento y cultura, ISSN 0045-6896, Nº. 308, 1977, pág. 23

sábado, 24 de agosto de 2024

· FERNANDEZ MARCO, IN MEMORIA : DATOS SOBRE LA IGLESIA DE SAN PEDR=



 
Compartido con: Tus amig
FERNANDEZ MARCO, IN MEMORIA : DATOS SOBRE LA IGLESIA DE SAN PEDRO
El acto de Reconocimiento con motivo del Día del libro a Juan Ignacio Fernández Marco, historiador , profesor de la Universidad de Deusto, Hijo Adoptivo de Cascante y autor de una extensa y rigurosa bibliografía sobre la ciudad , me merece unas cuantas reflexiones y también agradecimiento. Es casi obligación que intentemos nuevos caminos que le continúen.
Quiero, en primer término, reconocer el valor intelectual de Fernández Marco que puso toda su capacidad de investigador al servicio de nuestra historia. Cascante, Ciudad de la Ribera I, II, III, son libros rigurosos e imprescindibles. En segundo, alegrarme de que el acto consiguiera las adhesiones y la aportaciones de todos los convocados en su memoria , a pesar de ser de distintas generaciones, profesiones, pensamientos y disciplinas. En tercero, señalar la capacidad de convocatoria y la colaboración de dos asociaciones de fines distintos Cascantum y Vicus. Y finalmente, en cuarto, demostrar y agradecer que las fuerzas de una institución oficial, el Ayuntamiento, y una empresa privada, la “Bodega Cooperativa Malón de Chaide”, sumaran fuerzas al acto, respaldando al personaje de nuestro historiador Fernández Marco, difundiendo la lectura ,y apoyando la labor ejercida por las asociaciones cascantinas.
Mi artículo de este año está dedicalo a Juan Ignacio Fernández Marco, Juanito, ya que nada mejor que rendir gratitud a su memoria prosiguiendo su ejemplo. Voy a intentar alguna aportación a los capítulos todavía abiertos a nuevas interpretaciones y a referir, con algunos legajos y testimonios familiares, a la antigua y derrumbada Iglesia de San Pedro,
Situada en la calle del mismo nombre, la Iglesia, hoy jardín de la casa adyacente y garaje de la misma, mantiene en su portalón un emblema casi ilegible que no es el de D Pedro Sánchez de Monteagudo. De lo que fue la construcción donde antes estuvo la capilla de San Pedro intramuros queda solo esa puerta con emblema. Derribada por ruina la capilla, resulta casi imposible imaginar cómo fue y de qué estilo arquitectónico. Poco queda de artístico en una puerta posiblemente retocada y sirviendo a otros fines que los fundacionales .
Con respecto a la propiedad, recoge Juan Ignacio Fernández Marco que en 1714 un heredero de los Garceses, el conde de Villarrea, afirmaría “que a dicho mayorazgo le pertenecía la Iglesia de San Pedro de la dicha ciudad que fue la primitiva y donde estuvo colocado el santísimo hasta que se fabricó la que hoy se venera.” Afirma también que en esa fecha estaba arruinada y sin culto debido”a las inbasiones, saqueos e yncendios llevados a cabo en la guerra de Sucesión en que la ciudad de Cascante defendió la causa de Felipe V. ( Recalcaremos, ante su protesta, que los Ximénez de Cascante, a los que sucedía el conde, defendieron la causa de las austriacos).

Juan Ignacio Fernández -Marco recoge esta cita en Cascante, Ciudad de la Ribera I, publicada en 1978, y data de mediados del siglo XV la talla gótica de San Pedro; escribe que a falta de más precisa documentación se puede afirmar que fue la ermita fue fundada por el eclesiástico mosén Miguel Garcés entre 1467-1469.
En 1850 Pascual Madoz en su Diccionario Geográfico Estadístico e Histórico de España, cita una ermita bajo la advocación de San Pedro apóstol y adjudica la propiedad en su momento al conde de Villarrea.
En 1928 D José María Sanz Artibucilla en sus Notas Históricas , La Ciudad de Cascante y la virgen del Romero afirma que “en el interrogatorio de la santa visita del año 1561 se dice que la capilla es de Miguel Garcés y su familia quien tiene que proveer lo necesario y “en ella solía estar reservado el Santísimo Sacramento” Al conde de Villarrea atribuye Sanz la propiedad de la iglesia intramuros de San Pedro,
Hay, sin embargo, sobre la propiedad y sobre la época de la capilla algunos puntos que ofrecen dudas, no siendo el menor que la imagen gótica del San Pedro, actualmente en la parroquia de la Asunción es, según el Catálogo Monumental de Navarra. I . Merindad de Tudela escrito bajo la dirección de la catedrática de la Universidad de Navarra Concepción García Gainza, una talla del siglo XIV, o sea, un siglo antes que la datación de Fernandez Marco y anterior al patronazgo de Marco Miguel Garcés. Sabemos que esa es esa imagen a la que estuvo dedicada la capilla siendo esa misma, hoy en la Asunción, la venerada en la antigua capilla de San Pedro intramuros El portalón hoy deteriorado ¿Es el original? Debió de haber una ermita anterior al XV edificada en el mismo lugar de la que hay constancia en textos de Fernández Marco . Veamos:
Recoge Fernández Marco que Dona Gracia Sánchez, posiblemente pariente de D Pedro Sánchez de Monteagudo, dejó instituida en 1299 una capellanía en la iglesia de Cascante conforme “ a la capellanía que D Pedro Sánchez vecino de Cascante dexó” y unas casas en el barrio de Lombo- (precisamente el barrio donde sabemos estuvo ubicada la iglesia de San Pedro). Estamos hablando ya, del último año finales del XIII con lo que nos acercaríamos a la datación que el Catálogo Monumental de Navarra dedica a San Pedro: gótico del siglo XIV.
D Pedro Sánchez de Monteagudo, Señor de Cascante, gobernador y senescal de Navarra, murió asesinado por García Almoracid en 1276 en la Guerra de la Navarrería. Fernández Marco estima que las fincas de Doña Oria Sánchez, posiblemente hermana de D Pedro, lindaban con la de los hijos de la hermana del Señor de Cascante. El señor de Cascante tuvo tres hijos Juan y Milia Sánchez de Cascante y Sancho Fernández y posiblemente varios hermanos y hermanas , entre ellos un hermano llamado Juan Sánchez de Cascante. Si la iglesia, emplazada en el barrio de Lombo, conforme “ a la capellanía “ de D Pedro Sánchez, tiene algo que ver con la instituida por Doña Oria, según Fernandez Marco familia de D Pedro, los Cascantes serían los sucesores o familiares de D Pedro, a cuyo santo homónimo se le dedica la capilla.
La capilla debió permanecer , quizá por descendencia, a los Cascante . Los últimos propietarios que lo atendían descendían de los Ximénez de Cascante. Ese término es difícil de aclarar, pues en la nobleza ribera Antillones, Garceses , Pasquieres y Cascantes entroncan y casan entre ellos, a pesar de sus numerosas rencillas.
El primer documento que me hace ofrecer esa versión es una instancia de Doña Antonia Escrivá de Romaní Taberner solicitando al Ayuntamiento una licencia para obrar en la Iglesia de San Pedro y hacer un cuarto. Era dicha señora la viuda de don Manuel Arnedo Ximénez de Cascante. Me inclino a pensar que la petición que doña Antonia eleva lo hace como heredera de su esposo, ya que Escrivá es un apellido valenciano y Taberner, catalán, no cascantinos como los de D. Manuel.
En D. Manuel confluían dos familias nobles cascantinas, era Arnedo Ximenez de Antillón por parte de padre, Francisco ; y Ximénez de Cascante Castillo por parte de madre, Paula. Pero me inclino por el Cascante, dado que la familian Bobadilla, también Escribá de Romaní y también Antillones, no parecen tener pertenencia en dicha capilla. Era Ximenez de Cascante igualmente Concepción Ximenez de Cascante y Escriba de Romaní, sobrina de D Antonia casada con D Francisco Aixa, barón de la Torre, con vivienda en la calle mayor Baja pero tenía oratorio en su casa. El documento de la viuda Arnedo mayor contribuyente de Cascante, según alega, sin fecha y escrito a mano debió ser remitido, a juzgar por el texto, en fecha no muy posterior a 1846. Muerta Dña. Antonia atendieron el cuidado de la capilla sus descendientes.
Del 2-7-1896 es el l segundo documento que parece demuestra la propiedad cascantina es una carta con escrita por el sobrestante Venancio ¿ Reynaldo?que atiende en Cascante los intereses de sus empleadores, en el que cuenta que, siguiendo instrucciones de la señorita adornó a San Pedro y que por la tarde lo visitó el clero. No parecían fáciles las relaciones con el clero pues la carta con difícil grafía parece decir “por la tarde le dio ( ¿al clero? ) la idea de verla y de quitar las lleves a su tía Pilar, y el pueblo lo tomó muy a mal y los chicos lo apedrearon”
De todas las hijas del matrimonio Arnedo Escrivá de Romaní fueron Antonia y Pilar las que casaron con cascantinos o relacionados con Cascante, el resto lo hizo en Valencia y Aragón. Doña Antonia casó con Don José Mª Martín Cereceda. Y Dña Pilar con Manuel Bellido Sánchez de Arquíñigo. La Iglesia de San Pedro, arruinada, siguió sufriendo un notable deterioro, costeando su mantenimiento esta segunda generación y luego sus nietas, Pilar Martín Arnedo , a la que se dirige Zaro, y su prima carnal Jesusa Bellido Arnedo según testimonio de Mercedes Dale, hija de Pilar. Debió existir en la capilla, además del San Pedro, una imagen de la Virgen de la Asunción.
En 1904, la capilla, cerrada al culto, sufrió un desplome de la techumbre, quedándose al descubierto el solar, y haciéndose cargo las herederas de los ornamentos, y imágenes, reconociendo el pueblo la propiedad como herederas , aunque pudo existir cierta tensión en el obispado. Jesusa Bellido y su esposo Leopoldo Albesa, escriben al obispo en 1922, pidiendo la desacralización para vender el solar, alegando no tener dinero para la restauración. Aunque Juan Ignacio Fernández Marco manifiesta la dificultad de demostrar la propiedad, el 10 y 11 de mayo de 1922 el obispo Isidro Badía Sarradell desacraliza la capilla y se llega a un acuerdo económico. A Pilar Martín le correspondió San Pedro.
El 8-4 1923 está fechado el tercer documento, una carta manuscrita del maestro nacional de Cascante D Felipe Zaro dirigida a D Carlos Dale, esposo de D Pilar Martín Arnedo , nieta de doña Antonia e hija de Antonia, una hija de aquella. Del contexto de la carta extraigo algún párrafo:”Cuando dieron principio las obras de la ermita de San Juan, muchas personas nos indicaron la conveniencia de que llevásemos también a San Pedro y nos escudábamos en que era propiedad de Pilar y no podíamos disponer de él.”Hoy, señalado el día de los corrientes para subir al Santo Bautista a su ermita el pueblo insiste tenazmente en sus deseos diciendo que Pilar es muy buena y ha de ver con sumo gusto que a su Santo querido se le tribute un culto público por el pueblo que lo quiere y desea verlo”....”La junta de obras de la ermita me ha designado para llamar con sus golpecitos en el corazón de Pilar para suplicarle que nos preste la imagen de san Pedro y colocarla en el altar que fue de la Purísima y hoy propiedad de la ermita de San Juan”... Zaro da por cierta la propiedad y la pide en préstamo.
La carta del maestro pidiendo la imagen en préstamo tuvo una respuesta positiva y Pilar Martín concedió en préstamo el San Pedro que se veneró desde 1924 durante muchos años en la ermita de San Juan.
Creo que fue en la época de D Ambrosio Eransus, (seguro que alguien tiene la información exacta y la fecha, hacia los años 60 y tantos )… cuando el San Pedro fue llevado a la parroquia de la Asunción y puesto en el sitio que actualmente ocupa al lado de la sacristía. Mercedes Dale, hija de Pilar Martín, se dirigió al párroco para decirle que a ella no le habían pedido ningún tipo de consentimiento para poder hacer el traslado, siendo San Pedro de su propiedad y mostrando sus legajos acreditativos, estos documentos que cito. Mostró el párroco su preocupación, alegando que la ermita- entonces- estaba algo alejada y que , dado la valía de la talla gótica, tenía miedo a que la sustrajeran. Acordaron entrambos entonces que San Pedro seguiría en préstamo en la parroquia de la Asunción en vida de Mercedes Dale y a que a su muerte, el Santo sería definitivamente propiedad de la Iglesia, firmándose un documento al respecto. El documento deberá de estar en la Parroquia o en el Arzobispado.
Datos que traigo aquí, no para cerrar este capítulo, pero sí para seguir continuando a nuestro Fernández Marco y por aportar datos que pueden perderse a nuestra historia y nuestro patrimonio. Sé que todos nosotros seguimos construyendo Cascante . Eso es lo que yo deseo a la recién estrenada Corporación Municipal y a todos los empresarios, gremios, funcionarios, trabajadores, agricultores , investigadores y a todo el tejido asociativo , plural y activo al que me honro de pertenecer.

martes, 30 de julio de 2024

ABEL JARNÉS, HERMANO DE BENJAMÍN JARNÉS


Abel Jarnés Millán, cuyos verso recoge la revista El Romero,  fue hijo decimosexto de Pedro Jarnés Aznar, sacristán de pueblo y sastre, aficionado a la poesía y escritor de romances, viudo que en primera nupcias  tuvo siete hijos, y en segunda se casó con Bernabea Millán Villagrasa, con la que tuvo otros 13,  Debió, Pedro Jarnés,  estar algún tiempo en Cascante regentando un comercio; mis informaciones familiares aseguran que vivía en la calle Mayor Alta y que estaba medio ciego. Abel Jarnés (Millán) colaborador habitual con poemas en la revista El Romero  fue su hijo,  hermano de Benjamín Jarnés, (Millán) escritor vanguardista de la generación del 27, crítico de arte de la Revista de Occidente. Mi duda es si la fecha en que su padre residió en Cascante se puede referir al primer matrimonio o al segundo, ya que es constancia de que tenía muchos hijos, pero también los tuvo en el primer matrimonio. quizá el apego de abel a cascante me hace suponer que sería en esta segunda etapa matrimonial.

Aunque nada existía escrito en Cascante por Benjamín, el nombre bíblico de Abel, coincidía con el igualmente bíblico de Benjamín, igual coincidencia tenían los apellidos Jarnés de ambos escritores; quise  indagar si existía relación familiar entre ellos.  Hallé la respuesta en  José Carlos Mainer, la biografía “Benjamín Jarnés”, publicada  en una colección de bolsillo por la Caja de Ahorros de la Inmaculada, Zaragoza, 2000,

Aunque la biografía era de Benjamín, encontré los datos de Abel. Abel y Benjamín Jarnés Millán  fueron  hermanos de padre y madre, Benjamín era el  pequeño. Abel,el décimo sexto,  debió nacer hacia 1887, ignoro el lugar, tal vez en Codo. Benjamín en Codo, 1888. Abel estudió, como también en principio su hermano Benjamín, para militar no académico (chusquero) y como sargentos figuran ambos en una fotografía familiar que publicó Mainer en la citada biografía.

La escritura vanguardista de Benjamín Jarnés y su afamada carrera literaria no tenía nada que ver con los poemas de su hermano Abel, pero pensé que tal vez habían los dos correteado por las calles de Cascante. No habría vanguardia en los poemas de Abel, como sí los hubo en la `prosa  de su hermano pequeño, Benjamín Jarnés, novelista, narrador de cuentos y relatos breves, crítico literario cuya obra se encuadra con la vanguardia y la Generación del 27, colaborador de la revista de La Revista de Occidente de Ortega y Gasset y cuyo legado recoge hoy La Residencia de Estudiantes de Madrid.


Abel Jarnés dejó testimonio de su paso en Cascante con sus versos,  porque fue la suya una de las firmas más habituales en la revista El  romero, vaya para él mi breve semblanza, en mi breve semblanza Son sus poemas sencillos pero de buena factura para lo que recogía la revista, y ligeros en la poética de una revista local sin pretensiones literarias. Utilizaba los versos hexasílabos, heptasílabos, octosílabos o heterométricos, de rima asonante de buena factura. Son  habituales los de temática religiosa a la Virgen del Romero  y también  los poemas satíricos, de remedos del léxico y habla riberos, interesantes desde el punto de vista de la evolución del lenguaje ribero. Hay también algún poema que podría decirse “deshumanizado” y experimental. Desconozco si los poemas fueron recogidos en poemario propio. Hoy pueden encontrarse en los escasos ejemplares de la revista El Romero y  en la publicación del que fue párroco de Cascante, Juan Antonio Induráin  Anaut, :Recopilación de Poesías a la Virgen del Romero,  Tudela Imprenta Castillo, 2000.

Mi ignorancia sobre el personaje me hizo buscar algún dato en internet para documentar , aunque sea mínimamente, su biografía.  Publicista católico y cofundador de la Cofradía de la Virgen de Lourdes en Zaragoza en 1915 junto con el sacerdote Celso López. Influidos ambos hermanos por su por su hermano Pedro Jarnés, párroco de Olalla, ciudad que frecuentaban, Benjamín Jarnés escribión Mosé Pedro, una de sus novelas más conocidas  en 1924 . Ninguna noticia habla de la posible estancia de Abel en Cascante. ¿Qué fue de Abel Jarnés?  En la época que manda colaboraciones a la revista El Romero (1928-31)  residía en Zaragoza casado con Enriqueta Bergua; tenía dos hijos, Enrique y Milagrosa. Debió vivir parte de su vida adulta en Cascante, pues su hijo, Enrique Jarnés Bergua, quizá nació en la ciudad en 1919 y allí comulgó su hija Milagrosa pues lo  recoge la revista El Romero, aunque no dice donde. El nombre de la esposa de Benjamín Jarnés, Gregotia Bergua, nos hace suponer que pudieron ser hermanas Gregoria y Enriqueta, lo que estrecharía relaciones familiares. Pese a sus distintas posturas en la Guerra civil, Abel en las tropas franquistas, los hermanos tuvieron buenas relaciones ya que será Enrique, hijo de Abel, el que herede el legado literario de su tío Benjamín Jarnés ; Benjamín no tuvo hijos.  Tras la guerra, se exilió a Méjico, y volvió a Madrid para morir en 1949

 Vaya mi recuerdo para Abel con dos de sus poemas:

 

                        AGUZANIEVE

 

                    Ya salió el aguzanieve                                

                    del pantano                                                    

                    a recorrer, tras la yunta,                                

                    acercándose al arado,                                    

                    toda la tierra movida                                      

                    en el campo..                                              

                    He vuelto a ver su plumaje                            

                    Ceniciento, negro y blanco..                         

                    En mi otoño                                                 

                    Vuelvo a admirar sus encantos.                   

                    Ella es aquel pajarillo                                    

                    que me hundía en el engaño                         

                    cuando creía cogerla

                    y se me iba, volando,

                    cuando la tenía casi

                    en la mano…

                   Oh, ya se pasó mi infancia

                      y  ese pájaro

                     ceniciento

                    negro y blanco,

                    recorriendo 

                    sigue el campo

                    en los surcos

                    prolongados

                  que parece que señalan

                   las sendas de mi pasado..

                    Ya salió el aguzanieve

                  del pantano…

                                (El Romero n.º 41, 1 Marzo 1924 p. 4)

 

 

CRECERAN LOS PINOS

 

 

Yo soñé una tarde                              Mi ensueño fue breve

que  iba a la Basílica.                         Voló más arriba…

Fue un ensueño dulce

Llama fugitiva…                              

                                                           Aún no están los pinos

Cruzaban el monte                             como yo quería

linderas muy lindas                            Tan altos, tan ágiles

de frondosos pinos                             como los veía.

ya llenos de vida…                            Aún no son sus ramas

Eran altos, ágiles                                el arpa divina.

sus copas hendían                              Sólo, a la Señora

el aire tan diáfano                              mis labios musitan

de la amada cima.                              aquella plegaria

De los claros bronces                         por Ella tañida.

la voz descendía                                Más ya vendrá el tiempo

buscando en mi pecho                       en que hileras vivas

resonancias íntimas…                        escalen el monte

De los verdes pinos                            las laderas pinas

que el viento mecía,                           bordeen la senda

llegaban al alma                                 suban hasta arriba

las fragancias místicas.                      y, allí, recen siempre

Eran negras palmas                            la plegaria mía.

sus copas erguidas.                            Volveré, y los pinos

De sus ramas, arpa                             hoy tan tiernos, liras

Sonora, fluían                                    serán ya, robustas,

Los filiales ecos                                 de plegarias místicas,

de un AVE MARÍA                           pebeteros verdes

de esencias magníficas…

Y mi ensueño dulce

                                                          tendrá entonces vida.

 

El Romero, n.º 54, 14 septiembre 1924, p. 9


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


jueves, 25 de enero de 2024

La Asociación Cultural Amigos de Cascante VICUS

 

La Asociación Cultural Amigos de Cascante VICUS es una entidad sin ánimo de lucro que surge en el año 2004, de un grupo de cascantinos, Charo Fuentes, Joaquín Gómara  Marta Gómara, Javier Jiménez José Miguel Ruiz, Santiago Rueda  y José Alonso. Dirigida inicialmente por José Miguel Ruiz, hoy es el presidente Santiago Rueda Pascual.
Entre sus objetivos, la recuperación y protección de del patrimonio cultural (material e inmaterial) así como el fomento de proyectos de investigación y divulgación sobre el patrimonio cultural cascantino. Es responsable de publicaciones  Cascante ciudad de la Ribera, tomos II y III del historiador de la Universidad de Deusto Juan Ignacio Fernández Marco, La Conversión de la Magdalena de Fray Pedro Malón de Chaide, edición de Ignacio Arellano,  Jordi Aladros y Carlos Mata Induráin,  bajo el patrocinio Vicus, del Ayuntamiento de Cascante y La Universidad de California, El Convento de Nuestra Señora de la Victoria, de la profesora de la Universidad de Zaragoza, María José Tarifa. Vicus organiza cursos de Arqueología y con la UNED de La Semana Romana de Cascante, bajo la dirección del profesor de la Universidad de Navarra Javier Andreu y la Arqueóloga Marta Gómara. Entre sus actividades, conferencias, conciertos, publicaciones, cursos  y proyectos de investigación, conservación y divulgación del patrimonio en relación directa con el paisaje, el desarrollo económico y social y el turismo.(Copiado de la prensa)



   



  • ,

  • o
  • miércoles, 17 de enero de 2024

    Refutación A los competitivos

     La agresividad es más propia de las fieras que de las pesonas.


    2 La lucha por ser más que el otro es propia de las personas acomplejadas. Y violentas. El que es no necesita demostrarlo a los otros

    3 Si se te acerca una persona a ver que saca y como compite contigo, pasa o mándala a paseo, aíslate.

    4 El ser humano, sujeto a la biología, es mucho más que la biología. Los animales son instintivos y no conocen la nobleza sino la ley de la naturaleza, de la selva.. El ser humano civilizado conoce- alguno- la nobleza,

    5 El ser humano, además de biología es espíritu. O si no ?Porque apelar al alma? ¿Existe el alma o solo la biología?

    6 ¿Las almas también compiten? ¿En eso que alguno llama cielo , existirán los grupos?

    7 Librate de los tipos y tipas competitivos, dañan.

    8 El que se aupa saltando por las espaldas de los damás y sus aciertos, no es un tipo normal, es un desalmado.

    9 Los competitivos utilizan la mentira y el engaño para triunfar, no hay reglas, todo sirve.

    10 De la competencia salen las guerras y las luchas, de la cooperación los avances

    11 Mejor no cooperar con un competitivo, te machacará para declararse invicto

    12 Si una persona coopera y la otra compite, nada que hacer, mejor alejarse. Los competitivos utilizan la agresividad para medrar, les interesa su prepotencia. Utilizan su potencia no para construir sino para sobresalir.

    13 Los que a toda costa quiern sobresalir suelen ser unos acomplejados de narices.

    lunes, 8 de enero de 2024

    SOBRE DOS POEMAS DE BLAS DE OTERO: MI FRAILECICO Y RUPTURA


     La Asociación Cultural Amigos de Cascante, Vicus, felicita este año 2023 con el facsímil de dos textos que consideramos dignos de ser rescatados. Ofrecemos a todos los socios amigos y colaboradores dos poemas de Blas de Otero, pertenecientes a la etapa primera etapa del poeta, publicados en Pamplona, diciembre de 1942. Mi Frailecico y Ruptura fueron incluidos en el n.º 14 de la revista “Albor” que dirigía el Periodista y poeta, José Diaz Jácome.[1] Se incorporaron así a nuestro patrimonio literario pamplonés que hoy ponemos a disposición de todos.



    [1]  Montoñedo,Lugo 1910, La Coruña 1998 . Poeta de línea neotrobadurista. Como periodista ejerció en El Pensamiento Navarro, 1931.50. Director del Faro de Vigo (1950 El Faro de Vigo y La Voz de Asturias. Dirigió las revistas navarras Albor (1940) Marzo; Iruña (1943) Pregón (1943)

    José Diaz Jácome, redactor jefe de periódico El Pensamiento Navarro, aprovechando los recortes sobrantes de la edición del periódico, en un tiempo de dificultades para conseguir papel, consiguió editar unos sencillos cuadernos de poesía: Albor. El primero cuadernillo vio la luz en junio de 1940. Se iniciaba la andadura de publicaciones líricas en la Navarra de la posguerra. José Diaz Jácome continuaría la andadura literaria con Faustino Corella[1]  y se ampliarían las publicaciones en prosa y poesía en las revistas Marzo, Iruña y Pregón [2]. Se publicaron en Albor, sin ánimo de lucro, cuadernillos monográficos de autores amigos, 15 cuadernillos, que, si bien no tenían un diseño de publicación lujosa, alcanzaron el mérito de ser una de las primeras revistas literarias en España posteriores a la guerra civil, ya que el primer número se editó un año y dos meses después de acabada la guerra.

     Blas de Otero Muñoz publicó en dos cuadernillos de la colección, Cuatro poemas en el monográfico n.º 6, fechado en marzo de 1941,  titulados  La Obra, El Agua, Señor y Cuerpo de Cristo,  y en el n.º 14, un poemario colectivo de cuatro poetas dedicado al Centenario de san Juan de la Cruz, en diciembre de 1942[3] Mi Frailecico y Ruptura  No fue la primera vez que la poesía de Blas de Otero aparecía en Pamplona, ya que en diciembre de 1935 había ganado un concurso literario en Homenaje a Lope de Vega, organizado por la Federación Navarra de Estudiantes Católicos, con la cooperación de las entidades hermanas de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya[4], según decía Diario de Navarra el 17 del mismo mes y año. Se trataba del poema Post Tenebras Lux, uno de los poemas de la prehistoria lírica del poeta.

    La poética de Blas de Otero que se inicia ahora será esencial para entender el sentido de la búsqueda de trascendencia, a través primero de la religiosidad místico- amorosa y más tarde en la poesía desarraigada que acusa su crisis existencial, la poesía social que busca salir de sí mismo para encontrar al hombre; o la poesía política con que desea solucionar los problemas de España y de la humanidad. Escribe una poesía para “la inmensa mayoría”, corriente por donde transcurrió Otero. Toda su obra está escrita con un total dominio de las formas métricas, los ritmos y la retórica.

     

    Blas de Otero nació en Bilbao en 1916 en una familia perteneciente a la alta burguesía bilbaína, estudió en el colegio de Jesuitas de Bilbao. En 1927 con motivo del fin de la gran Guerra, se deterioró la situación económica de los negocios y el padre decidió recuperar su estatus trasladándose con toda la familia a Madrid. En Madrid, donde nació su vocación poética, estudió bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros. Cuando en 1932 falleció su padre no habiendo rehecho su fortuna, la responsabilidad de sacar adelante a su madre y dos hermanas recayó en Blas, que era único varón, ya que tres años antes había muerto un hermano que le precedía. La muerte del padre forzó a los Otero Muñoz a regresar en no muy buenas condiciones económicas a Bilbao. Sabiéndose responsable de su familia, estudió por libre en Zaragoza, sin vocación la carrera de Derecho en vez de la de Filosofía y Letras, acabándola en 1935. La guerra le sorprendió en Bilbao con la carrera de Derecho recién terminada y se incorporó a los batallones vascos. Después de la guerra trabajó un año de secretario del consejo de Forjas de Amorebieta, escribía al mismo tiempo colaboraciones en prensa. Hasta noviembre de 14943 residiría en Bilbao.  Es en esta época bilbaína cuando sufrió su primera crisis, acuciado por el conflicto de optar por dedicarse a su vocación literaria o asumir la responsabilidad de ejercer el Derecho para poder ayudar a los suyos. Y es también la época en que escribe los dos poemas que traemos. El Frailecico nos hace entender la religiosidad honda, propia de un católico practicante implicado en asociaciones religiosas: Ruptura Acusa el inicio de una crisis existencial, todavía no es crisis religiosa. Volverá nuevamente a Madrid en noviembre de 1943 para estudiar Filosofía y Letras, residiendo en el Colegio Mayor Cardenal Cisneros y conociendo a los poetas de su generación como Carlos Bousoño y bajo el magisterio de los poetas del 27 Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre. Ell conflicto abierto entre su vocación y su responsabilidad le hará abandonar, regresar a Bilbao y quemar en 1944 todos los poemas inéditos escritos con anterioridad.

     Mi Frailecico

     

    Conmigo está Mi dueño

    leyendo su lectura silenciosa

    Mi dueño es muy pequeño

    más tiene voz de rosa

    cuando del alma el canto le rebosa

     

    Leyendo está mi amigo

    y yo con él, penando, vivo y muero

    “A solas, sin testigo”

    así es como le quiero

    hablándole un sentido muy de vero.

     

    Con ese frailecico,

    el alma se recoge y empavesa;

    ¡qué importa si es tan chico,

    si el alma es la que besa

    y amigos son sus labios de Teresa!


    Con ella y con su voce,

    no quiero otro coloquio, por ventura.

    En ella está mi goce

    con ella la Hermosura

    de amor que me da fiebre y calentura


    Que si ella es castellana

    de   Dios, do que del mundo yo más quiero,

    él tiene una fontana

    tan rica de venero,

    que en ella me adolezco, peno y muero.

     

    Por ella yo quisiera

    dormirme entre los brazos del amado

    muriendo de manera

    tan alta y silencioso,

    que abriérame este pecho que reboso.

    No era un poema inédito, había sido publicado en el 2.º cuadernillo del grupo de Bilbao ALEA[5]  asociación que organizaba todo tipo de actos culturales y que en 1942 había empezado a publicar los Cuadernos de ALEA. En el mismo año celebró con un recital en el Ateneo un Homenaje a San Juan de la Cruz en su centenario y dio a la luz el n.º 2 de sus cuadernos el Cántico Espiritual de Blas de Otero Muñoz, libro de poemas que estaba inspirado en San Juan y su Cántico Espiritual. Fue el primer poemario publicado por Blas de Otero. Aunque escape de este comentario el incluir la crítica del poemario Cántico Espiritual, si afirmaremos que los críticos consideran que refleja el hondo sentido de la búsqueda de trascendencia de Otero y que ese sentido ahora religioso cambia otras búsquedas de trascendencia, no desaparece nunca. Estaba escrito en versos blancos y liras. El título, que remitía a San Juan de la Cruz, responde a la primera época marcada por la religiosidad de Otero y la lectura e influencia de los místicos, san Juan de la Cruz, santa Teresa y Fray Luis de León.


    Mi Frailecico es un poema, compuesto por seis liras, incluido en un grupo de diez poemas de la publicación escritos en dicha estrofa. A San Juan de la Cruz y a Fray Luis de León remite la estrofa en que está escrita, la lira renacentista; y el lenguaje que utiliza, que contiene ciertos arcaísmos. 

    Mi Frailecico es san Juan de la Cruz, título del poema, pues sabido es que Juan de Yepes debió ser tan menudo de estatura que Teresa de Ávila le apodaba “medio fraile”, de ahí el diminutivo usado. Es también al físico de Juan de Yepes a quien alude en el tercer verso de la primera lira “mi dueño es muy pequeño” y el tercero de la tercera,” qué importa si es tan chico”.

    Es poema acordativo, es conforme. Da muestra del impulso trascendente religioso- amoroso con que Otero inicia la búsqueda de la unión con Dios, que en este poema lo busca a través de la lectura de san Juan, santa Teresa y frey Luis de León, para llegar a través de ellos, de sus voces y de sus símbolos, a la unión amorosa con Dios, tercera vía de la mística, la unitiva.

     

    “Por ella, yo quisiera

    dormirme entre los brazos del Esposo

    muriendo de manera

    tan alto y silencioso

    que abriérame este pecho que reboso”

     

    La intertextualidad, es esencial en el poema. Son de Fray Luis de León los versos “a solas, sin testigo[6];  y alusivos a san Juan “con ella la Hermosura, versos de la cuarta lira, ya que la Hermosura, con mayúscula se refiere a Dios”[7]“; a san Juan “dormirme entre los brazos del Esposo[8] ,  alusión a San Juan[9] y también a santa Teresa “penando vivo y muero[10]. Todo el poema está lleno de citas explícitas e implícitas, ya que no recurre a los nombres sino a sus versos, aunque sí nombra a Teresa; y “que si ella es castellana/ de Dio”, verso cuyo encabalgamiento va a ser otro de los signos de identidad de la poesía de Otero. En la intertextualidad trasluce una arraigada fe cristiana y un conocimiento y de la obra de los místicos españoles y demuestra una asimilación de los escritores, asimilación que le ha llevado a una creación propia: como ejemplo un verso que muestra la capacidad mística del autor

                                       “El alma es la que besa.

    Ruptura

     

    Es conmigo, Señor, calladamente,

    Con quien rompo: me rompo yo a mí mismo

    Bajo las olas de mis pensamientos

    Y la suave roca de mi corazón-

    ¡Ah! Todos: tú, mujer que más amé

    Enemigos, hermanos, luchas, trances,

    Todos podéis venir. ¡Yo voy corriendo

     y abierto, hacia vosotros, entregado!

    ¡Que no me acuerde ni de mi memoria!

    ¿Qué soy en esta isla de los hombres

    Sino un pedazo más, el más inútil,

    sin el que todo, es cierto, seguiría?

    Que no me acuerde de mis esperanzas.

    Podéis dejarme lo que vos queráis,

    Lo que los hombres quieran permitirme

    Y yo mismo consiga poseer.

    Mi imagen: Ese cielo que se rasga,

    esa fuente que ofrenda todo el cuerpo,

    el insecto minúsculo, el buey manso,

    el llanto más pequeño de los niños.

    Si sé que tú me lees, ojos que lloran,

    si sé que tus espaldas se estremecen

    cuando doy con el verso ineludible,

    ¿Qué me importa el laurel, ni el hondo anónimo?

    Sabed que nada es mío: ni esta mano

    -         Acaso ni este lápiz- con que sueño

    cuando escribo, debajo de la lluvia,

    en mi cuarto, las noches eminentes.

    No hemos podido encontrar el poema en otro texto que no fuera en la revista Albor n.º 14 que hoy traemos. Ya que la cita que hemos encontrado del poema alude como fuente nuestra revista[11],  hace suponer quizá que pudo ser uno de los poemas que rompió y que no publicó en periódicos, ni poemarios, ni en otra revista a la que no tenemos acceso, aunque no podríamos asegurarlo.

    El poema Ruptura nada parece tener en común con el poema anterior. En la forma, está escrito en 18 endecasílabos blancos, sin rima, no hay intertextualidad ni arcaísmos, aunque sí encabalgamientos. Tampoco es acordativo, sino crispado. El título sugiere un desgarramiento que, como dicen los primeros versos, suponen la ruptura de él mismo. Se dirige a Dios en los cuatro primeros versos, no prescinde de Él, por tanto, es poema religioso, en el que inmediatamente después incluye a todos, la mujer, la familia, la lucha y los hermanos, un plural al que igualmente se dirige.  Siendo conscientes de su biografía, no descartaríamos que fuera un poema que expresa la decisión de la renuncia a sí mismo y la entrega a todos los demás a los que apela.” Yo voy corriendo/ y abierto hacia vosotros, entregado, dice en los versos 7 y 8. Encontramos una anulación del propio yo y una renuncia a la memoria, renuncia a la esperanza. La entrega a los demás deja, no obstante, un sentimiento doloroso de aniquilación, de desasimiento. Aunque sea buscada y asumida, no podemos pasar por alto las palabras que introduce para hablar de su propia imagen, “rasgado”, “minúsculo”, “insecto” “buey manso”, “llanto”. Entendemos que existe un hilo muy tenue entre la biografía y la escritura.

     “Me queda la palabra” dirá en un verso posterior[12]. En el poema Ruptura encontramos un inicio de la persecución de la palabra -el verso ineludible (verso 23) que conmueva. Hay en esa desposesión una no renuncia a la poética que no es embriaguez, sino empeño triste. No busca el triunfo, pero sigue soñando la escritura y el verso: la palabra. Otero, roto, se dirige a Dios y a todos los demás para entregándose, y también en sus versos, intentar perderse en ellos.

    Charo fuentes Caballero, miembro de la junta directiva de la Asociación Cultural Amigos de Cascante, Vicus

    Pamplona, diciembre, 2023



     



    [1] Tarazona de Aragón, 1906- Pamplona 1991 Profesor de Magisterio y de la Escuela de comercio de Pamplona. Propietario de Pregón y subdirector. En 1950 pasó a ser director

    [2] Sobre Pregón véase ANGEL RAIMUNDO FERNÁNDEZ GONZÁLES, Historia Literaria de Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2003, pp. 101-118 RAMÓN GARCÍA DOMINGUEZ; Pregón, un noble canto a Navarra, Pamplona, Caja de Ahorros Municipal de Pamplona; MIGUEL D ÓRS; Aproximación histórica a la poesía navarra de la posguerra, Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1980, pp. 15-19

    [3]Publican poemas Blas de Otero, Manuel Alonso Alcalde,  Luis López Anglada y José Diaz Jácome

    [4] Perteneció a la Federación de Estudiantes Católicos de Vizcaya. Tomo los datos de Juan José Lanz en “Blas de Otero “En canto y Alma” En el centenario de su nacimiento” [BRAE · Tomo XCIX · Cuaderno CCCXIX · Enero-Junio de 2019 http://revistas.rae.es/brae/article/view/305

    [5] Blas de Otero, Jaime Delclaux, Pablo y Antonio Bilbao Arístegui, Antonio Elías Martinena, Esteban Urkiaga, antes de la guerra, 1935, en el Café Bilbao, habían creado ALEA, Asociación Libre de Ensayos artísticos, grupo del que formaban parte Otero. Juan José Lanz  “En canto y Alma” En el centenario de su nacimiento” [BRAE · Tomo XCIX · Cuaderno CCCXIX · Enero-Junio de 2019 http://revistas.rae.es/brae/article/view/305

     

     

    [6] Fray Luis de León: Canción de la vida Solitaria”. 8º lira: “Vivir quiero conmigo;/ gozar quiero del bien que debo al cielo, /a solas, sin testigo/ libre de amor, de celo/ de odio, de esperanza, de recelo”.

    [7] San Juan de la Cruz, Cántico Espiritual, 5º lira: “Mil gracias derramando/ pasó por estos sotos con presura/ y yéndolos mirando/ con sola su figura/Vestidos los dejó de hermosura”

     

    [8]“San Juan de la Cruz, Cántico Espiritual, lira 33 “y no toquéis el muro/ porque la esposa duerma más seguoo”

    [9] San Juan de la Cruz Cántico Espiritual, 2.º Lira: Pastores los que fuerdes/ allá por las majadas del otero/ si por ventura vierdes/ a Aquel que yo mas quiero/decidle que adolezco, peno y muero.

    [10]Santa Teresa de Jesús, Vivo sin n vivir en mi/, y tan alta vida espero, / que muero porque no muero

     

     

    [12] Si he perdido la vida , el tiempo, todo